Ardea Skybreak
Obrero Revolucionario #1181, 29 de diciembre, 2002, posted at http://rwor.org
Hay muchos libros y artículos científicos sobre la evolución de los homínidos, y prácticamente a diario se conocen nuevos detalles. Aquí me propongo presentar un esbozo y resumen de lo que sabemos en la actualidad.
Como hemos visto en los artículos anteriores sobre la evolución humana, sabemos con seguridad que somos parientes muy cercanos de los simios africanos de hoy (los gorilas y los chimpancés). ¡Tenemos de 95% a 99% de ADN en común con los chimpancés! Esto es muy significativo pues se ha demostrado de modo concluyente que cuanto más emparentadas son dos especies, más semejanzas tienen sus moléculas de ADN. Por contraste, cuanto menos parentesco tienen, se acumulan más diferencias de ADN y otras moléculas. También hemos visto que los científicos tienen varios métodos para verificar y comprobar la edad de cosas como huesos fosilizados. Uno de los métodos de comprobación es la técnica moderna de dotación molecular,que permite comparar el grado de semejanzas y diferencias del ADN de especies vivas, con lo que es posible establecer con bastante aproximación el tiempo en que dos líneas evolutivas se separaron de un antepasado común y siguieron distintos caminos.Esta técnica del "reloj molecular" indica que la línea de los chimpancés y la línea humana tenían un antepasado común hace apenas 5 millones de años. Por varias razones que no detallaremos, los científicos creen que la línea de los chimpancés (que en la actualidad solo tiene dos especies: Pan troglodytus , el chimpancé común; y Pan paniscus,el chimpancé pigmeo o bonobo) es relativamente "conservadora", es decir, que no ha cambiado muy radicalmente desde el tiempo en que tenía un antepasado común con el lado humano de la línea homínida. (Lamentablemente no existe un registro fósil directo de la línea de los chimpancés porque ha vivido en bosques, donde hasta los huesos se descomponen rápidamente). Pero la evidencia de ADN, y otras cosas, indican que el antepasado común de la línea de los chimpancés y de la línea humana seguramente nos parecería un simio africano. Como los simios africanos de la actualidad, es posible que esa especie antepasada a veces caminara en el suelo apoyándose en los nudillos, pero probablemente pasaba la mayor parte del tiempo en los árboles, saltando entre las ramas con sus largos brazos y pies prensiles, y comiendo las abundantes hojas y frutas de las selvas tropicales.
Como señalé en la Parte 6B, hace 20 millones de años había muchas más especies de simios africanos que hoy. Pero hace aproximadamente 10 millones años, eran muchas menos. Eso es interesante porque precisamente por ese tiempo se separó del antepasado común la línea que llevó a los humanos y a los chimpancés (conforme a la evidencia molecular). También por ese tiempo empieza a aparecer en el registro fósil un "simio" radicalmente diferente: ¡los primeros homínidos bípedos! Esto sugiere que los factores que llevaron a la reducción de la cantidad de especies de simios de los bosques posiblemente también contribuyeron al relativo "éxito" (desde el punto de vista reproductor) de la primera especie de simios bípeda... especialmente si el bipedalismo facilitó la explotación de fuentes de alimento de una mayor variedad de lugares, con árboles y sin árboles.
Sabemos que es difícil y a veces imposible hallar fósiles de los primerísimos representantes de una línea evolutiva por dos razones: en general la mayoría de los cadáveres no se preservan; y las especies nuevas empiezan con pocos individuos enclavados en rincones geográficos aislados. Hoy tenemos muchos fósiles homínidos bípedos de hace 3 a 4 millones de años (cuando ya había muchos homínidos), pero todavía no tenemos fósiles que con certeza representen las primerísimas especies de homínidos bípedos. El cráneo recién descubierto en Chad de 7 millones de años (Toumai) es un candidato, si se confirma que era de una especie bípeda. El hecho de que las primerísimas especies de homínidos bípedos empezaron con muy pocos individuos (como todas las especies) complica mucho la tarea de encontrar tales fósiles; por eso, por ahora tenemos que contentarnos con los numerosos hallazgos de los muchos homínidos bípedos tempranos (como los varios Australopitecines ) que son relativamente comunes en el registro fósil a partir de hace unos 3.5 millones de años. Esos fósiles tienen características intermedias entre los simios y los humanos modernos, en distinto grado.
Para darnos una idea de la gran diversidad de especies de homínidos bípedos que se han encontrado hasta la fecha (que sin duda aumentará a medida que sigan apareciendo fósiles), veamos una lista parcial de los nombres científicos aceptados:
El más viejo parece ser Sahelanthropus tchadensis (Toumai) de hace 6 a 7 millones de años. No hay consenso de que sea bípedo, así que lo pongo en la lista de modo tentativo y haré lo mismo con Ardipithecus ramidus de hace 4.4 millones de años, que todavía no se ha confirmado que fuera bípedo.
Entre los bípedos seguros están: Australopithecus anamensis entre hace 4 y 5 millones de años; Australopithecus afarensis (el famoso esqueleto casi completo llamado "Lucy" y otros) de hace unos 3.5 millones de años; el reciente hallazgo de Meave Leakey de un homínido de cara plana (más parecido a los humanos) de más o menos el mismo tiempo (llamado Platyops kenyanthropus; vea el recuadro sobre Meave Leakey).
Después llegamos al Australopithecus africanus, Australopithecus aethiopicus y Australopithecus garhi,que vivieron de hace unos 2.5 a 3 millones de años. De estos, el Australopithecus aethiopicus de hace 2.5 millones de años (el famoso "Cráneo negro" que encontró Richard Leakey, llamado así por el bello color de los minerales que lo recubren) pudo haber sido el primero de una rama lateral de Australopithecines entre los cuales más tarde figuran Australopithecus robustus (también conocido como Paranthropus robustus) y Australopithecus boisei (o Paranthropus boisei ). Estos son los Australopithecines "robustos" que vivieron hasta hace unos 1.5 millones de años. Estos homínidos "robustos" se diferencian de los Australopithecines "gráciles" (como A. africanus y A. garhi ) porque tenían enormes mandíbulas y cráneo, grandes músculos para masticar y enormes dientes planos. Se cree que son un camino alternativo de la evolución homínida, con especies especializadas en comer plantas correosas. Ese camino terminó en un callejón sin salida, y no se cree que sean antepasados directos de los seres humanos.
Sin embargo, unos de los Australopithecines "robustos" de hace unos 1.5 a 2.5 millones de años coexistieron con las especies "gráciles" de los Australopithecines "posteriores" y también con las primeras especies de nuestro género Homo . Parece que en el período general de hace unos 1.5 millones de años había unas seis o más especies de homínidos bípedos en África oriental, y que unas de las especies "robustas" coincidieron con unas de las primeras especies de Homo,que muy probablemente evolucionaron de las líneas gráciles de Australopithecines .
Las nuevas especies del género Homo eran bípedas como sus predecesores, pero tenían muchos rasgos nuevos, como proporciones y cara más humanas, y un cerebro mucho mayor. En este momento, los fósiles de la nueva línea Homo incluyen la especie Homo habilis (a veces clasificada como Australopithecus habilis por su carácter "intermedio") y Homo rudolfensis,que vivieron de hace 1.5 a 2.5 millones de años: el período en que aparecen en el registro fósil herramientas de piedra manufacturadas.
A esas especies tempranas de Homo les siguió, hace unos 1.5 millones de años, el Homo ergaster (también llamado la forma africana de Homo erectus ), que tenía piernas más largas, cerebro grande y se parecía más a los humanos modernos. Homo ergaster/erectus (un ejemplo famoso y muy estudiado es el fósil casi completo llamado el niño de Turkana) es la primera especie homínida que se sabe que construía herramientas complejas como hachas de piedra y que tenía fuego. También se cree que fue la primera especie homínida que salió de África, en la primera gran ola de migración homínida.Sus descendientes llegaron hasta China y el sudeste asiático (donde los fósiles se conocen como el hombre de Java, de Pekín o el Homo erectus asiático) pero todos se extinguieron; una variante de Homo erectus llegó al Medio Oriente y a Europa, donde los fósiles se conocen como Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis o simplemente "neandertales". También se extinguieron.
Puede ser que los homínidos bípedos ya tuvieran las características físicas y sociales necesarias para emprender largas exploraciones antes de adquirir el cuerpo más alargado, el cerebro mayor y las tecnologías más avanzadas de herramientas de piedra y de fuego que asociamos con Homo erectus/ergaster y con nuestra especie posterior de Homo sapiens.Algunos científicos piensan que individuos Homo habilis migraron de África (Vea el recuadro: "¿Fue Homo erectus la primera especie humana que salió de África?").
Será interesante ver cómo se desenvuelve esto a medida que se obtenga más información porque el status de Homo habilis (que tiene rasgos intermedios entre los Australopithecines y las especies posteriores de rasgos más humanos de la línea Homo ) siempre ha causado controversia. Unos científicos tienden a "bajarlo de categoría" a Australopithecus y cuestionan si realmente hacía herramientas de piedra o si las herramientas encontradas son de una especie diferente de Homo que vivía en ese tiempo (como Homo rudolfensis ). De todas formas, esto indica que seguramente había mucha variedad desde los primeros comienzos de la línea Homo (y por lo tanto mucho potencial de expansión).
En África, nuestra propia especie de seres humanos modernos, Homo sapiens,evolucionó hace unos 200,000 años (muy probablemente de Homo ergaster o una especie muy similar). Nuestra nueva especie obviamente tuvo mucho éxito y hace unos 50,000 años migró de África y se expandió por todo el planeta. Esa fue por lo menos la segunda ola de migración de homínidos.
Homo sapiens encontró otras especies humanas, como Homo neanderthalensis,y coexistió con ellas. Los neandertales eran descendientes de anteriores poblaciones de Homo erectus que salieron de África 1 a 2 millones de años antes. Como Homo sapiens y Homo neanderthalensis coexistieron en Europa por unos cuantos miles de años y como se han encontrado herramientas de piedra de H. Sapiens en sitios de neandertales (lo que sugiere que las dos especies se relacionaron), en una época se pensó que las dos especies se cruzaron y que los humanos modernos podrían ser descendientes de los dos. Pero hoy sabemos que no es así: el ADN y otras moléculas bioquímicas de los humanos modernos de todo el mundo se han analizado con las técnicas de biología molecular y se ha llegado a la conclusión de que todos los seres humanos vivos se derivan de una sola población que vivió en África hace unos 150,000 años, y que los neandertales nunca contribuyeron al pool genético de nuestra especie. Ahora se piensa que la línea homínida que llevó a los seres humanos modernos y la línea que llevó a los neandertales se separaron hace unos 600,000 años; en ese largo período de separación reproductora se han podido acumular suficientes diferencias genéticas para que se formaran dos especies distintas y por eso cuando Homo sapiens y Homo neanderthalensis se encontraron en Europa hace unos 40,000 años no se pudieron reproducir.
Los neandertales no son nuestros antepasados directos, pero nos recuerdan que hace apenas unos 40,000 años todavía existían en el planeta por lo menos dos o tres especies humanas:el Homo sapiens moderno (nuestra especie), los neandertales de Europa y varias poblaciones de descendientes de los Homo erectus que llegaron al sudeste asiático en una ola migratoria anterior. Pero cuando Homo sapiens se extendió por todo el planeta, remplazó de una forma u otra a las otras especies humanas. El registro fósil nos dice que las herramientas de piedra y de otros materiales de Homo sapiens eran más avanzadas que las de otras especies con que coexistió. Las destrezas más complejas necesarias para conceptualizar y elaborar esas herramientas seguramente eran el producto de importantes diferencias cognoscitivas de nuestra especie, y eso podría explicar por qué remplazó a las otras especies humanas dondequiera que fue.
Todas las otras especies de homínidos bípedos (inclusive las otras especies esencialmente humanas del género Homo ) han desaparecido. Pero es importante recordar que el hecho de que se extinguieron no quiere decir que fueran "inferiores" o "imperfectas". De hecho, varias de esas especies homínidas vivieron mucho tiempo; por ejemplo, el Homo erectus vivió un millón de años o más. El hecho de que nuestra especie todavía exista no es sorprendente: todas las especies se extinguen con el tiempo y, en promedio, las especies vertebradas no suelen durar más de un par de millones de años.
Repito: el hecho de que todas las otras especies homínidas se extinguieron no quiere decir que "nosotros" somos la especie más perfecta o que todas las otras especies eran "imperfectas". Es cierto que tenemos particularidades únicas (como una capacidad sin precedentes de modificarnos y de transformar el mundo por medios culturales), que podrían hacer que nuestra especie tenga una vida más larga de lo normal; por otra parte, esas mismas "capacidades" podrían hacer que aceleremos nuestra propia extinción mediante armas de destrucción masiva o grandes trastornos del ambiente. ¡El tiempo lo dirá!
¿Por qué es nuestra especie homínida la única que queda?
La extinción de todas las otras especies de homínidos obedece a las leyes básicas de la evolución biológica: el mundo externo físico y biótico en que vive una especie y con el que se relaciona continuamente (los aspectos físicos, como el clima y el terreno, y los aspectos bióticos, como la combinación de especies depredadoras y de presa que ocupa el mismo ambiente) siempre cambia, aunque no siempre cambia al mismo ritmo. Por lo tanto, todas las especies encuentran nuevos "retos" de un ambiente cambiado a los cuales se tienen que adaptar por medio de modificaciones evolutivas a lo largo de generaciones sucesivas. Unas se pueden adaptar a tales retos y otras no.
Las poblaciones de organismos que encuentran cambios ambientales significativos a los cuales no se pueden adaptar a la velocidad necesaria se extinguirán. Sin embargo, cuando se extinguen, muchas especies ya han engendrado una o más "especies hijas" (con las cuales quizá han coexistido) que continuarán su línea evolutiva. Cuando una especie se extingue sin dejar especies descendientes, decimos que es un "callejón sin salida" evolutivo. Eso fue lo que pasó con unas de las líneas y especies homínidas bípedas.
Es importante entender que todas las especies biológicas a fin de cuentas se extinguen, por más "éxito" que hayan tenido. Se calcula que el 99% de las especies vegetales y animales que han vivido en la Tierra se han extinguido. Nuestra especie es la única especie homínida que queda, pero eso no se debe a que seamos "un milagro de progreso y perfección" ni a que la evolución homínida tenga una fuerza motriz inherente que "culminara" en los seres humanos como cima del "progreso" evolutivo. Quizá lo parezca desde una perspectiva humana,lo cual es comprensible, pero no es así. Organismos mucho más simples (como las bacterias y los parásitos) han perdurado más y están tan difundidos que muchos biólogos consideran que son las especies de más "éxito" del planeta.
Somos la única especie que queda de la línea homínida simplemente porque todavía somos el niño nuevo, porque evolucionamos de nuestros antepasados directos (probablemente Homo ergaster o una especie muy similar) hace apenas 200,000 años. Sin embargo, ahora que estamos aquí, dada nuestra capacidad de transformarnos conscientemente y de transformar nuestro ambiente natural y social, creo que podemos decir que lo que le pase a nuestra especie en el futuro, y cuándo y cómo desaparezcamos, depende en buena medida de nosotros mismos.
¿Qué nos hace tan especiales, a nuestros propios ojos?
Volvamos a los homínidos bípedos tempranos que generalmente llamamos Australopithecines . Mucha gente pregunta: ¿eran simios o eran humanos? Bueno, me parece que sería correcto decir que eran un poco de los dos. En los últimos años se ha puesto medio de moda fijarse en las características de simios, pero me parece que eso puede inducir a un error. Como grupo, las primeras especies Australopithecines todavía tenían muchos rasgos de simios (unas más que otras), pero muchas también tienen rasgos intermedios entre los rasgos típicos de los simios y los rasgos típicos humanos. Por ejemplo, tenían brazos largos y piernas cortas como los simios, pero se paraban y caminaban erguidos como los humanos. El cerebro era mayor que el de los simios pero mucho menor que el de los homínidos posteriores. La cara se prolongaba en un hocico más parecido a los chimpancés que a los humanos, y los dientes y las mandíbulas eran como las de los simios. De hecho, esos primeros Australopithecines, junto con sus descendientes, y seguidos por las primeras especies y las especies posteriores de la línea Homo,son uno de los mejores ejemplos en todo el registro fósil de una serie de especies de transición que claramente conectan una especie con otra por medio de una secuencia de pasos intermedios. El hecho de que haya una clara evidencia de especies intermedias precisamente en la línea evolutiva humana,saca de sus casillas a los creacionistas porque si fuera cierto lo que dice la Biblia (que el ser humano fue creado de modo especial y separado) no habría especies intermedias que conectaran paso a paso los simios con los humanos. ¿Qué puedo decir? Los creacionistas están errados, terca y absurdamente errados. ¡La larga y diversa secuencia de fósiles de homínidos bípedos prueba que están completamente errados!
¿Qué dicen los creacionistas ante la cada vez mayor cantidad de fósiles de homínidos?
Como señala el paleontólogo Niles Eldredge en su útil libro The Triumph of Evolution and the Failure of Creationism (El triunfo de la evolución y el fracaso del creacionismo),la respuesta de los creacionistas ante los hechos irrefutables de la evolución humana es patética.
a) Dicen que los fósiles de los primeros homínidos (los que vivieron de 3 a 4 millones de años) son "puros monos". Esto pasa por alto el hecho de que caminaban erguidos y de que usaban herramientas primitivas (por ejemplo, los Australopithecines "posteriores") mucho más que los simios de hoy. Es posible que unos de ellos empezaran a construir herramientas de piedra: se han encontrado fósiles de Australopithecus garhi de hace unos 2.5 millones de años con fósiles de huesos de antílopes que tenían marcas de cortes con herramientas de piedra,lo que indica que seguramente los carnearon con dichas herramientas. Y en sitios cercanos se han encontrado herramientas sencillas.
b) Dicen que los fósiles que se parecen a los humanos modernos son humanos, pero que no tienen 100,000 años (a pesar de que las técnicas modernas de dotación científica no dejan ninguna duda). La existencia de seres humanos modernos hace tanto tiempo contradice la Biblia.
c) Dicen que los fósiles de homínidos intermedios son falsos. Los creacionistas rechazan especialmente la evidencia de que unas especies de homínidos son intermedios entre los Australopithecines (más cercanos a los simios) y los humanos modernos: especies del género Homo,como Homo ergaster y Homo erectus,que evolucionaron después de los primeros homínidos bípedos pero antes de nuestra especie Homo sapiens.El registro fósil indica que esas especies construían herramientas mucho más complejas y utilizaban el fuego. Además, el tamaño del cerebro estaba entre el de los primeros homínidos y el de los humanos modernos. Mejor dicho, Homo ergaster y Homo erectus son un serio problema para los creacionistas porque obviamente son especies intermedias ... ¡así que declaran que todos esos fósiles son falsos!
Como constantemente aparecen más fósiles (descubiertos por distintos grupos de paleontólogos y científicos en distintos puntos), quién sabe cuánto tiempo seguirán diciendo los creacionistas que son falsos. Por mi parte, estoy plenamente de acuerdo con el paleontólogo Niles Eldredge: "Es patético que lo mejor que pueden hacer los creacionistas con el registro fósil humano es decir que los fósiles más recientes son humanos, que los primeros fósiles son monos, y que los del medio... son falsificaciones... La ironía es inmensa: dedican todos sus esfuerzos a probar cómo surgimos nosotros,y eso es lo más problemático para probar el modelo de la creación".
La paleontóloga Meave Leakey está continuando y ampliando la increíble labor de la familia Leakey (sus suegros son Louis y Mary Leakey, y su esposo es Richard Leakey); con sus estudios y hallazgos de fósiles de homínidos y otros fósiles, todos los Leakey han hecho grandes contribuciones a esclarecer la historia de los orígenes humanos en África. Meave Leakey primero encontró nuevos fósiles de Australopithecus anamensis (probable antepasado de A. afarensis,conocido como "Lucy"). Después, en 1999, con la ayuda de su hija Louise, encontró otro cráneo homínido en las orillas del lago Turkana en Kenia. Lo llamó Kenyanthropus platyops ("hombre de cara plana de Kenia") porque la cara era más parecida a los homínidos posteriores. Se trata de un homínido bastante temprano que vivió hace unos 3.5 millones de años, más o menos al mismo tiempo que Australopithecus afarensis ("Lucy"). Leakey cree que platyops es diferente de afarensis y que es otro género. Todavía no está claro si esta especie es un mejor candidato para antepasado directo de los seres humanos o si será una especie lateral. Lo que sí está completamente claro es que la evolución del bipedalismo inicialmente produjo un "florecimiento de especies", y que más tarde se redujeron. Leakey dice que hoy nuestra especie humana moderna es "la única especie restante. Somos una ramita que queda del complicado árbol del pasado".
Es bien sabido que individuos de una especie homínida que construía herramientas y
utilizaba el fuego, identificada a veces como Homo ergaster o Homo erectus,salieron de
África hace unos 2 millones de años. Llegaron a Asia (los fósiles de sus
descendientes se conocen como el hombre de Java y el hombre de Pekín), al Medio Oriente y a
Europa (donde se conocen como neandertales). Eran humanos relativamente "avanzados" (por
ejemplo, tenían herramientas de piedra bastante avanzadas), pero no pertenecían a nuestra
especie Homo sapiens,que parece que evolucionó de poblaciones de Homo ergaster
en África después: hace unos 200,000 años. Homo sapiens
empezó a salir de África hace unos 50,000 años y con el tiempo
remplazó a los neandertales y otros descendientes de la anterior especie H. erectus en todo
el mundo a partir de hace unos 35,000 años.
Sabemos con seguridad que Homo erectus migró de África, ¿pero fue el
primero ? Recientemente se encontraron unos fósiles de homínidos de hace unos 1.7 a
1.8 millones de años en Georgia (entre el mar Negro y el mar Caspio, cerca de Rusia,
Turquía e Irán. Por ahora los llaman fósiles Dmanisi. No se sabe todavía si
pertenecen a la especie bien conocida Homo erectus o a una especie anterior. Tenían el
cerebro pequeño, cara de chimpancé y hacían unas cuchillas y rasquetas de piedras
muy simples. Todo indica que eran una especie intermedia entre las especies tempranas de Homo
(como Homo habilis o Homo rudolfensis, que tenían herramientas simples de
piedra hace unos 2.4 millones de años pero que hasta ahora no se pensaba que hubieran salido de
África) y la especie posterior Homo erectus,que es más parecida a los humanos
modernos que los fósiles Dmanisi y tenía herramientas más avanzadas, y que
sabemos con certeza que migró a Asia y a Europa a partir de hace un millón de años.
La apariencia "intermedia" de los fósiles Dmanisi (entre H. habilis y H.
erectus ) puede ser engañosa y de pronto estos fósiles son Homo erectus
tempranos. Pero es posible que los fósiles Dmanisi sean de descendientes de migrantes
anteriores y que Homo erectus no sea el primero que salió de África.
Es interesante que los fósiles de Dmanisi aparecen con fósiles de otros animales africanos, como avestruces y jirafas de cuello corto: podría ser que una serie de cambios ambientales en África estimuló la migración de varias especies en ese tiempo. Es posible que Homo erectus (o la especie que se compruebe) simplemente haya seguido a otros animales que migraron. Quizá factores similares estimularon a nuestra especie Homo sapiens a ampliar su territorio a otros continentes, como sabemos que lo hizo hace unos 50,000 años. Sin duda sabremos más de todo esto a medida que se reúna evidencia científica.
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