Revolución #65, 15 de octubre de 2006

voz del partido comunista revolucionario, eu

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5 de octubre: ¡Marchas de miles contra el gobierno de Bush… urge movilizar a centenares de miles!

El 5 de octubre, miles de personas en más de 200 ciudades se tomaron las calles en oposición al gobierno de Bush y a toda la dirección en que ha encaminado el país y el mundo. Hicieron una poderosa declaración en un momento muy peligroso… cuando este gobierno se ha lanzado a una nueva ofensiva con una ley draconiana que legaliza la tortura y revoca derechos jurídicos fundamentales, con la defensa de las guerras en el Medio Oriente y con planes de algo peor. Las fotos de estas páginas dan una idea de la amplitud y resolución de los que respondieron a esta convocatoria.
Pero este esfuerzo se tiene que multiplicar. Pronto. Centenares de miles, millones, de personas tienen que entrar a la oposición a este gobierno. Como dice el portal de El Mundo no Puede Esperar: “Hay tiempo, pero muy poco”. La situación se está desenvolviendo muy rápidamente. Por eso, exhortamos a nuestros lectores a asumir más que nunca la convocatoria de El Mundo no Puede Esperar, a exhortar a otros a participar y a seguir adelante en este período crucial para realizar sus metas. [Ver un importante mensaje de El Mundo no Puede Esperar].
Informaremos más sobre estas protestas la semana que viene. Escribannos acerca de sus experiencias e ideas del 5 de octubre.

Revolución #65, 15 de octubre de 2006

Mensaje del El Mundo no Puede Esperar—¡Fuera Bush y su Gobierno! el 5 de octubre:

Visiten worldcantwait.org para leer informes sobre lo que sucedió en todo el país el 5 de octubre.
El Mundo no Puede Esperar—¡Fuera Bush y su gobierno! ha anunciado los siguientes planes:

Juntas de organización en todo el país entre el 12 y el 14 de octubre
Foros de alerta a fines de octubre (se anunciará la fecha y el lugar)

Más información en worldcantwait.org

Ha llegado el día que todos esperábamos. Hoy alzamos la voz en unión, resueltos a continuar un gran movimiento para sacar del poder al gobierno de Bush. Somos de muchas perspectivas y sectores, pero nos hemos unido para lograr algo necesario. Es una tarea audaz e histórica, nacida de una necesidad urgente. “El gobierno de Bush se ha propuesto redefinir la sociedad con un molde fascista por muchas generaciones. Tenemos que responder ya; el futuro está en juego”.

La ley aprobada en el Congreso la semana pasada les niega el derecho fundamental de habeas corpus a 14,000 presos de cárceles clandestinas estadounidenses en todo el mundo y a cualquier persona en cualquier parte del mundo que el presidente acuse de ser combatiente enemigo. Todo esto sucedió sin mayor oposición del Congreso.

Así llega el fascismo a este país, con la metódica transferencia de poderes a la rama ejecutiva, a un presidente y un gobierno que reclaman poderes de guerra para una guerra que, advierten, durará años; a un presidente que mintió sobre Irak y ahora está haciendo planes para una guerra catastrófica contra Irán; a un presidente que cree que está cumpliendo una misión divina.

Es, sin dudas, un momento decisivo. No es demasiado tarde para parar el rumbo fascista, pero si las cosas siguen así, sin oposición popular, puede llegar a ser demasiado tarde. Las tinieblas que este gobierno está imponiendo en el país y en el mundo lograrán silenciar el disentimiento, el pensamiento crítico, la ciencia, los ideales de igualdad y lo que consideramos hoy la intrínseca dignidad humana.

Millones de personas, profundamente preocupadas por todo esto, han estado buscando un vehículo para expresar su coraje. Hoy, en más de 200 ciudades (90 en estados que votaron por Bush en el 2004) esas personas están hallando valentía por medio de este vehículo. Estamos rasgando la atmósfera política de conformidad y miedo que lleva a tolerar este programa fascista. Estamos abriendo el camino para el tipo de resistencia necesario para frenar y dar marcha atrás al rumbo en que este gobierno lleva el país y el mundo entero.

De esta manera, extendemos unidad, apoyo y esperanza a la gente de todo el mundo que con tanta urgencia necesita y quiere ver el fin de este gobierno. Tenemos que mirarnos a través de sus ojos, como nos ve el resto del mundo. Tenemos que tomar en cuenta cómo nos ve la gente del Medio Oriente, cuyos países han quedado reducidos a escombros. Quedarnos callados cuando nuestro gobierno está librando una guerra sin fin, legalizando la tortura y consolidando, medida tras medida, un estado policial por “nuestra propia seguridad”, es no tener conciencia. Pero cuando nos manifestamos contra eso, como lo estamos haciendo hoy, le demostramos al mundo que hay una diferencia entre el pueblo y el gobierno de George Bush.

Ahora que hemos dado este paso histórico, tenemos que comprometernos a llevar esta lucha adelante para que la resistencia a todo esto sea una realidad, ahora. Tenemos que seguir adelante y transformar la angustia, el coraje y la frustración en una movilización política verdaderamente importante, positiva y masiva. Tenemos que seguir a la ofensiva con nuestra oposición a TODA la dirección de la sociedad y a este gobierno, especialmente durante las próximas semanas antes y después de las elecciones.

No podemos parar; tenemos que seguir adelante. No importa quién salga elegido, nosotros, el pueblo, por NUESTRA propia iniciativa, tenemos que plantear un marco político muy diferente de lo que ahora se considera “realista”.

No podemos parar.

Es hora de cambiar el discurso. Cuando la Suprema Corte está a punto de revocar el fallo que legalizó el aborto (Roe vs. Wade), es inaceptable que la oposición diga que el derecho de la mujer a controlar su cuerpo no es imprescindible.

No es correcto que el debate sobre Irak sea “o quedarnos hasta la victoria o mandar más tropas”. Es totalmente inaceptable que en un país civilizado se debata la tortura, y que lo único que interese a la oposición es cómo reglamentarla y legalizarla.

No podemos parar. Hay tiempo, pero muy poco. Tenemos que cambiar el paisaje político de modo que todo mundo tenga que responder a lo que cientos de miles anhelan: sacar corriendo a este gobierno criminal, y repudiar, rechazar y declarar totalmente intolerable todo el programa inmoral e injusto de este gobierno.

Hemos dado un paso gigantesco hoy; ahora tenemos que hacer planes importantes durante los próximos días y semanas. Cuando se vayan hoy, recuerden que esta no es una de esas manifestaciones a las cuales uno asiste y luego regresa a lo de siempre. ¿Qué hace uno cuando sabe que viene un tsunami? Hace planes para una movilización de emergencia. Eso es lo que vamos a hacer.

En una semana, vamos a realizar JUNTAS en las que miles por todo el país deben hacer un balance de lo que hemos logrado y planificar cómo avanzar y ampliar rápidamente nuestra capacidad. Discutiremos “¿cómo se saca del poder a un gobierno ilegítimo?”. Tenemos planes muy importantes para los próximos pasos, ambiciosos y necesarios, de este movimiento.

Mientras tanto, no podemos perder ni un minuto de impulso y tenemos que hacer que otros se unan inmediatamente. Para que la presencia y el mensaje de El Mundo no Puede Esperar sigan reverberando en la atmósfera política en las próximas semanas, urgimos:

1) Salgan a la calle, salgan a la plaza pública. Vístanse de anaranjado. Pónganse brazaletes anaranjados. Pónganse y pongan en la ciudad la cinta anaranjada que coloca la policía en el lugar de un crimen, como símbolo de los desaparecidos y torturados en nuestro nombre. Escojan un punto céntrico de su ciudad y vayan a la misma hora y día en las próximas seis semanas, creen una cultura de resistencia con música y teatro, lean los puntos de “Tu gobierno”, hagan exposiciones y pasen películas. Estaremos listos para responder a una sorpresa de octubre o de noviembre de este gobierno.

2) Hoy ha sido un paso gigantesco para empezar el debate por toda la sociedad que se necesita para que millones se manifiesten con más fuerza. Ahora, organicemos FOROS DE ALERTA este mes de octubre sobre los puntos de “Tu gobierno” de nuestra Convocatoria. Vamos a despertar a la sociedad para que vea lo que se hace en su nombre. Demostraremos claramente que este gobierno es culpable de crímenes de guerra y de crímenes de lesa humanidad.

Llévense hoy algo anaranjado y pónganselo el resto del mes. Traigan su coraje e imaginación a las juntas programadas para la semana entrante; traigan sus recursos y sus conexiones políticas para planificar juntos los próximos pasos necesarios para sacar del poder a este gobierno antes del 2008.

Porque hay que sacar a Bush y a Cheney, a Rumsfeld y Rice, a Gonzales, a todos ellos: tienen que salir de la Casa Blanca acosados por el repudio político, totalmente desprestigiados como los criminales de guerra que son. Algo menos sería inaceptable para el mundo, para nuestros hijos y para el futuro.

EL FUTURO NO ESTÁ ESCRITO. EL FUTURO QUE NOS TOQUE DEPENDE DE NOSOTROS.

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Revolución #65, 15 de octubre de 2006

Sanciones: Un paso hacia la guerra contra Irán

Los siguientes artículos tienen más información sobre los planes bélicos contra Irán:
• “Las grandes ambiciones de Bush y el peligro de escalada de la guerra”, Larry Everest, #64
• "Del Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar: Irán: Los maoístas hacen planes ante la inminente guerra”, #61
• “Planes ocultos para atacar a Irán: Peligro inminente… y apuestas estratégicas”, #59

El 6 de octubre, los representantes de Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia, Estados Unidos y China se reunieron en Londres y acordaron discutir sanciones contra Irán. El subsecretario de Estado a cargo de asuntos políticos, Nicholas Burns, dijo: “La decisión está tomada; habrá sanciones; solo queda por discutirse el alcance”. La semana entrante probablemente detallarán las sanciones, pero Condoleezza Rice le dijo a CNN que espera que sean económicas y que está “bastante segura” de que la ONU las aprobará.

Sanciones, inspecciones y guerra

El gobierno de Bush va camino hacia una guerra contra Irán, una guerra en que podría lanzar bombas nucleares, sin mayor oposición de los demócratas. Formar una alianza con las potencias europeas, Rusia y China para imponer sanciones no es una alternativa diplomática a la guerra; esencialmente son preparativos diplomáticos para la guerra. Rice hizo una amenaza antes de reunirse con el primer ministro de Inglaterra, Tony Blair, para hablar de las sanciones: “No podemos seguir extendiendo plazo tras plazo o nadie le prestará atención al sistema internacional”. (citado en el Jerusalem Post el 7 de octubre)

Esto lo vimos antes en Irak: las sanciones no fueron una alternativa a la guerra sino un paso del camino a la invasión. Estados Unidos hizo que la ONU impusiera unas sanciones imposibles y unos plazos arbitrarios que no se podían cumplir, y cuando Irak no los cumplió, fueron una justificación para la guerra. Dirigiéndose a los que se dejan engañar cuando Bush habla de diplomacia, Dave Lindorff escribió en The Nation: “…debemos recordar que Bush también habló de buscar soluciones diplomáticas todo el tiempo que estaba decidido a invadir Irak, y la situación actual se parece cada día más a una secuela barata de Hollywood”. (War Signals, en línea en thenation.com)

Con Irak, y ahora con Irán, el gobierno le ha dado órdenes a la “comunidad de inteligencia” de proporcionar “juicios analíticos” que justifiquen la guerra basados en “evidencia” fabricada de “armas de destrucción masiva”. Cuando los organismos internacionales no falsifican informes conforme a los planes de guerra, este gobierno los ataca. Hoy está presionando al OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) a manufacturar argumentos para la guerra. Así como usaron las sanciones contra Irak para preparar el terreno para la guerra (y en el proceso mataron a cientos de miles), planean usar las sanciones contra Irán para crear una situación que sirva de “prueba” de que no quiere negociar.

Lógica imperialista de los planes bélicos contra Irán

El periódico The Weekly Standard, publicado por William Kristol, es un órgano neoconservador de información interna del gobierno de Bush. En julio, Kristol explicó las razones para aplastar a la República Islámica de Irán, como un eslabón clave de la agenda general de establecer a Estados Unidos como una superpotencia única, sin rival e indiscutible.

“Los gobiernos importan. Los movimientos ideológicos son más peligrosos cuando son el gobierno de naciones importantes. El comunismo se volvió sumamente peligroso cuando se apoderó de Rusia. El nacionalsocialismo se volvió sumamente peligroso cuando se apoderó de Alemania. El islamismo se volvió sumamente peligroso cuando se apoderó de Irán y fundó la República Islámica de Irán, hace 27 años.

“Sin la República Islámica de Irán, no hay Hezbolá. Sin la República Islámica de Irán, no hay quien apoye al gobierno de Assad en Siria. Sin el apoyo iraní a Siria (un gobierno laico que tiene sus propias razones para necesitar la ayuda iraní y apoyar a Hezbolá y Hamas), hay poco patrocinio estatal de Hamas y Hezbolá. Sin la revolución chiíta iraní, hay menos ímpetu para que los sauditas financien la exportación de la versión Wahhabi del Islam sunita como competencia a Jomeini por la dirección del Islam militante, y por lo tanto no hay gobierno del Talibán en Afganistán y quizá tampoco hay Hamas”.

En Fox News (22 de agosto), Kristol dijo: “Me parece que una confrontación militar con Irán podría darse mucho antes de lo esperado. No creo que sea algo que vaya a esperar dos años y medio hasta que Bush deje la presidencia. Creo que decidirá en algún momento del año entrante, el 2007, que tendrá que tomar decisiones muy difíciles sobre lo que Estados Unidos y el mundo le pueden tolerar a ese gobierno…”.

El reciente artículo de primera plana de la revista TimeWhat Would War Look Like” (Cómo sería la guerra) decía que el envío de fuerzas grandes de ataque de la marina a la región “sugieren que una posibilidad muy discutida, pero hasta ahora altamente teórica, se ha vuelto realidad: que se esté preparando una guerra con Irán”.

¡Alto a la guerra contra Irán!

¿Cuáles serían las consecuencias de esta guerra contra Irán? Es probable que Estados Unidos ataque a Irán con bombas nucleares y, en todo caso, la guerra empezaría con un bombardeo masivo de terribles consecuencias humanas. Las consecuencias políticas son igualmente terribles. A falta de un movimiento visible y fuerte opuesto a todo el gobierno de Bush en este país, la invasión israelí de Líbano (respaldada por Estados Unidos) empujó a libaneses que no son religiosos a los brazos de los fundamentalistas islámicos. ¡Imagínense qué se pondría en marcha con un ataque nuclear contra la teocracia islámica más grande y poderosa del mundo! Todo esto fortalecería los dos polos actuales: por un lado el imperialismo estadounidense desbocado por el mundo con Biblias y armas nucleares; por otro lado fuerzas religiosas-fundamentalistas oscurantistas que definen el marco de la oposición en muchas naciones oprimidas del mundo.

Mucha gente no sabe o no cree que el gobierno de Bush está preparando un ataque contra Irán. ¡Es urgente y de importancia crítica estudiar y dar a conocer esta amenaza, y unirse para protestar y prevenir una guerra contra Irán!

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Revolución #65, 15 de octubre de 2006

Entrevista a Bill Goodman, del Centro pro Derechos Constitucionales

La nueva Ley de Comisiones Militares: “Es un momento peligroso para todos”.

Hace poco hablamos con Bill Goodman, director jurídico del Centro pro Derechos Constitucionales (Center for Constitucional Rights, CCR), quien supervisa los casos que defienden los abogados del Centro. Entre esos casos están los de centenares de presos de Guantánamo. Los entrevistados en esta sección de Revolución expresan sus puntos de vista y no son responsables por los demás artículos de nuestro periódico.

* * * * *

Revolución: ¿Puedes hablar de la importancia de la Ley de Comisiones Militares que el Congreso acaba de aprobar? ¿Significa que el presidente por su cuenta puede quitarle los derechos jurídicos a una persona, meterla a la cárcel y negarle el derecho a lo que se reconoce como un juicio desde hace siglos?

Bill Goodman: Hay varios aspectos muy importantes de esta ley.

Por un pelo le permite al presidente declarar que una persona es “combatiente enemigo” por su cuenta. Esa determinación la hará un Tribunal de revisión de condición de combatiente (Combatant Status Review Tribunal, CSRT), que es una entidad sui generis [única] a Guantánamo, hasta la fecha.

El presidente también puede formar un tribunal parecido a un CSRT en cualquier parte del mundo, hasta en Estados Unidos, según mi interpretación de la ley, y este puede declarar que una persona es “combatiente enemigo”. Además de las personas que ya han declarado “combatientes enemigos”, la ley se aplica a las personas que “esperan una decisión” sobre si son “combatientes enemigos”. Esa es otra frase interesante.

Así que la ley casi le permite al presidente hacerlo por su cuenta, pero se requiere un mínimo proceso. Si un día nos obligan a aceptar esa ley —y espero que no porque creo que es inconstitucional—, ese proceso mínimo será lo único que nos queda.

Pero esta ley significa que, en un sentido amplio y por primera vez en siglos, la protección básica de los derechos democráticos —el núcleo de la libertad con respecto a la opresión y el núcleo de la democracia— se ha debilitado en gran medida, y se ha eliminado completamente en el caso de ciertas personas, o sea, el recurso de habeas corpus.

Por eso es un momento vergonzoso para el Congreso.

Desde un punto de vista práctico, significa que pueden declarar que cualquiera, en cualquier parte del mundo, es “combatiente enemigo”. Esto se aplica a los ciudadanos estadounidenses.

A los que no son ciudadanos, una vez que los declaren “combatientes enemigos”, los pueden detener indefinidamente sin trámite, sin juicio y sin audiencia, fuera de las audiencias arbitrarias ante los CSRT.

Es un momento peligroso para todos.

Revolución: La Ley de Comisiones Militares niega a los “combatientes enemigos extranjeros ilegales” el derecho de habeas corpus. ¿Puedes explicarnos a quiénes afectará, adónde se encamina esto y qué pasará con los derechos que todos dan por sentados si esto no cambia?

Bill Goodman: Primero, habeas corpus es un concepto antiguo. Es latín y se remonta a la Edad Media o antes. Quiere decir que nadie, ni siquiera el rey (en aquellos días) o el presidente (en la actualidad), puede encarcelar a una persona sin una buena razón. Cualquier juez tiene el poder de decirle al rey que “no puede encarcelar a esta persona si no puede demostrarme que tiene una buena razón para hacerlo, que tiene pruebas de que es culpable de algo. Y si no puede hacerlo, tiene que ponerla en libertad”.

Es un derecho fundamental.

Como dije la otra noche, sin ese derecho todos somos esclavos en un estado policial. Así de básico es.

Como acabo de decir, la autoridad de encarcelar sin derecho a ningún trámite se aplica a cualquier persona que no sea ciudadano de Estados Unidos y que ha sido declarada “combatiente enemigo” o que espera que la declaren “combatiente enemigo”. Ahora pueden meterla a la cárcel sin el derecho de apelar a un tribunal y en realidad sin ningún derecho en absoluto. Eso es lo que quiere decir la nueva ley.

Revolución: Y por el tiempo que quiera el gobierno.

Bill Goodman: Sí. ¡Indefinidamente! Muchos de mis clientes llevan cinco años en Guantánamo y podrían dejarlos ahí hasta que mueran. Y la mayoría son jóvenes.

Revolución: Tú y los demás abogados del CCR representan a los presos de Guantánamo. Hace poco dijiste que ahora la Casa Blanca podría declarar que tales abogados son “combatientes enemigos”. Una vez que le quitan los derechos a un grupo, ¿cómo se extiende la ley a otros grupos?

Bill Goodman: La definición de combatiente enemigo [en la Ley de Comisiones Militares] es increíblemente amplia y podría incorporar muchas clases de actividades legales. Un ejemplo es dar “apoyo” judicial. Otro ejemplo es “apoyar” por medio de protesta o agitación política.

Estas son actividades protegidas por la Primera Enmienda y otras partes de la Carta de Derechos [de la Constitución]. La terminología de la ley es tan amplia que se podría aplicar a cualquier persona que ayude, como a los abogados del Centro pro Derechos Constitucionales y centenares de abogados más que lo único que hacen es defender la Constitución.

Pero desde la perspectiva de un burócrata reaccionario de mentalidad cerrada e irreflexivo, o de un funcionario del gobierno que tiene mucho poder pero poca inteligencia, podría aplicarse a grandes partes de la población que actúa amparada por los derechos constitucionales.

Hasta la fecha no tiene muchas consecuencias para las personas como yo y los abogados con quienes trabajo, que somos ciudadanos estadounidenses. No le permite específicamente al gobierno suspender el derecho de habeas corpus en el caso de los ciudadanos. Pero sí permite que los declare “combatientes enemigos”.

Creo que es escalofriante, y nos preocupa mucho, que ahora el gobierno pueda declarar que cualquier persona, ciudadano o no, es “combatiente enemigo ilegal”. Quién sabe cuáles serán las consecuencias de esto en el futuro. Por eso es algo que nos preocupa.

Revolución: ¿Cuál es la conexión entre legalizar la tortura y despojar de los derechos básicos relacionados con encarcelamiento, juicio, pruebas y habeas corpus?

Bill Goodman: Hay una clara conexión histórica. Inicialmente, en la Edad Media, a un detenido lo torturaban automáticamente. Esto se remonta al imperio romano; es una práctica antigua y lamentable de la sociedad occidental. Así que el derecho a plantársele al rey, a decir que tiene que presentar al detenido y mostrar las pruebas en contra de él, y si no tiene que ponerlo en libertad… todo esto está vinculado al movimiento contra la tortura. Esa es la conexión.

El otro aspecto es que además de quitarles a los tribunales jurisdicción sobre las peticiones de habeas corpus, la nueva ley les quita jurisdicción sobre toda petición derivada de esa detención y de tortura. Los detenidos pierden todos los derechos.

Así que además de lo que ahora pueden hacerles a los detenidos, estos y sus familiares y las personas preocupadas por su bienestar no pueden hacer nada para protegerlos. Hay que confiar en la “buena voluntad” de… ¿adivinas quién?… George W. Bush y Dick Cheney. ¡Con esa “buena voluntad” y cincuenta centavos uno puede comprar una taza de café!

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Revolución #65, 15 de octubre de 2006

La limpieza nazi de las universidades estadounidenses: ¿Podría pasar aquí?

Reggie Dylan

Nuevas charlas de Bob Avakian
presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU
“Balance” Is The Wrong Criterion – And A Cover for a Witch-hunt – What We Need is the Search for the Truth: Education, Real Academic Freedom, Critical Thinking and Dissent (Lo del “equilibrio” es para despistar… y justifica la represión en las universidades. Lo que necesitamos es la búsqueda de la verdad: La educación y una auténtica libertad académica, pensamiento crítico y disentimiento)
Descarga los archivos de audio (en inglés) en bobavakian.net y revcom.us

Al comienzo del año académico este otoño, Robert Jensen, profesor de periodismo de la Universidad de Texas, comparó las palabras del presidente de Irán (quien quiere “purgar a los maestros liberales y laicos de las universidades iraníes”) con el ataque que se ha lanzado contra el profesorado en este país. En particular, mencionó que varios políticos pidieron la cabeza de Ward Churchill, profesor de la Universidad de Colorado, a raíz de un ensayo que escribió sobre el 11 de septiembre de 2001.1 ¿Podría pasar lo mismo aquí? ¿Podrían llevar a cabo una “limpieza” intelectual de las universidades estadounidenses? ¿Podrían callar a los profesores, despedirlos y llevarlos ante comités gubernamentales por enseñar que la evolución es un hecho, o por cuestionar la “versión oficial” de la historia de Estados Unidos y de su papel en el mundo “en tiempos de guerra”? Esto hace pensar en el macartismo, la vida intelectual bajo el gobierno fundamentalista iraní o la Alemania nazi… ¿pero podría pasar aquí?

Desde los años 80, están bajo ataque varios campos de estudio que surgieron en las universidades en los años 60 y 70, en oposición a la torcida historia oficial que se enseña en las universidades. Esa “guerra cultural” hoy es parte de la declaración de la cruzada clase de la clase dominante de Estados Unidos para ser una superpotencia indisputable e incuestionable.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, este ataque en las universidades se redobló. El vocero de Bush, Ari Fleischer, advirtió que “tengan cuidado con lo que dicen y escriben”. Poco después salió un informe incendiario del grupo derechista ACTA (American Council of Trustees and Alumni, que se encarga de vigilar las universidades) titulado “Defensa de la civilización. Las universidades le fallan a América y qué hacer al respecto”. El informe dice: “Las universidades y los profesores universitarios son el eslabón débil de la respuesta de América al ataque” del 11 de septiembre del 2001. “La historia nos enseña que cuando los intelectuales de una nación no quieren defender su civilización, cooperan con sus adversarios”. La palabra “cooperan” implica que esto es una forma de “traición”. ACTA es obra de Lynne Cheney (esposa del vicepresidente) y del senador Joseph Lieberman, y entre sus miembros están los gobernadores de Nueva York y Colorado. El informe contiene una lista de 40 profesores “antipatriotas”, entre ellos el presidente de la Universidad Wesleyan.2

David Horowitz ha sido el “ariete” del ataque a las universidades, al pensamiento crítico y al disentimiento. Horowitz es un reaccionario que tiene fuertes vínculos con Karl Rove y otros de la camarilla de Bush. Por medio del Centro del Estudio de la Cultura Popular, el portal frontpagemag.com y un chorro de publicaciones, controla una organización nacional. Un brazo importante de la organización de Horowitz son los grupos Estudiantes pro Libertad Académica y otros que organizan estudiantes derechistas a espiar y delatar a los profesores progresistas, de la misma manera que los camisas pardas de Hitler. El libro de Horowitz Unholy Alliance: Radical Islam and the American Left (Alianza nefasta: El islamismo radical y la izquierda estadounidense) le dio munición política a Campus Watch y al grupo pro israelí David Project, los cuales iniciaron ataques contra las facultades y los profesores de Estudios Mesorientales en Columbia y otras universidades en el 2004, diciendo que intimidan a los estudiantes, son parciales, antisemitas y callan a los que no están de acuerdo con su punto de vista.

El ataque a Ward Churchill

El ataque contra los profesores progresistas y radicales, contra el disentimiento y el pensamiento crítico se enfocó en Ward Churchill, director del programa de Estudios Étnicos de la Universidad de Colorado en Boulder. En febrero del 2005, un ensayo que escribió después del 11 de septiembre de 2001 sirvió de pretexto para retirarle una invitación a hablar en la universidad Hamilton College de Nueva York. Varios locutores derechistas y políticos republicanos iniciaron una campaña nacional para echarlo de la universidad. En respuesta, la dirección de la Universidad de Colorado se puso a investigar el ensayo para ver si justificaba despedirlo (¡o arrestarlo!) por sus opiniones políticas. Pero luego, en respuesta a los consejos públicos de Horowitz, se puso a investigar si ha cometido “faltas de ética profesional en su investigación”.

El mismo ataque con otro disfraz

Se estableció un comité de profesores para dar un velo de legitimidad al ataque. Al participar en una investigación ilegítima en esta atmósfera venenosa, el comité le causó mucho más daño al mundo académico que cualquier supuesta “falta de ética profesional” en las investigaciones de Churchill. Las conclusiones del comité, descritas como “una exageración grotesca” por un profesor de sociología de Boulder que las estudió,3 han sembrado confusión porque dan la impresión de que son un examen neutral de sus colegas. El presidente interino, Phil DiStefano, anunció que iba a despedir a Churchill.

Horowitz y ACTA ni siquiera esperaron el informe para iniciar la siguiente fase del ataque. En la primavera de 2006, Horowitz publicó el libro The Professors: The 101 Most Dangerous Academics in America (Los profesores: Los 101 académicos más peligrosos de Estados Unidos), que tildó de “terroristas, racistas y comunistas” a varios de los académicos e intelectuales más distinguidos del país. Acto seguido, ACTA publicó un informe titulado “¿Cuántos Ward Churchill habrá?”, y contestó: “Ward Churchill no es único, es muy común”. Dado que el informe de ACTA salió antes de las conclusiones del comité, no cabe duda de que se refiere a sus opiniones políticas.

Este implacable ataque busca purgar las universidades para que no sean lugares donde los estudiantes aprenden a pensar críticamente sobre los temas sociales más importantes sino centros de adoctrinamiento. Como dice una “Carta abierta de académicos preocupados”: “El caso de Churchill es… un ejemplo de una campaña bien organizada lanzada en nombre de la ‘libertad académica’ y del ‘equilibrio académico’, que en realidad quiere purgar de las universidades a los pensadores radicales y de oposición, y crear un clima de intimidación. La acusación de los derechistas de que las universidades son ‘dictaduras de la izquierda’ es absurda, pero es cierto que, lamentablemente, las universidades son uno de los pocos refugios del pensamiento crítico y el disentimiento que quedan. Eso es algo que se debe defender y fortalecer”.4

El cuento del “equilibrio”

Horowitz se ha inventado una “Carta de derechos académicos” para exigir “equilibrio” político de izquierda-derecha. Pero en realidad, la meta es azuzar una base social reaccionaria y crear las condiciones para llevar a cabo una purga de las universidades. El blanco de esta campaña son los académicos que han presentado una crítica radical del orden actual y de los mitos oficiales aplicando el pensamiento crítico.

De hecho, el “equilibrio” no tiene nada que ver con la búsqueda de la verdad. Sí, se necesita efervescencia ideológica y choque de ideas opuestas, pero con el fin de llegar a un conocimiento más profundo de la realidad… y no de lograr “equilibrio”. Querer que todas las ideas tengan “igualdad” sería imposible e incorrecto. ¿Enseñar en pie de igualdad astronomía y astrología? En una clase de biología, ¿ofrecer el diseño inteligente (una idea totalmente anticientífica) como si fuera igual a la evolución?

Como han señalado muchos académicos, decir que si uno tiene un punto de vista político es parcial e incapaz de pensar críticamente, niega la existencia de la verdad objetiva. En el caso de Horowitz, el “equilibrio” es una demanda de transición: la meta es callar a los que se oponen a restablecer los mitos oficiales sobre los orígenes del país, y negar la realidad del genocidio, la esclavitud, el robo de las tierras mexicanas, la conquista imperial y la dominación y el saqueo de grandes extensiones del planeta.

Poderosas fuerzas de la camarilla de Bush buscan eliminar la separación entre la iglesia y el estado y establecer una teocracia, y la campaña de “equilibrio” en vez de pensamiento crítico y búsqueda de la verdad concuerda muy bien con esa meta. En el número de agosto de 2006 de la revista Anthropology Today, el profesor Dean Saitta escribió que la versión de la “Carta de derechos académicos de Horowitz” que se ha propuesto en Florida “da a los estudiantes el derecho de entablar demandas contra los profesores que no ‘respetan’ sus creencias; por ejemplo, si enseñan la evolución darwiniana y excluyen la versión bíblica de la creación en una clase de ciencia”.5

Crece la oposición

La oposición a este ataque ha crecido mucho en los últimos meses, especialmente en cuanto a Ward Churchill. La “Carta abierta de académicos preocupados” titulada “Defender el disentimiento y el pensamiento crítico en las universidades” ha movilizado a académicos por todo el país a expresar oposición a la dirección de la Universidad de Colorado, en los periódicos y revistas profesionales y públicamente. Muchas cartas se encuentran en el portal www.defendcriticalthinking.org. El portal de otro grupo, Maestros por una Sociedad Democrática (www.teachersfordemocracy.org), integrado por profesores atacados en el libro de Horowitz, tiene una carta de oposición al despido de Churchill firmada por unos 500 catedráticos.

En muchos periódicos, portales y revistas, como Anthropology Today, han salido artículos de oposición al despido y a todo el ataque derechista en las universidades. En la Universidad de Colorado se ha formado un grupo que se opone al despido de Churchill y defiende la facultad de Estudios Étnicos. A finales de septiembre se celebró una Cumbre de emergencia en la Universidad de Kansas en Lawrence titulada “La última guerra contra los amerindios: La ‘guerra contra el terror’ ataca el pensamiento crítico: ¿quiénes serán el próximo blanco y cómo contraatacar?”. Los directores de varias universidades empiezan a oponerse a los esfuerzos de los gobiernos estatal y federal de imponer más control por medio del proceso de acreditación académica.

Todo esto demuestra que hay una base y una necesidad urgente de forjar una oposición más fuerte a este ataque a las universidades. La respuesta a la pregunta “¿Podría pasar lo mismo aquí?” es SÍ. Pero también se puede impedir y crear algo mucho, mucho mejor. Una parte importante es el debate político, ideológico y teórico sobre la importancia de oponerse a la dirección en que está encaminada esta sociedad y el papel de las universidades en ese proceso, y sobre la necesidad de defender (y profundizar) una orientación científica a la realidad. Esto tiene que confrontar los ataques de los reaccionarios de Horowitz y ACTA, y a los fascistas cristianos, que quieren imponer una concepción absolutista de la “verdad revelada de la Biblia”, con todos los horrores que significa para la humanidad.

1. Ver “Iranian President’s Attack on Academics Should Sound Familiar in the U.S.”, Robert Jensen, www.dissidentvoice.org, 11 de septiembre de 2006 [regresa]

2 Lynne Cheney-Joe Lieberman Group Puts Out a Blacklist”, Roberto J. González, San Jose Mercury News, 13 de diciembre de 2001 [regresa]

3 Ver Thomas Mayer, “The Report on Ward Churchill”, en www.defendcriticalthinking.org [regresa]

4 Leer la carta en www.defendcriticalthinking.org [regresa]

5 Dean Saitta, “Higher Education and the dangerous professor: Challenges for anthropology”, Anthropology Today, agosto de 2006 [regresa]

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Revolución #65, 15 de octubre de 2006

Lo más sórdido del asunto Foley

Las cartas electrónicas que mandó el congresista republicano Mark Foley son sórdidas, pero no tan sórdidas como la forma en que las han usado para silenciar el debate que urge sobre los terribles crímenes que Bush está imponiendo; ni tan sórdidas como la forma en que las han usado para fomentar histeria contra los gays. Y todo eso se ha hecho con la complicidad de los demócratas.

¿Qué es lo que no reclaman los demócratas y los medios? Bush, sin ninguna oposición sustancial de los demócratas, consiguió que el Congreso aprobara una ley que permite encarcelar sin juicio y sin el derecho de habeas corpus, reconocido desde hace 900 años (el derecho del arrestado a que le acusen de un crimen ante un juez). Consiguió absolución por las torturas que ya han cometidos los agentes de la CIA y otros en Guantánamo, Abu Ghraib y prisiones secretas del mundo, y autorización para cometer más. Los demócratas tampoco han planteado oposición que tenga fibra a los preparativos bélicos de Bush contra Irán.

Hay más: los pro “derecho a la vida”, ya contando con que el derecho al aborto está en la guillotina, debaten cuándo aventarse al siguiente paso en la esclavización de la mujer: prohibir el control de la natalidad. Y, tras la muerte de más de mil personas en Nueva Orleáns por el abandono oficial, no les han permitido regresar a la ciudad a los negros y los pobres, que permanecen varados y calumniados, regados por todo el país en condiciones terribles. Y, justo antes de levantar la sesión, el Congreso destinó fondos para la construcción de un muro en la frontera sur que causará más muertes horribles en el desierto ya que el capitalismo global seguirá obligando a la gente a buscar trabajo en el norte.

El asunto Foley ocurre en medio de lo que se ha llamado “señales de vida” por parte de los demócratas, como cuando Bill Clinton le dijo muy gallo a Fox TV que él hubiera mandado 20,000 soldados más a cazar a Bin Laden. O cuando Hillary Clinton reclamó que a Bush ya no le interesa ganar la guerra. Esto no concuerda con nuestros intereses y hace caso omiso de los profundos anhelos y deseos de millones de personas, y de los que esperan que los demócratas pongan fin a esta horripilante guerra.

Parece que demasiada gente se ha emocionado por todo eso. Sí, cierto, el escándalo de Foley y el capital político que saquen de él los demócratas puede permitirles ganar una que otra elección. Pero eso, ¿qué tiene de bueno? Ninguno está hablando de los terribles crímenes del gobierno de Bush. Además, al no oponerse a la actual ola de ataques a los gays, le echan leña a la atmósfera antigay de los intérpretes literales de la Biblia que, llevada a su extremo lógico, termina aprobando cosas como el linchamiento y asesinato de Matthew Sheppard. Los republicanos están aprovechando el escándalo de Foley para atizar ataques contra los gays.

Altos republicanos dicen que nadie denunció lo de Foley para que no los acusaran de ser “políticamente incorrectos”. CBS informó que “varios administradores republicanos de alto nivel que manejaron el asunto Foley también son gays. Su papel en esta controversia ha causado toda una tempestad entre los conservadores republicanos, que acusan que un grupo de administradores republicanos gays de alto nivel protegía a un congresista republicano gay”.

El National Gay and Lesbian Task Force (Grupo de Trabajo Nacional para Gays y Lesbianas) advirtió: “Los paralelos al macartismo dan escalofríos. Ahora son los gays, no los comunistas, los que ‘operan en los más altos niveles del gobierno’”.

Los que esperan una denuncia de estas tácticas antigay por parte de los demócratas, que esperen sentados. De hecho, una semana después de empezar todo este asunto, cuando ya era muy claro que estaba desencadenando una atmósfera macartista contra los gays, moveon.org, la organización de “las bases” del Partido Demócrata, envió una carta electrónica que decía: “El escándalo de Mark Foley ha cambiado el equilibrio en esta elección… Reynolds [un congresista republicano] tiene un problema: esta semana se reveló que supo de las cartas electrónicas escandalosas de Mark Foley, las encubrió y no hizo nada. A la gente de su distrito no le agrada nada que haya protegido su propio pellejo en vez de proteger a menores, y las encuestas indican que de golpe la campaña se ha emparejado”.

Aunque la carta electrónica de moveon.org no hace acusaciones antigay, ¿dónde está la oposición de principios a la atmósfera de ataques a los gays que ha desencadenado todo esto? La alegría de moveon.org por esta situación es patente.

La sórdida explotación del asunto Foley y la complicidad de parte de los demócratas comprueban vívidamente que los demócratas no representan los intereses del pueblo. También demuestran por qué necesitamos un movimiento para sacar corriendo al gobierno de Bush. Salvo eso, aunque triunfen los demócratas en las elecciones próximas, nada ganamos.

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Revolución #65, 15 de octubre de 2006

La “sentencia Katrina” – Tortura en las prisiones de Nueva Orleáns

Segunda parte: La pesadilla de la evacuación

Li Onesto

Esta serie se basa en un informe de 141 páginas publicado el 10 de agosto por el Proyecto Prisión de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU): “Abandonados y maltratados: Presos del condado Orleáns después del huracán Katrina”. El informe se basó en un cuestionario que contestaron 1,300 presos y en entrevistas a presos actuales o puestos en libertad. Contiene extensos testimonios y pruebas de maltrato inhumano y racista. La primera parte de esta serie, “Celdas con llaves e inundación”, describe que abandonaron a los presos, unos encerrados con candado, cuando el huracán tocó tierra y el agua empezaba a inundar la prisión, y que los sheriffs, al regresar, dispararon gas mace, táseres, cachiporras y escopetas contra los presos que solo trataban de sobrevivir. Esta parte relata la evacuación brutal e inhumana de miles de presos.

* * * * *

Tres lanchas y casi 7,000 personas. ¿Qué significó eso para los presos abandonados en la prisión del condado Orleáns? Que la evacuación de todos iba a durar tres días. Que tendrían que pararse en agua hasta el pecho diez horas, esperando el rescate. Y eso fue solo el comienzo de la pesadilla de evacuación.

Albert G. Couvillion, un preso entrevistado por ACLU, dijo: “Teníamos miedo y unos gritaban que no sabían nadar… El miércoles, nos escoltaron con las manos en la cabeza y encañonados con armas automáticas. Caminé por aguas negras que me llegaban al cuello, agua grasosa llena de basura, hasta llegar a las lanchas que nos esperaban a una cuadra y media de la prisión”.

Había 354 presos menores el día que el huracán Katrina tocó tierra. Los jóvenes también relataron historias horribles sobre la evacuación: que los ataron uno al otro con esposas plásticas y los jalaron con una soga hasta los botes. Un joven de 15 años dijo: “Me daba miedo porque no sé nadar y nos jalaron por la camisa y varias veces quedé sumergido en el agua. Tragué mucha agua”.

El agua era muy profunda y algunos presos eran chaparros y no tocaban fondo o estaban débiles para mantenerse parados.

Una señora dijo que cargó a una señora mayor en las espaldas desde su edificio a la cárcel central, donde estaban juntando a los presos para evacuarlos. Dijo: “Caminamos por agua de 1.35 y a veces 1.50 metros de profundidad. Yo cargaba en las espaldas a una señora de 65 años porque mide 1.42 metros, no sabe nadar y tiene problemas del corazón; los agentes le dijeron que si no aprendía rápido a nadar, tenían lista una bolsa de cadáveres con su nombre…”.

La carretera 10. Aquí dejaron a los presos, en el puente sobre la calle Board, en manos de guardias brutales y desalmados que los hicieron sentarse por horas y días, con las piernas cruzadas y espalda con espalda. No les permitían moverse para nada. Si se ponían de pie para hacer sus necesidades, los golpeaban. Un preso dijo: “Varias veces me rociaron con gas mace porque quería estirar las piernas doloridas y entumecidas, o porque necesitaba ir al baño”.

Un sheriff admitió: [Hubo] unos incidentes en que usamos gas pimienta que se han podido evitar… Cuando rociaron a los presos con gas pimienta, únicamente estaban pidiendo agua o comida. No buscaban pleito ni nada por el estilo. Pero si hacían ruido, los rociaban”.

Quantonio Williams le dijo a la ACLU: “Hicieron filas. El agua estaba llegando a las primeras filas. Cuando nos llevaron, nos dijeron que nos darían agua y comida. Vimos mucha comida y botellas de agua, pero no nos la dieron a nosotros. Los guardias se tomaban el agua… Mucha gente se desmayaba debido al sol. La única manera de no quemarse era mojar la camisa en el agua crecida. Estábamos sentados todo el día bajo el sol sin agua ni comida… arrinconaron a las personas desmayadas a un lado, al sol, y no las transportaron. Un señor empezó a gritar y a quejarse, y el agente roció a todos los que estaban cerca, a mí también. Tenía la espalda mojada con mace”.

Docenas de presos le dijeron a la ACLU que los agentes usaron táseres contra gente que solamente se estiraba o pedía ayuda. A un señor “que tenía que ir al baño lo mordió un perro policial, porque se puso de pie cuando nos habían ordenado quedarnos sentados en el pavimento caliente… El guardia no logró que el perro le soltara la pierna hasta unos cinco minutos después”. Otro preso dijo: “Los guardias desfilaron a un preso con alambres de táser pegados a la espalda. En ningún momento nos dieron agua o comida, y pasamos todo el día sentados directamente bajo el sol, a punta de fusil”.

Las presas, en particular, tenían que aguantar a guardias sádicos. Una presa recordó: “Nos hicieron orinar y defecar ahí donde estábamos sentadas y con la ropa puesta. Era inhumano, humillante y degradante. Unas teníamos la regla pero no teníamos toallas sanitarias. Nos quedamos con las que teníamos puestas por tres días. Algunas estábamos cubiertas de sangre menstrual. Los equipos de SID y SWAT nos llamaban ‘cocas’, ‘putas’, ‘perras’ y toda clase de insultos”.

Tres y tres docenas. Esa evacuación inhumana de la prisión del condado Orleáns duró tres días. Después de eso, pusieron en buses a los presos para llevarlos, al final, a más de tres docenas de prisiones estatales. El informe de la ACLU relata muchas historias de la brutalidad tras la evacuación, que arreció, porque al parecer los guardias singularizaron a los presos de Orleáns para darles un trato peor que el racismo y sadismo “normal”.

Un preso de 17 años, trasladado a la cárcel de seguridad máxima del condado Bossier, dijo: “Los guardias nos rociaron gas mace y nos decían cosas racistas. Solo estuve ahí unas dos semanas y me rociaron seis veces. Nos daban porciones pequeñas de comida, apenas lo suficiente para vivir”.

Timothy Ordon dijo que un sheriff lo golpeó y luego le susurró al oído: “Nigger mocoso, aquí no toleramos esas pendejadas de Nueva Orleáns”. El sheriff volvió a pegarle y lo arrastró por los pies a la celda.

Otro preso llevado a Bossier dijo que su fecha de libertad era el 9 de septiembre. Agregó: “Le dije a un guardia que mi fecha ya pasó y si podía hacer algo para salir de ahí. El guardia explotó y empezó a echarme palabrotas. Yo le contesté igual y entonces me echó gas pimienta por la ranura donde ponen la comida… Más tarde, regresó con un chingo de guardias y un tipo blanco, fornido y pelón que parecía estar al mando. Desde fuera de la celda le dijeron al preso que estaba conmigo que cuando la abrieran, tenía que salir. Pude ver que me estaban apuntando la luz roja del táser y supe que iban a entrar a golpearme. Me arrodillé con las manos en la cabeza para demostrarles que no iba a causar problemas. Entraron en la celda y el pelón me disparó el táser. Cuando dejó de dispararme, los demás guardias se me echaron encima y me pusieron grilletes en las manos y las piernas. Luego volvieron a golpearme. Todavía tenía los alambres del táser, uno en el pecho y otro en el estómago, y cuando el pelón les ordenó dejarme en paz, me pasó corriente de nuevo, diciéndome cosas como ‘Así te gusta, así te gusta’. Eso lo hizo tres veces: pasarme la corriente y luego dejarlos golpearme, y luego otra vez con la corriente. Perdí el conocimiento y desperté en una celda, a solas y sin ropa. La celda tenía el armazón de una cama, pero no había colchón. Solo el armazón, un excusado y papel higiénico. Me decían cosas como: ‘Ustedes los niggers de Nueva Orleáns creen que son muy gallitos’ y ‘Son todos animales. Te voy a mandar al bosque con los animales’. Llamaron a Nueva Orleáns ‘ciudad de hampones’. Soy amerindio, pero como tengo piel de color café, pensaban que soy negro”.

Un preso llevado al centro correccional del condado Quachita escribió: “A mí me han golpeado, escupido, disparado con táser y balines, rociado con gas mace y gas pimienta, varias veces el perro por poco me muerde, me han insultado, me llamaron nigger, mono, animal y otros insultos racistas. Me quitaron todos los privilegios y algunos derechos, me han puesto en cuartos de hule, me han desnudado y rociado con gas pimienta… Piensan que todos nosotros somos asesinos y nos dicen que como matamos con impunidad, pueden tratarnos como quieran y con impunidad. Que no le importamos a nadie, que todos vamos a morir aquí y nos van a enterrar allá atrás, donde sus padres enterraban a nuestros padres. Claro que están hablando de la esclavitud y si eso no es discriminación, entonces no sé cómo llamarlo”.

Tercera parte: “Justicia” de mazmorra y labor de esclavos

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Revolución #65, 15 de octubre de 2006

Confrontan a los Minutemen en la Universidad Columbia

Recibimos el siguiente informe de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria de Nueva York:

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El 4 de octubre, Jim Gilchrist, cofundador y vocero de los Minutemen, y otros dos representantes del grupo iban a hablar en la Universidad de Columbia.

Fuera del edificio se reunieron unas 300 personas a protestar; adentro, la mayoría también estaba en desacuerdo con los Minutemen.

Poco después de empezar a hablar Gilchrist, un montón de estudiantes se subió al escenario... Luego, los republicanos los confrontaron y el equipo de seguridad desocupó el auditorio.

El presidente de la universidad escribió una carta de disculpas a los Minutemen, y los periódicos Daily News y New York Post han escrito críticas vitriólicas.

Esta protesta fue muy positiva y necesaria. Los Minutemen son una organización paramilitar racista bien armada que no se debe tolerar en ninguna parte. Gilchrist no es apenas un tipo que va a presentar un punto de vista: es el jefe de una fuerza fascista paramilitar responsable de la muerte de inmigrantes, puede que todavía no directamente, pero sí al empujarlos a cruzar la frontera en zonas remotas del desierto. Los Minutemen reciben apoyo implícito y explícito del gobierno de Bush. Dondequiera que vayan, hay que repudiarlos y demostrar que son una bola de fascistas y una parte importante del programa reaccionario de Bush.

Los que se subieron al escenario han escrito una declaración anónima que defiende su protesta. En Columbia, una de las universidades más influyentes del país, se habla del incidente por todas partes. La mayoría dice que fue algo positivo y justo, y que es una vergüenza que hayan invitado a Gilchrist a la universidad.

Al día siguiente, los Minutemen organizaron una manifestación frente al consulado mexicano, donde de nuevo encontraron una fuerte oposición.

Hay que tomar medidas inmediatas: medidas que tengan un efecto concreto, medidas que hubieran sido apropiadas durante el ascenso de Hitler y que respondan en serio a las necesidades de hoy: ¡un movimiento político realmente masivo para sacar al gobierno de Bush y parar esto en seco!

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De “Pongamos las cosas en claro”: Las mentiras del sistema

Si dices que el comunismo es una bonita idea pero que no funciona…

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