Policía de Fresno:
Seis días, tres baleados y dos muertos

Obrero Revolucionario #1115, 19 de agosto, 2001, en rwor.org  

“Lo que no entiendo es que los periódicos dicen que le dispararon entre 30 y 40 tiros. No se necesitan tantos disparos para reventar las llantas, y por supuesto no se necesitan tantos para matar a un hombre. Así y todo le seguían disparando. Ya cuando estaba muerto lo sacaron del van, lo esposaron; ni siquiera intentaron darle primeros auxilios y simplemente se pusieron a celebrar".

amigo de Julián Celaya

El 21 de julio, Julián "Boo Boo" Celaya, de 25 años de edad, supuestamente se robó dos cajas de cerveza de una licorería de Fresno, California. Minutos después fue acribillado con por lo menos 45 balas.

El 18 de julio, Rene LaCentra, una señora blanca de 45 años de edad desempleada, también fue baleada por la policía tras una persecución por el centro de Fresno. La policía dice que intentó pararla por dar una vuelta prohibida. Hoy está en el hospital de la cárcel con heridas de bala al pecho, el hombro y el brazo.

El 16 de julio, la policía mató a Roderick Lee Bartolette en un hotel al noroeste de Fresno. Supuestamente estaban investigando la venta de drogas y estalló un tiroteo.

Seis días, tres tiroteos y dos muertos. ¡La chota de Fresno arrasa y la furia del pueblo se está haciendo sentir!

Proletarios en el centro agricultor

Fresno es la sexta ciudad de California, con una población de 427.000 habitantes, en el corazón de las tierras más fértiles de labranza, el valle Central, entre San Francisco y Los Ángeles.

Es una de las ciudades más diversas. La población latina ha crecido 10% en la última década y ahora es de 40%; los blancos son el 30%; los inmigrantes de las islas del Pacífico asiático son el 11% y los afroamericanos son el 8%. En las escuelas públicas están representados 85 idiomas.

La gran industria agrícola domina en Fresno, con más de 200 cultivos que generan más de $3 billones al año. Es un espejo de la agricultura capitalista del país. Miles de trabajadores son inmigrantes mexicanos y siguen las cosechas todo el año. A estos proletarios que cosechan lo que comemos les pagan el salario mínimo o menos; así y todo, de las 50 ciudades más grandes del país, Fresno tiene el mayor índice de desempleo: en junio de este año alcanzó 12,8%, o sea casi tres veces el promedio nacional.

En un recorrido por Fresno se ve claramente que hay muchos, pero muchos proletarios que viven apiñados en cabañas o edificios de apartamentos que se extienden por cuadras. Las casas grandes y finas están al norte, tras cercas de seguridad.

Fresno siempre ha sido una ciudad de las compañías, con un departamento de policía que hace lo que sus amos quieren, como en la película L.A. Confidential. En los últimos años ha surgido una unidad especial de la policía tipo SWAT que se ha ganado fama por sus asesinatos y brutalidad. Estos últimos casos de asesinatos policiales han puesto de relieve la esencia de la brutalidad policial y han indignado a la población que quiere que se haga algo ya.

El asesinato de Julián Celaya y la ira popular

Según el periódico Fresno Bee, el sábado 21 de julio Julián se robó dos cajas de cerveza de una licorería y se metió en un van. El de la licorería llamó a la policía con el número de las placas y dijo que Julián amenazó con dispararle. Cuando detuvieron el van, ordenaron bajarse a los cuatro tripulantes, pero Julián se pasó al asiento del chofer y aceleró.

La policía y los vecinos cuentan dos versiones de lo que sucedió. La chota dice que Julián puso el van en reversa para atropellarlos y que "esgrimía un arma de fuego".

Pero hay por lo menos 50 testigos que dicen que la chota abrió fuego cuando arrancó y que siguieron disparando cuando, ya herido, chocó con un radiopatrulla. Un testigo dijo que escuchó entre 10 y 15 balazos y que después de que paró el van escuchó de 15 a 20 más.

Otro le dijo al Fresno Bee: "Él no les disparó a ellos, simplemente arrancó".

Los chotas lo sacaron muerto del van, lo esposaron y lo tiraron el suelo. "Lo agarraron y lo tiraron al suelo. No vi que le hayan dado primeros auxilios, simplemente lo dejaron tirado", le dijo un señor al Fresno Bee.

La policía no ha divulgado información sobre cuántos impactos de bala recibió Julián, pero los testigos dicen que tenía heridas en la cabeza, los brazos y las piernas, y que después de dejarlo tirado y esposado los chotas se fueron a lavarse las manos con una manguera de una casa.

Después de dos días de repetir mentiras, el departamento de policía admitió ante la prensa que Julián no tenía arma de fuego.

El asesinato de Julián ocurrió en el centenario del Departamento de Policía de Fresno. Ese día, la policía y sus unidades especiales estaban en el Centro de Convenciones de Fresno demostrando sus armas de fuego, motocicletas y aparatos de choques eléctricos. Muchos también nos contaron que los vieron tomando y celebrando el asesinato en un bar.

El lunes 23 de julio, hubo una protesta de 50 personas contra el asesinato de Julián. Le contaron a la prensa y a la familia de Julián lo que verdaderamente sucedió y desmintieron la versión policial de los hechos. Cuando se asomó la policía para dispersar la protesta, empezaron a corear "asesinos".

Rene LaCentra: Baleada por dar una vuelta ilegal

Hay un hermetismo sobre el asesinato de Roderick Bartolette. Lo único que dice la policía es que estaban a punto de arrestarlo en un hotel cuando abrió fuego. No se conocen testigos ni familiares que contradigan la versión policial, pero los activistas de Fresno están averiguando.

Rene LaCentra fue baleada el 18 de julio, luego de haber dado una vuelta prohibida. Rene le dijo al Fresno Bee que no paró porque tenía miedo. "De repente un montón de policías me perseguían. Debía haber parado, pero no sabía qué hacer y me arrepiento de no haber parado", dijo.

Un horrorizado periodista del Fresno Bee, que dijo que acababa de salir de una audiencia sobre la unidad SWAT cuando empezó la persecución, escribió: "Un helicóptero sobrevolaba y alguien dijo bromeando que íbamos a punto de ver una demostración en vivo. En eso se escucharon disparos, uno tras otro. No eran tan fulminantes ni ruidosos como en las películas, pero sí más escalofriantes porque no había duda de que correría sangre y no era una película".

La persecución atravesó el estacionamiento de la alcaldía y cuando le cerraron el camino Rene se estrelló contra la puerta central. Luego intentó fugarse y chocó con una motocicleta de policía. El agente de la moto y otros abrieron fuego. "No dijeron ‘manos arriba’ primero. Simplemente abrieron fuego y después dijeron ‘manos arriba’ y me sacaron a rastras del carro", dijo Rene LaCentra.

La policía dice que Rene quería que la mataran, pero ella dice: "Cómo va a ser posible que quisiera morir si tengo que cuidar a mi mamá, papá y mis hijos".

Protestas e indignación

En Fresno hay mucha indignación popular y se han organizado reuniones y protestas contra estos asesinatos y atropellos.

Julián Celaya era casado y tenía cuatro hijos, todos menores de seis años. Su esposa está asolada y no ha dicho nada todavía, pero su tío Luis y hermano David sí se han hecho escuchar y exigen justicia. El Fresno Bee informa que en la reunión entre la familia y el jefe de policía, David dijo: "Como usted sabe, el pasado es el pasado y a todos se nos debe perdonar por el pasado, pero a mi hermano no le dieron la oportunidad de ser perdonado. Está seis pies bajo tierra por robarse unas cervezas".

El 26 de julio, al día siguiente de una reunión comunitaria, hubo una protesta frente al cuartel de la policía organizada por el Comité de Justicia Penal del Centro de California. Fueron activistas chicanos, personas de la clase media, chavos blancos y afroamericanos. Los familiares de Julián llegaron de una barbacoa que hicieron para recaudar fondos para el entierro. La prensa también estuvo presente. Una señora asiática de un canal local le dijo a un manifestante: "A mí no me dices nada nuevo, yo me crié en los multifamiliares y sé cómo es la policía". Cuando se asomó una señora con una pancarta en defensa de la policía, se la quitaron y despedazaron.

En la protesta muchos eran víctimas de brutalidad policial. Un joven chicano dijo que por lo menos cada dos meses lo paran solo porque no es blanco. Un señor negro dijo que a su hija la arrestaron y le ataron los pies y las manos a la espalda por manejar en sentido contrario. Una señora contó que el 11 de septiembre de 2000 mataron a su novio, Delfino Guerrero, de 10 tiros. Ella estuvo en la protesta del 22 de octubre del año pasado y dice que sigue luchando porque se haga justicia, pero hasta hoy no la tiene, y estaba a punto de darse por vencida cuando sucedieron estos asesinatos y por esto estaba en la protesta y quería seguir luchando.

Hay mucha indignación en Fresno. La prensa ha publicado muchas cartas contra la policía. Un activista nos dijo: "Mucha gente común y corriente se está interesando, dicen que esto no es justo y exigen investigaciones... Están muy encabronados, esto les preocupa y quieren que se haga algo".

Encubrimiento oficial

A las autoridades les preocupa la creciente indignación. El Fresno Bee, que por lo general repite lo que dice la policía, comentó en un editorial que "uno no tiene que ser un anarquista alborotado para quejarse de los acontecimientos recientes. Hay que afrontar y corregir estos problemas, y pronto".

Pero la policía, la alcaldía y demás politiqueros no lo ven así y, en vez de esclarecer los hechos, están entorpeciendo la investigación y tratando de desviar la lucha popular.

El alcalde y el jefe de policía se han reunido con la familia Celaya y han prometido investigar. Sin embargo, no han divulgado los resultados de la investigación ni los informes de policía de los tres incidentes recientes.

A los activistas comunitarios les han prometido hacer cambios con respecto a los procedimientos de la policía y hasta la posibilidad de establecer una junta que vigile a la policía. Pero la verdad es que en 20 años jamás han investigado un asesinato policial. Está claro que el silencio de los que supuestamente están investigando tiene el propósito de proteger a los policías, porque su poder, su posición y el injusto orden social que impera se basan en la violencia y terror policiales contra las masas populares.

Pero el 5 de agosto se volvió a dar otro incidente cuando las autoridades fingían preocupación por esta situación. En Hanford, un pueblo cercano, la policía mató a Michael Correa, de 32 años de edad, quien estaba preso. Los funcionarios del condado dicen que no murió de las heridas perpetradas por sus agentes, aunque hay un testigo que vio a los policías darle cachiporrazos en la cabeza cuando parecía estar inconsciente.

El Obrero Revolucionario quiere agradecer a todos los activistas y familiares que conversaron con nosotros. Este artículo hubiera sido imposible sin su cooperación. Hay más sobre las protestas de Fresno en la página web: www.fresnoalliance.com

 

 

Si desea más información sobre los asesinatos de Fresno y la lucha contra la brutalidad policial, póngase en contacto con la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación y el Proyecto Vidas Robadas.

En San Francisco
llame al: 415-864-5153
página web: http://www.unstoppable.com/22

correo electrónico: Oct22@unstoppable.com


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