Puercos policías salen impunes por herir de bala a Jacob Blake

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Mientras que se lleva a cabo un intento de golpe de estado fascista en las salas del congreso y las calles de Washington, D.C. para echar por tierra la elección de Biden como presidente, en Wisconsin el 5 de enero el fiscal del Condado de Kenosha anunció que no se levantará cargo ninguno contra el policía que disparó a Jacob Blake en agosto — dándole siete balazos en la espalda enfrente de sus niños chiquitos, lo que fue grabado en un video que todo el mundo vio.

Esta negativa de acusar a un policía asesino es completamente coherente con la posición del régimen fascista de Trump y Pence sobre la policía. Al fin y al cabo, este es un régimen encabezado por un racista genocida que viajó a Kenosha para elogiar a la policía después de que hirieron a Jacob Blake de bala, y se reunió con el sheriff que había llamado a almacenar a hombres negros hasta que mueran. Un líder fascista que considera como terrorista al movimiento La Vida de los Negros Importa y que ha fanfarroneado, “¡Trump ama a los policías y los policías aman a Trump!” El fiscal general estilo pit bull de Trump, William Barr, afirmó que la balacera policial fue justificada inmediatamente después de que ocurriera, conforme al hecho de que el Departamento de “Justicia” de este régimen no ha acusado ni a un solo policía por matar o golpear a una persona en los cuatro años de su mandato.

El verano pasado, en todo Estados Unidos, día tras día, las personas protestaban por el asesinato policial de George Floyd. En Kenosha, después de que Jacob Blake fue lesionado de bala, las personas ahí se levantaron con furia, y noche tras noche exigieron justicia para Jacob Blake. Los manifestantes enfrentaron toques de queda, la Guardia Nacional, el gas lacrimógeno y una represión brutal, pero a los policías que participaron en el horripilante disparo ni siquiera los arrestaron. Más bien, dos personas que participaban en las protestas fueron asesinadas a balazos por un reaccionario justiciero adolescente. El movimiento y prensa fascistas convirtió a ese asesino (Rittenhouse) en un héroe, y recaudaron dos millones de dólares de fianza para sacarlo de la cárcel. Jacob Blake, que fue sometido a múltiples cirugías, quedó paralizado de la cintura para abajo, y sigue en la rehabilitación intensiva, probablemente pasó más tiempo en el hospital que Rittenhouse pasó en la cárcel.

Esta es la guerra de Estados Unidos contra el pueblo negro. Pero es aún peor.

El fiscal se porta como abogado defensor del puerco policía asesino

El caso nunca fue presentado ante un gran jurado. La “rueda de prensa” que anunció que el puerco policía no será acusado fue una presentación transmitida en vivo de más de 90 minutos de parte del fiscal de Kenosha y un “experto independiente externo sobre el uso de fuerza”. Pudiera ser —NO, ERA— la presentación del caso de un abogado defensor del policía que pegó los tiros a Jacob Blake. Con el pretexto de explicar por qué no iba a acusar al policía de nada, el fiscal enjuició a Jacob Blake y le echó la culpa por controlar el conflicto en que le dispararon. Con todo y diapositivas y “evidencia” que según él comprobaron que el policía fue justificado al dispararle a Jacob Blake porque supuestamente tenía una historia de violencia doméstica, junto con la afirmación de que había un orden de aprehensión contra Jacob Blake que de alguna manera justificaba tratar de asesinarlo dentro de 65 segundos de que los policías llegaron al lugar de los hechos. ¡65 segundos!

El fiscal aseveró que Jacob Blake, que se alejaba caminando de los policías que blandían sus armas de fuego, giró un poco cuando un policía le jaló la camiseta para detenerlo cuando se acercó al carro donde niños chiquitos estaban sentados en los asientos traseros — y que ese ligero movimiento puso en peligro la vida del policía. El asesinato policial de personas negras está entretejido en la ley en Estados Unidos: lo único que un asesino policial tiene que decir es que “temía por su vida”.

Pero se fue de mal en peor. El fiscal afirmó que, si se llevara al policía a juicio, Jacob Blake sería EL testigo clave, aunque hubo muchos testigos oculares. El fiscal declaró que se comprobaría que Blake es un mentiroso ¡así que el policía saldría absuelto!

Respecto a un tema crítico, el fiscal declaró que Blake tenía una navaja en cierto punto, al mismo tiempo que parecía que el experto en uso de fuerzas admitió que Blake NO tenía una navaja cuando fue baleado. En cualquier caso, era claro que Blake SE ALEJABA de los policías y les daba la espalda.

Pero se puso aún peor. El “experto en uso de fuerza”, el ex jefe de policía negro de Madison, Wisconsin, pretendía explicar por qué fue justificado echarle siete balazos. Este puerco policía tuvo el descaro de describir un caso sin relación alguna en que un hombre había matado a sus hijos y dijo que eso fue la razón por qué tuvieron que dispararle a Blake en frente de sus hijos — ¡para protegerlos! El cumpleaños del hijo de Blake, que se celebraba ese día, será vinculado para siempre con presenciar a su padre acribillado.

65 segundos… 7 balazos… 0 cargos.

Como escribió Carl Dix en un artículo reciente sobre la falta de acusaciones contra los policías de Cleveland que asesinaron a Tamir Rice, el joven de 12 años de edad:

El DOJ (Departamento de Justicia) de este régimen no levantó ni un solo cargo contra ningún policía por matar o golpear a una persona durante los cuatro años de su mandato. Al mismo tiempo, la negativa de acusar a este policía asesino lleva el sello del sistema capitalista-imperialista bajo el cual vivimos. Policías han matado a cientos de personas cada año durante décadas. Muchos de estas víctimas de policías asesinos no cargaban armas y no hacían nada malo cuando les robaron la vida aquellos que juraban proteger y servir. Casi nunca se castiga a los policías asesinos por sus crímenes. Si bien del DOJ de Trump no acusó a ningún policía en sus cuatro años, el DOJ de Obama [y Biden] solo acusó a un policía en sus ocho años: Michael Slagar, un policía blanco que mató a Walter Scott a balazos por la espalda en Carolina del Sur en abril de 2015, y cuyo juicio estatal terminó en un juicio nulo.

El asesino de Tamir Rice [es desgarrador decir que se podría sustituir aquí muchos otros nombres de personas asesinadas y lisiadas por la policía: Breonna Taylor, George Floyd, Jacob Blake… la lista continúa sin fin] no fue un incidente aislado. Es típico del asesinato y brutalidad gratuitos que la policía perpetra desproporcionadamente contra el pueblo negro. Junto con la encarcelación en masa, forma la punta de lanza de un genocidio lento contra el pueblo negro. Estos horrores son inaceptables y hay que ponerles alto. Como dijo Bob Avakian en el artículo “Es posible eliminar la opresión racial—pero no se puede hacer bajo este sistema“: “No sólo es justo sino que tiene una importancia crucial levantarse y librar una lucha decidida contra esto, pero también es crucial reconocer que esta opresión racista nunca se eliminará, ni se podrá eliminar, bajo este sistema — y, para ponerle coto por fin, necesitamos un sistema radicalmente diferente”. Este sistema radicalmente diferente no solo es necesario sino que es posible. Es posible crearlo por medio de la revolución….

El Club Revolución-Ciudad de Nueva York @NYCRevClub: Policías en Kenosha, Wisconsin balean a un hombre negro, 7 veces por la espalda a quemarropa después de que “ignoró” órdenes. Si no pueden manejar esta situación de manera diferente a esto, quítense del camino. No sólo quítense de esta situación, sino de la tierra. (vídeo en inglés)


Kenosha, 1o de septiembre. Foto: twitter/therevcoms

Kenosha, 1o de septiembre. Foto: twitter/therevcoms

 

 

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