Revolución #202, 17 de mayo de 2010


Estrategia revolucionaria

Algunos principios para forjar
un movimiento para la revolución

En cada momento, tenemos que estar buscando las concentraciones importantes de las contradicciones sociales y los métodos y las formas que puedan fortalecer la conciencia política de las masas, así como su capacidad combativa y organización para emprender la resistencia política contra los crímenes de este sistema; que para una cantidad cada vez mayor de personas, puedan darle vida a la necesidad y la posibilidad de un mundo radicalmente diferente; y que puedan fortalecer la comprensión y la determinación de las masas avanzadas de inclinaciones revolucionarias en particular de modo que asuman nuestros objetivos estratégicos como cosas por las cuales luchar de manera enérgica y hacia las cuales aspirar, y no solamente como metas (o ideales) lejanos y en esencia abstractas.

Es necesario que el objetivo y orientación sea el de llevar a cabo el trabajo que, junto con el desarrollo de la situación objetiva, pueda transformar el terreno político, de modo que en un sentido agudo y activo en toda la sociedad se ponga en tela de juicio la legitimidad del orden establecido y el derecho y la capacidad de la clase dominante de gobernar; de modo que la resistencia a este sistema cobre cada vez más amplitud, profundidad y determinación; de modo que se fortalezcan muchísimo el “polo” y la fuerza de vanguardia organizada del comunismo revolucionario; y de modo que, en el momento decisivo, esta fuerza avanzada pueda liderar la lucha de millones y decenas de millones de personas para hacer la revolución.

 

 

Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución.

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