Informe del Proyecto de Verano del Club Revolución en Los Ángeles

En un vecindario golpeado por una masiva redada policial

4 de agosto de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Del Club Revolución, Los Ángeles

El Verano del Club Revolución es un proyecto en Los Ángeles que reúne a los jóvenes de ideas revolucionarios de toda la región para pasar el verano conviviendo y trabajando en grupo, juntos con revolucionarios más experimentados, para hacer grandes avances en construir el movimiento para la revolución, en particular en las zonas oprimidas y entre los jóvenes. El primer día del proyecto, unos 1.300 agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles y del FBI se desplegaron como un ejército invasor al sur centro de la ciudad para llevar a cabo una masiva redada, irrumpiendo en las casas, encañonando rifles de alto calibre a las caras de los residentes, obligando que mujeres de la tercera edad salieran a la calle en su ropa de dormir, y arrestando a hombres negros jóvenes y mayores. Arrestaron a al menos 50 personas, devastando una comunidad entera, cuyos padres e hijos, queridos amigos y amantes, les fueron arrebatados en un instante.

Fuimos a uno de los vecindarios donde la redada ocurrió, con la orientación expresada en el reciente editorial de revcom.us: "No podemos construir un movimiento revolucionario al margen de lo que sucede en la sociedad, pues eso de plano no servirá. Se construyen las revoluciones yendo al centro de las más intensas contradicciones de la sociedad, liderando a la gente a ponerse de pie y a luchar políticamente en contra de todo eso… ubicando esa resistencia en el contexto de una manera y una estrategia para cambiar el mundo entero por medio de la revolución… y dirigiendo a las personas a cambiarse a sí mismas a la vez que cambian el mundo." ("Verano 2014: Haciendo avances...hacia la revolución")

Bajo este sistema de capitalismo, se obliga a tanta gente en esta sociedad y a una parte muy grande de la humanidad a soportar grandes penurias y sufrimiento, explotación, injusticia y brutalidad, mientras que las guerras y la constante destrucción del medio ambiente amenazan el futuro de la humanidad. Esta breve declaración esboza la estrategia para la revolución — el primer paso necesario para poner fin a este horror.
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Un hombre, cuyo amigo fue arrestado en la redada, nos contó la historia de cómo a él se le destrozó la vida con un arresto arbitrario hace solo unos años. Describió con amargura que los policías lo pararon frente a la casa de un amigo, le ordenaron ponerse en el suelo, y cuando no cumplió con esa orden, lo golpearon al suelo y lo arrestaron. Mientras estaba con las esposas puestas, los policías le decían continuamente que "deja de oponer resistencia." Lo acusaron de seis delitos graves y él no pudo creerlo cuando el juez no retiró los cargos de una vez. Contrató a un abogado y aún así tuvo que declararse culpable de uno de los cargos, porque el abogado le dijo: si vayas ante un jurado, éste dará por sentado que eres culpable, pues eres un hombre negro del sur centro y la policía dice que hiciste todas esa cosas. A raíz de todo eso, perdió su trabajo y a su familia, y tras pasar un par de meses en la cárcel, ahora está todavía en libertad condicional. Repitió esa historia una y otra vez durante la conversación, y sus amigos asintieron con la cabeza y agregaron más detalles. Pero eso no es todo. El mismo policía iba por la calle el otro día y le llamó para que se acercara, para hacerle la misma pregunta que siempre hacen para joder a las personas: "¿Estás en libertad condicional?" A la cual él contestó amargamente: "Usted sabe que estoy en libertad condicional, pues usted me puso en esa situación." El policía amenazó con arrestarlo de nuevo.

Al relatar esta historia, el hombre también comentó que no hay nada que podemos hacer en respuesta a lo que les están haciendo. Dijo que negarse a ponerse en el suelo fue un intento de no aceptar así no más lo que la policía hacía, pero fíjense lo que pasó en consecuencia. Dijo que cuando fue a la cárcel y les dijo a los demás lo que había pasado, le preguntaron: ¿valía la pena? Y el hecho de que el mismísimo policía le recuerda siempre que puede mandarlo de vuelta a la cárcel en cualquier momento es solo otra ilustración de que no hay otra opción, que hay que aceptar todo eso. Su amigo al lado dijo muy emocionado: "Queremos decir: 'Somos humanos. Tenemos derechos', pero ni siquiera podemos hacer eso."

Esos dos eran parte de un grupo mayor de hombres negros de varias edades con quienes conversamos profundamente acerca de las experiencias de su vida y la revolución. Fue una conversación muy amplia y con mucha lucha, inclusive en torno a la política de identidad y la opresión de la mujer, y en particular con relación a la necesidad y posibilidad de la revolución y entrarle a BA. Gran parte de la lucha giró en torno a la posibilidad o no de luchar políticamente contra lo que está pasando a las personas y si es posible en realidad la revolución que se necesita. Fue un intercambio en que todos tuvieron un impacto importante en los demás.

Un miembro del Verano del Club Revolución resumió: "Estas personas viven en medio de la opresión contra la cual estamos luchando. Se dan cuenta de que el sistema es ineficaz, pero sienten que no tienen una voz. Un hombre con quien hablamos recurría a la misma respuesta a pesar de los muchos puntos le planteamos: 'Hemos estado luchando... es imposible... no hay nada que podemos hacer.' No es de sorprenderse que vean la situación de esa manera. Todos ellos están buscando la justicia en un sistema que, como dijo un joven con quien hablamos, 'usa la justicia para encubrir la brutalidad.' Por eso es urgente diseminar las obras de BA: para demostrarles a las personas que el verdadero problema es el sistema en su conjunto, y que la verdadera solución es la revolución."

Desde ese día, hemos regresado varias veces a ese vecindario, el más afectado por las redadas, al mismo tiempo que hemos ido de puerta en puerta en otro vecindario centrándonos en BA en Todas Partes; además nos unimos a una discusión de Libros Revolución sobre Habla BA: ¡Revolución—Nada menos!  y nos sumamos a una manifestación de la Red Parar la Encarcelación en Masa delante del centro de detención federal para oponer resistencia a las detenciones inhumanas, la criminalización y las amenazas de deportación contra los miles de niños centroamericanos agarrados en Texas.

Decidimos hacer una protesta en la esquina, el sábado por la tarde, aunque no nos era claro si alguna de las personas con quienes habíamos hablado estaría convencido de que valiera la pena asistir. Una mujer con quien habíamos hablado, cuya casa fue un blanco de la redada, nos dijo que tenía demasiada rabia como para ir. Tratamos de investigar qué quería decir con eso y le dijimos que el punto no era que la gente debía calmarse, porque su rabia es justa. Ella respondió que no les importa un carajo a los de arriba lo que hacemos, y le dijimos que no estamos tratando de convencerles a que nos escuchen; estamos denunciando que todo sus sistema es ilegítimo, como parte de transformar el modo de pensar de las personas, construir una resistencia y hacer que todo eso sea parte de movilizar un movimiento para la revolución con el fin de eliminar este sistema y hacer nacer todo un mundo nuevo. Ella dijo que no podía participar, pues su dolor estaba todavía demasiado a flor de piel.

Nadie que habíamos conocido previamente fue a participar, pero el hecho de que estuvimos en la cruce con letreros que demandaban un fin a las redadas, la consigna "No aceptaremos la esclavitud en ninguna forma" y las páginas centrales del periódico Revolución, atrajo a las personas de maneras muy importantes. Una mujer, a quien unos minutos antes la policía la paró y casi la arrestó por tomar una cerveza al aire libre, se echó a llorar al hablar de la manera en que la policía trata a las personas ahí. La mayoría de las personas que iban en carro solo miraron o checaron la escena, pero varias personas tocaron la bocina en apoyo y algunas tuvieron respuestas claramente emocionales; un carro en que iban varios jóvenes negros cruzó unos carriles para parar y conectarse con nosotros, y en otro un hombre sacó la cara por la ventana para gritar: "¡Estoy con ustedes!" Una mujer mayor se nos acercó para pedir materiales y saber cómo participar. Ella sugirió que se escribiera una petición para circular por el vecindario, y después presentarla cuando los hombres arrestados vieran al juez.

Pensamos que la sugerencia de la mujer es importante, y en general estamos realizando trabajo para organizar para la revolución a las personas que estamos conociendo, discutiendo con ellos la estrategia para la revolución y capacitándolas para ver cómo pueden actuar de una manera que tenga un impacto en la sociedad ahora, como parte de luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución. Las formas concretas en que estamos trabajando en eso y trabajando para dar participación a las masas incluyen: construir para el Mes de Resistencia en octubre contra la encarcelación en masa, popularizando las Patrullas Barriales del Pueblo, distribuyendo los silbatos como una forma de resistencia organizada de masas a la brutalidad policial, introduciendo las personas a las obras de BA y discutiendo la campaña de recaudar fondos para BA en Todas Partes, lo que incluye construir para el picnic del 4 de julio, y vender y popularizar el periódico Revolución y revcom.us.

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