La ONU: Pieza vital de la máquina de guerra

Obrero Revolucionario #1186, 9 de febrero, 2003, posted at http://rwor.org

27 de enero de 2003--Agencia de prensa UMQG . ¿Detendrá a Bush el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que no desencadene una guerra de destrucción masiva contra Irak? La respuesta en una palabra es no.

El 27 de enero los inspectores de la ONU presentaron al Consejo de Seguridad un informe de lo que encontraron en dos meses de registros de instalaciones militares, laboratorios, casas particulares, mezquitas y granjas avícolas en Irak. Lo único que encontraron fueron 11 cabezas viejas y vacías de proyectiles para disparar agentes químicos. Saddam Hussein permitió que los inspectores fueran a todas partes y que hablaran con quien quisieran. Lo más condenatorio que pudo decir el informe de Hans Blix, principal inspector de armas biológicas y químicas, es que Irak no fue "totalmente transparente" porque no proporcionó información sobre armas que Irak dice que no tiene y sobre las cuales los inspectores no encontraron evidencia. El colega de Blix, Mohamed ElBaradei, principal inspector atómico, informó que Irak no tiene programa de armas nucleares. Cuando trascendió el informe, los círculos de Bush atacaron furiosos al equipo de la ONU y lo llamaron "los dizque inspectores de la ONU", como si ellos estuvieran escondiendo las armas de Irak. Pero luego la Casa Blanca decidió sacar provecho de la situación. Afirmó (con el acuerdo lacrimoso de Blix) que si no encontraron nada, pues es prueba de que Irak está escondiendo sus armas. Esto es un nuevo récord en materia de pisotear las normas del derecho, inclusive para Estados Unidos, donde ejecutan rutinariamente por evidencia falsa, como acaba de admitir el mismo gobernador de Illinois.

La ONU accedió a darle a los inspectores hasta el 14 de febrero para presentar un nuevo informe. Pero lo que encuentren o no encuentren no importará. Nunca ha importado. Colin Powell, supuestamente el co-conspirador más "razonable" de Bush, ya pronunció el veredicto: "Las inspecciones no darán resultado".

Eso es indisputablemente cierto: las inspecciones no podían "dar resultado" en el sentido de alcanzar los objetivos de Estados Unidos en Irak, lo que llama "cambio de régimen", o sea, remplazar a Saddam Hussein con un títere más dócil o con el propio general Tommy Franks. El objetivo es instalar un gobierno directo de Irak con reminiscencias del gobierno británico de India. Esa ha sido la política de esta guerra -el resultado que busca--desde que Bush anunció sus intenciones. La prensa estadounidense habla seriamente de destacar 100,000 soldados en Irak por muchos años.

Pero en otro sentido los inspectores y el proceso de la ONU sí han "dado resultado": le han permitido a Estados Unidos decir que trató de resolver la situación por medios pacíficos... sin poner el menor obstáculo en el asesino camino de Bush. Ni siquiera las potencias europeas que más vociferan contra Bush, Francia y Alemania, han hecho absolutamente nada para prevenir esta guerra; por el contrario, han hecho todo lo posible para perpetuar la charada de la ONU.

Cuando Estados Unidos presentó en el Consejo de Seguridad la resolución de las inspecciones, Francia la criticó. Dijo que la resolución era un truco porque se podría interpretar como una autorización de las Naciones Unidas para que Estados Unidos desencadenara la guerra cuando quisiera y afirmó que solo se podía prevenir que hiciera lo que se le antojara si la resolución requería explícitamente un segundo voto de la ONU antes de una guerra. Pero a la larga Francia y Alemania aceptaron la Resolución 1441. Ahora, como se predijo, Bush sostiene que la Resolución 1441 es todo lo que Estados Unidos necesita para declarar la guerra. Ahora Francia y Alemania amenazan con oponerse a una segunda resolución que autorice explícitamente la guerra... cuando los bushistas han anunciado que no piensan pedir tal resolución.

La Resolución 1441 de las Naciones Unidas, aprobada por todos los miembros del Consejo de Seguridad, ratificó el principio básico de Bush de que las naciones del tercer mundo, como Irak, no tienen ningún derecho que deban respetar las potencias imperialistas.

Despojó a Irak de toda soberanía nacional. Aceptó como punto de partida la gran mentira de Bush de que Saddam Hussein es una amenaza mayor para la población de Irak, la región y el mundo que Bush y las otras grandes potencias (y ese doble nuclear de Bush, ese gran "hombre de paz" como Bush lo llama, Ariel Sharon). "Todos los europeos piensan que hay que desarmar a Saddam Hussein", dijo el 26 de enero el encargado de política exterior de la Unión Europea, Javier Solana. "La posición de la Unión Europea no difiere mucho de la posición de Estados Unidos".

Todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad tienen sus propias armas nucleares, químicas y biológicas. Estados Unidos ha lanzado dos bombas atómicas y mató a cientos de miles de civiles en Hiroshima y Nagasaki. El 26 de enero, la Casa Blanca se negó categóricamente a decir que no usará armas nucleares contra Irak. Sin embargo, la ONU decretó que dichas potencias pueden decidir qué armas se permitirá que tenga Irak (y por extensión cualquier otro país débil). Y después mandó inspectores a pisotear y humillar públicamente la dignidad nacional de Irak.

Pero naturalmente, por respeto a la "soberanía" divina y avasallante de Estados Unidos, Bush nunca le ofreció a la ONU y a los países europeos la oportunidad de vetar su guerra. Todo lo que podían hacer en la ONU era vetar una resolución. Pero ni siquiera hicieron eso.

¿Por qué? Se oponen, en distintos grados, a los planes de Bush de que Estados Unidos sea el amo absoluto del Medio Oriente, capaz de imponer su voluntad a los pueblos de la región y a los países europeos dependientes del petróleo mesooriental. Pero temen quedar excluidos a la hora de repartir el botín de la guerra. Prefieren medio pan a nada. Los funcionarios del gobierno de Estados Unidos advirtieron una vez más antes de la presentación del informe de los inspectores que Francia corre peligro de quedar "marginada" del Medio Oriente de posguerra. Si la compañía TotalFinaElf de Francia quiere extraer petróleo de Irak, que tiene las segundas reservas del mundo, más vale que no contraríe mucho a Bush ahora. Las mismas amenazas las ha recibido Rusia (que podría perder grandes cantidades de dinero que le debe el gobierno iraquí, además de las inversiones en petróleo) e inclusive China, que es miembro del Consejo de Seguridad y tiene sus propios intereses en el petróleo iraquí, aunque dista mucho de ser un miembro del club imperialista. Los imperialistas europeos se juegan mucho más que ganancias petroleras. Lo que está en juego es que Estados Unidos los excluya de la explotación del tercer mundo dondequiera que tenga control directo. Obviamente, no pueden excluirse de esa alianza.

Los aliados cercanos de Estados Unidos en su "coalición de los dispuestos" son una banda internacional de rapiña: el Reino Unido, antigua potencia colonial de Irak, que busca obtener como socio menor de Estados Unidos lo que no pudo conservar por sus propios medios militares; España, gobernada por el heredero político del dictador fascista Francisco Franco (quien tuvo el respaldo de Estados Unidos), un país que se está cebando con la penetración de Latinoamérica pero que depende de la fuerza de Estados Unidos para saquear a los pueblos latinoamericanos; e Italia, donde Berlusconi gobierna en coalición con el partido sucesor de los fascistas de Mussolini, con intereses históricos y aspiraciones en el Medio Oriente que no pueden prosperar sin los cañones de Estados Unidos.

Pero la conducta en los países oprimidos de las potencias europeas que se oponen a Bush no es menos rapaz. Peor aún, hablan de paz pero facilitan y preparan la guerra.

Para Estados Unidos sería muy difícil conducir esta guerra sin las 60 bases aéreas, bases del ejército y otras instalaciones de avanzada que tiene en Alemania para estacionar tropas y despachar misiones aéreas. Pero el canciller Schroeder ha declarado que tales bases son intocables y ha despachado tropas a "proteger" a los 116,000 soldados que están en ellas. ¿De qué? ¿De protestas contra la guerra? Alemania también está ayudando de otras formas, por ejemplo: tiene aviones de espionaje militar AWAC sobre Turquía para proteger los flancos de la fuerza invasora estadounidense, y está relevando a Estados Unidos en el mando de la ocupación de Afganistán fuera de Kabul para dejarlo libre para otras aventuras. El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, del Partido Verde, se opone de palabra a los planes bélicos de Estados Unidos, pero hace todo lo posible para que la ciudadanía no haga nada para impedirlos.

Puede que el presidente de Francia, Jacques Chirac, suelte amenazas de resoluciones de la ONU, pero en las semanas pasadas movilizó a las fuerzas armadas para participar en la guerra y despachó el portaaviones nuclear Charles de Gaulle al Medio Oriente para facilitar la intervención francesa. En la reunión del Consejo de Seguridad del 27 de enero, Villepin, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, dijo que la cuestión era si la guerra contra Irak tendrá o no tendrá la "legitimidad" del respaldo de las Naciones Unidas. Mejor dicho, si Estados Unidos acepta darle a Francia un "puesto en la mesa" (como dice Washington) a la hora de repartirse a Irak, Francia con mucho gusto se unirá al baño de sangre.

Vista a esta luz, la prórroga de dos semanas para el siguiente informe de los inspectores a que consintieron los miembros del Consejo de Seguridad no es para una nueva ronda de inspecciones; es para una nueva ronda de chanchullos diplomáticos tapados mientras Estados Unidos completa la concentración de tropas en el Golfo.


Este artículo se puede encontrar en español e inglés en La Neta del Obrero Revolucionario en:
rwor.org
Cartas: Box 3486, Merchandise Mart, Chicago, IL 60654
Teléfono: 773-227-4066 Fax: 773-227-4497