Darryl Cherney y Judi Bari vs el FBI

¡Demanda destapa complot contra activistas de Earth First!

Obrero Revolucionario #1159, 21 de julio, 2002, posted at http://rwor.org

"El veredicto es un referendo contra la interferencia del FBI en el derecho al disentimiento, en un momento en que el secretario de Justicia, John Ashcroft, el director del FBI, Robert Mueller, y la administración Bush se otorgan enormes poderes para vigilar a organizadores y grupos legítimos, y violar las garantías constitucionales de la población".

Dennis Cunningham, abogado de Darryl Cherney y Judi Bari

"De haber sabido lo que sé ahora, hubiera dicho: `No me acuerdo'".

Declaración del agente Frank Doyle, acusado en la demanda de Earth First! contra el FBI

"¡Qué bueno que todo esto saliera a la luz, pero qué malo que esa gente gobierne el país!".

Darryl Cherney, ambientalista y demandante de Earth First!

OAKLAND: El 11 de junio, el jurado de un tribunal federal adjudicó $4.4 millones de indemnización por la violación de sus derechos constitucionales a Darryl Cherney y la difunta Judi Bari, quienes entablaron una demanda a nombre de Earth First! (¡Tierra primero!) contra cuatro agentes del FBI y tres del Departamento de Policía de Oakland. Según el veredicto unánime de los 10 jurados, seis de los siete acusados violaron la primera y cuarta enmiendas constitucionales cuando arrestaron a los activistas, registraron su casa y realizaron una campaña de difamación en la prensa tras el dinamitazo al carro de Judi Bari. El San Francisco Chronicle comentó que era "uno de los más importantes veredictos de su tipo para los derechos civiles".

El dinamitazo

El 24 de mayo de 1990, estalló una bomba con metralla en el carro de Judi Bari; casi la mata e hirió a Darryl Cherney. Los dos estaban en una gira de publicidad para la campaña del "verano de las secoyas" en el norte de California, que buscaba movilizar a miles de universitarios y ambientalistas a defender los últimos bosques de secoyas antiguas de la región. (El modelo del "verano de las secoyas" fueron las movilizaciones del "verano de la libertad", cuando jóvenes de todo el país fueron a Mississippi en los años 60 a luchar por los derechos civiles).

Pero el terror del incidente no paró ahí. Llegaron agentes del FBI en un dos por tres y, a pesar de las pruebas de que la bomba era contra de Judi y Darryl, afirmaron que la bomba era de ellos, que la transportaban, y los arrestaron dizque por transportar explosivos. Esas acusaciones absurdas se repitieron en la prensa, y el FBI y la policía de Oakland pintaron a Judi y Darryl de "terroristas violentos". Ocho semanas después el gobierno retiró los cargos, pero jamás hizo una investigación seria ni encontró a los autores del atentado. El FBI sigue afirmando que Bari y Cherney son los únicos sospechosos del bombazo.

No ha investigado a fuerzas antiambientalistas, aunque Bari y Cherney recibieron numerosas amenazas de muerte, y poco antes del dinamitazo un leñador airado agredió a Bari en la carretera.

El complot

El juicio puso en evidencia ciertos métodos del FBI y la policía para acusar injustamente a los luchadores políticos y calumniarlos en la prensa.

El agente especial Frank Doyle, experto en materia de explosivos que llevaba 20 años con la "Unidad Terrorista del FBI", revisó el carro de Bari; dijo que la bomba estaba en el asiento de atrás, donde Bari y Cherney necesariamente la hubieran visto. Con esa afirmación justificaron el arresto de los dos ambientalistas en la prensa y fue una prueba clave en la orden de arresto porque "demostró" que transportaban la bomba a sabiendas.

Sin embargo, las mismas fotos del FBI comprobaron que la bomba estaba debajo del asiento del conductor, donde no era visible. Tres semanas más tarde el experto de mayor rango en materia de explosivos del FBI revisó el carro y confirmó que la bomba estaba debajo del asiento de Judi. Dennis Cunningham, principal abogado de Judi y Darryl, dijo: "Es inconcebible que un técnico de bombas experimentado como Frank Doyle... o los otros investigadores --o hasta los cantantes Ray Charles o Stevie Wonder-- no se dieran cuenta de que la bomba estaba debajo del asiento cuando estalló".

La prueba clave... los clavos

La explosión lanzó una ráfaga de clavillos que penetraron el asiento y el cuerpo de Bari. El agente Doyle encontró una bolsa de clavos para el techo y para marcos en el carro, y afirmó que eran iguales a los clavillos de la bomba. Con eso justificaron el arresto de Bari y Cherney y las órdenes de cateo para registrar su casa, etc.

Pero en realidad los clavillos de la bomba y los clavos de la bolsa eran totalmente distintos: los clavillos son delgados y medianos; los clavos para el techo son cortos y chatos; y los clavos para marcos son largos y gruesos. Es evidente a simple vista que no son idénticos, y los jurados lo vieron. Además, no era nada extraño que Bari, quien trabajaba de carpintera, tuviera clavos en su carro.

En el juicio, el agente Doyle dijo: "Jamás afirmé que los clavos eran idénticos" y agregó: "Todo lo contrario, eran nada parecidos y nunca dije que sí eran".

Sin embargo, el sargento Robert Chenault, quien firmó una declaración jurada para obtener la orden de cateo, dijo que el agente Doyle le dio pruebas falsas y le dictó lo que debía poner en su informe. Evidentemente o el FBI o el Departamento de Policía de Oakland está mintiendo.

Una fábrica de bombas en cada hogar

"Recolectaron 111 artículos que se encuentran en cualquier hogar, como un marcador rojo, cinta, pegamento y desde luego muchos clavos, los pusieron en bolsas con etiquetas, y la prensa dijo que eran materiales para hacer bombas. Incluso sacaron clavos de los marcos de las ventanas buscando unos idénticos [a los de la bomba]. Hicieron todo eso con mucho despliegue y titulares de primera plana: `los clavos son idénticos', `materiales para hacer bombas', `son los únicos sospechosos' y cosas por el estilo".

Judi Bari describe el registro de su casa por el FBI

El juicio mostró otro método del FBI y la policía: registran una casa, dicen que artículos comunes constituyen "una fábrica de bombas" y pintan a los sospechosos de terroristas violentos.

Un agente del Departamento de Policía de Oakland describió el registro de la casa donde Darryl Cherney se quedó unos días antes del dinamitazo: "En el comedor encontramos lo que aparentemente era un equipo para hacer bombas: una caja grande de herramientas con un soldador, pilas, un interruptor, cinta y alambre. Me dio muy mala espina". Resulta que era un equipo para hacer vidrios de colores de una jovencita (la hija del dueño de la casa), y la caja tenía una etiqueta con su nombre.

Cuando allanaron la casa donde Judi y Darryl pasaron la noche antes del dinamitazo, encontraron una caja "sospechosa" en la camioneta de Darryl y la hicieron estallar ante las cámaras de los noticieros. La caja contenía casetes de música.

El espionaje político

El juicio también mostró el espionaje político del FBI y el Departamento de Policía de Oakland contra ambientalistas y otros luchadores sociales en Oakland y en todo el país.

El FBI obtuvo una lista de 634 llamadas de larga distancia de los militantes de Earth First! y las investigó una por una. Averiguó el nombre y la dirección, el aspecto físico, el centro de trabajo, los antecedentes y las asociaciones políticas de gente cuyo único "delito" fue recibir una llamada telefónica de un militante de Earth First!

"Es un método de investigación totalmente normal", dijo el agente del FBI Patrick Webb al jurado.

Además, se supo que la policía tenía una unidad secreta de espionaje que vigila a militantes de ciertos grupos políticos. El agente Kevin Griswold dijo que era uno de dos agentes asignados a la unidad.

Earth First! era uno de sus blancos. Griswold admitió que tenía expedientes de 300 grupos políticos, 20 de ellos grupos ambientalistas. Cuando el San Francisco Bay Guardian le preguntó al Departamento de Policía de Oakland si todavía vigila las actividades de disidentes, respondió: "Sin comentarios".

Limitaron el alcance del juicio

"Nos obligaron a presentar nuestros argumentos con las manos atadas a la espalda y con los jurados vendados, y no obstante, ganamos".

Darryl Cherney

Antes de iniciar el juicio, la jueza Wilken prohibió mencionar el largo historial de represión política de movimientos y luchadores progresistas por parte del FBI, lo cual limitó el alcance del juicio y le dio una gran ventaja al FBI. Bari y Cherney querían situar su caso en el contexto de los crímenes del FBI, remontándose a las redadas Palmer de 1919 a 1920 y siguiendo hasta las tristemente célebres campañas de COINTELPRO de la época de los 60, y la contrainteligencia y espionaje político de finales de los 80 contra la oposición a la política exterior estadounidense en El Salvador. Wilken prohibió que diera testimonio el destacado historiador Howard Zinn, quien se ofreció como testigo.

El abogado Cunningham señaló la importancia de presentar pruebas sobre los crímenes del FBI: "Nos corresponde averiguar el motivo de sus acciones. ¿Por qué el FBI lo hizo? ¿Por qué los trató [a Bari y Cherney] como criminales cuando eran víctimas? Porque eso es precisamente lo que hace. Es lo que hizo con Gerónimo Pratt y el Partido Pantera Negra. Es lo que ha hecho durante toda su existencia".

Asimismo, la jueza anuló las acusaciones contra varios altos agentes del FBI, como Richard Held, el agente especial a cargo de la oficina del FBI de San Francisco cuando ocurrió el dinamitazo. Held tiene a su haber muchas fechorías: jugó un papel clave en los complots contra los luchadores políticos Geronimo Pratt y Leonard Peltier, así como en la supresión del movimiento independentista puertorriqueño.

El FBI no entregó 57 documentos que la defensa pidió. Era evidente que faltaban por la numeración, pero el FBI dice que simplemente fue un error de numeración. Por su parte, Darryl Cherney dice: "Se me hace que el FBI nos estaba vigilando y esa información está en los documentos que faltan".

Al empezar deliberaciones, el jurado pidió una copia de la primera y cuarta enmiendas de la Constitución (parte de la "Carta de Derechos" que supuestamente garantizan la libertad de expresión y protegen contra cateos y confiscaciones sin motivo). El abogado del Departamento de Justicia Joseph Sher y la fiscal de Oakland Marie Bee dijeron que el jurado no debía oír las enmiendas, a pesar de que la demanda se basaba en la violación de dichos derechos.

Contra la criminalización del disentimiento

"En realidad se trata de la criminalización de la militancia".

Darryl Cherney, acerca de los nuevos poderes del FBI, San Francisco Chronicle , 30 de mayo, 2002

Los abogados del FBI y de la policía argumentaron que un veredicto contra sus clientes perjudicaría las investigaciones policiales. Le dijeron al jurado: "¿Acaso quieren vivir en un mundo en que los agentes que investigan un crimen tienen miedo de compartir información con otros agentes?".

La mayoría de los 10 jurados eran profesionales de comunidades acomodadas, y solo unos cuantos eran de Oakland. Tenían de 29 a 68 años: un vicepresidente de un banco, dos ingenieros, un técnico de computadora, una maestra jubilada y un especialista en capacitación de una compañía de biotecnología.

El veredicto desmiente las afirmaciones del gobierno de que todo mundo está dispuesto a sacrificar todo derecho por "la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo". Los jurados tuvieron el valor y la inteligencia de defender la verdad ante las embestidas de esa lógica de corte fascista.

La jueza ha prohibido al jurado hablar con abogados o con la prensa de las deliberaciones hasta que se oigan las apelaciones. Sin embargo, un jurado le dijo al Press Democrat de Santa Rosa que desde el principio todos opinaron que las pruebas contra el FBI y la policía eran contundentes: "Había muchas mentiras y manipulación de evidencia, y muchísima incriminación por asociación. Los agentes del orden no deben hacer eso; deben decir la verdad... En ningún momento pensamos exonerar a los agentes".

El FBI y el Departamento de Policía de Oakland anunciaron que entablarán una apelación. Por su parte, los demandantes también apelarán debido a la decisión de la jueza de excluir de la demanda a varios agentes de alto nivel .

En estos momentos, cuando el gobierno otorga nuevos y amplios poderes al FBI, este importante veredicto pone al descubierto los crímenes del FBI y los métodos que emplea para callar a la oposición. Es importante conocer la historia del espionaje político y redoblar la lucha para poner en evidencia y oponerse a la maquinaria oficial de espionaje político, complots y represión.


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