Trump despide al director del FBI, Comey:
Un paso importante hacia la consolidación del fascismo

10 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

 

El martes 9 de mayo, el presidente Donald Trump de repente despidió al director del FBI, James Comey. Se trata de una importante maniobra de Trump para suprimir las investigaciones oficiales en su contra. Comey había desempeñado un papel crucial durante la elección de Trump cuando criticó a Hillary Clinton por ser irresponsable en el manejo de su correo electrónico, y luego reabrió la investigación sobre ella solamente diez días antes de las elecciones (misma que posteriormente se archivó). Por ello, Trump lo alabó.

Pero el FBI de Comey también ha estado investigando los lazos entre el equipo de Trump y Rusia. No obstante, Trump sale, sin ningún aviso en absoluto, y despide a Comey justo en el momento en que esta investigación se está calentando. El despido de Comey en medio de esta investigación en curso hace recordar el tristemente célebre incidente cuando el presidente Richard Nixon despidió a unos funcionarios del Departamento de Justicia en un intento de suprimir las investigaciones en torno a Watergate sobre el encubrimiento por Nixon de los actos ilegales de sus subordinados. A raíz de lo que ocurrió durante Watergate, se supone que los presidentes no tengan facultades de despedir o contratar a aquellos que llevan a cabo las investigaciones, o que se supone que vayan a realizar investigaciones, en su contra. El despido de Comey es un gran paso por el régimen de Trump y Pence hacia la eliminación o silenciamiento de la oposición en su contra al interior de la clase dominante, lo que es un elemento fundamental de su capacidad para hacer avanzar su agenda fascista.

Se da este escandaloso paso del régimen de Trump y Pence para aumentar sus poderes después de una semana llena de arremetidas fascistas, entre ellas el evisceramiento de derechos y normas básicos. Citemos tres ejemplos: 1) El jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, dijo que “están examinando la posibilidad” de hacer cambios a la Primera Enmienda de la Constitución para que puedan cambiar las leyes sobre el libelo y demandar a los que los critican en los medios de comunicación; 2) Trump exigió que el Senado eliminara sus reglas que estipulan que se necesitan 60 votos para la adopción de algunas medidas, al declarar que estas normas, cuyo propósito es producir cierto consenso en la clase dominante, son “un sistema arcaico”; 3) Trump firmó una orden ejecutiva que permite que las organizaciones religiosas exentas de impuestos apoyen directamente a los candidatos políticos, lo que constituye un asalto a la separación entre la religión y el estado, una orden que les dará poder a los fascistas cristianos. (Lea “Trump después de 100 días: No se trata de ‘qué tan poco logró…’ sino qué tanto hizo avanzar las cosas hacia el fascismo manifiesto”).

El régimen fascista está presionando duro y rápido por la consolidación del dominio fascista en Estados Unidos. El FBI es una institución esencial en la maquinaria represora del actual sistema que gobierna sobre la gente. El propio Trump, al referirse al despido de Comey, calificó al FBI de “nuestra joya de la corona entre los organismos del orden público”. Al deshacerse de Comey, un acción que abre el camino para que Trump nombre a un nuevo jefe del FBI, el régimen de Trump y Pence está maniobrando para controlar más directamente este poderoso organismo de represión. El FBI ha llevado a cabo muchos reaccionarios actos y crímenes contra los que el sistema ve como enemigos y contra el pueblo en general, y ahora está más directamente en manos de los fascistas que ocupan la Casa Blanca.

Como dice el Llamamiento a la Acción de Rechazar el Fascismo: “Donald Trump y Mike Pence han reunido una camarilla sanguinaria que ya expone posiciones y toma iniciativas que demuestran que tienen la firme intención de triturar las normas políticas y sociales, con consecuencias catastróficas. Trump tiene el dedo encima del disparador nuclear, por lo que el régimen de Trump y Pence es más peligroso para el mundo que ni Hitler”.

Si anteriormente usted tuviera dudas, vea lo que está sucediendo ahora. El régimen fascista de Trump y Pence está maniobrando rápidamente en muchos frentes para consolidar su poder. Si lo logran, causarán horrores aún más masivos para la gente en Estados Unidos y en el mundo. Es imprescindible unirse ahora con Rechazar el Fascismo en sus esfuerzos de denunciar y oponerse a este último ultraje, y hacerlo como parte de expulsar a este régimen brutal e ilegítimo. “El régimen de Trump y Pence es un Régimen Fascista. Ni insulto ni exageración sino eso es lo que es. Para el futuro de la humanidad y del planeta, nosotros, el pueblo, debemos expulsar a este régimen” (del Llamamiento a la Acción de Rechazar el Fascismo).

 

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