Anulan dos acusaciones graves contra la abogada Lynne Stewart

Obrero Revolucionario #1210, 17 de agosto, 2003, posted at rwor.org

El 22 de julio, la ofensiva del gobierno federal contra la abogada Lynne Stewart sufrió un importante revés. El juez John Koeltl anuló las dos acusaciones más graves contra ella: conspiración para dar ayuda material a una organización terrorista y dar ayuda material a una organización terrorista. La máxima pena para cada acusación es 20 años de cárcel.

El secretario de Justicia, John Ashcroft, anunció personalmente la acusación contra Stewart, en una rueda de prensa en Nueva York en abril de 2002. Acusó también a tres hombres árabes: Mohammed Yousry, Ahmed Abdel Sattar y Yassir Al-Sirri. Stewart es la abogada de Omar Abdel Rahman, el clérigo islámico sentenciado a cadena perpetua por supuestos complots para atacar varios lugares conocidos de Nueva York, entre ellos el World Trade Center en 1993.

El gobierno acusó a Stewart a raíz de conversaciones que tuvo (como abogada) con Rahman (su cliente): conversaciones supuestamente amparadas por la Constitución. Dijo que Stewart, Yousry (el intérprete), Sattar (el ayudante legal) y Al-Sirri (quien vive en Londres) violaron las "medidas administrativas especiales" impuestas para restringir el contacto de Rahman con el resto del mundo y que facilitaron las comunicaciones de Rahman con su organización, el Grupo Islámico. Stewart supuestamente habló en voz alta para distraer a los guardias de modo que Yousry y Rahman hablaran entre sí en árabe. Eso constituía "ayuda material" a terroristas.

Después de la rueda de prensa, Ashcroft habló sobre las acusaciones contra Stewart en el programa de televisión "David Letterman". Evidentemente el gobierno quería asustar a otros abogados que pensaran representar a gente acusada de terrorismo o de otros delitos políticos.

Un ataque peligroso contra los abogados

Ashcroft acusó a Stewart de cuatro delitos: conspiración para dar ayuda material a una organización terrorista, dar ayuda material a una organización terrorista, conspiración para defraudar al gobierno y declarar con falsedad. Con tales acusaciones, puso en riesgo el derecho de todo individuo a un abogado y una defensa adecuada en la "guerra contra el terrorismo". Condenar a Stewart por cualquiera de esas acusaciones sentará un precedente peligrosísimo y socavará el derecho de todo abogado a hablar con su cliente sin espionaje o intromisiones oficiales.

El ataque a Lynne Stewart ocurre en el contexto de cambios fundamentales en el sistema judicial de Estados Unidos. Están echando por la borda principios constitucionales que antes consideraban fundamentales, como el proceso legal establecido, la causa probable, el derecho a un abogado y la independencia de los tribunales. Han levantado los límites impuestos al espionaje político en los años 60 y 70. El arresto sin acusación, el espionaje sin sospecha de delito y la burla de leyes por parte de la fiscalía son comunes y corrientes hoy. (Esos cambios se exploran en "¡Cuidado! La Ley Patriota y otras medidas peligrosas" en el OR No. 1206, o en la página web rwor.org/nadabueno).

Las acusaciones contra Stewart se basan en grabaciones secretas de conversaciones que ella tuvo con Rahman en el año 2000. Sin embargo, el gobierno no la acusó sino hasta dos años después , tras el 11 de septiembre y la aprobación de la represiva Ley Patriota.

El juez Koeltl dijo que la ley "antiterrorista" no se puede usar contra un abogado por hacer su trabajo. Agregó: "El gobierno no aclaró cómo un abogado, que actúa como agente del cliente [acusado de dirigir a un grupo terrorista], evitará ser acusado por ser un `semiempleado'".

Stewart nos habló de la ley antiterrorista de 1996, la base judicial de las acusaciones contra ella. Dijo: "Si aplican la ley como lo hicieron en mi caso, podrán acusar a casi cualquier abogado que representa a un militante o dirigente de alguna organización terrorista, simplemente por ser el abogado... Ashcroft ha acusado a muchísima gente con esa ley. Creo que la usaron contra los 5 de Lackawanna y también en Tampa contra Sami Al-Arian. La están usando contra los que le escriben un cheque a Hezbollah o envían cobijas a los niños en Irak... `Dar ayuda material a un terrorista extranjero': ¿Qué significa eso? Cuando el juez se puso a analizar los fundamentos de dicha ley y lo que en realidad hice, decidió que la ley era tan imprecisa que no había manera de saber qué actividades eran ilegales. Es imposible saberlo simplemente leyéndola. Por eso, dictaminó que era una cuestión... de libertad de expresión, en el sentido de que lo que hice fue hablar".

Michael Tigar, el abogado de Stewart, dijo después en el programa radial "Democracy Now!": "Lo importante es que la defensa de Lynne Stewart siempre ha sido una defensa del derecho a defender, el derecho a un abogado. Y por supuesto, si apoyamos a abogados valientes como Lynne Stewart, ayudamos a la gente.... Desde un principio, el gobierno tenía el propósito de sofocar el ejercicio vigoroso de la abogacía. Entonces, mi esperanza es que más abogados se animen a entrar a la lucha".

Apoyo generalizado

La decisión de anular las dos acusaciones es contraria a la tendencia reciente en los casos de "terrorismo". Claramente, el fuerte apoyo a Lynne Stewart tuvo mucha influencia. La acusación oficial suscitó gran preocupación y muchísimo coraje, y mucha gente alzó la voz contra esta injusticia. Stewart habló en conferencias, reuniones y programas por todo el país. La Asociación Nacional de Abogados de Defensa Penal y el Gremio Nacional de Abogados presentaron memorandos a favor de Stewart.

Lynne nos dijo: "Estoy convencida de que no estaría en la situación de hoy si no fuera por el apoyo fenomenal --apoyo generalizado-- que recibí. En todas las ciudades acudió gente --a una iglesia de Milwaukee, a facultades de derecho de Tucson y Phoenix, en Berkeley-- a oír sobre el caso.

"Creo que ese apoyo no pasó desapercibido. Cuando el juzgado se llenó de simpatizantes, sin duda el clima cambió... cuando los simpatizantes colmaban los asientos del juzgado y los pasillos de la corte queriendo entrar. Seguro que el juez vio eso. Generalmente los jueces no toman en cuenta al público; básicamente el juzgado es del gobierno. Esta vez tuvo que darse cuenta del público y del apoyo. En verdad, considero que fue una victoria para todo el movimiento, porque todos trabajamos para lograr esa meta".

La lucha sigue

La anulación de las dos acusaciones más graves contra Stewart es una victoria importante para el pueblo, pero queda mucho trecho para ganar por completo. El fiscal del Departamento de Justicia ha dicho que posiblemente apelará. Las otras acusaciones también se basan en la intervención secreta de conversaciones y llamadas de teléfono de Stewart con su cliente. Si la declaran culpable, podría recibir una pena de 10 años de cárcel, además de perder su licencia de ejercer abogacía.

Ya ha habido varios fallos perturbadores. El juez aprobó que la fiscalía investigara a "personas asociadas con la defensa" y al personal del tribunal. A raíz de dicha investigación, pueden negarle al equipo de defensa documentos secretos, incluso si son parte de la "evidencia" contra Stewart.

Asimismo, el juez negó una petición de la defensa de que se enjuiciara por separado a los cuatro acusados. Stewart dijo que esa decisión "permite que el gobierno presente juntas las pruebas más fuertes, aunque sean completamente ajenas a mi caso". (Se puede leer más información y documentos legales en www.lynnestewart.org).

Por décadas, Stewart ha defendido a sus clientes con vigor, principios y pericia. Representó a los presos políticos David Gilbert y Richard Williams, de los 7 de Ohio, atacados a raíz de acciones armadas contra el gobierno. A fines de los años 80, sacó de la cárcel a Larry Davis, quien se defendió de una pandilla de policías narcotraficantes que lo atacaron y por poco lo matan. Además, defendió a los árabes acusados del bombazo del World Trade Center en 1993.

Los abogados que tienen la valentía de defender a quienes el gobierno acosa son sumamente valiosos en la lucha por la justicia y hay que defenderlos.

(La entrevista "Lynne Stewart: Abogada bajo ataque" tiene más información; la primera parte salió en el OR No. 1162 y la segunda parte en el OR No. 1165. También está en rwor.org).


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