Un sistema ilegítimo — y la revolución que hace falta

Cuestiones candentes

8 de diciembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En un sentido horrible, no tienen nada de nuevo los asesinatos por parte de la policía de este verano a Eric Garner y Michael Brown, junto con asesinato tras asesinato tras asesinato de otros hombres y jóvenes negros y latinos sin arma durante estos últimos meses, y luego la exoneración de los asesinos. Estos monstruos han venido haciendo esto durante años, y desde hace años el sistema los ha dejado salir con impunidad, ya sea sin un juicio, o simplemente con una farsa de juicio, o, en casos muy pero muy poco comunes, con un tirón de orejas.

Pero en esta ocasión las cosas cambiaron. La gente de Ferguson, o sea la gente común en las calles, rechazó seguir las reglas de la "protesta como de costumbre" y obligó al mundo a despertar de una vez, carajo. Se convirtió en algo intolerable lo que había sido un ultraje que los oprimidos se habían visto obligados a aprender a aceptar, por amargo que fuera, y lo que otras personas habían aprendido a ignorar o ver con indiferencia.

Las acciones de los que se pusieron en pie, empezando en las duras calles de Ferguson, pero que se extendieron a todas las partes de Estados Unidos y de ahí al mundo, y a todos los ámbitos de la vida, han obligado a todos en Estados Unidos a reconocer la realidad de esta epidemia de brutalidad y asesinato policial, de la encarcelación en masa, de la criminalización de pueblos enteros. Más que eso: estas acciones han comenzado a obligar a la gente a reconocer lo que Bob Avakian ha llamado la “verdad simple y básica" de que, "Sin la esclavitud, Estados Unidos no existiría tal como lo conocemos hoy”, y que el legado de esa esclavitud ha continuado y se ha transformado en nuevas formas de supremacía blanca y sigue siendo un eje fundamental de esta sociedad.

Todo eso presenta cuestiones serias.

Primero: ¿qué legitimidad tiene un sistema que no sólo genera crimen tras crimen de parte de las autoridades, sino que exonera a los culpables? ¿Qué legitimidad tiene un sistema cuyas leyes y reglas han servido durante siglos para reprimir, condenar y matar a pueblos enteros? ¿Qué legitimidad tiene un sistema que no les ofrece ningún futuro a millones de jóvenes negros, latinos y amerindios y, además, los acorrala, encierra y mata? ¿Qué legitimidad tiene un sistema cuyas leyes y reglas han servido para explotar, saquear, violar y robar, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo, no sólo en algunos llamados "casos aislados", sino en contra de millones y decenas de millones y, sí, cientos de millones de personas? ¿Y qué legitimidad tiene un sistema que no sólo hace todo eso, sino a la vez sigue metiendo a toda velocidad a la humanidad a un desastre ecológico de pesadilla y el potencial suicidio planetario?

No tiene ninguna legitimidad en absoluto.

¿Qué es preciso hacerle a un sistema tan ilegítimo, tan ruin, tan carente de cualquier humanidad o justificación?

Tenemos que ser reales aquí. Durante años se ha probado reforma tras reforma tras reforma. Y el respectivo resultado no ha sido una "unión más perfecta", sino, yendo al grano, una maquinaria "más perfecta" de explotación, violencia y represión y embaucamiento de la gente.

No. No se puede desbrozar las malas hierbas, pero dejar las raíces intactas. Nos hace falta la revolución. Nos hace falta la revolución para deshacerse de este sistema entero, de raíz y rama. Nos hace falta la revolución para derrotar y desmantelar su maquinaria de violencia y opresión que utiliza para aterrorizar a la gente. Nos hace falta la revolución para reemplazarlo por un sistema económico y político nuevo que dirige a la gente a eliminar la explotación y la opresión y crear el mundo que en efecto ES posible, un mundo de cooperación y justicia auténtica en el que los seres humanos pueden florecer.

Eso NO implica que hoy no tengamos que luchar contra los de arriba. No podemos dejar que reduzcan a polvo a la gente. Y cuando las personas se levanten, eso abre mentes, tal como hemos presenciado en los últimos tres meses. De hecho, éste es el momento de INTENSIFICAR la lucha por la justicia. Pero tenemos que librar estas batallas a fin de GANAR, en ambos sentidos: para derrotar concretamente estos ataques y para hacerlo como parte de construir un movimiento para la revolución.

¿Es posible que una revolución supere en concreto estos horrores y sufrimientos centenarios?

¡Si! Como dijimos en otra parte: "Los condenados de la tierra han hecho la revolución y se han embarcado en el camino hacia el comunismo —primero en Rusia y luego en China— y al hacerla han alcanzado grandes hazañas antes de que las fuerzas del viejo orden las hicieran retroceder. La verdad es que no solo se ha hecho esto antes, sino que podemos volver a hacerlo — y hacerlo aun mejor. Se oculta esta verdad y se miente al respecto, pero nosotros tenemos los hechos y el análisis para respaldar esto — se ha sintetizado de manera científica una formidable experiencia histórica y está a la mano para aprender de ella y como base para avanzar”. Bob Avakian ha dirigido este trabajo de hacer un balance científico y ha desarrollado una nueva síntesis del comunismo. Esta nueva síntesis está concentrada en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto). Y esta Constitución muestra cómo podríamos avanzar a transformarlo todo, en unidad con la gente de todo el mundo.

Pero, ¿es posible tal revolución?

Una vez más, ¡sí! Hay una estrategia para esta revolución, sintetizada en “Sobre la estrategia para la revolución” de nuestro partido, que muestra cómo avanzar de donde nos encontramos hoy a un momento en el que sería posible emprender una lucha sin cuartel por el poder. El eje de esta estrategia se refleja en la consigna "Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución". Las batallas como aquellas de hoy juegan un papel en eso, elevando la conciencia de las personas acerca de la sociedad y contribuyendo al desarrollo de la organización necesaria para ganar, cuando los tiempos estén dados. También hay una doctrina que podría capacitar concretamente a las fuerzas revolucionarias para enfrentar y derrotar a las fuerzas de la represión cuando se desarrollen las cosas a esa etapa. Y hay un núcleo de dirección dispuesta y capaz de llevar todo este proceso hacia adelante: el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos y su líder Bob Avakian.

Si usted nunca ha oído hablar de esto, ¿no es éste el momento de entrarle a esto y ver de qué se trata? Y si usted es uno de aquellos que una vez anhelaba revolución pero luego, de un modo u otro, dio un paso atrás, pero ahora ha despertado de nuevo, ¿no le hace falta ver si hay respuestas a sus preguntas?

Los tiempos son tan serios, y tan prometedores, como para darse el lujo de no hacerlo.

¡¡FERGUSON ESTÁ EN TODAS PARTES!!

¡JUSTICIA PARA MICHAEL BROWN Y ERIC GARNER!

¡LUCHAR CONTRA EL PODER, Y TRANSFORMAR AL PUEBLO, PARA LA REVOLUCIÓN!

¡ORGANÍCENSE PARA UNA REVOLUCIÓN CONCRETA!

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