Poemas no dignos de la Casa Blanca

C.J.

Obrero Revolucionario #1194, 13 de abril, 2003, posted at rwor.org

Podríamos decir con seguridad que el canal noticiero CNN no era conocido por su nómina de poetas... antes de febrero de este año. Pero, ¡qué tiempos tan insólitos! Justo cuando los medios atiborran las pantallas con un sinfín de políticos perros que preparan al pueblo para la guerra, CNN se sintió obligado a invitar a un poeta de apariencia amigable e informal para explicarnos líricamente que las acciones siniestras de los emperadores en última instancia fallan y aconsejarnos, en palabras de Walt Whitman, " luchar mucho y obedecer poco".

Era Sam Hamill, que se hizo famoso porque dijo que "me dio cierta náusea" recibir la invitación de Laura Bush a su simposio en la Casa Blanca sobre la poesía de Walt Whitman, Emily Dickinson y Langston Hughes. Pidió públicamente que le mandaran poemas contra la guerra para mandar a Laura en lugar de asistir, y le llegaron miles de poemas. Cuando la Casa Blanca se dio cuenta canceló el simposio, lo que prendió un movimiento de poetas contra la guerra, ya que el día en que estaba programado, hubo cientos de recitales de poesía contra la guerra por todo el país.

El 17 de febrero, durante una de las peores tormentas de nieve en la historia de de Nueva York, más de dos mil personas llenaron el Lincoln Center para la presentación de POEMAS NO DIGNOS DE LA CASA BLANCA. Subieron al escenario del Salón Avery Fisher muchos de los más grandes poetas de Estados Unidos. Como señaló un asistente: "La velada es memorable no solo en la historia del movimento contra la guerra sino en la historia de la vida cultural de Nueva York".

Sam Hamill empezó con su hermoso "Sheepherder Coffee" (Café del pastor), y anunció que a la fecha había recibido más de 10,000 poemas de 8,300 poetas: "el grupo más grande de poetas en la historia que habla con una sola voz".

Las voces líricas que oímos esa noche en Lincoln Center eran imponentes, breves, variadas y únicas.

Recitaron poetas laureados, ganadores del premio Pulitzer y artistas de hip hop, que abarcaron cinco generaciones de poetas de todas las escuelas y estilos: Saul Williams, Marie Howe, Mos Def, Ann Lauterbach, Sapphire, Ann Waldman, Martín Espada, Sharon Olds, Stanley Kunitz, Suheir Hammad, Ammiel Alcalay, Lee Ann Brown, Willie Perdomo, Steve Colman, Tracie Morris, Rose Styron y Galway Kinnell. Y eso si no bastara, el galardonado dramaturgo Arthur Miller contribuyó unas palabras mordaces, la legendaria Odetta nos acompañó a cantar, y el dúo único de teatro y cinematografía André Gregory y Wallace Shawn fueron maestros de ceremonía de una noche extraordinaria.

*****

El día del recital de poesía, Nueva York amaneció cubierta de pilas de nieve de más de medio metro de altura. Ventisqueaba tanto que cerraron el aeropuerto y ningún carro transitaba por las calles. ¿Quién se podría imaginar que a las 7:30 de la noche en el foyer del Salón Avery Fisher se reunirían centenares de personas empolvadas de nieve, de muy diversos barrios y tradiciones literarias? Todos los poetas anunciados hicieron lo imposible por asistir y, aunque parezca increíble, la mayoría lo lograron. Los actores Kathleen Chalfant, Ellen McLaughlin, Wallace Shawn, André Gregory y Eli Wallach recitaron en lugar de los que no lograron salir ni de la puerta de su casa o se quedaron varados en aeropuertos y trenes.

El recital salió en el servicio de prensa de AP, periódicos de Europa, México y Australia, la columna de chismes de la página seis del New York Post y (mi favorito) los titulares de CNN que pasaban debajo de una foto de George Bush al desembarcarse del avión presidencial.

Uno de los primeros artistas fue Saul Williams, que irrumpió al escenario del mundo de slam y hiphop con "Bloodletting" (Derrame de sangre):

Los más grandes estadounidenses
aún no han nacido
esperan con paciencia
que muera el pasado...

ese muñeco sentado
en tus piernas
ya no divierte
la cara pálida y encogida
deja poco a la imaginación
ya nos fijamos que solo mueve los labios
ya hemos identificado la fuente de esa voz
es una fuente de locura
una fuente de avaricia de poder
una fuente de debilidad
una fuente del mal

ya salimos de tu coliseo
y rodeamos tu boletería
exigimos que nos devuelvan la familia
el idioma,
el rito
los dioses...

Este poema, y Saul mismo, emanaban de una tradición antigua con la misión de abrir camino al futuro. Nos regocijamos al ver que estábamos en buenas manos. Para completar el asombro, Stanley Kunitz, poeta laureado de Estados Unidos, se acercó al podio apoyándose en un bastón. Ha cumplido con sus principios durante los 97 años de su vida. Leyó “Carta nocturna”, que escribió hace 60 años “cuando las tropas de asalto de Hitler arrollaron Europa, conquistando una tras otra las grandes ciudades. Parecía que estábamos al borde del fin de la civilización occidental”.

...Querida, ¿será tarde para la paz, tarde
para que los señores se acompañen al pozo a tomar
el agua fresca; tarde para la amistad
y la risa en la forja; tarde
para decir, "tratémonos bien"?
Una por una se apagan las lámparas; el valle duerme;
cuido la última luz que ilumina los calmiles
y te guardo el recuerdo del amor vivo,
como la gente de letras cuidaba las brasas del fuego de Troya,
aprisionada en una época ignorante.
Aunque sitian ciudades y hasta las toman,
no toman al hombre. El corazón profundo,
su mensaje de la manota regordeta e infantil,
el asombro, el grito sencillo y solitario,
el sobre ensangrentado que lleva tu nombre,
es la historia, esa punzada amplia y mortal.

Poemas seleccionados de Stanley Kunitz, W.W. Norton & Co. 2000 (Traducción del OR )

A la noche siguiente, Bush declaró por la televisón que si le hiciera caso a los millones que protestaban contra la guerra, significaría "dejar que un grupito decida la política exterior". El contraste no pudo haber sido más acusado: la letra afinada y apasionada de los poetas del pueblo, y las frases despectivas de los politicastros.

*****

¿Bueno, no se podía esperar que Laura Bush lo previera, en vista de su experiencia? Metió la pata al enojar a los poetas. Sin querer, nos hizo el gran servicio de provocar un arranque de resistencia creativa y llevarlo a la atención nacional.

La poeta Ann Lauterbach escribió perspicazmente en la revista Village Voice sobre el nuevo movimiento de poetas: "Quizás los poetas saltamos a primera plana en tiempos como este porque de por sí vivimos al margen, representamos un tipo de autoridad no autoritaria. Quizás eso llama la atención: que hay personas que dedican la vida a algo que no les beneficia materialmente... Eso causa respeto, especialmente ahora que muchos sienten que nadie los toma en cuenta en el asunto".

Vivimos en un momento de extremos: el mundo está a punto de tronarse, el gobierno nos aprieta los tornillos y muchas personas sienten la responsabilidad de parar la máquina implacable de guerra. Antes de la velada, yo no captaba de lleno lo mucho que necesitamos ahorita a los poetas conscientes, pues tienen una capacidad especial para unir la vida del individuo --el pensamiento, temor y determinación personal-- con el gran torrente de la historia.

W. S. Merwin compuso "Ogres" especialmente para esta noche, y lo leyó André Gregory:

Toda la noche me despertaba la lluvia
que caía despacito entre las hojas
en el valle durmiente bajo la ventana
y la Paula dormida aquí a mi lado y
junto a la cama los perros
roncaban, el murmurrar
de olas bajitas en una playa
me asombra la fortuna de este
momento en la totalidad de la noche este
favor sin nombrar, mientras nos dure
este resuello de paz y entonces
me acuerdo de los farsantes en el poder
que en este momento idean
sus masacres en mi nombre
¿de cuál parte de mí pudieron haberse
originado, nacerían de mi odio y los dragarían
de lo hondo y más amargo de mi vergüenza?

Posiblemente un poema sea la única forma de expresar tan concisamente la angustia del conflicto entre una vida abundante y tranquila, y lo horroroso de lo que hace el gobierno en nuestro nombre... ¿cómo ocurrió y en qué forma soy responsable?

La Casa Blanca nos hizo otro favor sin querer al dar esta increíble explicación de la cancelación del simposio: "La señora Bush respeta el derecho de todo estadounidense a expresar su opinión; sin embargo también tiene su opinión y considera inapropiado convertir un programa literario en un foro político".

¡Qué necios! ¿Cómo se atreven a explicar su censura pretextando que se volvió "político", en vista de los tres poetas que ellos mismos escogieron para el programa? Katha Pollitt comentó en The Nation : "Whitman escandalizó tanto con su epopeya de democracia radical, Leaves of Grass , que lo despidieron de la burocracia; Hughes, un simpatizante del comunismo a quien acosaron los macartistas, escribió incansable e indeleblemente sobre el racismo, la injusticia, el poder; Dickinson, aunque quizás no parezca política, lo era de una manera perdurable, porque cada verso suyo es una embestida contra las convenciones y la conformidad respecto a los modales, las costumbres, la religión, el lenguaje, el género, el pensamiento".

Ya sabemos que cuando las autoridades se quejan de que una obra (o una conversación) es "política", los artistas y obras bajo ataque son radicales. Pero lo bueno de sus ataques es que plantean en primera plana esta importante cuestión: el arte siempre aborda algo,ideas, personas, lugares, y las relaciones entre ellos, ¿no es así? Personalmente, estoy de acuerdo con lo que dijo el presidente del PCR, Bob Avakian: "...el arte tiene un carácter político; le sirve a la política de un tipo o del otro... [el arte] representa en última instancia el punto de vista de una clase u otra, o una manera u otra de ver cómo es la sociedad y cómo debe funcionar".

Ann Lauterbach lo explicó en un programa local de NPR (Radio Pública Nacional) el día del programa: "Decir que el arte no es más que un tipo de decoración o diversión, y separarlo de la política, es uno de los argumentos más peligrosos y engañosos que hay... la política es parte de pensar y sentir y responder al mundo".

Básicamente, el artista ¿no es como cualquier otro ciudadano del mundo? ¿No debe buscar toda forma de expresar su conciencia por su arte y su voz pública? Yo digo que sí. Es más, los poetas en cuestión tienen esta ventaja para poder expresar su conciencia: la tienen, a diferencia del autor de matanzas de la Casa Blanca a quien nunca se le perturba el sueño, según nos informa Laura.

Algunos poetas leyeron los versos de poetas palestinos e iraquíes que dificilmente llegan al público estadounidense. Cuando Ammiel Alcalay recitó "New Year" (Año nuevo) de la poeta iraquí Nazik al-Malaika, de 80 años, residente de Bagdad, sentimos, como en carne propia, lo que vive el pueblo de Bagdad esperando el bombardeo de 700 misiles cruceros en dos días que ha prometido la Casa Blanca":

...si pudiéramos medir el tiempo en años.
si pudiéramos conocer lo que sería el permanecer
si nuestro mayor miedo fuera la locura
si viajar nos perturbara la vida
si pudiéramos morir como otra gente.

Willie Perdomo leyó "El Génesis según San Miguelito" del difunto Miguel Piñero. Es una descripción cómica, irreverente y precisa del grotesco "sistema democrático" que el gobierno yanqui le va a regalar al pueblo iraquí a punta de fusil.

En un principio,
Dios creó a Dios
en el principio
Dios creó los ghettos y las ciudades perdidas
Y vio que estaba bien.
Entonces dijo,
"que haya más ghettos y ciudades perdidas"
 hubo más ghettos y ciudades perdidas.
Pero a Dios le pareció ordinario
y para decorarlo
Dios creó la pintura de plomo
y luego
Dios creó los ríos de basura e inmundicia
para correr con gracia por los ghettos.

...El cuarto día
Dios paseaba por Harlem en taxi
cuando creó la gente
creó los seres en proporción étnica
pero vio que estaban solos y tenían hambre
y del ilustre recto sacó
un compañero para la gente
y le dio el nombre de
capitalismo
que engendró el racismo
que engendró la explotación
que engendró el machismo
que engendró el imperialismo
que engendró el colonialismo
que engendró la Bolsa de Valores
que engendró las guerras al extranjero
y Dios sabía
y Dios vio
y Dios sintió que estaba bien bueno
y Dios dijo
VAYAAAA

...El séptimo día Dios estaba cansado
y llamó al trabajo que estaba malo
cobró overtime
y vacaciones
Pero antes de subir en el 747
para broncearse en las playas de Puerto Rico
notó que su cuate Satanás
plantaba los árboles de la conciencia
alrededor de los ghettos del Edén.
Dios hizo una rueda de prensa
sobre el estado del cielo
en cadena nacional de costa a costa
y Dios le dijo a la gente
CALMAOS
y estaban calmaos
y quedaban calmaos
y eran calmaos
y Dios dijoVaya

ALOUD, Voices from the Nuyorican Poets Calfe, Henry Holt and Co., 1994 (Traducción del OR )

Toda esa noche el público oyó invocaciones a pensar y actuar, en forma de humor, elegías, versos infantiles, himnos e imponentes gritos.

La poeta Tracie Morris contó que una amiga se sorprendó mucho al ver a los policías amenazar con sus caballos a los manifestantes. "Le dije: `Bienvenida a Africoamérica'. Porque siempre empiezan con los marginados, siempre empiezan con los acusados y los simpatizantes y los de po' allá, y al último terminan en todos lados, con todo mundo y con todos nosotros. Por eso este poema habla de mis antepasados, esperemos que en el futuro no sean así los antepasados de todos". Empezó con el estribillo de esa hermosa canción de Sam Cooke, "Así se oye la cuadrilla de los presos encadenados", y de allí se fue a volar, disparando palabras multisilábicas como metralleta: " Aquel, ¿no es el mocoso que trabaja en la?... la misma calle, el mismo hombre, el mismo plan... y le siguen, le siguen... en mi vecindad... tic tac, tic tac".

Arthur Miller leyó prosa. Su participación tuvo un impacto especial porque hace 50 años se negó a cooperar con las redadas oficiales anticomunistas. Recientemente reestrenó en Broadway su obra de teatro "The Crucible" (El crisol), sobre los juicios de brujas de Salem (Massachusetts); la semejanza al clima político actual fue escalofriante. Cuando uno de los jueces de brujas declaró: "Debe entender, señor, que uno está con esta corte o se le considera en contra; no hay ningún camino en medio", el paralelo era patente. Hace poco Miller escribió en el New York Times : "¿Cuántas veces tenemos que darnos a las mismas idioteces para después sufrir vergüenza?"

Lo que ha inspirado a artistas, intelectuales y activistas a firmar la Declaración de Conciencia de No en Nuestro Nombre (NION) y contribuir para desplegarla en 48 publicaciones es el compromiso de impedir esta guerra contra el mundo y contra los derechos humanos aquí. Cuando Sam Hamill hizo su llamado a hacer recitales de poesía, el grupo de trabajo de la Declaración de NION decidió rentar el Salón Avery Fisher e invitar a los muchos poetas distinguidos que la habían firmado. Trece días después se presentó POEMAS NO DIGNOS...

Galway Kinnell --el poeta oficial del estado de Vermont-- vino manejando a Nueva York en medio de la tormenta, y recitó estos versos de Whitman:

...¿Quiénes son los que andan sueltos,
qué murciélagos y perros aullantes en la capital?
Qué pestilencia presidencial
¿A poco son congresistas?
¿A poco son los grandes jueces?
Entonces me quedo dormido un poquito más.
Pero debidamente nos despertaremos,
sur, norte, este, oeste, costa e interior,
seguro que nos despertaremos.

Nos miró fijadamente y dijo: "Vengo corajudo con los tipos de la Casa Blanca que manejan el país. Vengo avergonzado de lo que se está haciendo de este país bajo su mando. Vengo atemorizado de lo que este país puede cometer contra otros y contra nosotros mismos... Siento que estamos en un parteaguas en la vida de esta ciudad y este país, y que ahora hay una resistencia". El público iba captando el significado de sus palabras y poniéndose de pie, primero en los asientos de atrás, luego los de en frente, hasta que todos estábamos parados, y vitoreábamos entusiasmados y regocijados.

*****

Poco después, cuando unos organizadores del evento desayunaban, uno contó una historia sobre la gente de Leningrado en la Unión Soviética durante la II Guerra Mundial. Era pleno invierno y los nazis habían sitiado la ciudad; a los habitantes no les quedaba otra que comer ratones y el papel para empapelar paredes. Siguieron resistiendo valientemente el sitio, pero les esperaban tres meses más de invierno antes de derretirse el hielo para que el gobierno pudiera mandar más tropas y provisiones. Lo único que pudo hacer el gobierno soviético fue lanzar en paracaídas unos poetas y músicos para darles ánimos. La gente, frágil y hambrienta, cruzaba la ciudad helada para asistir a los recitales de poesía y los conciertos. Durante las presentaciones, algunos de los asistentes o de los artistas morían silenciosamente, pero Leningrado no cayó, y el pueblo soviético derrotó a los nazis.

Un amigo joven que hace cine me mandó este correo electrónico sobre el programa: "Sentía esa energía... me hacía falta ser parte de algo así. Me dio esperanzas que no sentía hasta entonces, me entró el compañerismo. La gente respiraba profundo al pararse de los asientos y salir".

NOTA: Hay una grabación profesional de POEMAS NO DIGNOS PARA LA CASA BLANCA disponible para programas de radio no comerciales. Comuníquense con la Declaración de Conciencia de No en Nuestro Nombre en www.nion.us.

Para buscar información sobre recitales de poesía contra la guerra o leer uno de los 12,000 poemas recibidos, visiten www.poetsagainstthewar.org/.


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