De nuestra corresponsal en Nueva York

Resistencia en el punto cero

Debbie Lang

Obrero Revolucionario #1120, 30 de septembre, 2001, en rwor.org

Septiembre 11. Desde las calles o por la TV vimos cuando se estrellaron dos aviones en las torres gemelas del World Trade Center, que luego se derrumbaron. En un instante murieron miles de amigos, amantes y compañeros de trabajo, y el centro de Manhattan se pareció a Bagdad, Belgrado o Cisjordania.

Todos nos preguntábamos si conocíamos a alguien en esos edificios. Amigos, parientes, trataban desesperadamente de comunicarse con un ser querido, pero las líneas telefónicas estaban ocupadas o cortadas. Durante días, miles de personas de diferentes nacionalidades y muchos países deambulaban las calles con retratos de sus familiares, esperando encontrarlos vivos. Más de 6500 personas perecieron; miles más se quedaron sin trabajo u hogar por los muchos edificios que quedaron en ruinas. La electricidad y el teléfono se cortaron.

Los sucesos del 11 de septiembre han estremecido a millones de personas; muchos se hacen importantes preguntas sobre lo que está pasando en el mundo, y por qué.

A continuación presentamos un informe preliminar de nuestra corresponsal sobre lo que dice la gente en la calle. Se basa en entrevistas y conversaciones realizadas en Nueva York después del 11 de septiembre.

Resistencia a la guerra

En los parques y plazas la gente se reunió para llorar juntos y poner ofrendas. El gobierno anunció que iba a vengarse, posiblemente bombardeando a varios países, y exhortó a la población a poner la bandera "en nombre de las víctimas" y como "expresión de unidad". De repente la bandera ondeaba por todos lados y los ataques contra los inmigrantes se propagaban como la pólvora. La situación volvió peligrosa. Los progresistas se movilizaron para oponerse a la guerra y a los ataques racistas.

Cientos de personas se reunieron cada noche para buscar la manera de responder; la mayoría eran jóvenes, de 20 y 30 años y de la clase media. En los colegios, universidades y centros se reunieron para estudiar la historia de Estados Unidos en el Oriente Medio y Afganistán, pues la prensa y el gobierno lo ocultan. El 21 de septiembre, 5000 personas de diferentes nacionalidades y países hicieron una marcha de protesta contra la guerra desde Union Square a Times Square.

Desde el lado oeste de la plaza Union se puede ver el vacío que dejaron las torres gemelas. Miles de personas llegaron a este parque cuando huyeron del derrumbe de las torres, y desde ese día ha sido un centro de convergencia de miles de personas que lloran por los fallecidos y debaten el problema y la solución. Enormes ofrendas con retratos de víctimas, velas y flores de todos los colores y tamaños cubren cada centímetro de la plaza Union.

La plaza está situada en un sector progresista de clase media, y Libros Revolución queda a unas pocas cuadras. Un partidario del PCR escribió lo siguiente: "Voy a ese lugar casi a diario, para estar con los diferentes grupos que se congregan, oír las bandas que tocan y a los cantantes, así como para leer lo que la gente escribe en mantas y metros de papel. Hay comentarios contra el patriotismo ciego, por la paz, porque el gobierno se restrinja y por la necesidad de preguntar `por qué' en vez de `quién'. Hay muchas expresiones sensatas y llenas de compasión, así como expresiones chovinistas, desde luego. Pero por lo general es un lugar a donde la gente acude en busca de respuestas y para aportar al diálogo. Apenas empieza un debate, cientos se acercan a participar.

"Una dramaturga acababa de escribir un comentario en una manta, directamente debajo de un comentario que decía: `Mátenlos a todos'. Entre sollozos ella pregunta: ¿Responderá la gente lo suficientemente rápido y en la cantidad necesaria para impedir eso?"

Otros mensajes dicen: Que el amor, la justicia, la compasión y la paz predominen en el mundo entero. ¡¡Unámonos como seres humanos!!; ¡Que dios bendiga a TODA la gente!; Oponerse a la venganza, romper el ciclo de la violencia; Como americano tiene la responsabilidad de pensar y preguntarse... ¿POR QUÉ hizo alguien esto? Es posible que nosotros hayamos hecho algo contra ellos; Un mundo, un futuro; El ISLAM no es nuestro enemigo. La GUERRA no es la solución; ¡Nuestra pena no clama guerra!.

Unos familiares de las víctimas también hablaron en contra de una guerra. Orlando y Phyllis Rodríguez perdieron su único hijo, Gregory. Juan González, del periódico Daily News, escribió: "`No lo deben hacer en nombre de mi hijo', Orlando Rodríguez me dijo ayer. `Sé que hay mucha indignación. Yo también la tengo. Pero no quiero que conviertan a mi hijo en pretexto para matar a otras personas. No estoy dispuesto a darle a nuestro gobierno rienda suelta para quitarnos nuestras libertades en nombre de la seguridad pública'". Más de 5000 personas fueron a una vigilia en Wethersfield, Connecticut, organizada por Judy Keane, cuyo esposo Richard murió en Nueva York. La agencia noticiosa AP informó que le escribió en una carta al presidente Bush: "Los últimos acontecimientos han sobrecogido de indignación y frustración a muchos. Pero tomar represalias contra otro país por este crimen horroroso no es la respuesta correcta. No podemos hacernos culpables del sufrimiento de familias inocentes en Estados Unidos u otros países. No debemos enviar a nuestros seres queridos a la guerra".

Aunque la prensa dice que según las encuestas el 90% de la población apoya los planes beligerantes del gobierno, nosotros hemos hablado con muchos que están resueltos a oponerse a la guerra. La plaza Union se ha convertido en el lugar donde se reúnen los que están formando un naciente movimiento contra la guerra. Me han dicho que vienen a encontrarse con gente que también se opone al patriotismo ciego que atiza la prensa grande. Una joven asiática describió así la escena: "Me encantó ver pancartas que decían que los árabes no son nuestros enemigos y que la guerra no es la solución. Hay una enorme pancarta que dice: `Acabar la desesperación que engendra el terrorismo', así como una que dice: `El racismo y la guerra no son la solución'. Vi un enorme símbolo de paz sobre el cual habían escrito: `Acabemos con el imperialismo estadounidense'".

A defender a los inmigrantes

No muy lejos de los escombros de las torres gemelas hay policías tras barricadas, que detienen al azar e interrogan. Efectivos de la Guardia Nacional y carros blindados vigilan las calles. En muchos barrios hay una fuerte presencia policial. La Junta de Educación informó a los maestros que se iniciarían prácticas de "ataques aéreos" en las escuelas.

Azuzando el patriotismo ciego y la unidad nacional, la clase dominante ha creado una mentalidad de sitio en la ciudad y el país entero, y regado la mentira de que los "extranjeros" son el enemigo y que se encuentran "entre nosotros". Las dependencias policiales tienen listas de "sospechosos" y han arrestado a cientos de personas. Los árabes y musulmanes son "sospechosos" y los racistas han aprovechado la situación para atacar con saña. El que no tiene piel blanca es posible víctima. Varios árabes han sido asesinados, y a una amerindia de Tulsa, Oklahoma, le gritaron desde un carro lleno de blancos: "Regresa a tu país".

En la ciudad de Nueva York viven millones de inmigrantes de todas partes del mundo, que ahora son el blanco de la "nueva guerra de América".

El Centro de Apoyo Familiar Árabe-Americano de Nueva York informa: "Hay niños que temen ir a la escuela, madres que temen ir a hacer compras. Los están atacando. Niños escolares cuentan que los maestros los maltratan verbalmente... Las familias nos piden ayuda porque temen hablar con la policía". Muchos inmigrantes han colocado banderas en sus tiendas o taxis por temor a que los ataquen.

Un joven asiático dijo: "Algunas personas de color están comprando banderas por temor a lo que les podría pasar si no lo hacen. Han linchado [matado] a dos personas y se han cometido muchos delitos de odio. La situación es muy peligrosa. Los racistas están atacando, y la prensa y las autoridades están poniendo a los árabe-americanos a prueba. Lo que está sucediendo se parece mucho a lo que les pasó a los japoneses durante la II Guerra Mundial, a quienes internaron en campos de concentración".

La gente está muy enojada con la prensa por restarle importancia a los casos de ataques a inmigrantes. Muchos inmigrantes se han organizado para defenderse e informar sobre ataques; cuentan con un fuerte respaldo de gente de muchas nacionalidades, entre ellos blancos. He hablado con mucha gente que se preocupa por sus vecinos árabes. Una dominicana me dijo que hace compras para sus vecinas musulmanas que temen salir.

Cientos de personas recorrieron el barrio árabe de Brooklyn en una marcha organizada por grupos árabes e islámicos. Más de la mitad eran blancos e iba un grupo de judíos. Sus pancartas decían: "Lloremos por las víctimas, luchemos por la paz" y "El islam no es nuestro enemigo, la guerra no es la respuesta". A lo largo de la marcha los tenderos árabes salieron a la acera para agradecerles. La marcha terminó con oraciones en árabe y hebreo por las víctimas.

En la plaza Union mujeres sudasiáticas y afganas unidas al imán Talib Abdu-Rashid de las mezquita de Harlem, acompañaron a Judíos contra la Ocupación, la Coalición de Palestinos por el Derecho a Regresar y Judíos pro Justicia Racial y Económica en una rueda de prensa.

Un militante de la Red Juvenil de ¡Rehusar & Resistir! leyó una declaración que dice: "Los sentimientos contra los árabes han sido fomentados por los republicanos y demócratas que quieren atacar el Oriente Medio, así como por locutores como Howard Stern. Hay que oponerse a todos los ataques contra los árabes y musulmanes... Tenemos que oponernos a las medidas y leyes represivas. Juramos rehusar y resistir a todo eso. Con mucho amor y compasión por todos los que han perdido un ser querido, exhortamos a que todos acepten la responsabilidad de construir un futuro diferente".

La Coalición 22 de Octubre contra la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación sacó esta declaración: "Vemos ataques racistas, la revocación de derechos de los inmigrantes, la promulgación (a un ritmo escandaloso) de leyes que nos quitan derechos civiles. No debemos permitir que las autoridades se aprovechen de nuestras emociones para legitimar las medidas represivas que están imponiendo".

Entrándole al debate

"En medio del duelo por la pérdida de seres queridos, de las manifestaciones de solidaridad, todos los que queremos justicia de veras debemos extender la mano a los pueblos del mundo para oponernos unidos a los crímenes de este sistema, para reforzar nuestra resistencia contra todo acto de guerra y represión. Debemos tener sumamente clara la naturaleza del gobierno que se desboca hacia una nueva guerra: esos monstruos explotadores, mentirosos y arrogantes no gobiernan para beneficio de los pueblos de este país ni del mundo. Mientras sigan en el poder, se seguirán descuajando del cielo los horrores que genera su sistema".

De la declaración del PCR,
"Los horrores que genera este
sistema horroroso"

Una camarada de Libros Revolución habló con dos señores de una parte rural del norte del estado de Nueva York, que dijeron que se oponían a la guerra pero tenían una bandera en su camioneta. "Uno me dijo que es su manera de lamentar lo que está sucediendo; que es una declaración de que todos estamos unidos y tristes por lo que pasó y que ese es el símbolo para expresar eso. Yo les expliqué lo que la bandera de veras representa; que esa es la bandera que llevaban los aviones que bombardearon a Irak; que es la bandera del país que fabrica las armas que aterrorizan al pueblo palestino; que es la bandera con que movilizan a la gente para la guerra, que va a hacer sufrir más a la gente aquí y en el resto del mundo. Mientras hablábamos, quitaron la bandera".

Unos partidarios del PCR repartieron la declaración del partido. Un compañero que vendía el OR/RW me contó de la conversación que tuvo con una pareja de turistas de unos 30 años en la plaza Union. "Tenían banderas en la cintura, en el cabello; en la espalda habían escrito: `Ohio se preocupa, apoyemos a América'. Leyeron el volante del PCR entero. El tipo me dijo: `Si lo que esto dice es verdad, entonces el gobierno nos está diciendo grandes mentiras'. La mujer dijo que le preocupan los ataques racistas. El volante los hizo pensar".

Entrevisté a personas que tenían banderas o listones con los colores de la bandera. Muchos me dijeron que quieren que el gobierno contraataque, pero no quieren que muera gente inocente. Y no creen que el gobierno vaya a hacer eso, o por lo menos esperan que no. Cuando les pregunté qué harían si eso sucediera, la mayoría se quedó pensando, sorprendida. Unos dijeron que buscarían la manera de oponerse a la guerra. La mayoría se llevó el volante.

Un señor de unos 45 años leyó el volante con esmero y lo dobló y se lo guardó en el bolsillo. Luego me dijo: "He estado escuchando las noticias y no sé por qué sucedió esto. La prensa no ha dicho nada para explicar por qué sucedió este ataque contra las torres gemelas. Me llevo este volante porque quiero investigar para ver si lo que dice es verdad, porque necesito saber más sobre esto. Hasta hoy nadie me ha explicado por qué nos ha pasado esto".

Una bailarina profesional me dijo después de leer la declaración del PCR: "El gobierno de Estados Unidos ha hecho cosas. Este incidente no es el primero. Pero claro, el gobierno dice que todo empieza desde hoy, pero no es cierto, hay muchos antecedentes. El gobierno de Estados Unidos podría estar implicado en medidas y tácticas que repercutieron en el pueblo de Estados Unidos".

Un chavo revolucionario me dijo: "Hoy más que nunca tenemos que seguir nuestros principios y ser audaces. Tenemos que sacar lecciones de la historia y no decir lo que tenemos que decir susurrando. No podemos quedarnos entre las sombras de las voces que piden guerra. Mira no más a Hiroshima y Nagasaki, eso es lo que pueden hacer si no nos oponemos. No es solo la represión interna sino los estragos que podrían causar en el extranjero".

Mucha de la gente con la que hablé teme más lo que nos espera que lo que pasó. Una compañera de ¡Rehusar & Resistir! me contó de la conversación que tuvo con un compañero de trabajo: "Vi una bandera y dije, para mí misma, si veo una bandera más... Y la persona que estaba a mi lado de repente exclamó: `He esperado toda la semana que alguien dijera eso. ¡Estoy hasta aquí con eso de la bandera! Me hace recordar la Alemania de Hitler y me da mucho miedo".

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Muchos han cantado y escrito la letra de la canción "Imagínate" de John Lennon. Tanto en las veladas como en las protestas, muchos han expresado el deseo de vivir en un mundo diferente. Una señora cuarentona me dijo en la plaza Union: "Si viviéramos en un mundo con gran preocupación y reconocimiento de lo que necesitan otros y el deseo de darles lo que necesitan de la misma manera que nosotros queremos que se atiendan nuestras necesidades, probablemente esto no hubiera pasado".

Un proletario latino que ha sido revolucionario desde los años 60 me dijo: "Mi hija me dijo que estaba pensando en comprar una bandera. ¡Mi hija! La dejé hablar, me dijo que quería poner la bandera porque aquí gozamos de ciertas libertades. Yo le dije a ella, y a mis compañeros de trabajo, que vivimos relativamente bien porque la gente en muchas partes del mundo es explotada y está muriendo. Esta es una economía global. Lo que llamamos imperialismo. Por definición y por necesidad es mundial. Mi hija no va a poner la bandera y quiere leer más historia".

"La declaración del PCR es clara, va al grano. Dice lo que la gente necesita saber. No vamos a apoyar a estos monstruos que matan gente por todo el mundo". Hablamos sobre lo que pasó en su trabajo de construcción, donde hay muchos inmigrantes que hacen trabajos muy pesados por $60 al día. "Algunos empezaron con que esos tipos eran terroristas y que era necesaria una represalia, pues mataron a gente inocente. Yo les hablé de todos los inocentes que mata el imperialismo estadounidense. Hablamos de Panamá, Irak, Filipinas y Chile. ¡Hablando de terroristas! Y qué me dicen de los mercenarios como Ollie North y su pandilla. Siempre que Estados Unidos manda a sus mercenarios a matar y dinamitar, mueren miles de personas. No quisieron hablar conmigo por un rato. Me quedé solo en una esquina. Me he quedado solo muchas veces, pero no me importa porque sé que tengo la razón y comprendo muy bien lo que es este sistema; y sé que, tarde o temprano, los demás también lo comprenderán, y así fue".


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