--> Forzando a Trump a cancelar su mitin en Chicago: Reflexiones sobre la crisis de legitimidad y la verdadera revolución

Forzando a Trump a cancelar su mitin en Chicago: Reflexiones sobre la crisis de legitimidad y la verdadera revolución

6 de abril de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Nota del editorial: La siguiente es la correspondencia de un partidario del PCR en la que reflexiona sobre la experiencia en Chicago. Cerca del final de estas reflexiones, el/la autor/a señala unos interrogantes que varias personas plantearon pero no dice cómo se los contestaron. Invitamos a nuestros lectores a escribirnos acerca de cómo ustedes han tratado o deberían tratar esos interrogantes con la gente.

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Protesters confront Trump supporters on the campus of the University of Illinois-Chicago, March 11. AP photo
Los manifestantes se enfrentan los partidarios de Trump en el campus de la Universidad de Illinois-Chicago, 11 de marzo. Foto: AP

La crisis que se concentra en la candidatura de Donald Trump alcanzó nuevas alturas con la potente y muy justificada interrupción del mitin de Trump programado para el 11 de marzo en Chicago. Miles de manifestantes, entre ellos muchos estudiantes de color, se enfrentaron al mitin fascista y esencialmente forzó a Trump a cancelarlo. Durante la semana siguiente, se propagaron resueltas protestas contra Trump... Utah, Arizona, la Ciudad de Nueva York. Al mismo tiempo, lo que ocurrió en Chicago y en otros lugares se intensificó la crisis de legitimidad entre los que rigen la sociedad — una crisis sobre CÓMO los representantes de la clase capitalista que rige Estados Unidos lleve a cabo su dominio.

El artículo de Revolución del 21 de marzo, “La gente ahuyenta a Trump de Chicago — La crisis se intensifica” que analiza la importancia estratégica de la cancelación cita un artículo en el New York Times: “Detrás de los enfrentamientos es un clima de frustración y susto que no se ha visto desde la década de 1960, o incluso desde la década de 1850 cuando, en palabras de Joanne Freeman, historiadora de Yale que ha estudiado la violencia en la política estadounidense, ‘cada lado estaba convencido de que el otro lado estaba a punto de destruir a Estados Unidos —o lo que creía que era la esencia fundamental de Estados Unidos— y ambos lados estaban totalmente enajenados el uno del otro’”. (“Donald Trump’s Heated Words Were Destined to Stir Violence, Opponents Say” [Las palabras acaloradas de Donald Trump se destinaban a promover la violencia, según sus opositores], 12 de marzo de 2016)

Esta crisis dentro de la clase dominante se refleja también en lo que se despliega en los enfrentamientos entre los partidarios de Trump y las personas a quienes les es un horror que Trump sea un candidato legítimo. En los días previos al mitin de Trump programado para la Universidad de Illinois, Chicago (UIC), la universidad estaba muy agitada. Es una universidad que se enorgullece de su diversidad. El reconocimiento de que Trump en realidad podría conseguir la nominación republicana, junto con los vídeos que se vieron en todas partes en que partidarios de Trump brutalmente atacaron a pequeños grupos de manifestantes, obligaron a los estudiantes y muchos otros a tomar acción.

Cuando una página de Facebook para estudiantes convocó una protesta contra el mitin, en cuestión de horas llegaron más de 1.600 confirmaciones de asistencia. Todo el mundo sabía que iba a ser una escena muy tensa e hizo planes para ir con unos amigos. El congresista de Illinois Luis Gutiérrez y otros políticos demócratas latinos que han criticado las políticas del gobierno en materia de inmigración llamaron a la gente a unirse con ellos en las calles para oponerse a Trump. Sin embargo, pidió el autocontrol y planeó una protesta en un área (un redil) al otro lado de la calle del pabellón en que el mitin iba a tener lugar. Gutiérrez pidió específicamente que la gente no protestara en el interior del pabellón porque sería demasiado peligroso.

Mientras tanto, cientos y cientos de estudiantes y otros se organizaron a sí mismos, consiguiendo entradas en internet para el mitin y llegando horas antes del comienzo del mitin para poder entrar y efectuar una protesta. Asimismo, activistas de la comunidad negra y luchadores contra el asesinato y brutalidad policial hicieron grandes esfuerzos para poder entrar y protestar.

Un previo artículo de Revolución observó que Trump

ha reunido a un sector del movimiento fascista en Estados Unidos de modo mucho más visible y agresivo. Organiza a aquellos que se sienten objeto de exclusión y “falta de respeto”, a los que les han enseñado que su piel blanca y la identidad estadounidense los hacen especiales, pero quienes ahora “no se sienten especiales”, y quienes les echan la culpa a los que les han enseñado a despreciar como “inferiores” en la sociedad…. Dirige a estas personas iracundas contra los inmigrantes, contra el pueblo negro, en una palabra, contra los más oprimidos; las dirige contra los “extranjeros” y “los diferentes” y en particular contra todos los musulmanes; y las dirige contra cualquiera que se niegue a aceptar los crímenes de este sistema o que siquiera se atreva a discrepar con Trump. (“Sobre el ascenso de Donald Trump... y la necesidad y posibilidad de una revolución concreta”, 9 de marzo de 2016)

Un estudiante que logró entrar en el pabellón describió lo siguiente: “Al principio, el presentador hizo este anuncio muy aterrador que me recordó la voz al comienzo de la película Los juegos del hambre: ‘Este evento es privado. Si ven a un manifestante, no lo toquen, sostengan en alto su pancarta del evento y digan, Trump, Trump, Trump para que los de la seguridad puedan identificar y sacarlos’”.

Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! Bob Avakian en vivo.
Una película de un discurso dado en 2012 en inglés.

Tres mujeres negras dijeron que en las horas antes del evento habían tropezado con cuatro partidarios blancos mayores de Trump que de inmediato las llamaron la palabra “N” y luego las amenazaron con saña: “Si vemos a ustedes después del evento, vamos a follarlas hasta que no puedan moverse. Les haré mi esclava”.

A muchos jóvenes los dejó atónitos lo despiadado de los partidarios de Trump, y le preguntaron a personas mayores, “¿Era así en los días de [el movimiento de] los derechos civiles?” Los jóvenes explicaron que habían visto imágenes de turbas blancas atacando a la gente, pero nunca habían experimentado personalmente nada tan feo y descarado como la manera en que los partidarios Trump los habían tratado.

Fuera del pabellón, miles de personas se congregaron en las calles cuando se acercaba la hora de inicio del mitin, rechazando el redil para manifestantes. Eran una mezcla diversa de personas, en su mayoría jóvenes y muy multinacional. Muchos eran estudiantes de la UIC, pero también estaban grupos de jóvenes de la escuela secundaria, universitarios de otras escuelas, personas de todo sector de la sociedad y de todas partes de la ciudad y los suburbios, y personas de Indiana y Michigan también. En general expresaron enojo e indignación por el programa racista, anti-inmigrante y anti-musulmán de Trump.

También participaron aglomeraciones de jóvenes mexicanos, algunos llevando enormes banderas mexicanas, gritando consignas en español llenas de palabrotas. (El 25 por ciento de los estudiantes de la UIC son latinos). Gritaron a voz en cuello “sin papeles y sin miedo”. Se unieron a la protesta jóvenes con camisetas con lemas como “Musulmanes contra Trump” y mujeres jóvenes con el hiyab puesto. Estaban grupos de estudiantes del sur de Asia, estudiantes negros, activistas de la comunidad, muchos estudiantes y jóvenes blancos con camisetas y botones para Bernie Sanders. También hubo gente mayor de todas las nacionalidades, entre ellos algunos que sólo hablaban español.

A la vista de todo esto, Trump canceló su mitin en Chicago, para la gran consternación de sus seguidores y para la gran sorpresa y júbilo de los manifestantes, que entraron en tropel al interior del pabellón. Un estudiante negro de la UIC describió su experiencia antes y durante ese momento: “Nos pusimos en la fila con 15 amigos, todos personas de color, para estar juntos por nuestra propia protección. Nos recogimos pancartas de Trump para escondernos en la multitud. Fuimos a la planta principal y vimos a una sola persona negra, una partidaria de Trump. Estábamos aterrorizados por las miradas que nos estaban echando. Nos pareció que estábamos en la minoría. Entonces llegó el anuncio de que Trump había cancelado y todas estas personas de raza blanca se arrancaron la camisa y tenían camisas por debajo que decían: “La gente blanca contra el racismo” y “Feel the Bern” [Apoyen a Bernie]. Nosotros los negros nos vinculamos de brazos y formamos un círculo y los manifestantes blancos formaron un círculo alrededor de nosotros. Los partidarios de Trump se veían muy, muy enojados. Era una de las cosas más hermosas que había visto nunca, porque los partidarios de Trump no habían podido hacer lo que querían y los blancos nos estaban protegiendo”.

Como señalamos en “Sobre el ascenso de Donald Trump... y la necesidad y posibilidad de una revolución concreta

Hay resistencia, y debe haber más, a esto, pero no en la forma de votar por un demócrata, pero sobre la base de las cosas que ya hemos visto cuando las personas vayan a los mítines de Trump y lo denuncian. Pero lo más importante que tenemos que entender es lo siguiente: el tumulto en la cima de la sociedad en este momento... la llegada de figuras políticas que pretenden cambiar la forma de gobernar a la población, quizá de maneras dramáticas y extremadamente desordenadas... las riñas intestinas entre los gobernantes sobre qué hacer al respecto... abre nuevas posibilidades, y nueva necesidad, para denunciar al sistema que engendró todo esto y para forjar un polo de atracción en torno a una fuerza organizada que representa una alternativa concreta: la verdadera esperanza revolucionaria sobre una sólida base científica. Todo esto en su conjunto es parte de un proceso que podría crear una oportunidad en que una fuerza que tenga como meta hacer una revolución, y que esté dispuesta y capaz de dirigir a la gente para hacerla, pueda dar grandes avances con el potencial de abrir la oportunidad de acometerlo todo. Es decir, dirigir a millones de personas a acometer la revolución, a toda máquina, con una posibilidad concreta de ganar.

Eso no es el único resultado posible, ni es necesariamente un camino que resultaría uno, dos, tres de la situación. Pero la revolución NO se hará en una situación fácil ya preparada; necesariamente implicará tumulto, trastorno y avance en medio de represión fuerte. Lo importante es analizar, comprender y trabajar en torno a esas posibilidades ahora.


Chicago, 11 de marzo. (Vídeo: revcom.us)

Los comunistas revolucionarios estaban en la escena y entre la multitud con una presencia notable. Este equipo informó, “Tuvimos dos enormes ampliaciones de la portada de Revolución # 428-429 (Mein Trumpf) y 80 pancartas de la misma portada tanto en inglés como en español que los manifestantes agarraron y sostuvieron de inmediato haciendo donativos por ellas mientras se congregaba la multitud. Sería quedarse corto decir que la imagen fue bien recibida. Con las camisetas de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! puestas encima de nuestros abrigos, hicimos agitación con un altavoz y repartimos cientos de ejemplares del periódico Revolución y aún más tarjetas de palma de BA: tarjetas de Lo BAsico, una con ‘La vida de los estadounidenses no es más importante que la de la gente de otros países’ y otra con ‘Internacionalismo — el mundo entero ante todo’. Otra tarjeta llevaba en una cara ‘Lo que nos hace falta es una revolución concreta, y si uno va en serio por una revolución concreta, tiene que entrar en serio en BA’, y la otra cara tiene la poderosa cita de BA sobre ‘el potencial de que algo de una hermosura inaudita surja de una incalificable fealdad’”.

El informe continuó, “Hicimos agitación de que Trump no es una aberración sino una concentración de lo que Estados Unidos representa, desde el genocidio y la esclavitud sobre que se construyó hasta los crímenes que comete hoy en día, y esa agitación obligó a algunas personas a detenerse en el acto. Cuando lo pusimos en claro que hablábamos de una verdadera revolución a diferencia de la “revolución de Bernie,” la gente se detuvo también. Encontramos muchos jóvenes recién despiertos a la vida política que nos escucharon en serio y que estaban receptivos a lo que presentábamos. Hubo una receptividad e interés debido a lo malo de las cosas. La mayoría de la gente nunca había oído hablar de Bob Avakian. Algunos opinaron que necesitamos una revolución y estuvieron muy entusiasmados al saber de este líder revolucionario del que nunca habían oído hablar. Algunos en la multitud sentían que algo enorme, feo y grave estaba pasando y que tal vez la revolución fuera la solución”.

En la UIC y los mítines de Sanders durante la semana siguiente, hubo mucha controversia sobre qué tipo de sistema genera a un representante como Trump y por qué los demócratas no son la solución. Tuvo lugar lucha, también, entre los revolucionarios para no simplemente unirse con el sentimiento anti-Trump muy generalizada en las universidades, sino que realmente presentar por qué una verdadera revolución es lo que se requiere, la nueva síntesis del comunismo, y la dirección que tenemos con BA, y por qué no tenemos que aceptar los términos y las opciones que terminan todos en preservar el capitalismo-imperialismo, y que es bien posible que surjan oportunidades importantes para forjar un futuro en el interés de la gran mayoría de la humanidad en todo el mundo a partir de este hervidero de contradicciones.

Qué interesante, en respuesta a la portada de Mein Trumpf de Revolución, más de una persona hizo referencia a la República de Weimar en Alemania. La República de Weimar fue el nombre informal del gobierno democrático burgués que gobernó Alemania después de la Primera Guerra Mundial. Hitler y los nazis abolieron y reemplazaron por la fuerza la República de Weimar cuando llegaron al poder en la década de 1930.

La discusión en un artículo de 2005 de BA, “Los fascistas y la destrucción de la “República de Weimar”... y qué la va a reemplazar”, es muy relevante para las necesidades y complejidades que ahora enfrentamos. En esta analogía histórica, la “República de Weimar” es similar al partido de la clase dominante, el Partido Demócrata, que tiene una fachada más “multicultural” con respecto a CÓMO gobernar en los intereses del capitalismo-imperialismo estadounidense.

BA señala que “Pero no por eso ignoremos nosotros lo grueso que está que los fascistas coloquen la ‘República de Weimar’ (los liberales de la clase dominante) en el campo del enemigo y hasta los tilden de traidores. ¿Para qué están preparando el terreno y qué augura?” (énfasis añadido)

Desde que BA escribió esto, hemos visto a los republicanos denunciar rutinariamente a Obama y negarse a considerarlo legítimo, ni siquiera reconociendo su autoridad para nombrar a un juez del Tribunal Supremo. BA sigue:

Es preciso reemplazar la “República de Weimar”. De hecho, la república burguesa (el gobierno del capitalismo e imperialismo a través de la estructura democrático-burguesa) es un sistema opresor, que se erige sobre una gran red y proceso de explotación y opresión que impone sufrimiento incalificable e innecesario a miles de millones de personas en el mundo entero y en la propia república. Es necesario reemplazarlo, pero no con otra versión más grotesca y sanguinaria del mismo sistema, sino con una sociedad radicalmente nueva y un tipo de estado radicalmente diferente, que abra el camino que lleve por fin a la abolición de toda forma de gobierno opresor y toda relación de dominación y explotación en el mundo entero.

Hay mucha historia de que aprender acerca de todo ese período. Y es importante saber que BA lo ha estudiado y le ha extraído lecciones de una manera que nadie más ha hecho. La gente tiene que explorar esto. Si usted está preocupado/a por la situación actual y lo que se está desarrollando, debe estudiar su obra. (Ver “La guerra civil que se perfila y la repolarización para la revolución en la época actual” y otras obras de BA en Bob Avakian, la visión, la obra y la dirección para una nueva etapa de la revolución comunista.)

Una vez más, existe un tremendo reto para dar dirección a la resistencia de masas frente a los ataques contra los derechos democráticos básicos por parte de los fascistas como Trump (y Cruz, et al.) a la vez de hacerlo de una manera que no se quede confinada dentro del marco establecido por los términos democráticos-burgueses del sistema capitalista, que sólo continúa la pesadilla del capitalismo-imperialismo. El reto es el de repolarizar — repolarizar para la revolución justo en medio de estas crisis tumultuosas y en desarrollo rápido, y llegar a bloques enteros de personas, muchas de las cuales están entrando en la vida política por primera vez. Esta agitación es muy crítica, tanto por medio del periódico Revolución, como en la calle.

Algunas de las personas que odian a Trump y se llenaron de alegría por la cancelación de su mitin en Chicago también dijeron que una victoria de Trump en la elección general sería la manera de acelerar una revolución. Adoptar tal orientación sería un terrible error. Como lo expresó BA,

En mis escritos y charlas he abordado este fenómeno, o sea, que se está deshilachando lo que desde hace tiempo ha sido el “centro de cohesión” de la sociedad y el dominio de la burguesía en este país, y que algunas manifestaciones de esto ya son evidentes. He recalcado que no será de ninguna manera positivo a corto plazo ni si sigue su cauce espontáneo. Además, no es nuestro papel ni no nos corresponde como comunistas simplemente observar cruzados de brazos y aplaudir el deshilachamiento del actual centro de cohesión y estructura del dominio capitalista. ¡No vayamos a pensar que por ese simple hecho surgirá algo positivo que nos “va a caer como llovido del cielo”! Por lo contrario, tenemos que asumir el reto monumental de la repolarización, es decir, una repolarización en aras de la revolución.

(“Los fascistas y la destrucción de la “República de Weimar”... y qué la va a reemplazar”)

Otro punto general con relación a esta experiencia:

Es muy importante trabajar con los jóvenes atraídos a la campaña de Bernie Sanders. Están entrando en la vida política y pensando en grandes cuestiones como la opresión del pueblo negro, algunos por primera vez en sus vidas. No es de sorprenderse que haya muchos puntos de vista diferentes, puntos de vista sobre la situación actual, así como muchas ilusiones acerca de cómo funciona realmente el sistema y cuál es la solución a los ultrajes y horrores que ven. Hay que aprender más y rápidamente acerca de los patrones de los jóvenes y estudiantes que están despertando a la vida política. ¿Cuáles son sus ideas y sentimientos, y cómo están cambiando, incluyendo a raíz de una acción como ella en la UIC en particular? Hemos encontrado a unos jóvenes latinos en la escena de las pandillas que apoyan a Sanders. Tenemos que investigar si este fenómeno está más extenso y si está relacionado a los ataques de Trump contra los inmigrantes.

Algunas de las respuestas típicas de los partidarios de Sanders:

* Un joven estuvo de acuerdo con parte de nuestro análisis de Trump, de que era un fascista y el producto de un sistema podrido. Pero en realidad vio a Sanders como parte de la solución. Por ejemplo, argumentó que Sanders estaba en contra de la guerra, “había votado en contra de todas las guerras”. Este jóven estaba a favor del “socialismo”, como Sanders, pero lo vio como “algo completamente diferente” del comunismo. Describió los estados de bienestar europeos como su visión del socialismo.

* Una joven partidaria de Bernie Sanders estuvo de acuerdo en que Trump era parte de un sistema que estaba totalmente podrido, con raíces en la esclavitud y el genocidio. Pero también vio Sanders como parte de la solución, “un paso en la dirección correcta”. Ella lo vio como anticapitalista, que representaba la revolución. Citó los comentarios de Sanders en relación a los súper ricos, etc. para reforzar su punta de vista.

* Un joven nos preguntó cómo una revolución lidiaría con las cosas modo diferente. Preguntó cómo una nueva sociedad lidiaría con el tipo de persona que apoya a Trump.

* Un organizador universitario por Sanders lo explicó así: “Estoy de acuerdo con Marx de que el comunismo es la solución. Pero creo que tenemos que hacerlo de forma que la gente lo vaya a escuchar”. Ella lo explicó en términos de la mercadotecnia: en este momento, la mayoría de las personas piensan que el comunismo es malo, pero es posible convencerlas a considerar el “socialismo”.

Los revolucionarios respondieron a todo esto presentando la nueva síntesis del comunismo elaborada por BA. En todas estas situaciones distribuyeron cientos de periódicos y tarjetas de mano, e hicieron docenas y docenas de contactos, con planes concretos para mantener el contacto. Esta es una situación altamente politizada, la que exige que los comunistas sean comunistas.

Es esencial la orientación en “La gente ahuyenta a Trump de Chicago — La crisis se intensifica”, la que se dirige a todos aquellos que se atormentan sobre el camino adelante y se ponen de pie para protestar frente a la intimidación y las turbas fascista:

Así que escuche. Usted está cuestionando, lo que es críticamente importante e indispensable. Usted está luchando, lo que puede ser muy positivo. Mientras hace eso, a medida que usted intensifique eso, aprenda, participe y discuta lo que la humanidad realmente necesita: la revolución, una verdadera revolución. Explore a Bob Avakian (BA), su trabajo, obras y liderazgo. Explore el modo de entender científicamente el mundo y lo que impulsa una sociedad y cuáles son las posibilidades concretas de la transformación social que BA ha elaborado. Explore el marco de una nueva sociedad en el camino hacia la eliminación de toda explotación y opresión que él ha concretado en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Explore la estrategia que BA ha elaborado para llegar a una situación en la que a millones de personas serían ganadas y preparadas para acometer a toda máquina una revolución y ganarla. Explore y divulgue este sitio web, REVCOM.US. Únase con el Partido que BA encabeza y el Club Revolución que ese partido dirige, y participe en el movimiento para la revolución y el proceso de “luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución”.

Pase lo que pase con la crisis inmediata —ya sea que los de arriba tengan éxito de alguna manera en amortiguarla, o que en realidad se agudice—, lo más importante es que haya una vanguardia, con raíces concretas entre el pueblo, y un verdadero polo magnético entre millones de personas PARA la revolución. Hay trabajo que hacer AHORA. Sé parte de ello.

 

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