La ciencia de la evolución y el mito del creacionismo: Saber qué es real y por qué importa

Primera parte, Panorama general

Ardea Skybreak

Obrero Revolucionario #1157, 30 de junio, 2002, posted at http://rwor.org

Introducción a la serie "La ciencia de la evolución"

Hace poco, Ardea Skybreak anunció que iba a escribir una serie de artículos sobre la ciencia de la evolución: "Es preciso que conozcamos los conceptos básicos de la evolución y que captemos el reaccionario proyecto social y político de los fundamentalistas religiosos, que fomentan confusión e ignorancia de dichos conceptos... A mi juicio, los más grandes y magistrales revolucionarios siempre están debatiendo muchas cuestiones cardinales sociales, culturales, filosóficas y políticas... porque a fin de cuentas nuestro interés es conocer el mundo para cambiarlo fundamentalmente.... Mi intención es animar a los lectores muy diversos del OR a la discusión y debate de estas cuestiones importantes" (OR,12 de mayo de 2002).

Con este número especial del periódico, presentamos la primera entrega de la serie. Mediante una discusión de los conceptos básicos de la evolución y los elementos básicos de la teoría de la evolución, se explicará que todas las formas de vida del planeta son producto de billones de años de evolución -de las bacterias unicelulares a los animales complejos, como los seres humanos- y que todas las especies son descendientes de otras especies y tienen antecesores comunes. También veremos por qué los fundamentalistas cristianos están atacando implacablemente la evolución y refutaremos los argumentos anticientíficos de "creacionismo" y de "artífice inteligente" acerca del origen y el desarrollo de la vida del planeta.

Los artículos se dirigen a todo el que quiera conocer la verdad. Para entenderlos, no se necesitan estudios de ciencias. Alentamos a nuestros lectores a enviar comentarios y preguntas. E invitamos a los científicos y otras personas familiarizadas con el tema a aportar al debate y a buscar medios de popularizar los conceptos básicos de la evolución lo más ampliamente que sea posible.

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Nuestro planeta, como todas las cosas, tiene historia. Es una historia de cambio:toda clase de cambios dramáticos a lo largo de miles de millones (billones) de años. Esos cambios nunca han cesado y continúan en la actualidad.

Para empezar, veamos unas cuantas cosas que todos los científicos modernos y casi todos los que han tenido la oportunidad de aprender nociones básicas de ciencias saben que son ciertas: tan definitiva e innegablemente ciertas como el hecho de que la Tierra no es plana o de que gira alrededor del Sol.

Nuestro planeta nació en explosiones cósmicas hace unos 4.5 billones de años como una bola de rocas y gases calientes lanzada al espacio, y con el tiempo empezó a orbitar alrededor de una de las muchas estrellas del cosmos, la que llamamos "nuestro" sol. El primer billón de años el planeta pasó por muchos cambios físicos; empezó a enfriarse... pero no tenía vida.

Avancemos un billón de años. La composición física del planeta ha cambiado mucho: la temperatura de la superficie se ha enfriado considerablemente y se empiezan a formar masas de tierra y de agua. Pero la temperatura todavía es extrema, y las aguas y la atmósfera están llenas de ácidos y de gases venenosos.

De hecho, si pudiéramos volver atrás unos 3.5 billones de años, ¡casi no reconoceríamos nuestro planeta! No veríamos animales en la tierra, insectos ni aves en el aire, ni peces en los mares. No veríamos pastos, árboles ni plantas con flores. No veríamos cosas familiares: ninguno de los continentes, cordilleras, llanuras u océanos de hoy. No habría agua dulce para tomar, absolutamente nada para comer y ni siquiera podríamos respirar el aire, que todavía no tiene oxígeno.

Pero si supiéramos dónde buscar hace 3.5 billones de años (¡y si nos pudiéramos proteger de las temperaturas extremas y de la atmósfera venenosa!), podríamos encontrar las primeras formas de vida de este planeta. Habría que mirar con atención porque la vida no era muy evidente en ese entonces... imaginemos algo como bolitas microscópicas de moléculas orgánicas que se juntan y forman versiones muy básicas de células vivas, con una estructura más simple que las algas o las bacterias de la actualidad. Una especie de "sopa" química, viva solamente en el sentido de que esos nuevos pedacitos de materia podían hacer dos tareas que las cosas que no tienen vida no pueden hacer por su cuenta: obtener energía del ambiente externo (lo que les permite crecer y desarrollarse, así como causar transformaciones en el ambiente externo) y replicarse, o hacer nuevas copias de sí mismos. (Vea "Las primeras formas de vida")

Si escarbamos la tierra hoy, encontramos restos fosilizados (endurecidos y preservados) de seres antiguos, muchos de los cuales no existen hoy. Los fósiles más antiguos que se han hallado son restos de bacterias antiguas que vivieron hace unos 3.5 billones de años.1

Bueno, pero si las primeras formas de vida eran apenas bacterias muy simples, ¿cómo llegamos nosotros aquí? O los elefantes, los pinos, los pastos, los loros o los mosquitos? Incluso con billones de años, ¿cómo sucedió el cambio de bacterias a esos seres complejos? Si la vida empezó de una forma tan simple (y los fósiles indican que las únicas formas de vida que existieron por más o menos un billón de años fueron una gran variedad de bacterias), ¿por qué no "se quedó" simple?¿Por qué hay ahora tantas clases de plantas y animales, y por qué muchas de ellas son tan complejas? ¿Por qué no siguen vivas todas las formas de vida que han existido en este planeta? ¿Por qué se extinguieron los dinosaurios, los armadillos gigantes, los tigres de dientes de sable y tantas otras especies de animales y plantas? ¿Por qué han desaparecido más del 90% de las especies que han vivido? ¿Por qué, como muestran los fósiles, ciertos seres vivos de hace millones de años casi no han cambiado (por ejemplo, unas especies de cucarachas, cocodrilos, árboles de gingko y cangrejos herradura que son casi idénticos a sus antepasados fosilizados hace millones de años), mientras que la mayoría de los linajes (amplias "agrupaciones" de plantas o animales relacionados) han cambiado dramáticamente muchas veces en el curso de esos mismos millones de años? ¿Cómo prueba la creciente colección de fósiles de homínidos (relacionados con los seres humanos), así como la evidencia molecular de ADN, que el linaje que a la larga llevó a los seres humanos modernos divergió (se separó) de una especie de antepasados que también son los antepasados de los chimpancés y gorilas modernos, y qué nos dice esa evidencia de los rasgos característicos de esa divergencia?

Como espero demostrar a lo largo de esta serie, para contestar todas estas preguntas necesitamos la ciencia de la evolución. Es más, la única forma posible de contestar preguntas así es entendiendo la evolución. (Vea  "No todos quieren que estudiemos la evolución")

Bueno, ¿y qué es la evolución?

Mucha gente tiene ideas falsas de la evolución. En el sentido más básico la evolución es "cambio". Pero no el cambio cuantitativo que ocurre cuando algo crece, se expande o se pudre, sino un cambio cualitativo más rico y complejo, la clase de cambio que produce novedad e innovación: cosas nuevas que nunca antes existieron. Además, la evolución no habla de cómo cambian individuos , sino de cómo cambian sistemas con el transcurso del tiempo a lo largo de generaciones.

En cierto sentido, incluso los sistemas sin vida pueden "evolucionar" siempre y cuando cumplan ciertos criterios. Por ejemplo, vemos que con el tiempo evolucionan sistemas culturales humanos como el idioma, las tradiciones, los estilos musicales, la filosofía, el diseño de carros, los programas de computadora y demás. Pero en ellos el mecanismo de cambio evolutivo (de replicación, transmisión y modificación de "información" a lo largo de "generaciones" sucesivas) es muy distinto al de los seres porque no se basa en moléculas de ADN y en los mecanismos de variación genética al azar y de herencia (y si no saben nada de esto no se preocupen; se aclarará más adelante). Esta es una diferencia importante. Pero los sistemas sin vida "evolucionan" de un modo análogo a los procesos de la evolución biológica. De hecho, estudiar los principios de la evolución biológica darwiniana ha permitido entender mejor cosas como la evolución de los idiomas humanos, de diseños de ingeniería e incluso de los principios filosóficos que sirven de fundamento a la creatividad humana y la innovación en general. A su vez, observar lo que tienen en común todos los sistemas que pueden evolucionar a veces ayuda a entender cómo han evolucionado y siguen evolucionando hasta el día de hoy los sistemas vivos (biológicos).

Lo que tienen en común todos los sistemas que evolucionan

Para poder "evolucionar", primero que todo un sistema (cualquier sistema) debe estar formado por distintas poblaciones (grupos) compuestas de "individuos variados" (mejor dicho, componentes individuales que no son todos iguales, y que tienen rasgos o características diferentes ).

Esto es muy importante: sin variación individual no puede haber evolución.

También tiene que haber un mecanismo para que los "individuos" pasen sus características a la siguiente generación. Mejor dicho, tiene que ser posible que los descendientes hereden algunas de las variaciones que existen entre individuos.

Esto también es muy importante: sin una forma de transmitir la variación no puede haber evolución.

La evolución es"descendencia con modificación". El cambio evolutivo ocurre a lo largo de muchas generaciones, no de repente. Se dice que ha ocurrido evolución cuando hay cambio, de generación en generación, de la representación proporcional de individuos con variantes en una población (es decir, cuando cambia el "número relativo" de "variantes" --individuos con características diferentes-- de la población).2

Lo que hemos visto hasta ahora se puede aplicar a los sistemas vivos y a los sistemas sin vida. ¿Pero cómo sabemos con seguridad que esos procesos sí ocurren en los sistemas vivos (biológicos)? ¿Qué sabemos sobre las formas concretas en que evolucionaron los seres vivos a lo largo de billones de años y en que sigue evolucionando la vida? ¿Y cómo sabemos con seguridad que la presencia de toda forma de vida de este planeta, inclusive el ser humano, se puede explicar completamente con los mecanismos de la evolución, sin necesidad de una fuerza externa o plan divino?

Es importante tener presente que durante la mayor parte de la historia humana el ser humano ni siquiera sabía que la vida ha evolucionado, ¡y ciertamente nadie tenía idea de que nuestros antepasados más distantes eran unas bacterias! En el mundo antiguo y hasta el siglo 19, se pensaba que el mundo era algo estático (que no cambia). Se imaginaban que todas las plantas y animales que veían a su alrededor siempre habían sido iguales. No tenían forma de saber, como sabemos hoy, por ejemplo, que los antepasados distantes de todas las ranas eran una clase de peces a los que les salieron un pulmón primitivo y unas aletas chatas, como patas, por lo que podían pasar un tiempo fuera del agua. No se imaginaban que las diferentes clases de seres vivos podían tener alguna relación, aunque algunos notaron que distintos animales tenían un esqueleto similar.

Naturalmente el ser humano siempre se ha cuestionado por qué hay tantas clases de plantas y de animales, de dónde salieron, de dónde salió el ser humano y así sucesivamente. Pero durante la mayor parte de la historia humana no se contaba con las herramientas ni los métodos para contestar esas preguntas. Por ello, se inventaron historias creativas para tratar de explicar lo que todavía no se entendía.

Tales historias, llamadas "mitos de los orígenes" o "mitos de la creación", se encuentran en todas las religiones del mundo. Por lo general tienen cosas en común, aunque también les da color local la región y el tiempo en que vivía un pueblo o tribu. A lo largo de la historia humana, en todas partes se han contado esos mitos y se han pasado de generación en generación para explicar cómo surgió el mundo y "la gente" (o sea, ellos mismos). (Vea "Mitos de creación")

¿Cómo sabemos si las historias que relatan las escrituras de varias religiones son ciertas o no? Y, por otra parte, ¿cómo sabemos si la evolución es cierta o no?

La mejor forma de establecer si una idea es verdadera o es falsa es ponerla a prueba. Así es como aprendemos los seres humanos: experimentamos, manipulamos y transformamos el mundo exterior, y en el proceso descubrimos mucha información sobre el comportamiento o el funcionamiento de algo, y sobre los procesos y la dinámica de fondo.

Pero no se nos pide que pongamos a prueba los mitos de la creación de las distintas escrituras religiosas para saber si son ciertos o falsos; se nos pide que los aceptemos y los creamos por acto de fe.Incluso los líderes de varias religiones admiten que por definición no se puede someter a una prueba científica ni a otra forma de verificación humana una idea como "En el principio Dios creó el mundo y todo lo que contiene".

Por otra parte, hay mucha evidencia concreta para decir que esas fuerzas sobrenaturales nunca han existido más que como ideas en la mente humana, en las historias que contamos, en las canciones que cantamos, en los libros que escribimos, etc. Es verdad que la ciencia solo puede poner a prueba e investigar la realidad material, pero es importante reconocer que el contenido y la historia de todas las religiones del mundo (sus orígenes y sus cambios con el paso del tiempo, así como sus explicaciones del mundo natural y de la sociedad humana) forman parte de la realidad material que se puede explorar e investigar científicamente.

Veamos la Biblia, por ejemplo. La Biblia a fin de cuentas es un libro. Fue escrito hace miles de años por una serie de autores humanos. El hecho de que la escribieron autores humanos explica por qué contiene cosas que en realidad no son ciertas. Por ejemplo, la Biblia afirma que la Tierra tiene apenas unos 6,000 años, pero en realidad, las técnicas científicas modernas de datación demuestran que tiene ¡unos 4.5 billones de años!

Millones y billones de años

La ciencia no es una religión. No acepta nada por acto de fe. Se requiere mucha prueba y evidencia concreta para que los científicos lleguen a un consenso y se pongan de acuerdo en que algo es verdadero. Sabemos la edad de una cosa porque ahora tenemos una gran variedad de técnicas científicas que nos permiten datar prácticamente todo. Por eso ahora podemos calcular la edad del universo conocido o la edad de la Tierra; también podemos decir cuándo se formaron determinadas cordilleras, cuándo se separaron o chocaron los continentes o cuándo cambió el clima de todo el planeta. Podemos datar capas de roca, toda clase de plantas y animales fosilizados incrustados en las rocas e incluso pedacitos de material orgánico. Las técnicas de la biología molecular moderna hasta nos permiten rastrear cambios de moléculas de ADN y ARN y establecer cuánto tiempo atrás ocurrieron ciertas mutaciones genéticas y grandes "divisiones" de las líneas evolutivas. ¡Podemos datar cuándo aparecieron nuevas líneas de plantas o animales, o cuando se extinguieron especies desaparecidas hace tiempo!

Es importante ver que apenas en el último siglo los científicos lograron inventar técnicas acertadas y directas de datación (y las nuevas técnicas de datación "molecular" apenas tienen unas décadas). Así que obviamente los autores de la Biblia y de otras escrituras de la antigüedad, escritas hace siglos, no tenían medios de establecer la edad de la Tierra ni de identificar la secuencia del desarrollo de la vida vegetal y animal en el planeta. Pero hoy los científicos pueden dar aproximaciones bastante acertadas de la edad de casi todo, y a veces los resultados son sorprendentemente precisos y se pueden corroborar (cotejar y verificar) con una combinación de técnicas de datación. (Vea "Técnicas de datación")

En la actualidad hay un consenso científico general sobre lo siguiente: la Tierra tiene unos 4.5 billones de años (¡4,500 millones!); las primeras formas de vida (como las primeras bacterias) emergieron en este planeta hace unos 3.5 billones de años; hace unos 540 millones de años se produjo una enorme diversificación de animales marinos (la "explosión cámbrica"); los primeros peces con mandíbulas, anfibios e insectos, así como los helechos y otras plantas terrestres, aparecieron en los 100 millones de años siguientes. Las plantas terrestres, los anfibios y los insectos se diferenciaron mucho y los primeros reptiles aparecieron hace unos 350 millones de años. Después, hace unos 250 millones de años, los reptiles a su vez se diferenciaron mucho (dieron pie a los dinosaurios, entre otros animales) y aparecieron los primeros mamíferos. Hace 200 millones de años la vegetación del planeta todavía estaba dominada por palmas, helechos, coníferas parecidas a los pinos y gingkos, pero aparecieron las primeras plantas con flores. También aparecieron las primeras aves. También sabemos que los últimos dinosaurios se extinguieron hace unos 65 millones de años, pero que una gran variedad de mamíferos, aves, plantas con flores e insectos polinizadores se siguieron diversificando y diseminándose por el globo. La última ola de extinción (la quinta desde el comienzo de la vida en la Tierra) ocurrió cuando muchos de los grandes mamíferos y aves se extinguieron al final de la edad de hielo del Pleistoceno, hace de 10,000 a 12,000 años. Esta fue una época de dramáticos cambios del clima (las temperaturas subieron y los glaciares retrocedieron) y una época en que posiblemente aumentó el impacto de la actividad humana en varios ambientes.

También sabemos que la línea homínida divergió (se separó) de sus antepasados simios (monos) hace solo unos pocos millones de años (se estima de 4 a 10 millones, y probablemente más cerca de 4 que de 10) y terminó produciendo una serie de especies humanoides bípedas (que caminaban paradas). Todas esas líneas homínidas salvo una se extinguieron. La única especie de homínidos que todavía existe (nuestra especie homo sapiens , a la que pertenecen todos los seres humanos) se remonta apenas unos 100,000 (cien mil ) años. Puede que eso parezca un largo tiempo comparado con la duración de una vida humana, pero cuando pensamos en lo que es 100,000 años comparado con los 3.5 billones de años de historia de la diversificación de la vida (con varias "olas" de diversificación de especies y por lo menos cinco períodos de "extinciones en masa" de una enorme proporción de todos los seres vivos del planeta), la duración de nuestra especie en realidad es como un grano de arena en el mar.

El hecho de que nuestra especie ha ocupado una minúscula parte de la historia se destaca más cuando pensamos que los seres humanos desarrollaron la agricultura (que resultó ser la base de "civilizaciones" grandes y comples) ¡hace apenas unos 10,000 años!

La ciencia de la evolución y el desarrollo de técnicas científicas de datación nos ha permitido confirmar de una vez por todas que la historia de los orígenes de la vida que relata el Génesis de la Biblia no es correcta. La Biblia dice que dios creó la Tierra y los antepasados de todas las plantas, los animales y los seres humanos en solo seis días , pero sabemos que en realidad tomó unos 3.5 billones de años para que la vida llegara a lo que es hoy desde sus simples orígenes. La Biblia también dice que todas las plantas y los animales (y nuestros antepasados) aparecieron en la Tierra hace unos pocos miles de años y al mismo tiempo,pero en la actualidad sabemos que muchas plantas y animales aparecieron (y desaparecieron) en diferentes momentos de la larga historia de la vida en este planeta. La Biblia dice que todas las plantas y los animales no han cambiado en absoluto desde el tiempo de la creación, pero (como veremos en el curso de esta serie) sabemos más allá de toda duda razonable que vez tras vez han surgido nuevas especies de plantas y animales que nunca antes existieron, como modificaciones de especies preexistentes.

Hay mucha evidencia para comprobar todo esto, como veremos.

Lo que nos dicen los fósiles

Los fósiles son como "instantáneas" del pasado. Básicamente, los fósiles son huellas y restos preservados de plantas y animales que murieron hace mucho tiempo. Al morir quedaron cubiertos rápidamente por suelo y sedimento que después se endureció y formó roca sólida. La roca los selló y los preservó. Desde hace varios siglos científicos y aficionados han sacado millones de fósiles de todo tipo, de toda clase de rocas, de todas partes del mundo. Esos fósiles ofrecen evidencia concreta de cómo eran muchas plantas y animales antiguos, y a veces también dan información de los ambientes en que vivían. Por ejemplo, si uno va caminando por un bosque o una montaña que queda a cientos de millas del mar y empieza a ver que el suelo está lleno de fósiles de almejas y otras conchas marinas, no necesita un título en geología o paleontología para pensar que ahí estuvo, hace mucho, ¡el fondo de un mar antiguo! Si uno tiene suerte, de pronto encuentra un trilobita: el fósil de un invertebrado marino que parecía una cucaracha acuática. En el período Paleozoico (hace 300 millones a 400 millones de años) vivieron unas 10,000 especies de trilobitas, pero ahora todas están extintas. Los fósiles nos permiten estudiarlos. Precisamente, reunir y estudiar fósiles de plantas y animales ofreció una de las primeras pistas de que los ambientes y los seres vivos no habían sido siempre iguales a los de hoy, lo que llevó a pensar que la vida ha evolucionado con el paso del tiempo.

Mucho antes de que se inventaran las modernas técnicas de datación como la datación por radiocarbono, que permite calcular la edad de las rocas y fósiles, no pocas personas empezaron a darse cuenta de que todas las plantas y animales seguramente no aparecieron al mismo tiempo. Ya a principios del siglo 19 era bastante claro que unos "tipos" de plantas y animales antiguos se desvanecieron completamente de la Tierra; que unos aparecieron hace mucho tiempo y otros mucho más recientemente; y que unos aparentemente existieron por un tiempo largo mientras que otros se desvanecieron más rápidamente.

El reconocimiento básico de que la vida probablemente evolucionó y pasó por distintas etapas a lo largo del tiempo surgió en los siglos 18 y 19, cuando los primeros geólogos y naturalistas empezaron a estudiar científicamente cómo se fueron acumulando las capas de suelo y de roca, y empezaron a estudiar las fuerzas físicas que les parecía que hicieron cambiar dramáticamente la superficie terrestre a lo largo de períodos de tiempo casi inconcebiblemente largos (como cuando sale una cordillera o la erosión la reduce, o cuando el lento movimiento de un glaciar crea un valle). Darse cuenta de que la superficie terrestre había cambiado enormemente con el tiempo y entrever cuánto tiempo se necesitaba para esos cambios hizo sospechar a algunos geólogos y naturalistas de los siglos 18 y 19 que la Tierra no podía ser tan joven como decía la Biblia. Eso los inquietó porque su educación les enseñaba a creer que la Biblia era verdadera al pie de la letra. Pero la evidencia concreta que estaban descubriendo no se podía negar.

Los primeros geólogos también se dieron cuenta de que la superficie terrestre es como un pastel de capas: la acumulación de suelo y desechos con el tiempo forma una capa rocosa. A medida que pasa el tiempo sigue la acumulación y nuevas capas (más recientes) se acumulan sobre las capas viejas (más antiguas). Las capas que se acumularon en diferentes períodos de la historia de la Tierra tienen aspecto diferente y se pueden identificar, de modo que excavar a través de ellas es como excavar a través del tiempo. El mismo patrón básico de "estratificación geológica", como se llama, se observa en todo el mundo. Eso hizo posible que los primeros geólogos establecieran la secuencia básica de edades geológicas de la historia de la Tierra.

Esto es lo que esos primeros geólogos y naturalistas entendieron: la superficie de la primera capa de la Tierra es la capa más reciente (o más joven), y está encima de una capa más antigua, que está encima de una capa todavía más antigua, y así sucesivamente hasta llegar a las capas más profundas ("las más viejas").

Después se dieron cuenta de otra cosa que era muy importante: distintos grupos de fósiles de plantas y animales siempre aparecían en diferentes capas de roca en una secuencia predecible. Ciertas clases de fósiles siempre aparecían en capas de roca de cierta edad (determinada por la posición de esa capa en la secuencia geológica de capas), pero esos mismos fósiles nunca aparecían en capas de roca de diferente edad. Incluso parecía haber una secuencia bastante predecible: ciertos grupos de fósiles de capas más recientes "reemplazaban" enteramente a grupos de fósiles que solo se encontraban en capas más antiguas. Para mayor asombro, esa secuencia (y correlación de ciertas clases de fósiles con ciertas capas de roca) se repetía una y otra vez dondequiera que excavaban. De hecho, la secuencia era tan confiable que los naturalistas de la época impresionaban a sus amigos adivinando de qué capa geológica era un fósil que nunca habían visto. Lo podían hacer porque habían visto otro fósil parecido y el patrón de sucesión era el mismo en todas partes.

¿Cuál era la explicación de la secuencia predecible de fósiles? Como los naturalistas de la época entendían que las capas de suelo y roca se acumularon unas encima de otras con el paso de largos períodos de tiempo (y, por lo tanto, eran de distinta edad), el hecho de que ciertos fósiles se asociaran con diferentes capas indicaba que los seres vivos habían sido distintos en diferentes épocas y que probablemente habían cambiado (evolucionado) con el tiempo. Entrever eso causó mucha más consternación porque contradecía la historia de la creación que relata la Biblia. Aunque encontraban más y más evidencia que apuntaba fuertemente a un proceso evolutivo, muchos trataron de encontrar otras explicaciones que les permitieran conservar la noción bíblica de que todos los seres vivos aparecieron al mismo tiempo y esencialmente no han cambiado desde la creación divina.

Pero la evidencia de la evolución seguía acumulándose y no se podía tapar ni borrar.3 (Vea "Una época de grandes cambios")

Cuando a partir del registro de los fósiles quedó claro que en distintas épocas de la historia de la Tierra vivieron distintos tipos de seres vivos, algunos naturalistas trataron de reconciliar esa inquietante idea con sus creencias cristianas: propusieron que quizá dios no realizó una sino varias creaciones. A otros no les pareció verosímil. La concepción tradicional de que el mundo era un lugar muy estático que nunca cambiaba se estaba resquebrajando. Si la cara física del planeta había cambiado (ya se empezaban a entender las fuerzas físicas que causan la formación de las montañas y la erosión de los valles), ¿sería que las plantas y los animales también se transformaron con el tiempo?

Tales eran los interrogantes que los naturalistas más avanzados discutían entre sí en los primeros años del siglo 19. Cuantos más fósiles encontraban y examinaban, más preguntas se planteaban. Los naturalistas empezaban a ver que los distintos tipos de fósiles tenían ciertas semejanzas, así como diferencias.¿Cómo explicarlo? ¿Sería que algunos seres cuyos fósiles aparecían en las capas más profundas y antiguas de roca no desaparecieron sin dejar rastro sino que, de alguna manera, se "transformaron" en los seres cuyos fósiles "similares-pero-diferentes" aparecían en capas de roca más recientes?

El gran naturalista Charles Darwin (junto con su contemporáneo Alfred Russell Wallace, quien formuló la misma idea más o menos al mismo tiempo) causó una profunda revolución del pensamiento humano cuando publicó en 1859 un libro titulado El origen de las especies por la selección natural. El libro presentaba una gran cantidad de evidencia concreta de que los seres vivos evolucionaron con el tiempo. Darwin dio otro paso gigantesco: formuló una teoría general y propuso un mecanismo concreto para explicar cómo pudo ocurrir el cambio evolutivo. Darwin le dio a ese mecanismo el nombre de "selección natural", y en los más de 150 años largos que han pasado desde que publicó su teoría se ha comprobado una y otra vez que la selección natural efectivamente es uno de los mecanismos más cruciales y fundamentales por medio de los cuales la vida evoluciona.

La publicación de El origen de las especies por la selección natural es uno de los acontecimientos más importantes de la historia del pensamiento humano. Fue especialmente importante porque, repito, fuera de dar mucha evidencia de la evolución de la vida (a lo largo de períodos supremamente largos) propuso un mecanismo para explicar cómo ocurrió, y ese mecanismo se podía poner a prueba y verificar, como lo hicieron repetidamente muchos otros científicos en las décadas siguientes.Demostró que la evolución por selección natural se podía desenvolver exclusivamente a partir de las características existentes (y altamente variables) que siempre tienen los seres vivos individuales, y así demostró que la evolución pudo suceder sin mano externa o diseño divino.

Eso fue sumamente revolucionario, y muy perturbador para los que se adherían a las nociones bíblicas de la creación divina. Pero así y todo en unos pocos años la mayoría de los científicos concordaron en que la vida evolucionó,aunque el mecanismo (la selección natural u otro mecanismo) fue motivo de acalorados debates por años. Eso se debía a que en la época de Darwin todavía no se conocían los principios de la herencia y no estaba claro exactamente cómo un ser vivo "pasaba" una característica variable de una generación a la otra. Como veremos más adelante, solo hasta casi mediados del siglo 20 se comprobó definitivamente que la teoría de evolución por selección natural era cierta, cuando el conocimiento de los principios de la herencia y el descubrimiento de los genes y del ADN (y el desarrollo de la nueva ciencia de la genética) hizo posible entender cómo se transmiten las características variables de los individuos y, más aún, cómo se "vuelven a barajar" de una generación a la siguiente. Esto hizo posible poner a prueba concretamente cómo ocurren los cambios evolutivos en poblaciones de plantas y animales (en el laboratorio y en la naturaleza), y los miles y miles de experimentos y observaciones que se hicieron a lo largo del siglo 20 verificaron y confirmaron completamente los principios de la teoría de selección natural.

Bueno, ¿y qué descubrió Darwin?

Charles Darwin era muy observador y estudió la naturaleza con mucha atención. Como cualquier buen naturalista de su época, había visto fósiles y lo intrigaban dos cosas: las semejanzas y las diferencias de distintos tipos de fósiles, y el hecho de que ocupaban lugares predecibles en las capas geológicas. También se preguntaba por qué ciertos animales desaparecieron del planeta, y por qué encontraba fósiles de conchas marinas a miles de millas del mar en lo alto de las montañas de los Andes.

Darwin pasó mucho tiempo examinando poblaciones de caracoles, pájaros, plantas con flores, hormigas, abejas, animales domésticos, etc., en Inglaterra y en otras partes del mundo. Tuvo la extraordinaria oportunidad de viajar como naturalista de un barco explorador, el Beagle.Cuando el barco exploró las costas y la tierra firme de América del Sur, las islas del Pacifico, Sudáfrica y otras partes, Darwin reunió toneladas de información sobre la geografía y las muchas plantas y animales exóticos que encontró. Cuando partió tenía 22 años y creía en la creación divina. De hecho, el capitán esperaba que Darwin encontrara evidencia que refutara las locas ideas de la evolución que muchos naturalistas europeos empezaban a considerar. En cambio, ¡Darwin regresó con evidencia de la evolución!

En sus exploraciones, a Darwin le fascinó la diversidad de especies que encontró y lo bien "adaptadas" que parecían muchas especies a las particularidades del lugar o ambiente en que vivían. Por ejemplo, encontró cactos con "hojas" en forma de agujas que conservan el agua especialmente bien adaptadas a la sequedad del desierto; en las islas Galápagos encontró aves con el pico especialmente bien adaptado a los alimentos que comían: las especies que comían semillas duras tenían el pico corto y fuerte, las que comían semillas pequeñas o insectos tenían el pico más fino y en punta, y las que chupaban néctar de las flores tenían el pico delgado y curvo, casi como un popote. De hecho, Darwin encontró una serie de pinzones (un pajarillo) que tenían el mismo tamaño y color, pero que variaban de isla en isla en el tamaño y la forma del pico y que parecían haberse "adaptado" a la presencia de diferentes alimentos en cada isla. También notó que todas las especies de pinzones tenían rasgos comunes entre sí y con la única especie de pinzones que vivía en el continente, a cientos de millas. Esto llevó a Darwin a especular que unos individuos del continente volaron a las islas tiempo atrás y que sus descendientes formaron poblaciones separadas en distintas islas que a lo largo de generaciones acumularon ciertos cambios de modo que finalmente cada isla acabó con una especie que tenía mucho en común con la del continente y las de las demás islas pero que también tenía características notablemente diferentes. La especulación de Darwin --que las distintas especies de las distintas islas eran "descendientes modificados" de una especie común del continente que en algún momento "irradió" (se expandió) a islas de distintos ambientes y con el tiempo se "diversificó"-- resultó correcta.

En sus viajes Darwin también encontró muchas especies con características que no usaban, como aves con patas palmeadas que nunca se metían al agua o pingüinos con alas que no volaban. Darwin sospechó que esas características aparentemente "inútiles" podrían haberlas transmitido antepasados muy diferentes (más tarde se comprobaría que era cierto). Así Darwin se convenció de que las especies habían cambiado... de que habían evolucionado.

Darwin regresó a Inglaterra convencido de la evolución, pero le tomó 22 años formular un mecanismo viable (la selección natural) y atreverse a publicar sus conclusiones, a sabiendas de que iba a causar un escándalo en la iglesia y la sociedad.

Darwin obtuvo mucha "evidencia en bruto" de la evolución durante sus viajes y observaciones. Pero para formular el mecanismo de la evolución tuvo que elaborar dos importantes conceptos: el concepto de la variación individual dentro de poblaciones y el concepto de la selección de características heredables.

Lo que Darwin aprendió de los granjeros

Darwin pasó mucho tiempo hablando con granjeros y conocía los métodos de selección que han usado por siglos para mejorar sus ganados o cultivos y para producir nuevas variedades con características más deseables. Los granjeros saben que algunas características (no todas) de los animales y las plantas se pueden transmitir a los descendientes, y ellos mismos seleccionan ciertas características heredables para mejorarlos. Por ejemplo, si quieren un hato de vacas que produzca más leche, deben seleccionar y cruzar (dejar que se reproduzcan) solo los individuos que producen más leche. En la siguiente generación repiten el proceso. Todo granjero sabe esto. Si lo hacen durante varias generaciones, tendrán un hato compuesto principalmente de vacas que producen más leche.

Lo mismo se puede hacer con cerdos para que sean más grandes y tengan más carne, o con plantas de maíz para que den elotes más dulces y grandes. Basta con seleccionar las características más favorables (siempre y cuando se puedan transmitir a los descendientes, porque no todas se pueden transmitir o heredar) y cruzar, generación tras generación, solo los individuos que tengan las características deseadas. Al cabo de varias generaciones, toda la "población" (hato o campo de cultivo) estará compuesta principalmente de individuos con dichas características.

Esta selección se llama selección artificial (para distinguirla de la selección natural que ocurre en la naturaleza sin intervención humana), y de este modo es posible cambiar gradualmente las características de ciertos animales y plantas. La selección artificial a veces también produce nuevas variedades, como cuando un jardinero logra producir una nueva rosa o un tomate más jugoso. O miremos la cantidad de variedades de perros que el ser humano ha producido por medio de la reproducción selectiva a lo largo de muchas generaciones: ¡una variedad asombrosa considerando que todas las variedades de perros, de los diminutos chihuahuas a los pastores alemanes o grandes daneses, son descendientes de un mismo antepasado parecido al lobo!

Darwin, entonces, sabía de la selección artificial que practican los granjeros y los criadores de animales y plantas. Pero, ¿podía suceder algo así por cuenta propia en poblaciones naturales?

El gran descubrimiento de que la selección "natural" ocurría por sí sola en la naturaleza sucedió cuando Darwin captó dos cosas:

Primero que todo, en la naturaleza los animales y las plantas producen muchos más descendientes de los que pueden sobrevivir . Eso le hizo pensar a Darwin que algo debía limitar lo que de otra forma sería una expansión infinita de organismos en el mundo natural. Sospechó que los organismos se traban en una "lucha por la supervivencia", de la que solo sobreviven y se reproducen los más "aptos". (Darwin se estaba acercando a lo que los biólogos modernos llaman "aptitud reproductora diferencial". Esto es simplemente una medida del hecho de que ciertos organismos, en dado ambiente, producen más descendientes capaces de sobrevivir y reproducirse. Tal "aptitud" no tiene nada que ver con superioridad).

Segundo, Darwin hizo la muy importante observación de que en cualquier población de animales o plantas, aunque todos tienen ciertos rasgos en común (lo que nos permite reconocerlos como miembros de la misma especie), no hay dos individuos que sean exactamente iguales.Darwin comprendió que esa variabilidad natural entre individuos de una población podía aportar la "materia prima" para que toda la población cambiara en el curso de generaciones sucesivas mediante un proceso de "selección natural" ciega e inconsciente de ciertas características, sin intervención de mano humana ni divina.

Para entender cómo funciona la selección natural hay que recordar que los organismos individuales (plantas o animales individuales) no viven en un vacío. Viven en el contexto de (y en interacción con) un ambiente externo (formado por los rasgos físicos del mundo externo, como temperatura y humedad, y por el ambiente "biótico" que crean todas las plantas y animales que ocupan ese mismo ambiente). El ambiente externo (físico y biótico) cambia continuamente.Es esencial recordar eso.

Bueno, veamos paso a paso un ejemplo de selección natural en acción. Digamos que hay una población de plantas o animales de cierta especie (llamémosla X). Ningún par de individuos de esa población son exactamente iguales. Ahora imaginemos que los individuos de esa población tienen mucha variabilidad en un rasgo que se puede pasar a los descendientes. Vamos bien. Bueno, ahora imaginemos que ese rasgo, en ese ambiente particular y en ese momento particular, le da al individuo alguna "ventaja reproductora"(comparado con los individuos que no tienen tal rasgo). Podría ser que le permite vivir más tiempo (la ventaja reproductora es que tiene más tiempo para producir descendientes); o podría ser que le permite tolerar mejor una sequía u otro cambio dramático del ambiente; o quizá le permite ser mejor que otros de su población para buscar comida, pareja , nidos o para evitar que se lo coman: cosas que pueden contribuir a que un individuo produzca más descendientes (¡un animal no puede producir muchos descendientes si lo devoran antes de reproducirse!).

En la vida real los científicos han documentado muchos ejemplos de rasgos que dan a un individuo "ventaja reproductora", en comparación con individuos de la misma población que no los tienen. Sea cual sea el rasgo (y puede ser cualquier cosa, siempre y cuando se puede heredar ), si ese rasgo le da a un individuo una ventaja reproductora, lo que solo quiere decir que los individuos que tienen ese rasgo producirán más descendientes que los individuos de la misma población que no lo tienen), los descendientes a su vez tenderán a producir más descendientes con ese rasgo, y a lo largo de una serie de generaciones ese rasgo se extenderá y llegará a predominar en la población. Entonces podemos decir que la población ha "evolucionado".4

Veamos otro ejemplo: digamos que tenemos una población de insectos de un tipo y que una especie de pájaros los come. Digamos que la mayoría de los insectos de esa población son grises y de buen sabor, y que por pura casualidad unos pocos insectos de esa población son de color negro y amarillo brillante y tienen un aguijón lleno de veneno que enferma a los pájaros. Los pájaros aprenderán a evitar los insectos brillantes y venenosos y a comer los insectos grises sin veneno. En ese caso, los insectos brillantes y venenosos obviamente tendrán en promedio más chance de sobrevivir y de producir descendientes que los que no tienen esos rasgos.Como resultado, la generación siguiente tendrá...¡chale! una mayor proporción de insectos venenosos de colores brillantes.

El proceso se repite generación tras generación (en cada generación los insectos brillantes venenosos dejan mayor cantidad de descendientes que los insectos grises no venenosos). Después de varias generaciones, ¡toda la población se verá diferente! Ahora toda la población estará formada enteramente (o casi enteramente) de insectos venenosos brillantes por la sencilla razón de que esos son los individuos que dejan más descendientes en cada generación. Por medio de lo que se llama "reproducción diferencial" de esos "individuos variables" toda la población ha cambiado: ¡ha evolucionado!

He aquí otro ejemplo que mucha gente ha oído mencionar: la evolución de bacterias resistentes a los antibióticos. Tomemos una población de bacterias que causa una enfermedad. Expongámosla a un antibiótico que mata bacterias. Muchas de las bacterias morirán. Digamos que el antibiótico mata a la mayoría pero que unas cuantas,por puro azar, tienen un rasgo que les permite sobrevivir al antibiótico y después se reproducen y le pasan a sus descendientes ese rasgo de "resistencia al antibiótico". Al paciente le dan más del mismo antibiótico, pero ahora las bacterias resistentes al antibiótico sobreviven y producen más generaciones de bacterias resistentes. Ahora hay un serio problema: tras varias generaciones (¡y las bacterias producen nuevas generaciones muy rápidamente en un huésped!) las únicas bacterias que quedan son las resistentes y se reproducirán sin control. A menos que el paciente reciba un antibiótico diferente,al que esas bacterias todavía no se han hecho resistentes, puede tener una grave "infección galopante" porque no hay forma de controlar las bacterias.

Un gran problema actual es que el uso excesivo y descuidado de algunos antibióticos ha llevado al surgimiento de varias cepas de bacterias (como nuevas cepas de tuberculosis) que son resistentes a todos los antibióticos conocidos. Este es un caso clásico de evolución en acción, y es imposible hacer avances en la ciencia de tratar enfermedades contagiosas si no aplicamos a la medicina los principios de la evolución.

Lo que acabo de describir es el mecanismo de la evolución que Darwin descubrió y llamó selección natural. Los científicos modernos no tienen absolutamente la menor duda de que este tipo de cambio evolutivo (a veces llamado microevolución para distinguirlo de los cambios macroevolutivos de mayor escala, que veremos en otra parte de esta serie) ocurre en todas las poblaciones y especies vivas --no "instantáneamente" sino a lo largo de muchas generaciones-- y es sumamente común. Se ha observado en la vida real vez tras vez, tras vez, en poblaciones de toda clase de plantas y animales, en la naturaleza y en el laboratorio.

¿Sí se ha puesto a prueba la teoría de selección natural de Darwin y se ha comprobado que es cierta?

Sí, muchas veces. Darwin no alcanzó a ver la prueba definitiva de su teoría porque durante su vida no se descubrió la fuente de la variación individual,que es crucial para comprobar su teoría. Darwin sabía que los individuos no transmiten a sus descendientes rasgos que han adquirido a lo de largo de su vida (por ejemplo, si uno hace ejercicio y adquiere mucha musculatura, no se la transmite a sus hijos; o si una jirafa estira el cuello para alcanzar hojas altas día tras día, no tendrá crías con el cuello más largo). Pero la base de la teoría de la evolución por selección natural es que algo se transmite a las generaciones sucesivas; tenía que haber un mecanismo para que los descendientes heredaran la "variación favorable" de sus padres. ¿Qué podía ser?

Los científicos encontraron la respuesta en menos de 100 años: establecieron los principios y mecanismos básicos de la herencia y descubrieron las estructuras básicas de los genes y del ADN.Esa era la pieza del rompecabezas que hacía falta y con ella se comprobó de modo definitivo el mecanismo de cambio evolutivo por selección natural que postuló Darwin. (Por ejemplo, se realizaron incontables experimentos con animales que se reproducen rápidamente, como la mosca de la fruta, en cuyas poblaciones se pueden observar en poco tiempo los cambios evolutivos y los cambios genéticos subyacentes).

En otras partes de esta serie veremos más ejemplos de la evidencia concreta que ha comprobado definitivamente cómo se dan cambios evolutivos dentro de las especies por medio de la selección natural. También veremos cómo se producen cambios evolutivos por medio de los efectos acumulativos de la selección natural y otros procesos asociados que dan pie a nuevos tipos (especies) de plantas o animales (este proceso se llama especiación). Darwin se interesó mucho en los factores que llevan al surgimiento de nuevas especies y dejó una buena base para entender que las nuevas especies surgen como modificaciones de especies que ya existían. En el siglo y medio transcurrido desde entonces, los científicos han confirmado y reafirmado los principios básicos de la evolución por selección natural, y han extendido y desarrollado la teoría evolucionaria en muchas direcciones importantes a partir de las bases que sentó Darwin.

Muchos avances desde la época de Darwin nos permiten entender mejor cómo se puede diversificar la vida y cómo pueden surgir nuevas especies cuando, por ejemplo, poblaciones separadas de una especie animal o vegetal pasan por cambios evolutivos en diferente grado o a diferente velocidad en distintos lugares. Esas diferencias pueden tener varias razones: un rasgo que da una ventaja reproductora en determinado ambiente (y que por lo tanto se "selecciona") puede darle una "desventaja" reproductora a una población relacionada que ocupa un ambiente distinto; el tipo y la cantidad de variación genética presente en una población también puede ser diferente al de una población relacionada debido a fenómenos como "deriva genética" y "efecto fundador", especialmente en poblaciones pequeñas aisladas.5

A veces las poblaciones separadas geográfica y reproductivamente evolucionan de distinto modo porque el ambiente de cada una "favorece distintos rasgos", y a veces simplemente porque la cantidad de variación genética que existe al comienzo (dentro de cada población) es una pequeña fracción de la variación de toda la especie.

Con el tiempo, una población local puede pasar por cambios que la diferencian lo suficiente de la población inicial, y de toda la especie, y acaba formando una nueva especie.6

Así pueden surgir y han surgido nuevas especies. Este tipo de cambio evolutivo ha ocurrido a lo largo de la historia de la vida y continúa. En vez de ver la evolución de la vida en este planeta como un proceso lineal, hay que verla como un arbusto con muchas ramas: unas ramitas cortas (callejones sin salida evolutivos) y otras ramas largas de las que salen muchas más líneas de "descendencia con modificación de un antepasado común", como lo describió Darwin.

Hoy la teoría darwiniana se sigue extendiendo y desarrollando. Las "nuevas fronteras" del desarrollo de la ciencia de la evolución no están cuestionando las bases de la selección natural darwiniana;están ampliando el darwinismo clásico con la exploración de conceptos adicionales y relacionados para entender mejor los cambios de gran escala (macroevolutivos), como el surgimiento de nuevas especies y nuevos órdenes de plantas y animales en el transcurso de millones de años, y la extinción o supervivencia diferencial de grandes grupos de plantas y animales en diferentes coyunturas de la historia de la Tierra.

Por ejemplo, hoy existe mucho interés en entender mejor qué factores llevaron a períodos de diversificación especialmente intensa de linajes evolutivos en un tiempo relativamente corto (a nivel geológico), como la famosa "explosión cámbrica" de hace un poco más de 500 millones de años. También hay mucho interés en entender mejor qué factores pueden llevar a grandes reorganizaciones de la vida en el planeta por medio de extinciones masivas: las cinco principales olas de extinciones masivas en la historia de la vida del planeta (hasta ahora) ocurrieron al fin del período ordovícico (hace unos 450 millones de años); al final del período devónico (hace unos 350 millones de años); al final del período pérmico (hace unos 250 millones de años, cuando se extinguieron muchísimas formas de vida, especialmente en los mares); al final del período cretácico (hace unos 65 millones de años, cuando se extinguieron muchos linajes, entre ellos los últimos dinosaurios, muy posiblemente debido a los devastadores efectos sobre el clima y la vegetación que tuvo el impacto de un asteroide grande en la península de Yucatán); y al final del pleistoceno, o la última gran época glacial (que duró unos dos o tres millones de años y acabó hace de 10 a 12 mil años), durante el cual se extinguieron muchas especies de mamíferos y aves grandes posiblemente debido en parte a los cazadores humanos.

Se considera que factores como los siguientes han contribuido a los períodos de extinciones masivas (cuando grandes proporciones de las plantas y los animales existentes desaparecieron por completo): cambios de clima, el impacto de un asteroide lo suficientemente grande para causar una especie de "invierno nuclear" y, más recientemente, el impacto de la caza y la transformación ambiental por el ser humano. Ciertos científicos, como Richard Leakey, sostienen que estamos viendo el comienzo de la sexta ola de extinciones masivas, una que se debe directamente a los efectos sumamente rápidos y en cadena de la destrucción y depredación ambiental causada por los seres humanos en los últimos dos siglos. (Vea "El futuro de la vida del planeta no está garantizado")

Uno de los temas más interesantes que están explorando los científicos darwinianos actualmente es el ritmo de los cambios evolutivos de gran escala. Todos los evolucionistas coinciden en que la acumulación de pequeños cambios evolutivos de las especies es un proceso continuo. Y, como veremos en esta serie, también hay abundante evidencia de que la acumulación gradual de cambios evolutivos por selección natural lleva a grandes transformaciones al nivel de la especie (y, aunque los creacionistas piensen lo contrario, hay bastante evidencia de fósiles y otros restos preservados de etapas "intermedias" que muestra diferentes pasos de ese desarrollo). Pero, además de la evidencia bien conocida de cambio evolutivo gradual, varios científicos han encontrado evidencia que indica fuertemente que, en ciertas condiciones, pueden ocurrir relativamente rápido (desde un punto de vista geológico) grandes "saltos" evolutivos, como el surgimiento relativamente repentino de nuevas especies o rachas relativamente repentinas de diversificación de grupos enteros de plantas y animales. Recalco las palabras "relativamente" y "desde un punto de vista geológico", porque es importante entender que nadie dice que las grandes "innovaciones" evolutivas ni el surgimiento de nuevas especies o linajes ocurren "de la noche a la mañana". ¿No, todos los científicos siguen diciendo que los grandes cambios ocurren con el paso de muchas, muchas generaciones! Pero lo que están debatiendo entre sí muchos evolucionistas es si es posible que hayan ocurrido grandes cambios evolutivos a macroescala (como los "repuntes" ocasionales de intensa diversificación de especies que se destacan en ciertos puntos de la historia de la Tierra) relativamente de repente, en un período muy concentrado (no de millones y millones de años, aunque sí a lo largo de muchas generaciones sucesivas).

Como veremos en esta serie, incluso en una especie el ritmo de cambio evolutivo no es constante y a veces se puede acelerar mucho, especialmente en poblaciones de plantas o animales que encuentran trastornos ambientales repentinos y dramáticos, o que quedan aisladas del pool genético de su especie. En tales condiciones, innovaciones evolutivas relativamente pequeñas a veces tienen efectos muy amplificados, y parece que las nuevas especies a menudo se originan de ese modo.

Así que actualmente hay mucho interés en profundizar el conocimiento científico de los factores que pueden afectar la velocidad y el ritmo del cambio evolutivo, especialmente la velocidad de especiación y las condiciones en que una línea evolutiva se ramifica (se diversifica) en muchos linajes descendientes, o quizá en unos pocos. También hay mucho interés constructivo en debatir la relativa importancia de la selección natural y los factores no selectivos, como la deriva genética, el efecto fundador o el efecto de catástrofes ambientales (como el impacto de un asteroide), en la aparición de "novedad" evolutiva.7

No vamos a explorar todos esos temas aquí; basta con señalar que esos son los tipos de preguntas que está investigando actualmente el dinámico campo de la biología evolucionista. Se están haciendo muchos avances, en teoría y en experimentación,que están extendiendo y desarrollando el legado de Darwin. Pero decir que el campo de la evolución se sigue desarrollando no es lo mismo, absolutamente, que decir que "los evolucionistas ni siquiera están de acuerdo entre sí, así que la evolución es una teoría sin comprobar y la teoría creacionista es una teoría alternativa igualmente válida", como dicen los creacionistas. Eso es completamente falso.

Repito que se considera que los principios básicos de la evolución por selección natural de Darwin están tan sólidamente comprobados como el hecho de que la Tierra gira alrededor del Sol y no al contrario. El conocimiento científico avanza y se desarrolla continuamente. Pero para que la ciencia (o cualquier otro campo del conocimiento) avance es fundamental basarnos firmemente en los conocimientos que la ciencia y el tiempo han comprobado. En ningún campo de la ciencia hay nada más sólidamente comprobado y demostrado que los principios básicos de la evolución.

Más adelante, cuando hayamos sentado más bases de lo que es la evolución, lo que no es, y la evidencia de que ha ocurrido y de que la vida sigue evolucionando, espero que reconozcamos con más confianza los errores de los supuestos "creacionistas científicos", que dicen que tienen razones "científicas" para no creer en la evolución. Veremos que el "creacionismo científico" ¡no tiene nada de científico! Es simplemente religión: una serie de creencias que los que siguen la Biblia al pie de la letra quieren que aceptemos por fe,sin ninguna evidencia científica concreta y verificable (¡no la tienen!)

Es importante estudiar y reflexionar sobre los métodos favoritos de los creacionistas para "cuestionar" la evolución: los métodos en sí muestran que no tienen fundamento.

Los creacionistas quieren que creamos que la historia bíblica de la creación es verdad palabra por palabra, pero (a diferencia de los evolucionistas) no pueden presentar ninguna evidencia y, más aún, no pueden presentar ninguna idea que se pueda poner a prueba en el mundo real para determinar si la propuesta de la creación divina es cierta o falsa. ¡Eso de por sí dice mucho! Por contraste, la teoría de la evolución se ha puesto a prueba repetidamente en el mundo real (con observación y experimentación) y muchos de los avances de las ciencias modernas se basan en el conocimiento de sus principios.

Además, como toda teoría científica, la teoría de la evolución acepta cuestionamiento, verificación y rechazo. ¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que cuando los científicos proponen una teoría predicen que, si es CIERTA, será posible hallar esta y aquella evidencia. Además, indican qué evidencia es incompatible con la teoría y demostrará que es FALSA. Lo asombroso de la teoría de la evolución es que en los más de 140 años desde que Darwin la publicó miles de científicos de todo el mundo han reunido toneladas de evidencia de distintas clases que es compatible con ella y que demuestra que es cierta, pero nadie (ni una sola persona en ninguna parte) ha encontrado una gota de evidencia científica (que científicos serios puedan verificar) que demuestre que la teoría de la evolución es falsa. Y eso, estimados amigos, también dice mucho. Especialmente porque, como se ha señalado varias veces, el que lograra probar que la teoría de la evolución es falsa se volvería célebre de la noche a la mañana por refutar uno de los principios más sólidos de la ciencia.

Es importante entender que la teoría de la evolución no es uno o dos puntos y ya: es una teoría coherente de muchos componentes que conforman un todo general. Si alguien pudiera demostrar que uno de los componentes básicos de la teoría es falso (por ejemplo, si encontrara fósiles que demuestren que los seres humanos vivieron al mismo tiempo que los dinosaurios, por mencionar uno de millones de ejemplos posibles que serían incompatibles con nuestro conocimiento del desarrollo de la evolución), ¡toda la teoría se iría a pique! Pero a pesar de eso y a pesar de que los creacionistas fanáticos harían cualquier cosa para encontrar una gota de prueba científica de que la evolución es falsa, nadie ha logrado hacerlo.

A falta de evidencia concreta para refutar la teoría de la evolución o validar la idea de la creación bíblica (fuera de fe ciega), e incapaces de proponer una teoría científica alternativa que se pueda poner a prueba,los creacionistas han quedado reducidos a tratar de "abrir huecos" en aspectos de la teoría de la evolución que les parecen "débiles" (porque no los entienden). Con frecuencia, parece que sus ataques no arrancan de desacuerdos honestos sino que buscan crear confusión para que la gente que no ha estudiado ciencia crea que la teoría de la evolución no es sólida.

Para crear esa falsa impresión, los creacionistas recurren a humo y mentiras. Por más que los evolucionistas refuten sus mentiras y tergiversaciones, salen con más. El famoso paleontólogo y evolucionista Stephen Jay Gould comentó que es muy difícil batir a los creacionistas en un debate por sus métodos anticientíficos y resbalosos, aunque en otras situaciones, como en un juzgado, donde es posible interrogarlos y hacer que planteen sus propias explicaciones, quedan batidos. Al fin y al cabo, los creacionistas no tienen que respetar las reglas científicas y pueden decir lo que se les ocurra para "desgastar" a los científicos (que efectivamente se cansan de perder tiempo con idioteces) y al público en general, que debido a la doble carga de la tradición religiosa y de escasa educación científica a veces no puede separar la verdad y la ficción.

Para no dejarse engatusar por mentiras y confusiones, es necesario aprender el método científico y los puntos básicos de la evolución. Es una lucha pero vale la pena. Cuesta trabajo (porque aprender la ciencia de la evolución es como aprender la ciencia de todo) pero espero que esta serie ayude. Al entrarle al material que presentaremos "paso por paso", será posible (incluso para los que no tengan conocimientos sobre la evolución) adquirir una comprensión básica de los hechos científicos como punto de partida para poder refutar los espejismos de los antievolucionistas y proponentes de la fe ciega. Y entonces, ¡a lo mejor te divertirás cuestionándolos a ellos!

PRÓXIMAMENTE: Más evidencia, ¡la evolución está ocurriendo ante nuestros ojos!

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Footnotes

1    No sabemos con certeza si la vida primitiva surgió y luego tal vez desapareció (y luego volvió a aparecer) en distintos momentos de los comienzos de la Tierra. De todos modos, se puede decir que todos los seres que viven en el mundo hoy son descendientes de un solo antecesor común. Uno de los indicadores más importantes de ese "antecesor común" es que entre las muchas características importantes que comparten todos los seres vivos del planeta figura el mismo código genético básico y mecanismos compartidos de síntesis de proteínas.El método de replicación y herencia basado en el ARN y el ADN, común a todos los seres vivos de la Tierra, no es necesariamente la única manera en que la "vida" se puede reproducir en otras partes del universo. Son apenas los "ladrillos" químicos con que los seres vivos pueden replicarse en este planeta. La mayoría de los biólogos piensa que, como ninguna forma de vida de la Tierra utiliza otro mecanismo de replicación genética, es una indicación muy fuerte de que todos los seres vivos de este planeta (incluidos los seres humanos) son descendientes de una sola forma de vida común,que evolucionó y divergió (se ramificó) durante cientos de millones y hasta de billones de años.[Return to main article]

2    Como veremos, con el transcurso del tiempo, sistemas enteros pueden "divergir" más cuando una "población antecesora" se ramifica y da origen a diversas poblaciones separadas, y luego ciertos factores afectan los patrones de variación al azar en esas poblaciones. La "selección" de la proporción relativa de individuos variantes de una generación a otra puede darse de manera muy diferente en linajes separados y, con el tiempo, las poblaciones nuevas pueden tener variaciones muy radicales entre sí, y en comparación con la población antecesora. Así, pueden darse verdaderas "novedades" evolutivas por la variación que ocurrió puramente por casualidad en las generaciones anteriores. [Return to main article]

3    Los creacionistas de hoy tienen el mismo problema: algunos sostienen que hay diferentes fósiles en diferentes capas porque, cuando ocurrió el "diluvio universal" bíblico de 40 días, los seres "menos inteligentes" simples fueron los primeros en ahogarse y los seres complejos y avanzados pudieron resistir más tiempo, pero al fin murieron y quedaron enterrados en las capas superiores del lodo. Y que las aves se posaron en las copas de los árboles y fueron los últimos seres en morir... por eso,dicen, ¡los fósiles de las aves solo aparecen en las capas geológicas superiores! Ajá...
    Para aferrarse a sus creencias obsoletas, los creacionistas clásicos confeccionan muchísimas "explicaciones" absurdas, pero hoy poca gente, hasta cristianos devotos, acepta tales ideas. Los geólogos que estudian la topografía y la formación de las capas de rocas y continentes han entendido desde hace mucho que nunca ha ocurrido una sola inundación global como la que describe la Biblia.Incluso antes de Darwin, los geólogos sabían que las capas de la superficie terrestre se depositaron una encima de la otra en el transcurso de cientos de millones de años,y que las plantas y animales fosilizados atrapados en esas capas murieron en épocas geológicas muy distintas, separados por millones de años, y que no es posible que todos murieran de golpe o en un tiempo reducido (¡40 días!).
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4    Eso no quiere decir que los cambios evolutivos que han ocurrido necesariamente se generalizarán de manera permanente a la población o seguirán en una sola "dirección". Por ejemplo, los cambios evolutivos podrían acumularse en cierta "dirección" por un tiempo, pero luego un cambio de las condiciones ambientales podría revertir las tendencias porque las características en cuestión dejan de representar una ventaja reproductora o incluso se vuelven una desventaja. En tal caso, en el transcurso de varias generaciones, podrían eliminarse esas características por medio de la selección. Las características variables de una población que han tenido efectos negativos o positivos menos dramáticos en la aptitud reproductora relativa de los individuos pueden persistir en la mezcla variable de la población sin desaparecer o sin generalizarse a todos los individuos, pero su proporción o frecuencia relativa puede cambiar de una generación a otra y en respuesta a cambios en el ambiente externo. [Return to main article]

5    La deriva genética y el efecto fundador son fenómenos relacionados con cambios en la frecuencia y diversidad genética que ocurren al azar (es decir, no son el resultado de la selección natural). El efecto fundador puede ocurrir cuando individuos migran a una región e introducen nuevo material genético. Asimismo, ocurren alteraciones casuales de las frecuencias genéticas por la muerte accidental de individuos o la reducción del material genético disponible cuando parte de la población se elimina o "se separa" y no puede cruzarse con el resto de la población. Como es de esperarse, dichos fenómenos, que no se deben a la selección natural, pueden amplificarse y destacarse en poblaciones pequeñas. [Return to main article]

6    Una población se define como una nueva especie cuando diverge de la especie ascendente a tal grado que no puede cruzarse con ella y producir crías que puedan reproducirse. [Return to main article]

7    Los científicos están investigando el papel de mutaciones "neutrales" en el cambio evolutivo y la relativa importancia para la macroevolución de los efectos acumulativos de adaptaciones específicas de las poblaciones al hábitat en contraste con cambios que no están relacionados con la adaptación.
    Asimismo, están investigando otras cuestiones de mucho interés: ¿el cambio evolutivo necesariamente produce mayor complejidad?; ¿los principios básicos de la selección natural se aplican a varios niveles de organización (como genes, células, organismos, poblaciones, especies, clades [organismos que comparten características de un antepasado])?; si es así, ¿algunos niveles son de mayor importancia como fuentes o mecanismos de cambios evolutivos?; y ¿es posible integrar a la teoría de la evolución el concepto de cambios que ocurren simultáneamente en varios niveles?
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