La entrevista del OR

Hans van Sponeck: La verdad sobre las sanciones yanquis a Irak

Larry Everest

Obrero Revolucionario #1135, 20 de enero, 2002, en rwor.org

Una sección especial del Obrero Revolucionario para que nuestros lectores se familiaricen con las opiniones de importantes figuras del arte, la música y la literatura, la ciencia, el deporte y la política. Los entrevistados expresan sus propias opiniones, naturalmente, y no son responsables de las ideas publicadas en las páginas de nuestro periódico.

El 27 de octubre se celebró en Berkeley, California, una "Velada de información, resistencia e inspiración" sobre las sanciones contra Irak. Hablaron Hans von Sponeck, ex Coordinador Humanitario de la ONU para Irak, y Kathy Kelly, de la organización Voices in the Wilderness. La velada suscitó furia e inspiración: furia por el enorme sufrimiento que han causado al pueblo iraquí 11 años de bombas y sanciones yanquis; e inspiración por la firme resolución de Hans von Sponeck y Kathy Kelly de dar a conocer esa criminal brutalidad.

En esos mismos momentos, poderosas fuerzas de la clase dominante se desgañitaban por echarle la culpa a Irak del ataque al World Trade Center y de las cartas con ántrax. Dos semanas antes el senador Tom Daschle recibió una carta con ántrax y la prensa corrió a especular, sin pruebas, sobre una "conexión iraquí".

Hans von Sponeck es alemán. Tras una carrera de 36 años en el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas que lo llevó a Ghana, Turquía, Botswana, Paquistán e India, en 1998 fue nombrado Coordinador Humanitario para Irak. Al año y medio renunció en protesta por el daño que han causado las sanciones al pueblo iraquí, y desde entonces se ha dedicado a escribir y hablar contra ellas.

Cuando Estados Unidos "moderó las sanciones" en marzo del 2000, von Sponeck escribió: "Lo que se propone equivale a apretar un nudo corredizo alrededor del cuello del ciudadano iraquí común y corriente... Las `nuevas' sanciones conservan los mismos pilares de las sanciones actuales: la ONU custodia los ingresos de petróleo, no se permiten inversiones extranjeras y la ONU sigue a cargo del programa de petróleo-por-comida".

En la velada von Sponeck describió los efectos de las sanciones, por ejemplo que cada día mueren 150 niños. También detalló la arrogancia de Estados Unidos hacia Irak: hace 10 años no le deja pagar la cuota de la ONU o la OPEP; en febrero del año pasado bloqueó las negociaciones iraquíes ante el Secretariado General de la ONU para levantar las sanciones; en una reunión de delegaciones de derechos humanos de la ONU la representante de Estados Unidos se quitó los audífonos para no oír la presentación de Irak.

Nuestro corresponsal Larry Everest habló con Hans von Sponeck después de la presentación:

LE/OR: ¿Por qué renunció al cargo de la ONU?

HVS: Fui el Coordinador Humanitario para Irak desde octubre de 1998 hasta marzo del 2000. Trabajaba en Bagdad con el rango de Subsecretario General, tras 30 años de servicio en la ONU. ¿Por qué renuncié? Renuncié porque me di cuenta de que estaba asociado con un programa de petróleo-por-comida que no podía satisfacer las necesidades del pueblo iraquí y porque sentí que me estaban usando para aplicar medidas de castigo a un pueblo por no haber echado a su líder. Bueno, no quería estar asociado con eso y por lo tanto le presenté la renuncia al Secretario General de la ONU, y él la aceptó.

OR: Pero hay gente que dice que ahora Irak puede vender petróleo y comprar comida, que las sanciones solo bloquean las armas militares, así que no hay problema.

HVS: En teoría, el instrumento de las sanciones económicas es aceptable para hacer que un país, un líder, regrese a las normas internacionales aceptables de conducta. Pero en la realidad el resultado ha sido muy diferente porque se ha partido de una posición deshonesta. La posición ha sido castigar, como dije, en vez de aplicar un instrumento objetivo para hacer que un líder regrese a la comunidad internacional y a la conducta que se espera de tal comunidad.

Decir que ahora Irak puede sacar petróleo y por lo tanto puede generar los ingresos que necesita para satisfacer las necesidades de la población es una declaración deshonesta porque en la realidad no se levantó el límite de producción en marzo del 2000; eso fue una maniobra política. A Irak no se le permite reconstruir la industria petrolera y por consiguiente no puede sacar el petróleo que quiera. Si uno mira las cifras de producción antes y después de marzo del 2000, prácticamente no hay diferencia. Los ingresos han subido un poco, pero eso se debe al aumento de precios de petróleo y no a una mayor producción. Así que decir que ahora se le permite a Irak producir todo el petróleo que quiera y que no hay ningún problema es otro ejemplo de una posición deshonesta y entrometida.

OR: ¿Qué vio en Irak que lo llevó a entender que las sanciones castigan a la ciudadanía? Mucha gente no conoce la situación de los iraquíes. ¿Nos puede dar ejemplos?

HVS: Abundan los ejemplos. Uno es que el programa de petróleo-por-comida es totalmente inadecuado; el primer año y medio, de 1996 a principios de 1998, Irak recibió $113 por persona al año. ¿Cómo va a ser suficiente eso? Encima, la ONU decidió darle 30 centavos de cada dólar de petróleo a la Comisión de Compensación, una comisión dedicada a atender solicitudes de indemnización de gobiernos, organizaciones e individuos agraviados a raíz de la invasión iraquí de Kuwait. Así que Irak no recibió una buena parte del dinero que debería haber recibido en las primeras fases para comprar suministros humanitarios sumamente necesarios.

Otro ejemplo de que el objetivo de las sanciones es castigar es el hecho de que el norte de Irak, la región curda, recibe una cantidad desproporcionada de los ingresos para el programa humanitario. El norte tiene el 13% de la población y recibe el 20% de los ingresos petroleros. O sea que el objetivo es castigar a Bagdad, al pueblo iraquí, por conservar a su presidente.

Otro ejemplo es el papel del Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Su labor se limita a identificar las violaciones del gobierno y no se le permite examinar las violaciones a los derechos humanos que causan las sanciones. El hecho de que hoy, como informa UNICEF, mueren en promedio 5000 niños al mes debido a las sanciones es una violación de los derechos humanos, de la Convención de los Derechos del Niño, del Acuerdo de Derechos Políticos y Cívicos, de la Convención de La Haya. Pero él no puede decir nada al respecto. Estos son unos cuantos ejemplos y hay muchos más. Este castigo hiere profundamente al pueblo iraquí y también margina a la ONU.

OR: Tengo entendido que Estados Unidos no ha dejado entrar a Irak equipo para arreglar el sistema eléctrico y de agua con la excusa de que se puede usar con fines militares, y que eso causa mucho sufrimiento. ¿Qué nos puede comentar al respecto?

HVS: Bueno, el bloqueo de equipo ha ocurrido desde que empezó el programa de petróleo-por-comida en 1996. Eso desarticula más el programa. Hace dos semanas Estados Unidos tenía retenidos suministros humanitarios por un total de $4 billones, a pesar de ruegos y a pesar de que hay montones de observadores extranjeros en Irak...

OR: ¿Cuántos hay?

HVS: Hay aproximadamente 670 trabajadores extranjeros y más de mil iraquíes que ayudan [a la misión humanitaria de la ONU]. De los 670 extranjeros, unos 300 se dedican exclusivamente a recorrer el país y examinar las bodegas, los hospitales, las escuelas, las compañías de electricidad para ver si los suministros van a donde deben ir. Sus informes son positivos: los suministros se usan conforme a lo indicado. ¿Pero qué se puede hacer si de las piezas necesarias para arreglar un centro de distribución de electricidad el 10% no llega porque Estados Unidos las bloquea? El 90% no se puede usar, y eso es algo muy común. El principal país que bloquea equipo es Estados Unidos: el 98% de los suministros bloqueados.

OR: ¿Qué cosas bloquea?

HVS: De todo. Bloquea cosas como materiales educativos (aunque esto ha mejorado y ya no es un problema grave). Lo que sigue siendo un problema grave, con repercusiones para los servicios de salud, de electricidad y de agua, es el bloqueo de todo lo que tiene que ver con productos químicos, equipo de laboratorio, generadores, cloro, cualquier componente de purificación de agua, equipo de comunicación.

Por ejemplo, llegaron unas ambulancias y las bloquearon un año porque tenían equipo de comunicación. Como consecuencia, en Irak no tenían ambulancias, algo tan importante. Es una saga totalmente increíble. A mi manera de ver, el objetivo es ponerle obstáculos y complicaciones al camino de las sanciones que Irak debe recorrer.

OR: Usted comentó que Estados Unidos amplía continuamente la lista de demandas que Irak debe cumplir para que le levanten las sanciones. ¿Puede explicarnos eso?

HVS: Bueno, las metas cambian continuamente. En principio le pusieron sanciones a Irak porque ocupó a Kuwait. Cuando se retiró de Kuwait, se habló de desarme. Además, las resoluciones son sumamente vagas e intangibles, como que "Irak debe cooperar en todo sentido para que se levanten las sanciones". ¿Qué quiere decir "en todo sentido"? Es algo sujeto a interpretaciones y permite la prolongación de las sanciones, si la intención es mantener a Irak bajo la bota. Eso es lo que hemos visto. La vaguedad de la ley internacional de sanciones, sumada a la vaguedad de las resoluciones (o, como dice el gobierno de Estados Unidos, resoluciones con "ambigüedad constructiva"; lo siento, ambigüedad, sí, pero constructiva, no creo) han facilitado este doloroso drama de 11 años para el pueblo iraquí.

OR: Una justificación actual para atacar a Irak es que supuestamente sigue produciendo "armas de destrucción masiva". Pero por lo que tengo entendido mucha de la capacidad militar de Irak quedó desmantelada y la UNSCOM (la organización de inspecciona de armas de la ONU) y los otros equipos de inspección completaron su trabajo en gran medida. Sé que ese no era su campo, ¿pero cómo ve usted esa situación?

HVS: La Comisión Internacional de Energía Atómica declaró en 1998 que la situación estaba en orden. En el lado químico, UNSCOM estaba a punto de certificar lo mismo; solo quedaba pendiente el punto de las armas biológicas, sobre las cuales UNSCOM tenía fuertes dudas. Eso es lo que está pendiente. Si uno habla con los que saben de esto mucho más que yo (como el previo inspector en jefe de UNSCOM, Scott Ritter, o su sucesor, Hans Blix), hay que cuestionar los informes periodísticos de que Irak todavía podría tener armas de destrucción masiva o construirlas.

Primero, me parece que los organismos de inteligencia tienen que saber claramente si es cierto o no. Segundo, como explica muy claramente Scott Ritter en las revistas profesionales, requerirá años, muchos años, construir nuevos sistemas. Puede que exista la capacidad de manufacturarlas; puede que haya manufactura. Pero el camino del laboratorio a sistemas armamentistas es muy largo, y los que conocen la situación afirman que, cualitativamente, Irak está desarmado. Por eso me parece que decir que tiene tales armas es una exageración para preparar el terreno para una nueva ronda de ataques contra Irak.

OR: En cuanto a las armas biológicas, se puede decir que quedan residuos de esporas o de lo que tuvieran, pero no un programa completo.

HVS: No sé, pero lo importante es que no hay evidencia que justifique un nuevo ataque a Irak.

OR: La prensa estadounidense afirma que Irak echó a los inspectores de la ONU en diciembre de 1998, pero usted explicó que en realidad UNSCOM se fue por su propia cuenta, que usted y su equipo se quedaron en Bagdad y que el último informe del jefe de UNSCOM, Richard Butler, sirvió de justificación para atacar a Irak.

HVS: Totalmente correcto. El gobierno de Irak no le solicitó a UNSCOM que se marchara. Se fue en ese momento por los bombardeos contra Irak. Estoy seguro de que en los anales de la historia se verá que la carta de Richard Butler al Consejo de Seguridad fue la justificación para que Estados Unidos atacara a Irak. Decía que Irak no cooperó, que no obedeció las advertencias de Estados Unidos; eso abrió las puertas para el ataque.


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