Revolución #89, 20 de mayo de 2007


Parte 7

Nota de la Redacción: A continuación publicamos pasajes de una versión editada de una charla que dio Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU, a un grupo de simpatizantes en el otoño del año pasado. Esta es la séptima de una serie de pasajes que publicaremos. Agregamos los subtítulos y notas de pie de página.

Para la burguesía, el fascismo —y la esclavitud— es “cuestión de gustos”

¿Cuántas veces se oye decir que por varios años, a mediados de los años 30, la Unión Soviética intentó construir frentes únicos con Inglaterra y Francia en oposición a lo que estaba haciendo Alemania, por ejemplo en Checoslovaquia, y que vez tras vez esencialmente fue rechazada (a pesar de ciertos acuerdos a medias para oponerse a la agresión nazi, que en lo fundamental los imperialistas no cumplieron)? Ahora bien, desde nuestro punto de vista y con nuestro análisis histórico de la II Guerra Mundial y sus causas, tenemos críticas serias de la política de la Unión Soviética de buscar esas alianzas con los estados imperialistas. Pero lo importante (para analizar qué fue en realidad la "contemporización" y qué necesidad tenía ante sí la Unión Soviética antes de la II Guerra Mundial) es que los imperialistas esencialmente rechazaron una y otra vez los intentos soviéticos de construir un frente único contra la Alemania nazi y sus medidas militares iniciales. Fue en respuesta a eso que entonces los soviéticos firmaron un acuerdo con la Alemania nazi (el “Pacto Hitler-Stalin”), a fin de ganar tiempo y, sí, territorio, para prepararse para la seria posibilidad —que se hizo realidad en un lapso de dos años— de que la Alemania nazi lanzara un ataque de gran envergadura contra la Unión Soviética.

A modo de paréntesis (creo que conté esto en otra ocasión pero vale la pena repetirlo aquí), Molotov, que era un alto funcionario del partido y del gobierno soviético, firmó el acuerdo con la Alemania nazi en 1939, con Ribbentrop, quien firmó por Alemania, si mal no recuerdo. Le preguntaron a Molotov: “¿Cómo es posible que haya firmado un acuerdo con la Alemania nazi?”. Contestó a la ligera: “Pues, tenemos acuerdos con muchos estados burgueses”. Esto provocó la respuesta: “Sí, pero estos son fascistas ”. A esto se dice que Molotov contestó: “Para la burguesía, el fascismo es cuestión de gustos”.

Repito, esta es una respuesta a la ligera y simplista, pero tengo que decir que contiene una verdad importante. Si examinamos la historia de la burguesía de Estados Unidos, por ejemplo, cosas como la esclavitud son “cuestiones de gustos”. La esclavitud solo se abolió casi 100 años después de la guerra de Independencia de Inglaterra. Durante todo ese período, la esclavitud era una parte integral de la economía y del sistema social estadounidense, y los esclavistas eran una parte importante y poderosa del sistema de gobierno. A los dueños de esclavos y a sus partidarios y defensores, como Thomas Jefferson, hasta hoy los alaban y celebran como padres de la patria y arquitectos de la libertad, y como modelos para toda la humanidad. Así que decir que la esclavitud, al igual que el fascismo, son para la burguesía “cuestiones de gustos”, capta un importante aspecto de la realidad.

Volviendo a la dinámica del período de la II Guerra Mundial (y del período inmediatamente antes, que desembocó en la guerra), era una situación en que la Unión Soviética se veía ante un creciente peligro de ataque de la Alemania nazi y en que los imperialistas rechazaron sus esfuerzos de construir frentes únicos coherentes y eficaces para parar lo que hacía Alemania. Repito, nosotros tenemos críticas fundamentales e importantes de esto, pero primero que todo, es necesario hacer una evaluación y hacer las críticas necesarias tras entender la dinámica concreta y la necesidad concreta que tenían la Unión Soviética y su dirección. En segundo lugar, debemos hacer esas críticas desde el punto de vista de determinar lo que se debió haber hecho ante esa dinámica y esa necesidad. Como comunistas, tenemos que evaluar todo esto y hacer un balance de lo que se hizo, y de lo que se debió haber hecho, desde el punto de vista de cómo avanzar por entre todas las dificultades y complejidades que será necesario abordar para abolir y superar la época de la burguesía y el imperialismo y llegar a la época radicalmente nueva del comunismo. Pero los comentarios usuales sobre la "contemporización”, como se suele decir, son distorsión y “mal encauzamiento”, de la misma manera que los imperialistas, la prensa y sus voceros tapan qué país libró el grueso de la lucha contra la Alemania nazi en la II Guerra Mundial, mientras que, en lo fundamental, Estados Unidos se quedó de brazos cruzados por varios años. Es cierto que mandó cierta cantidad de equipo a la Unión Soviética, pero en lo esencial no se metió y dejó que la Unión Soviética y el pueblo soviético pelearan y murieran, a pesar de que la Unión Soviética pedía constantemente: “¡Por favor, abran un segundo frente en Europa!”. Pero la respuesta estadounidense fue, esencialmente: “No, no nos conviene. ¡Adelante, muchachos! Están haciendo un buen trabajo peleando y muriendo”.

Esa historia se oculta, así que cuando se presentan analogías sobre la II Guerra Mundial y en particular cuando se habla de "contemporización”, es a través de un prisma distorsionado y con una enorme cantidad de información errónea y desinformación, adrede, además de la ignorancia general que se fomenta en Estados Unidos y en particular sobre los asuntos mundiales y la historia universal. Esto hace pensar en la afirmación de Lenin de que se requieren 10 páginas de verdad para responder a una oración de oportunismo.

Como sabemos, el posmodernismo, la deconstrucción y el relativismo filosófico tienen problemas, problemas muy serios. Pero en cierto sentido hay que deconstruir algunas de estas distorsiones de la historia, y tenemos que hacerlo de una manera sistemática y consecuentemente científica, desde el punto de vista y con el método del materialismo dialéctico, para desenterrar las suposiciones subyacentes implícitas y, en buena medida escondidas, de todo esto. Sé que esa ha sido la experiencia del proyecto Pongamos las Cosas en Claro1 (y de otros proyectos nuestros): siempre que uno sale al mundo para hablar y discutir cómo es el mundo, por qué y cómo llegó a ser así y, por contraste, cómo podría ser y tiene que ser, se topa con un montón de suposiciones, expresas o tácitas, conscientes o inconscientes, que hay que superar antes de que se pueda empezar a ver el mundo tal cómo es y cómo podría ser.

Así que, para hablar sobre esos temas de manera que lleve a entenderlos, y que sea convincente y contundente, tenemos que abordar las suposiciones subyacentes y separar lo que es cierto de lo que no es cierto, con respecto a importantes hechos históricos y a la realidad actual. No digo que cada vez que nos reunimos con alguien para tomar un café vayamos a hablar de toda la historia de la II Guerra Mundial. [ risa] Pero en el transcurso del trabajo que hagamos, tenemos que bregar sobre la interpretación de partes importantes de la realidad y la historia que todavía ejercen mucha influencia y que se siguen citando de una manera distorsionada (los imperialistas, y los que los siguen y adoptan su punto de vista, en gran medida perciben la realidad de la manera que la pintan, pero también emplean mucho instrumentalismo y demagogia para distorsionar la realidad).

“Extender la democracia” y la “guerra contra el terror”: Distorsiones de la historia, distorsiones de la realidad

Toda esta distorsión cumple el propósito de colocar la actual “guerra contra el terror” en el contexto, o como parte, de la continuación de “las grandes batallas del siglo 20 contra el totalitarismo”. Esto es muy importante para los imperialistas estadounidenses, a fin de seguir propagando su caricatura de la historia: “siempre hemos sido los buenos y hemos librado grandes batallas por la democracia; hemos tenido que enfrentarnos a varios totalitarismos y ahora tenemos un nuevo contrincante”. El descarado instrumentalismo y demagogia de esto se ve, por ejemplo, cuando comparan a Saddam Hussein con Hitler: “Bueno, Saddam Hussein no encaja perfectamente en esa casilla, pero no importa, puede jugar la parte de Hitler por ahora y de ahí procederemos a algo o a alguien más”. Así que hoy les toca a los jihadistas islámicos fundamentalistas jugar la parte de Hitler, y por eso los llaman “extremistas islámicos” e “islamofascistas”. Una vez más vemos hipocresía y autoengaño; es realidad y es instrumentalismo. Es lo que creen y, en todo caso, es lo que quieren que otros crean.

Esto también se aplica a “extender la democracia”; tiene tanto realidad como instrumentalismo, tanto hipocresía como auto engaño. Es importante entender a qué se refieren cuando hablan de la democracia y de “extender la democracia”. Repito, uno de mis principales temas aquí es que tenemos que ser rigurosamente científicos y capacitar a los demás a entender la esencia del mundo. Aquí tiene importante aplicación el punto que he mencionado en otras ocasiones sobre la simplicidad y la complejidad: que todo tiene una esencia básica y una complejidad. Tenemos que conseguir que se capte lo esencial, los términos básicos de algo (en otras palabras, su esencia), pero también bregar cada vez más con su complejidad y entenderla. Eso se aplica a lo que dicen Bush y su gobierno sobre la democracia y “extender la democracia”. Subrayo la necesidad de captar la esencia fundamental y además de adentrarse en la complejidad porque no sirve repetir mantras como: “Hay que entender que la democracia no es sino democracia burguesa, o sea que en realidad es una dictadura burguesa que ejercen sobre las masas populares un puñado de explotadores y opresores de la clase dominante”. Es cierto, pero no es muy significativo para los que no están convencidos. Tenemos que presentar un cuadro vivo y contundente. No se trata solo de esa verdad general; también hay que ver de modo concreto cómo se presenta y se impone en el mundo.

Democracia burguesa… y fascismo

Sucede con frecuencia que otras personas, de un punto de vista diferente, captan ciertas cosas que debemos aprender y reexaminar desde nuestro punto de vista cabalmente científico, dialéctico materialista. Por ejemplo, leyendo unas observaciones de un camarada, basadas en declaraciones de Arundhati Roy, me llamó la atención esta observación: “Hay una crisis de la democracia: es como Irak y en los ‘países democráticos’ es como ‘1984’”. Eso capta importantes aspectos de lo que se propone la cruzada del gobierno de Bush de “extender la democracia”, al mismo tiempo que está cambiando la sociedad estadounidense en una dirección fascista por generaciones (como dice la convocatoria de El Mundo no Puede Esperar).

¿Qué quiere decir “extender la democracia”? ¿Concretamente qué hacen? Cuando Bush y otros dicen que “la gente de Irak (o Afganistán) votó y celebró elecciones, y eso es un gran paso”, ¿son puros trucos y mentiras? No, se refieren a los símbolos de la democracia burguesa, pero también es parte de la clase de sociedad que quieren construir en Irak y por toda la región.

¿Y la otra parte? Regresemos a la “Lógica elemental 101”: si se dan elecciones bajo la ocupación militar de un país extranjero, no son elecciones libres, ¿está claro? Eso no es lo que significa la expresión “elecciones libres".

Pero esta ocupación también es parte de la democracia que quieren imponer. Se impone por golpes, se impondrá a la fuerza de acuerdo a las metas e intereses del imperialismo estadounidense. Se estructurará y ordenará de esa manera. Y, de acuerdo a su visión y planes, se desarrollarán “mercados libres”, una clase media, más estabilidad, una sociedad occidentalizada… como Líbano.

Hace poco, Israel (y Estados Unidos por medio del instrumento de Israel) atacó y devastó a Líbano y a su pueblo; pero Líbano ha sido un modelo de lo que quieren imponer en la región. Recuerdo que en medio de la guerra contra Líbano, en medio del ataque israelí y la enorme indignación popular del pueblo libanés, y las muchas fuerzas, inclusive fuerzas laicas, que apoyaron a Hezbolá… en medio de todo esto Anderson Cooper de CNN se jalaba los cabellos: “¡¿Qué pasó?! Nos iba tan bien en Líbano. Jesucristo, ¿qué ha pasado? Conseguimos que todos se enojaran con Siria y todos nos amaban a nosotros y todo iba tan bien, ¡¿y ahora qué ha pasado?!”.

Pues, chico, es parte de las dinámicas subyacentes e impulsoras del imperialismo. Y eso les preocupa más porque Líbano era un modelo de cómo querían rehacer la región, del futuro que quieren forjar a la fuerza en el Medio Oriente. Ahora, repito, para ellos esto conlleva tanto realidad como instrumentalismo. La "democracia" que están "extendiendo" es como Irak: lo que quieren imponer en Irak tiene expresiones y símbolos de la democracia burguesa, y realmente quieren desarrollar una “clase media occidentalizada”, aunque es una gran ironía que en cierto grado tal clase media existía durante el gobierno de Saddam Hussein y, como resultado de la invasión y ocupación estadounidenses y toda la devastación y locura que han desatado, buena parte de la clase media ha huido de Irak. Pero los imperialistas estadounidenses, y en particular los estrategas del gobierno de Bush, tienen teorías sobre esto, de hecho piensan que todo eso del “mercado libre” algún día beneficiará a todos. Tal vez no durante nuestra vida o en las próximas generaciones, pero algún día beneficiará a todos. Así ven las cosas. Mientras tanto, piensan, creará cierta clase media y otras capas sociales inclinadas hacia Estados Unidos que se oponen al trastorno y eso es suficiente por ahora. Repito, así es como ven las cosas, a pesar de que la realidad es muy diferente.

Así que si se entiende eso, se entenderá que eso tiene la apariencia y en cierta manera la realidad de una contradicción muy aguda. Por un lado, está la cruzada para “extender la democracia”, y eso tiene un aspecto de realidad, así como instrumentalismo y demagogia; por otro lado, se puede decir categóricamente, y hay que decirlo, están cambiando la sociedad estadounidense en una dirección fascista y por generaciones. En el proceso, no descartarán necesariamente los símbolos de la democracia ni tampoco descartarán necesariamente (o probablemente) el estandarte de la democracia. El significado de las palabras puede cambiar. Recuerden la conversación entre Dick Cheney y un locutor derechista hace poco [sobre la técnica de tortura llamada "el submarino"]: “¿Está de acuerdo con que un remojón es lógico si se trata de salvar vidas?”. “Claro que sí", contestó Cheney. Y sin pensarlo dos veces continuó: "Nosotros no torturamos". ¿Cómo se pueden decir esas dos cosas? Es porque creen que como tienen tanto poder, pueden definir la realidad como quieran. O como le dijo un funcionario de la administración Bush a Ron Suskind para un artículo de la revista dominical del New York Times: Nosotros creamos nuestra propia realidad por medio de nuestras acciones, y mientras ustedes la están estudiando tan cuidadosamente, volveremos a crear más realidades.2 Si decimos que el "submarino" no es tortura, entonces no es tortura (o como “aclaró” Cheney, ¡no estaba hablando del "submarino" sino solo de darle un pequeño remojón a alguien para que hable!). El "submarino" no es tortura porque nosotros no torturamos… esa es otra de esas tautologías interesadas (muy parecida a la de que “somos los buenos” del mundo y lo que hagamos… es bueno).


Notas

1 El proyecto Pongamos las Cosas en Claro se propone combatir las muchas mentiras y calumnias sobre la experiencia del socialismo en la Unión Soviética y China, y examinarla críticamente y desde un punto de vista científico, para contribuir a sacar lecciones importantes, tanto del aspecto principalmente positivo de esa experiencia como de los defectos y errores, y popularizar esto a un público tan amplio como sea posible, en foros y debates, inclusive con gente que tiene puntos de vista diferentes y opuestos. En el portal thisiscommunism.org están una importante charla de Raymond Lotta, "El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor", y otros materiales del proyecto Pongamos las Cosas en Claro. Para ponerse en contacto con el proyecto, escribir a: SettheRecordStraight@hotmail.com. [Regresa]

2 "Faith, Certainty and the Presidency of George W. Bush", Ron Suskind, New York Times Sunday Magazine, 17 de octubre de 2004. Tiene la siguiente cita de un alto asesor de Bush: "Ahora este es un imperio y por medio de nuestras acciones creamos nuestra propia realidad. Mientras la están estudiando tan cuidadosamente, por medio de nuestras acciones volveremos a crear más realidades, que pueden estudiar también, y así se ordenarán. Somos los actores de la historia… y ustedes, todos ustedes, no pueden más que estudiar nuestras acciones". [Regresa]

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