Asunto polillas

Ardea Skybreak

Obrero Revolucionario #1159, 21 de julio, 2002, posted at http://rwor.org

La evolución del melanismo industrial* en la polilla Biston betularia o geómetra del abedul (y en otras especies de insectos) es un fenómeno muy conocido y documentado que se enseña en casi todos los textos de biología. Pero hace poco la prensa publicó que unos científicos han cuestionado la validez de los experimentos que realizó H.B.D. Kettlewell en Inglaterra en la década de 1950. Así se ha creado la impresión de que este ejemplo clásico de evolución por selección natural es chafo. Los lectores que huelan creacionismo en esta "controversia" tienen un olfato muy agudo; por ejemplo, uno de los principales críticos del ejemplo de la geómetra del abedul es nada menos que Jonathan Wells, un creacionista de alto nivel en el Centro de Renovación de la Ciencia y la Cultura del Instituto Descubrimiento, un grupito de creacionistas de Seattle que debate a los evolucionistas en todo el país y promueve la noción de un artífice inteligente. Mejor dicho, cuando oigamos que están "cuestionando" el ejemplo clásico de evolución en acción de la geómetra del abedul, ¡hay que preguntar cuál es la fuente!

De todos modos, como incluso un reloj parado puede dar la hora correcta dos veces al día, es recomendable ser receptivos a nuevas ideas y reconocer que los descubrimientos científicos pueden cambiar con nueva información. Pero eso parece poco probable en el caso de la evolución del melanismo industrial por selección natural de la geómetra del abedul o de otros insectos. Sin duda no se ha escrito la última palabra sobre este tema; por ejemplo, queda mucho por investigar sobre otros factores selectivos (fuera de los pájaros) que podrían llevar a los cambios observados en las frecuencias génicas de las poblaciones de polillas. Pero los hechos básicos no han cambiado: no existe la menor duda de que las poblaciones de polillas evolucionaron (de una mayoría de polillas claras a una mayoría de polillas oscuras) en unas cuantas décadas en correlación directa con los cambios del nivel de contaminación industrial. Tampoco existe la menor duda de que esa tendencia evolutiva se invirtió cuando los niveles de contaminación industrial bajaron. Esta tendencia se demostró con detallados conteos de poblaciones de polillas en Inglaterra de la década del 50 a la década del 90. Últimamente, el biólogo Bruce Grant ha documentado un llamativo caso de evolución paralela de melanismo industrial de polillas en Estados Unidos, comparando la proporción relativa de variantes claras y oscuras de poblaciones de polillas cerca de Detroit también de la década del 50 a la década del 90. Igual que sucedió en Inglaterra, la proporción de polillas oscuras aumentó con el aumento de contaminación y disminuyó significativamente cuando mejoró la calidad del aire. También hay clara evidencia de que los pájaros tienen un impacto significativo en las poblaciones de polillas: los pájaros consumen grandes proporciones de polillas adultas de cualquier población.

Puede que el diseño de los experimentos de Kettlewell en los años 50 no fuera perfecto (pocos experimentos son perfectos), pero las conclusiones básicas de su trabajo siguen en pie: a) el conteo sistemático de las proporciones de variantes claras y oscuras de las poblaciones de polillas durante varias décadas muestra de modo concluyente que las poblaciones de polillas evolucionaron con el paso del tiempo, primero en una dirección y después en la otra.Para repetir, no existe absolutamente ninguna duda sobre esto. b) Los experimentos clásicos de Kettlewell de "marcar/soltar/volver a capturar" demostraron que cuando soltaron polillas claras y polillas oscuras en zonas contaminadas (donde los árboles eran más oscuros), en los días siguientes volvieron a capturar el doble de polillas oscuras; es decir, que significativamente más polillas oscuras lograron sobrevivir por la razón o combinación de razones que fuera. Los experimentos también demostraron exactamente lo contrario cuando soltaron polillas claras y oscuras en zonas no contaminadas: ahí volvieron a capturar el doble de polillas claras, lo que indica que algún factor favorecía la supervivencia de polillas claras en zonas no contaminadas. c) Además, Kettlewell y otros científicos observaron directamente que los pájaros picaban preferentemente polillas claras en ambientes contaminados y polillas oscuras en ambientes no contaminados. d) Finalmente, para confirmar experimentalmente la depredación diferencial de los pájaros, Kettlewell pegó polillas claras y oscuras en troncos oscuros y en troncos claros, y observó y documentó que los pájaros picaban más rápidamente las polillas más visibles en cada caso: las polillas claras en los troncos oscuros y las polillas oscuras en los troncos claros.**

Los creacionistas se han puesto a sembrar confusión con el ejemplo de la evolución de la polilla; por ejemplo, dicen que las polillas no se posan en árboles durante el día (sí lo hacen) y que los experimentos de Kettlewell son "antinaturales" y "montados" porque los pájaros normalmente no encuentran polillas pegadas a troncos. Esta es una táctica engañosa típica de los creacionistas. Todos los científicos saben que es perfectamente válido realizar manipulaciones experimentales de la naturaleza a fin de investigar algo. Todas las manipulaciones experimentales son "antinaturales" en cierto sentido, pero ofrecen información valiosa (en este caso confirman que los pájaros tienden a picar más rápidamente las polillas más visibles en cada ambiente). Esas manipulaciones experimentales son una parte perfectamente legítima y necesaria de la investigación científica. Es deshonesto que los creacionistas digan que son un "montaje" fraudulento.

Kettlewell y sus colegas explicaron cómo diseñaron los experimentos, y no tienen nada indebido ni engañoso. Pero los creacionistas siembran confusión soltando mentiras (como que las polillas no se posan en troncos cuando sí lo hacen), diciendo que Kettlewell "montó" los experimentos (para dar la impresión de que descubrieron una trampa, cuando se trata de una técnica experimental válida y común), y criticando puntos que vale la pena investigar más (si Kettlewell exageró la importancia de los líquenes en el camuflaje de las polillas). Obviamente no mencionan el hecho de que la totalidad de las observaciones y estudios de la polilla geómetra del abedul afirma contundentemente que ha evolucionado y que ese cambio evolutivo se ha observado en unas pocas décadas. Aquí vemos nuevamente la metodología típica de los creacionistas: revuelven mentiras, tergiversaciones y discusión selectiva de pedacitos de un cuadro general para dar la falsa impresión de que la evidencia de la evolución no es tan firme, cuando es todo lo contrario. Se ha comentado que por cada creacionista del Instituto Descubrimiento hay 10,000 científicos que sostienen que los hechos básicos de la evolución son de los más sólidamente establecidos y demostrados de la ciencia. Además de la evidencia clara de la evolución de la polilla geómetra del abedul, miles de estudios han documentado la selección natural en acción en otras poblaciones de plantas y animales en la naturaleza.

Por supuesto que siempre hay más que saber de cualquier tema científico, y tal es el caso de la evolución de las polillas. Pero cuando los científicos legítimos debatimos como parte del proceso de profundizar nuestro conocimiento de la evolución, eso no quiere decir que se esté cuestionando la evolución en sí. Por ejemplo, cuando los biólogos evolucionarios debaten si los cambios evolutivos de gran escala siempre ocurren gradualmente o si a veces son acelerados; o la relativa importancia de la selección natural en comparación con la deriva genética en el cambio evolutivo; o por qué es de esperarse que haya huecos en el registro fósil; o si se exageró la importancia de los líquenes en la discusión del camuflaje de la polilla... ¡eso no quiere decir que la evolución esté en duda! Tales debates y preguntas entre los evolucionistas impulsan el conocimiento de los mecanismos de la evolución, y de ninguna forma la refutan. La evolución del melanismo industrial en la polilla Biston betularia y otros insectos es indudablemente real y se ha observado claramente en Inglaterra y Estados Unidos. Debemos ser receptivos a los nuevos descubrimientos científicos que aporten más información, ¡pero no debemos dejar que los creacionistas nos den gato por liebre!

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Notas:

*    El melanismo industrial es el aumento de la proporción de variantes oscuras en una población de polillas o de otros insectos con relación a un aumento de la contaminación industrial.

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**    Kettlewell señaló que las polillas claras se camuflaban especialmente bien cuando se posaban en los líquenes blancuzcos que cubrían los troncos de las regiones no contaminadas. Los líquenes son organismos que forman una especie de corteza y suelen cubrir árboles y rocas. Son una combinación simbiótica de algas y hongos, y son muy sensibles a la contaminación del aire. Con el desarrollo de la industria en Inglaterra los líquenes de los troncos desaparecieron en muchas partes, lo que llevó a que los troncos fueran más oscuros. Varios estudios recientes señalan que quizá Kettlewell le dio demasiada importancia a la presencia o ausencia de esos líquenes porque creen que la proporción de polillas claras de una población puede empezar a aumentar de nuevo cuando mejora la calidad del aire, aun si los líquenes no han vuelto. Esta es una cuestión interesante que se debe investigar, pero independientemente de la presencia o ausencia de líquenes, los árboles de las zonas que no tienen hollín son más claros que los de las zonas contaminadas.

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