El horror diario del asesinato policial bajo el régimen de Trump y Pence

11 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De un lector:

Rodney James Hess
Rodney James Hess

Toni Jo Collins
Toni Jo Collins

Elena MondragonElena Mondragon

Stop murder by police.

Chad Robertson
Chad Robertson (AP foto)

Francisco Serna
Francisco Serna

El 16 de marzo, en un solo día, la policía asesinó a siete personas en Estados Unidos. Uno fue la ejecución al lado de un camino de Rodney James Hess, un negro de 36 años de edad, quien transmitió en vivo por el Internet su propio asesinato por un policía cerca de Alamo, Tennessee. Se puede oír a Hess pedir repetidamente que un oficial superior venga al lugar, y entonces se oyen los disparos y sus alaridos desgarradores. Se le dio la pena de muerte por supuestamente conducir erráticamente.

Dos días antes, el 14 de marzo, la violencia policial robó seis vidas preciosas, una siendo una latina embarazada de 16 años, Elena Mondragon. Ella fue sólo un pasajero en un coche supuestamente robado cerca de la Universidad Estatal en Hayward, California.

Cinco días antes, un policía fuera de servicio abatió a tiros a una hermana blanca de 35 años, Toni Jo Collins, en Galveston, Texas. Las noticias de la televisión dijeron inmediatamente que estaba armada con una pistola, pero dos testigos dijeron que tenía una rosa y blanca pistola BB que disparó balines.

Y cinco días antes, a un hombre latino de 70 años, Alejandro Valencia Méndez, le asesinaron a balazos en una esquina concurrida en el centro de Los Ángeles. Las noticias dijeron que “empuñaba un tubo de metal”. En lugar de responder a tal situación (si el informe sobre el tubo aun era la verdad) restringiéndolo de otra manera, una pandilla de policías lo mató a tiros.

Y Chad Robertson, un hombre negro de 25 años de edad sin arma que estaba entre 25 y 30 metros del cerdo policía de Amtrak que le disparó en la espalda mientras corría por su vida. El Chicago Tribune escribió que Robertson “había estado en Chicago por sólo media hora el 8 de febrero en una escala en espera de un autobús a Minneapolis en la estación, Union Station”.

¡¿Y qué de Francisco Serna, de 73 años, cuyo cuerpo fue acribillado por cinco balas policiales en Bakersfield, California en diciembre de 2016 en la cochera de un vecino, los policías supuestamente confundiendo su crucifijo con una pistola?!

El terror policial continúa y ahora amenaza con acelerar e intensificarse bajo el régimen fascista de Trump y Pence. Las estadísticas oficiales del gobierno son irregulares y difíciles de encontrar o verificar, ya que no existen reglas estrictas para el registro exacto de los crímenes policiales. La mayoría de estas historias están enterradas en las redes sociales y descubiertas por periodistas y académicos, claro que no de las cámaras corporales de la policía. Algunos sitios web como Killed by Police [Muerto a manos de la policía], Fatal Encounters [Encuentros mortales], Mapping Police Violence [Haciendo un mapa de la violencia policial], el Washington Post, y The Counted [Los contados] que está vinculado con el servicio noticioso británico The Guardian, tienen listas de incidentes, y los últimos tres sitios web solo empezaron a hacerlo en 2015; sin embargo dos de estos (The Counted y Mapping Police Violence) han clausurado a partir de enero de 2017.

Aunque hay discrepancias en los números, existe un patrón de la epidemia continua de terror policial, especialmente en los barrios urbanos pobres. En 2015, el Washington Post reportó 991 asesinatos policiales, Fatal Encounter detalló una lista de 1.520, y dos de los otros sitios web enumeraron 1.210 basado en los informes de noticias locales que citaron. Hasta el momento en 2017, el Washington Post cuenta con 237 (hasta el 19 de marzo), Killed by Police cuenta 280 (hasta el 24 de marzo), y Fatal Encounter enumera 389 (hasta el 20 de marzo). Es probable que estos números tiendan a estar bajos cuando los informes llegan, son contabilizados y verificados. En 2017, a diferencia de los últimos dos años, no oímos mucho sobre estos cientos de casos ni vimos videos en CNN y otras noticias nacionales, sino que nos enteramos de más sobre estos como referencias de paso en las noticias locales, si es que nos enteramos de algo.

Al menos una de las fuentes mencionadas anteriormente informó que en 2016, los hombres negros de 15 a 34 años de edad tenían nueve veces más probabilidades que otros estadounidenses de ser víctimas del asesinato policial y cinco veces más que los blancos de la misma edad. Y que los negros sin arma tenían cinco veces más probabilidades de resultar asesinados por la policía que los blancos sin arma. Es decir, casi el 40 por ciento de las personas sin arma muertas por la policía eran negras, aunque solo constituyen el 13 por ciento de la población de Estados Unidos. Y los datos muestran que no hay ninguna correlación entre el índice de criminalidad y la violencia policial.

Sin embargo, de acuerdo a los comentarios del fiscal general de Trump, Jeff Sessions, el problema NO es la epidemia de violencia policial, sino las revelaciones y la resistencia a esa violencia: “De alguna manera, hemos socavado el respeto para la policía y, muchas veces, hecho su trabajo más difícil” y “Creo que es un problema real cuando tenemos las declaraciones de Black Lives Matter que son realmente radicales, que son absolutamente falsas”. Y el sitio web de la Casa Blanca ahora dice que “la administración de Trump será una administración de la ley y el orden... El peligroso ambiente anti-policía en Estados Unidos está mal. La Administración de Trump le pondrá fin”.

“Ley y orden” y el mito del “ambiente anti-policía” y el “trabajo más difícil” todos son palabras de código dirigidas especialmente contra los negros y latinos, y otros en los barrios urbanos pobres. Los comentarios de Trump y Sessions son amenazas para quitarles incluso las más mínimas restricciones a los policías. Estas amenazas también se dirigen a la resistencia, tales como las muchas protestas justas de los últimos años contra el terror policial, desde Ferguson por el asesinato de Michael Brown hasta Baltimore por el asesinato de Freddie Gray hasta el movimiento de Black Lives Matter, y Rise Up October en 2015.

Lo que se necesita ahora, y urgentemente, no es solo contar a los muertos y esperar a ver qué suceda. No habrá un mejor momento ni tenemos mucho tiempo. Lo que se requiere es la resistencia determinada y audaz al crimen del terror policial. No Más Vidas Robadas fue y sigue siendo una exigencia justa. Pero en este momento de la historia, debe ser parte de oponerse resistencia y expulsar a todo el régimen — oponerse a todos los crímenes y ultrajes del presente sistema y, de hecho, a todo el sistema mismo como la raíz de estos horrores.

Tenemos que sacar una lección de los desafiantes rebeldes de Ferguson y Baltimore, para tomar acción y unirse con personas de todos los sectores de la sociedad en desafío y rebelión contra el genocida terror policial, y también contra todos los crímenes del presente sistema como parte de la resistencia general a la trayectoria fascista de toda la sociedad. El análisis científico crucial y el desafío urgente se exponen en la nueva orientación del PCR en este sitio web. Las vidas de las personas en todo el mundo están realmente en juego, cada minuto de cada día, llamándonos a actuar en nombre de TODA la humanidad.

 

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