Los crímenes de guerra del Israel

La massacre de Jenin

Obrero Revolucionario #1148, 28 de abril, 2002, posted at http://rwor.org

El campo de refugiados de Jenin nació en 1949 de un acto de limpieza étnica. Durante la fundación del estado de Israel, a miles de palestinos los hicieron huir de sus tierras y pueblos a punta de fusil.

En 1967, Israel volvió a expandirse y llegaron de nuevo los tanques. Esa invasión inició 35 años de ocupación, a la que los habitantes --y sobre todo los jóvenes-- siempre se han opuesto.

Ahora, en la primavera de 2002, el ejército israelí fue a Jenin para aplastar la resistencia y castigar a la población.

Durante dos semanas, rodeó el pueblo con tanques y retenes, y no dejó salir noticias. Bloqueó el paso a los corresponsales y observadores extranjeros, y acorraló a los habitantes. Incluso las ambulancias y trabajadores médicos no podían entrar. El ejército cortó el agua y la electricidad, y no dejó entrar comida. Y cometió grandes crímenes.

Ahora los asesinos se han retirado del centro de Jenin, los habitantes pueden contar lo que pasó y el mundo puede ver lo que queda del campo.

La masacre de Jenin está al descubierto ante el mundo entero, y no se olvidará ni perdonará.

El espíritu de Jenin

Desde 1949, las tiendas del atestado campo de refugiados se han reemplazado con edificios de varios pisos de ladrillos de ceniza. Los callejones son tan angostos que caminando en medio casi se pueden tocar los dos lados. Pero la gente de Jenin esperaba regresar a su tierra natal.

Los refugiados de Jenin eran en su gran mayoría campesinos, y sus campos y huertos estaban bien cerquita. Ahora crían pollos en los pequeños patios. Un informe de 1997 de la ONU decía: "La mayoría de los habitantes del campo son de pueblos que se pueden ver desde el campo y que ahora están dentro de Israel". Mucha gente tiene fuertes lazos con los palestinos que viven en Israel.

La pobreza es extrema. Casi no hayteléfonos y pocos tienen carros para ir al trabajo. Muchos trabajan de jornaleros en las granjas que ahora pertenecen a los que les robaron las tierras. Cuando los permiten las autoridades israelíes, cruzan la frontera para trabajar. Durante los últimos meses, más de la mitad no ha tenido trabajo. Dar de comer a los niños siempre ha sido difícil.

Más de 13.000 personas viven en el campo de refugiados de Jenin. Para ellos, y para la próxima generación, la única esperanza radica en vencer al ejército de ocupación. La gente de Jenin cree que la lucha palestina es una guerra prolongada y que están luchando por Palestina, no por la paz de una injusta ocupación o por una pequeña franja de su patria.

El ejército israelí fue a castigar a la población de Jenin y a aplastar la resistencia de una vez por todas. Pero tropezó con resistencia.

El gobierno y el alto mando militar israelíes dicen que Jenin es una "fortaleza de terrorismo". Pero en Jenin no cabe duda: la "guerra contra el terrorismo" es una guerra injusta contra un pueblo oprimido.

La situación en Jenin hoy

"No es la primera vez que he visto casas destruidas o pozos llenos de cadáveres. No es la primera vez que he visto a civiles aterrorizados y bajo sitio. Pero lo que queda del campo de Jenin es una tierra baldía donde vivían 13.000 personas. Sofás y antenas parabólicas cuelgan del tercer piso de lo que eran casas de familia. Una cortina roja, con agujeros de bala, ondea en la brisa. Así es la guerra: deja atrás señas de vida. Una máquina de coser, con el vestido de una muchacha todavía enredado en la aguja, está dentro de una casa con todas las paredes demolidas. Una almohada está hecha trizas y las plumas caen balanceándose. En una pared cuelga la foto de un niño con un pájaro. `Vi a niños heridos que tardaron cuatro días en morir desangrados porque nadie podía atenderlos', dijo Fahdi Jamal, un jornalero de 30 años".

Janine de Giovanni, periodista

"Tenemos expertos que han estado en zonas de guerra y de terremotos, y dicen que nunca han visto algo parecido a Jenin. Es totalmente inaceptable e increíblemente horroroso".

Terje Roed-Larsen,enviado especial de la ONUal Medio Oriente

Hoy, los observadores extranjeros llaman al centro de Jenin el "punto del impacto". Ahí estaba el barrio de Hart al-Hawashin.

Los israelíes destruyeron dos manzanas cuadradas de edificios y dejaron un cráter de escombros del tamaño de cuatro campos de fútbol. Siguen los incendios. Por el fuerte olor de cadáveres en descomposición y de la cordita de los explosivos, es casi imposible quedarse.

Se ven fragmentos de la vida diaria en los escombros: platos rotos untados de comida, páginas de un libro de texto. Y aquí y allá sobresalen pedazos de seres humanos de las ruinas de las casas que llenan de horror a todos los observadores.

El pueblo que rodea el campo está en ruinas. Todos los muros tienen agujeros de balas y de explosiones. Las ventanas están ennegrecidas por las cenizas de las llamas que destruyeron muchos edificios.

Centenares de casas están tumbadas o medio tumbadas, muchas veces víctimas de los bulldozers israelíes que abrieron un camino de 10 metros de ancho por los callejones del campo para los tanques. Muchos murieron en su propia casa, enterrados en los sótanos o cuartos donde buscaron refugio.

Un corresponsal del London Times escribió: "En más de una década de informar desde Bosnia, Chechenia, Sierra Leone y Kosovo, rara vez he visto tanta destrucción premeditada y tanto desprecio por la vida humana".

La batalla de Jenin

Cuando el ejército israelí lanzó la invasión de Cisjordania el 29 de marzo, los habitantes de Jenin se prepararon. Los jóvenes son combatientes experimentados de la intifada (levantamiento) y muchos se alistaron orgullosamente en los grupos armados. Sabían que iba a venir el ejército israelí y estaban listos.

Una larga columna de tanques y carros blindados atacó el 3 de abril. Penetró al pueblo con facilidad, pero en el centro del campo de refugiados esperaban los combatientes y la población, con una fiera resistencia.

Una señora, Aisha Salah, les dijo a los corresponsales que los soldados israelíes se apoderaron de su casa. Uno escribió en la pared: "No tengo otra tierra", o sea, que quería apropiarse de la suya.

Continuó Aisha: "Los soldados tenían un mapa muy detallado con círculos azules alrededor de las casas que querían destruir. Se veía mi propia casa".

Los tanques y helicópteros Apache (recién llegados de Estados Unidos) bombardearon el campo. Los bulldozers empezaron a abrir un camino de entrada, atrapando y enterrando a mucha gente en los escombros de las casas.

Los habitantes informan que pararon el primer ataque con una fiera resistencia de casa en casa, peleando nada más con rifles automáticos y trampas explosivas.

El 9 de abril, murieron 13 soldados israelíes en una emboscada. Al pasar por una casa, una mina la tumbó y salieron combatientes palestinos y atacaron al enemigo. El alto mando israelí respondió con artillería, helicópteros y aviones caza F16; destruyeron todo el centro del pueblo. La resistencia continuó dos días más a pesar de las difíciles condiciones. Ali Damaj, que vive al lado este del campo, dijo: "Una noche, un helicóptero lanzó 71 misiles". Riad Hussain vio un misil de un helicóptero Apache destruir una casa y matar a una mujer y un niño adentro.

Los bulldozers aplanaron sistemáticamente grandes extensiones del campo. Hania al-Kabia, una madre de seis hijos, dijo: "Empezaron a demoler casas con la gente adentro".

Cuando conquistaron el centro de Jenin, el ejército desencadenó una ola de asesinatos y terror. Separaron a los hombres, las mujeres y los niños. A los hombres los desnudaron y a muchos los ejecutaron a sangre fría. Un sobreviviente contó que los soldados abrieron la llave del gas de una casa y tiraron una granada en una habitación llena; todos murieron.

Los testigos presenciales informaron que los israelíes mataron a centenares de personas en el ataque contra Jenin, y que 60 ó 70 que murieron ejecutados. Incluso los medios occidentales lo admiten. Por ejemplo, el periódico inglés Guardian informó el 16 de abril que "hemos recibido informes convincentes de los habitantes" de que el ejército israelí ejecutó a los capturados.

En el periódico israelí Ha'aretz un oficial israelí admitió que utilizaron a civiles palestinos como escudos humanos durante los combates (un crimen de guerra según la Convención de Ginebra). Rene Kosirnik, jefe de la delegación de la Cruz Roja en Israel, acusó al ejército de someter a los palestinos a "castigos colectivos" (también un crimen de guerra).

Tapan la masacre

"Hasta ahora hemos sacado unos 25 cadáveres, y probablemente hay de 80 a 100. La mayoría de los cadáveres, o tal vez todos, son de terroristas... tenemos el ejército más moral y más cuidadoso del mundo".

Didi, comandante de las tropas israelíesen Jenin

"No ha ocurrido una masacre".

Sharon Feingold, vocero del ejército israelí

"Creo que Ariel Sharon es un hombre de paz".

Presidente George W. Bush,
al salir los informes sobre las barbaridades de Jenin

El ejército israelí tardó seis días en aplastar y ocupar Jenin. Pero tardó otros seis días en permitir la entrada de observadores; mientras tanto, tapó sus crímenes.

El corresponsal Phil Reeves entrevistó a Kamal Anis, quien le contó que los soldados israelíes amontonaron 30 cadáveres en el sótano de una casa bombardeada y tumbaron todas las paredes para enterrarlos en una fosa común. Reeves escribió: "Después, un tanque aplanó toda la zona. No se podían ver los cadáveres, pero se podían oler. Hace unos días, probablemente no hubiéramos creído la versión de Kamal Anis. Pero las descripciones que nos han dado muchos otros sobrevivientes de Jenin indican que no son exageraciones, como dicen los israelíes. Sus historias no me prepararon para lo que vi ayer. Ahora lo creo totalmente".

Ha habido muchos informes, incluso en los medios israelíes, de que se llevaron cadáveres de Jenin y los enterraron en fosas comunes cerca del río Jordán. El alto mando militar dice que no es verdad.

Las autoridades palestinas temen que murieron unas 500 personas en Jenin en la batalla, las ejecuciones y las casas tumbadas. Muchas de ellas eran niños y no combatientes. Los observadores de la ONU dicen que no se sabe el paradero de miles. Por su parte, los voceros israelíes dicen que solo murieron unas docenas de personas y que, como todos los civiles huyeron, los muertos eran "terroristas".

Un norteamericano, Brian Wood, fue a Jenin tras la masacre e informó que todavía había mucha gente en el campo. Dijo que le explicaron cómo sobrevivieron el ataque: "No está del todo desierto, como pensábamos. No tienen adonde ir, así que siguen en las casas a pesar de los grandes boquetes en los muros y la terrible destrucción que causaron los soldados".

Derrick Pounder, profesor de medicina forense de la Universidad de Dundee y colaborador de Amnistía Internacional, fue a las ruinas y dijo: "Son muy fidedignos los informes de que hay grandes cantidades de cadáveres debajo de los escombros. No creo que murieran pocos civiles en vista de los informes de que había mucha gente en los edificios de tres y cuatro pisos cuando los tumbaron".

Tapan el crimen

"Mis colegas y yo llevamos décadas trabajando en crisis, pero en ninguna situación hemos recibido menos cooperación que del gobierno israelí. Es totalmente indecente no permitir entrar ambulancias, comida ni agua".

Peter Hansen, director de la agencia de socorro de la ONU

"Lo sorprendente es que no encontramos a gente gravemente herida. En una guerra, normalmente se encuentran tres personas gravemente heridas por cada una que muere. Pero en Jenin, no permitieron que la Cruz Roja ni los trabajadores médicos llegaran a los heridos, lo que es una seria violación del derecho internacional".

Rory Macmillan, abogado escocésy socorrista voluntario

"Todos los que sobrevivieron la más fiera batalla de la Operación Escudo de Defensa de Israel tienen una historia de horror que contar. Le agarran la mano a los visitantes y los llevan a la casa por entre un laberinto de escombros con álbums de fotos, ropa, juguetes y fundas de almohadas. Hay más cadáveres, quemados o torcidos grotescamente, muertos sin advertencia".

London Times , 15 de abril

Durante 12 días los israelíes no permitieron entrar a las ambulancias ni los trabajadores médicos. El 17 de abril, varios días después del fin de los combates, un grupo de 150 trabajadores médicos intentó entrar a Jenin para atender a los heridos. Todos eran palestinos que viven y trabajan en Israel. Pero les bloquearon el paso a esa "zona militar cerrada". Hicieron un estandarte que decía: "Queremos salvar la vida a mujeres y niños", y corearon: "El fascismo fracasará".

Su vocero, el Dr. Mohammed Bakri, le dijo a la BBC: "Ahora mismo hay gente que muere por falta de atención médica. Hemos recibido llamadas de emergencia desde el campo de Jenin y tenemos que hacer algo. La situación está calmada. Han acabado de matar y destruir". Tras varias horas de confrontación, los trabajadores pasaron por el retén a la fuerza y entraron al campo a pesar de que amenazaron con abrirles fuego.

Un médico dijo: "Encontramos a un hombre de 20 ó 25 años que llevaba diez días con una bala en el costado y dos en la mano... Tendrán que amputarle la mano. Tratamos muchos heridos leves. Los graves ya han fallecido".

La agencia de la ONU encargada de los refugiados palestinos anunció que el ejército no permitió llevar bulldozers al campo. El enviado especial de la ONU, Terje Roed-Larsen, dijo: "Es totalmente inaceptable que durante 11 días el gobierno de Israel no permitiera entrar a los equipos de socorro".

Durante varios días se oyeron las voces de los sobrevivientes enterrados por los bulldozers y tanques. El Dr. Abu Ghali, director del hospital de Jenin, dijo que rescataron a 16 personas. Mucha gente intentó mover los bloques de cemento con las manos, pero no podía. A algunos los rescataron, pero otras voces simplemente se apagaron. Al pasar los días, el campo olía más y más a muerte.

El ejército israelí tiene equipos de rescate famosos por todo el mundo. Fueron a Turquía después del terremoto y a Kenia tras el ataque dinamitero a la embajada yanqui. Pero no los enviaron a Jenin.

En vez, los tanques bombardearon esporádicamente a los que trataban de rescatar a los atrapados y los soldados les abrieron fuego con ametralladoras. Impusieron un toque de queda nocturno, bajo pena de muerte, a pesar de que los socorristas querían trabajar las 24 horas.

Al cierre de esta edición, todavía no permiten llevar comida y medicinas. El periódico israelí Ha'aretz informó que la gente sufre porque el ejército destruyó el sistema de agua potable y no permite entrar agua de emergencia. Cientos de toneladas de provisiones están amontonadas en pueblos cercanos.

No se sabe qué pasó con los desaparecidos. Arrestaron a unos 5000 palestinos durante los ataques en Cisjordania y unos 4000 siguen presos, según fuentes israelíes. El primer ministro Ariel Sharon mandó volver a abrir el bárbaro centro de detención Ketziot, en el desierto de Negev.

Todo el mundo está mirando

"Miren lo que nos ha hecho Sharon. América está del lado de Sharon, Inglaterra está del lado de Sharon".

Una señora palestina en una confrontación con unos corresponsales occidentales

"Esta persona tenía vida. Ahora no tiene nada, ¨entiende?"

Abu Bashir, de 70 años, señalando un álbum de fotos en los escombros

En la Casa Blanca, George W. Bush anunció que la retirada de las tropas israelíes "procede sin retraso". En Cisjordania, las fuerzas israelíes se trasladan de un pueblo a otro y "se retiraron" a las afueras de Jenin (lo tienen rodeado y ocasionalmente lo vuelven a bombardear).

Poco a poco el mundo se está enterando de los detalles de los crímenes de guerra en Jenin. La meta de Israel era quebrantar el espíritu del pueblo y castigarlo por su fiera resistencia. Quería hundirlo en la desesperanza y el temor. Es un acto de limpieza étnica a cámara lenta, y cuenta con la aprobación y el apoyo de Estados Unidos.

En Jenin, un hombre llamado Mohammed se arrodilló en lo que era una calle y excavó en el polvo, buscando trozos de su vida antes del ataque. Levantó los ojos y dijo: "Nuestro sueño es regresar a nuestra tierra. A fin de cuentas ganaremos, porque nuestra causa es justa".


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