La GRAN MENTIRA acerca de Ruth Bader Ginsburg y la llamada "sombra de Roe v Wade"

Sunsara Taylor | 7 de abril de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Durante la última semana, la Suprema Corte veía los argumentos sobre dos casos relativos al matrimonio entre personas del mismo género. Permítame decir sin pelos en la lengua que el hecho de que siquiera estén deliberando sobre los derechos fundamentales de las personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros) es en sí una denuncia contundente del sistema bajo el cual vivimos. No existe ninguna razón legítima en absoluto para denegar la plena igualdad social y jurídica para las personas LGBT.

Pero lo que quisiera comentar aquí es la forma en que muchas personas, de ambas posiciones sobre este tema, han citado a Ruth Bader Ginsburg y su afirmación de que "tomó medidas muy extremas con demasiada rapidez" el fallo de la Suprema Corte Roe v Wade de 1973 que despenalizó el aborto.

En muchos círculos, y de manera equivocada, se considera que Ruth Bader Ginsburg es un paladín de los derechos al aborto. Un importante y reciente artículo del New York Times, "Shadow of Roe v Wade Looms Over Ruling on Gay Marriage" [La sombra de Roe v Wade se asoma sobre el fallo en el caso del matrimonio de gays], la cita: "No se trata de que fuera malo el fallo [Roe v Wade que despenalizó el aborto en 1973], sino de que tomó medidas muy extremas con demasiada rapidez". El New York Times agrega:

En la versión de la Magistrado Ginsburg, divulgada en comentarios públicos y artículos de revistas de derecho, el amplio fallo en el caso del aborto congeló la actividad en las legislaturas estatales, generó una venenosa polarización y perjudicó la autoridad de la corte…

"El fallo de la Suprema Corte fue un punto de movilización idóneo para los individuos que no estaban de acuerdo con la noción de que eso debería ser una decisión de la mujer", agregó ella. "En lugar de luchar en las trincheras legislatura por legislatura, ellos podrían atacar este fallo hecho por unos magistrados no electos".

Ruth Bader Ginsburg se equivoca por completo cuando afirma que Roe v Wade "tomó medidas muy extremas con demasiada rapidez". Además, cuando ella dice eso, no actúa como "un paladín de los derechos de la mujer" sino como un leal sirviente de un sistema que tiene entretejida en sus cimientos la supremacía masculina.

Durante los 40 años desde el fallo Roe v Wade, iba en aumento un enorme embate contra el derecho de la mujer al aborto. Por todo el país, las legislaturas estatales han aprobado cientos de restricciones, que requieren el consentimiento de los padres, dictan plazos de espera, obligan a las mujeres a someterse a ultrasonidos innecesarios e invasivos, requieren que los médicos le MIENTAN a sus pacientes sobre los "peligros" del aborto sin fundamento científico, restringen los viajes a otros estados para hacerse un aborto, cierran las clínicas que no cumplen con las restricciones de construcción prediales sin justificación médica e innumerables cosas más. Se ha documentado miles de incidentes del uso de la violencia contra las clínicas del aborto y su personal, como los bombardeos y el asesinato de ocho proveedores del aborto. Hoy el 97% de los condados rurales de Estados Unidos no tienen un proveedor de abortos, varios estados tienen solamente una clínica del aborto y ¡Arkansas y Dakota del Norte acaban de aprobar leyes sobre el latido del corazón del feto que prohíben el aborto después de 12 o hasta 6 semanas de embarazo!

Esta contra-reacción no se debe a que Roe v Wade "tomó medidas muy extremas con demasiada rapidez", sino porque ¡los movimientos de los años 1960 y 1970, incluida la lucha que ganó el derecho al aborto, no fueron suficientemente lejos! No se hizo una auténtica revolución, no fue derrocado este sistema y no se levantó una nueva sociedad revolucionaria en su lugar.

Como tal, los fascistas cristianos que tomaron la delantera en los ataques contra el aborto no representaban un mero "movimiento de base" marginal. Contaban con la activa bienvenida y ascenso a los corredores del poder de parte de fuerzas muy poderosas en la clase dominante estadounidense. Eso se debe a que la supremacía masculina es una piedra angular de esta sociedad y porque la clase dominante consideraba la reafirmación de los valores tradicionales del patriarcado como una parte esencial de componer el reaccionario tejido social de esta sociedad que resultó muy raído en los años 1960 y que seguía desgastándose en las guerras, trastornos económicos y cambios demográficos dramáticos desde entonces.

En cada momento, aquellos del "ala liberal" de la clase dominante se han conciliado con esta fuerza arrolladora fascista cristiana, tales como Bill e Hillary Clinton, Barack Obama y Ruth Bader Ginsburg. Estos personajes "liberales" de la clase dominante no siempre se ponen de acuerdo sobre el alcance y la severidad de los ataques fascistas cristianos, pero comparten los intereses subyacentes de este sistema y temen la clase de trastorno e inestabilidad para su sistema que resultaría si se le opusieran en serio a esto.

Precisamente en términos de esos intereses de la clase dominante, de conservar la estabilidad de este sistema, y no los intereses del derecho de la mujer de decidir por su cuenta cuándo y si tener hijos, Ginsburg considera que Roe v Wade "tomó medidas muy extremas con demasiada rapidez".

Aquellos NO son nuestros intereses.

Para aquellos que han visto en Ginsburg un paladín de los derechos al aborto y para aquellos que se han dejado influenciar por el argumento de que Roe v Wade "tomó medidas muy extremas con demasiada rapidez": Dejen de hacerlo.

Dejen de reducir su visión de lo que es posible y hasta deseable a las mezquinas cosas que estos personajes "liberales" de la clase dominante estén dispuestos a promover. Dejen de alimentar con sus esperanzas y mejores aspiraciones el mortífero y pulverizador callejón sin salida del politiqueo burgués y parálisis ante el embate fascista.

Al contrario, únase a StopPatriarchy.org [Fin al Patriarcado] para forjar una masiva e implacable resistencia política al embate fascista sobre el derecho al aborto y al control de la natalidad. Empiece a adentrarse profundamente en la verdadera revolución tal como Bob Avakian la ha desarrollado desde los años 1960 (lea "La revolución que necesitamos... La dirección que tenemos, Un mensaje, y un llamamiento, del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos", Revolución #170, 19 de julio de 2009), para que en esta ocasión, podamos llevar las cosas hasta el final.

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