Revolución #169, 28 de junio de 2009

Voz del Partido Comunista Revolucionario, EU

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Revolución #169, 28 de junio de 2009


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Las raíces del levantamiento iraní

“Una sociedad que se ahoga en la corrupción, la destrucción, la superstición, la vil ignorancia religiosa, la drogadicción y la prostitución”

Larry Everest

26 de junio de 2009

Cuando se anunciaron los resultados de la elección presidencial en la noche del 12 de junio, escasamente tres horas después de que se cerraran las casillas, millones de iraníes se sorprendieron. El presidente de turno —y ampliamente odiado— Ahmadinejad supuestamente ganó una reelección por un margen del 63 al 33 por ciento. Millones estaban indignados por lo que sintieron era un descarado robo de la elección —muchos lo llamaron un golpe de estado— y empezaron casi inmediatamente masivas protestas callejeras.

Como estallaron muchas formas de protesta, testigos presenciales reportaron que cada vez más gente expresaba sentimientos abiertamente en contra del régimen, aún más allá de la indignación al ser percibida ampliamente como una elección robada: “…una inmensa y creciente parte del pueblo ya no confía ni es leal al régimen. La gente que aún no ha tenido ninguna respuesta a la situación política claramente coreaba: ‘Muerte a Jamenei’, una consigna que rara vez o si es que nunca escuchada antes en cualquier protesta en Irán” ("Irán: una agrietada estructura de poder pero lejos de ser erradicada”, Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar [SNUMQG], 22 de junio de 2009, en línea en revcom.us).

Muchas fuerzas están en el campo de batalla, entre ellas aquellas leales y que buscan la reforma de la República Islámica de Irán (RII). Y muchos de los que están en las calles veían a estas fuerzas como una alternativa positiva al intolerable orden establecido y enarbolaban la bandera verde del islam (un análisis más profundo de las fuerzas que están en medio de la actual situación en Irán se halla en “Revuelta en Irán”, de V.T., en revcom.us).

Al mismo tiempo hay fuerzas más radicales y hay muchos debates y lucha sobre grandes cuestiones. Entre aquellos implicados en las protestas existe una estimulante atmósfera de desafiar a cosas que se han aceptado por años y el apremiante debate sobre el camino a seguir. Para una muy única y reveladora imagen de esta atmósfera, recomiendo fuertemente a los lectores leer —y circular— el artículo "Sábado, la calle Azadi, Teherán”, del SNUMQG (22 de junio de 2009, en línea en revcom.us).

Estas justas y heroicas protestas que se han dado durante dos semanas al cierre de esta edición, se han topado con una escalada sanguinaria de represión, con amenazas, golpizas, tortura y asesinatos por la RII. Los estudiantes de la Universidad de Teherán que fueron arrestados escriben que las condiciones de encarcelamiento —que incluyen asalto sexual, golpizas y la privación de agua y comida— eran “peores que las de Guantánamo”. Los periodistas sufren hostigamiento, arrestos y expulsiones de Irán en plan de suprimir el cubrimiento de las noticias. El régimen ha cerrado los periódicos y los sitios web de oposición y ha fichado y encarcelado a sus simpatizantes, y se ha reportado que algunos han sido torturados para forzarlos a “confesar” de ser parte de un “complot del extranjero” (The Guardian, Inglaterra, 26 de junio de 2009).

“Los testigos nos están diciendo que la Basij está destrozando las calles y los barrios también como las casas a fin de detener los coros de protesta sobre los techos en la noche”, dijo un representante Human Rights Watch (BBC, 27 de junio de 2009).

El ayatolá Ahmed Jatami, un líder del clero (sin parentesco con el anterior presidente Jatami), amenazó con ejecutar a los manifestantes en un sermón radiotransmitido nacionalmente el viernes 26 de junio declarando que se debería “tratarlos sin piedad”, porque se oponían al Líder Supremo el ayatolá Jamenei quien es supuestamente ungido por Dios para gobernar y debe ser obedecido y diciendo que cualquiera que se rebele contra él “está en una guerra contra Dios”.

Detrás de la furia y la indignación

El robo de la elección que muchos han percibido fue la chispa inmediata para el desahogo de la furia y el desafío masivo. Pero más de fondo, el levantamiento masivo de Irán ha sido impulsado por la rabia reprimida de millones de iraníes ante el carácter sofocante y opresivo de la RII, una vida caracterizada por lo que el Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta) [PCI (MLM)] llama “una sociedad que se ahoga en la corrupción, la destrucción, la superstición, la vil ignorancia religiosa, la drogadicción y la prostitución” (Comunicado #6 del PCI [MLM]: ‘Al pueblo: ¡Cuidado! ¡Musavi no es su hermano y no está de su lado!’ (SNUMQG, 22 de junio de 2009, en línea en revcom.us).

Las raíces de estas condiciones recaen en toda una historia y la presente realidad diaria, de un mundo dominado por el imperialismo —por un sistema impulsado a maximizar las ganancias a través de la explotación, cuya lógica y relaciones económicas y políticas se refuerzan por la sistemática brutalidad y opresión. Puedes girar el globo y señalar a un país y descubrir un legado de invasiones imperialistas, golpes de estado, regímenes títeres, cámaras de tortura, escuadrones de la muerte y la represión para imponer esas relaciones y esta es verdaderamente la situación de Irán. Con sus inmensas reservas de petróleo y su ubicación de importancia geopolítica estratégica, desde hace mucho Irán ha estado en las miras de las potencias imperialistas — los británicos hasta la Segunda Guerra Mundial y luego principalmente los Estados Unidos.

Hasta 1978 la dominación imperialista de Irán tomó la forma del gobierno del Sha, un monarca tirano que fue instalado por la CIA estadounidense en un golpe de estado militar en 1953 y permaneció como un cliente leal a través de su reinado. Ampliamente odiado por los iraníes el Sha permaneció en el poder, en gran medida gracias a la SAVAK, su policía secreta entrenada por Estados Unidos.

En 1978 una ola revolucionaria que atrajo a millones de iraníes se extendió por todo Irán. El Sha inicialmente trató de ahogar la revolución en sangre asesinando a miles en un solo día —“el Viernes Sangriento”— en septiembre.

Por poco que se conozca, la llegada al poder del actual régimen en unos sentidos importantes fue facilitada por los Estados Unidos. Cuando se hizo claro que las masacres del Sha no tenía el efecto deseado, los Estados Unidos hizo un llamado de que su mejor opción, bajo las circunstancias, era facilitar la llegada al poder de las fuerzas de la Republica Islámica de Irán en 1979. Los Estados Unidos consideró que esas fuerzas islámicas eran su mejor apuesta para mantener la dominación imperialista de Estados Unidos en la región antes que permitir que la revolución se desarrollara.

Yo estaba en Irán recién después de la revolución y de nuevo en 1980, reportando para Revolución (entonces el Obrero Revolucionario) y vi que la Republica Islámica estaba consolidándose con la clase de ataques violentos sobre los oponentes al régimen de los que hoy somos testigos. Un florecimiento de la actividad política y el debate ha crecido rápidamente en el período subsiguiente a la revolución de 1979, evidenciado por concentraciones políticas con decenas de miles de personas, las aceras salpicadas de literatura radical y revolucionaria y muchas otras actividades políticas. Esta situación tuvo el potencial de desarrollarse en un movimiento revolucionario que realmente rompiera las cadenas de la dominación imperialista.

Las fuerzas alrededor de Jomeini sirvieron, bajo las circunstancias, a los intereses del imperialismo. Esas fuerzas no se acomodaban a sus intereses pero violentamente aplastaron las fuerzas políticas radicales y revolucionarias y reprimieron brutalmente a sectores del pueblo —como a las mujeres— cuyas demandas se dieron en contra de las estructuras económicas, políticas, sociales y culturales y las tradiciones que reforzaban al viejo orden. Durante mis viajes vi al régimen ponerse a aplastar a sus oponentes y a consolidar su poder. Las escenas de hoy recuerdan esas imágenes —los golpeadores con tubos del Hezbolá de Irán (el “partido de Dios”) que atacan a aquellos que se oponían a la teocracia islámica, desde los burgueses islámicos y democráticos hasta los revolucionarios comunistas— asaltando las manifestaciones y arrestando y asesinando a miles de comunistas y otros oponentes del régimen durante la década del 1980. Entonces como ahora, las mujeres eran el primer blanco del violento clero islámico patriarcal.

Desde ese entonces, la República Islámica ha sobrevivido gracias a dos elementos de primera importancia: la represión y el estricto control de las muchas organizaciones armadas de policía y de seguridad, y los castigos extremos sancionados por la religión. Como he esbozado arriba, el imperialismo estadounidense, el que incluye al presidente Barack Obama, es responsable de las condiciones fundamentales que crearon esta situación. Estados Unidos no tiene ningún derecho a derramar lágrimas de cocodrilo ni a expresar indignación ante ella, pues el funcionamiento del imperialismo estadounidense, tanto en su naturaleza explotadora como en las medidas políticas tomadas conscientemente al servicio de dicho sistema, es lo que fundamentalmente creó tales condiciones, a pesar de que Estados Unidos ahora encuentra que estas fuerzas son un obstáculo y una amenaza a sus objetivos económicos, políticos y militares en la región.

El creciente descontento

Hoy el descontento y la alienación por el carácter sofocante, represivo, sin salida y oscurantista —o sea, al estilo de la Edad de las tinieblas— del gobierno islámico han ido creciendo particularmente entre las y los jóvenes, en especial las y los jóvenes de las zonas urbanas, y sobre todo los estudiantes y las mujeres. Todo eso se ve reflejado en las consignas de las protestas de hoy: muerte a la dictadura, libertad de pensamiento, libertad o muerte, y la demanda generalizada de poner fin a la censura y la represión periodística, artística e intelectual. Pero al mismo tiempo refleja los enormes cambios sociales, políticos y económicos en el mundo y en Irán: la urbanización del país (ahora el 70% de la población vive en ciudades), la población joven (más del 60% tiene menos de 30 años de edad) y el mayor acceso a la educación, incluido para las mujeres, que en el pasado.

El régimen ha endurecido el castigo a los que no acatan sus dictados. De acuerdo a Amnistía Internacional, el año pasado el régimen ejecutó a cuando menos 346 personas (una cifra que incluye los ahorcamientos), lo que le da a Irán el segundo lugar en el mundo en cuanto a ejecuciones. En un solo día, el 27 de julio de 2008, ahorcaron a 29 personas presuntamente culpables de delitos como asalto a mano armado, venta de drogas e incluso consumo de bebidas alcohólicas y tener de municiones (Telegraph, 27 de julio de 2008).

Hay ataques y represión regularmente a las protestas obreras, estudiantiles y de mujeres. Cualquier arrestado o detenido va ante un sistema jurídico controlado por clérigos, en que se llevan a cabo los procedimientos muchas veces en secreto, los acusados tienen pocos derechos y acceso limitado a abogados y “el mundo se entera de la suerte [del detenido] solo si se anuncia el veredicto en la televisión estatal” (Associated Press, 26 de junio).

La opresión de la mujer

Una gran fuerza poderosa que está surgiendo en medio de la revuelta y las protestas en Irán es la oposición a la opresión de la mujer, vista por ejemplo en la gran cantidad de mujeres en las calles. La RII ha impuesto la ley de Sharia, ha codificado la discriminación legal (en realidad el apartheid) hacia las mujeres, ha reinstalado muchas restricciones y castigos medievales y les ha negado derechos básicos.

El sometimiento de la mujer es una piedra angular del gobierno islámico en las esferas ideológica, política y social. “La sociedad ideal de los fundamentalistas islámicos se basa en la subordinación absoluta de la mujer al hombre en cada nivel de la sociedad. La moral de su sociedad ideal depende absolutamente de que las mujeres sepan que su papel asignado es ser objeto sexual fiel al hombre que es su dueño y producirle mucha descendencia, en particular a niños varones” (“Declaración de la Organización de Mujeres 8 de Marzo (Irán-Afganistán): Para un 8 de marzo internacionalista — Día Internacional de la Mujer; Mujeres revolucionarias claman: La revolución es la salida para la humanidad”, Revolución #157, 22 de febrero de 2009, http://revcom.us/a/157/mar8_call-es.html).

“La obligación de llevar el hiyab (el velo) en público se impuso a las mujeres y hasta infracciones menores resultan en un castigo severo (74 latigazos o un año de cárcel)... Los tribunales han aplicado como castigo los azotes, la amputación y la muerte a pedradas, la última solo para mujeres condenadas por adulterio. Aplican sentencias más leves que antes para los esposos, padres y hermanos acusados de ‘asesinatos de honor’. Incluso hay reglamentos contra las muestras de cariño en público. Bajo Jomeini se permitió de nuevo el matrimonio de niños y bajaron la edad de casarse de 18 a 9 años para muchachas (cuando eso suscitó protestas, subieron la edad a 13 años), y a 15 años para muchachos. Nuevas leyes alentaban la poligamia e impedían que la mujer dejara a un esposo que la maltrataba” (“Divided Iran on the Eve” [Irán dividido en la víspera], de Malise Ruthven, una reseña del libro Sexual Politics in Modern Iran [La política sexual en el Irán moderno], de Janet Afary, publicada en la revista New York Review of Books el 2 de julio de 2009).

Se permite matar a pedradas a mujeres condenadas de adulterio u otros delitos, y la forma bárbara en que el castigo se cumple sigue normas jurídicas que garantizan el sufrimiento máximo: “El Código Penal de Irán impone un castigo de muerte a pedradas. Incluso estipula que las piedras sean suficientemente grandes para infligir dolor, pero no tan grandes como para matar inmediatamente a la víctima”, dice el informe de Amnistía Internacional sobre un día en que nueve mujeres y dos hombres estaban esperando su muerte a pedradas. Continúa: “El artículo 102 del Código Penal dice que para la ejecución a pedradas, hay que enterrar a los hombres hasta la cintura y las mujeres hasta el pecho. El artículo 104 afirma, refiriéndose al castigo por adulterio, que las piedras “no deben ser tan grandes como para matar a la persona con un golpe o dos; ni tan pequeñas que no se les pudiera llamar piedras” (“Iran: Death by stoning, a grotesque and unacceptable penalty” [Irán: La muerte a pedradas, un castigo grotesco e inaceptable], de Amnistía Internacional, 5 de enero de 2009).

También se discrimina a la mujer en el empleo y se le impide desempeñar su papel justo y pleno en la sociedad, a pesar de que representa aproximadamente el 60% de los estudiantes universitarios: “El hecho es que a 30 años de la revolución, las mujeres constituyen solamente el 15% del sector formal de la fuerza de trabajo asalariada (es decir, los que tienen derecho a días festivos pagados, licencia por maternidad, pensión de jubilación y otras disposiciones del derecho laboral). De acuerdo al censo iraní del año 1385/2006, solo 3.5 millones de las mujeres son trabajadoras asalariadas, en contraste con 23.5 millones de los hombres... El censo iraní más reciente (de 1385/2006) demuestra que las mujeres constituyen menos del 20% de la fuerza de trabajo, muchísimo menos que el promedio mundial de 45%” (“Where are Iran’s Women?” [¿Dónde están las mujeres de Irán?] de Valentine M. Moghadem, The Iranian Revolution at 30 [La revolución iraní a los 30 años], del The Middle East Institute, www.mideasti.org, 10 de febrero de 2009).

Como analizó la Organización de Mujeres 8 de Marzo tras el asesinato de Neda Agha-Soltan a manos del régimen durante la reciente revuelta: “Neda se convirtió en un blanco del odio que tiene el sistema islámico medieval, el cual ni siquiera puede tolerar la simple participación de la mujer en la sociedad” (declaración de junio de 2009).

Los cambios sociales, por ejemplo el impacto de la revolución y de la guerra de ocho años entre Irán e Irak y los cambios en el mundo en general, han aumentado las tensiones existentes en la sociedad iraní entre la posición social, la experiencia y las aspiraciones de las mujeres iraníes y las restricciones islámicas del régimen. El alfabetismo de las mujeres sobrepasa el 95% y la mayoría de las familias quiere que sus hijas reciban una educación. La situación de la mujer en Irán concentra agudamente la naturaleza del régimen. Sin embargo, como es el caso de toda la opresión que sufre la población iraní, sus raíces están, una vez más, en el sistema mundial de capitalismo e imperialismo y en las maneras en que ese sistema se entrelaza con fuerzas, tradiciones y relaciones sociales feudales y reaccionarias, y opera mediante ellas en los países que domina.

Para los que miran hacia el Occidente para la solución a la opresión de la mujer, cabe examinar el tipo de “liberación de la mujer” que la invasión, guerra y muerte a manos de Estados Unidos les han traído a las mujeres que viven en la República Islámica de Afganistán (en verdad, así se llama el gobierno títere instalado por Estados Unidos) y bajo el régimen iraquí, también instalado por Estados Unidos y que ha adoptado el islam como la base de su gobierno.

La “Declaración de la Organización de Mujeres 8 de Marzo (Irán-Afganistán): Para un 8 de marzo internacionalista — Día Internacional de la Mujer; Mujeres revolucionarias claman: La revolución es la salida para la humanidad” dice al respecto:

“Tomen un momento para preguntarse: ¿Qué clase de sociedad tenemos (en el mundo) si la subordinación de una mitad de la humanidad a la otra mitad es una de sus piedras angulares y cánones morales? ¿En qué clase de mundo vivimos si de un continente a otro la opresión de la mujer y la ignorancia religiosa organizadas (con la aprobación del estado) se utilizan para mantener la ‘cohesión social’? Los asesinatos de honor, las muertes a pedradas y el matrimonio obligatorio son prácticas endémicas en lugares como Afganistán, Irán, Pakistán, Kurdistán e India, mientras la oculta violencia conyugal mata en silencio a las mujeres en el Occidente ‘civilizado’, pero dicen que todo eso es resultado del ‘debilitamiento de los valores familiares’, el aborto y el ‘debilitamiento de los valores religiosos’. Todos son rasgos demasiado omnipresentes de nuestro mundo.

“La República Islámica de Irán es el estado reaccionario más opresivo bajo el cual la mujer iraní ha vivido. Pero las clases dominantes imperialistas de Estados Unidos, que preparan una nueva serie de agresiones y guerras en el Medio Oriente, no son nada mejor, y dan asco sus intentos de justificar sus crímenes en la región con palabras hipócritas sobre la liberación de la mujer. Tanto el uno como el otro se beneficia de la opresión de la mujer en Estados Unidos y por todo el mundo. De hecho, esa opresión es un elemento fundamental del sistema capitalista mundial.

“Se acepta el comercio de mujeres, viendo en el cuerpo femenino una legítima mercancía más de compraventa capitalista. Marx dijo que el capitalismo hace que la prostitución se generalice. Y en verdad, eso lo estamos viendo. En Irán y Afganistán, bajo repúblicas islámicas, matan a pedradas a las mujeres por acostarse con el hombre indebido, pero la prostitución es cada vez más uno de los trabajos más accesibles para ellas”.

La RII: un régimen reaccionario, y de ningún modo antiimperialista

Algunas fuerzas políticas en Estados Unidos y otros países argumentan que la RII es un régimen antiimperialista porque tiene conflictos con EE.UU. Repiten las acusaciones de la RII de que la causa del descontento en la población son las intrigas del Occidente y que las protestas constituyen un levantamiento de la élite privilegiada en contra de la gente común. Estos argumentos son profundamente incorrectos y representan un entendimiento totalmente erróneo de la naturaleza del imperialismo, la naturaleza de la RII y la clase de cambio radical verdaderamente liberador que se necesita en Irán y alrededor del mundo.

Es cierto que el ascenso del fundamentalismo islámico representa un desafío grave a los objetivos del imperialismo yanqui. Irán, una república islámica relativamente estable y poderosa, ha sido el epicentro de ese desafío en muchos sentidos.

Hoy, Irán no está bajo el fuerte dominio de Estados Unidos como en los días del Sha y “debido a una combinación de factores, ha adquirido más margen de maniobra y alcance geopolítico. Entre los factores principales figuran sus grandes reservas de petróleo y gas natural en combinación con sus instituciones y estructuras estatales cohesionadas, con centro motriz ideológico, profundas raíces y gran alcance (en Irán y con elementos más allá, especialmente en la región)” [citado en el pasaje traducido al español de “Una evaluación del avance hacia una guerra entre Estados Unidos e Irán: Causas y potenciales ramificaciones” en línea en revcom.us http://revcom.us/a/169/iran_study-es.html].

Pero en realidad Irán sigue siendo básicamente una nación dependiente y oprimida dentro del marco del imperialismo mundial y subordinada a él (el que incluye a muchos países imperialistas y otras potencias reaccionarias). Por ejemplo, veamos las industrias muy extensas de petróleo y gas natural sobre las cuales Irán ejerce un control relativo. La RII ha podido emplear el control de esas industrias y los ingresos que generan (que se calculan en $70 mil millones el año pasado) para tomar varias medidas de asistencia social (a menudo con el propósito de crear una leal base social) y subvenciones (en particular para los alimentos y la gasolina) las cuales, junto con su amplio aparato de control social, económico y político, le han permitido mantener su firme dominio del poder.

Estos sectores estatales de la economía iraní no son una manifestación de liberación nacional. Ilustran nítidamente la subordinación de Irán a la economía mundial y las relaciones económicas y sociales distorsionadas y deformadas resultantes. La economía de Irán todavía está orientada a la producción del petróleo para el mercado mundial (el 80% de los ingresos del gobierno aún vienen de la venta de petróleo), de modo que la crisis financiera global y las agitadas fluctuaciones del mercado mundial y del precio de petróleo tienen importantes repercusiones en Irán. Aun cuando hayan subido los precios y los ingresos por concepto del petróleo, no siempre han resultado en crecimiento y un aumento de ingresos, sino que a menudo han generado inflación y más desigualdad. Irán sigue dependiendo del mundo imperialista para la tecnología que requiere para expandir y modernizar el sector energético, de modo que —en parte debido a las sanciones estadounidenses— aunque Irán es el segundo país en el mundo en reservas de gas natural y el tercero en reservas de petróleo, no tiene la capacidad de refinar gasolina ni de producir suficiente gas natural para el mercado interno, así que se encuentra obligado a importarlos (y como resultado está sujeto a muchas formas de presión de otros países y a los caprichos del mercado).

Por esta dependencia estructural del “mercado mundial” (el imperialismo), la situación económica de los iraníes ha empeorado en los últimos años. Se han recortado las subvenciones; y la inflación ahora es de más del 23% al año. El crecimiento económico en 2009 será menos de la mitad de lo que fue en 2007 (New York Times, 10 de junio de 2009). Se han cerrado muchas fábricas y el 40% de la población vive debajo del umbral de la pobreza. “La tasa oficial de desempleo ha sido de 20%; entre los jóvenes la cifra es de 40%. Cada año, 250.000 egresados universitarios buscan empleo pero solamente 70.000 lo encuentran” (“La guerra económica contra la gente: un aumento de crisis y resistencia”, Haghihat, #36, noviembre, órgano del PCI [MLM]).

En resumen, en la forma de la República Islámica la economía de Irán está profundamente entretejida en las redes globales del capitalismo-imperialismo mundial. Y las relaciones sociales que existen en ese país reflejan y sirven a eso, incluido el poderoso papel de las fuerzas y las tradiciones feudales y fundamentalistas religiosas.

A partir de este análisis, se puede comprender lo positivo que es que algunos sectores de la sociedad que tienen acceso a la educación y la cultura se están rebelando contra la moral y la concepción del mundo fundamentalistas islámicas asfixiantes que entumecen y aplastan la vida. Esta rebelión es algo bueno.

Es cierto que sin un fuerte polo que representa a los oprimidos que no tienen nada que perder más que sus cadenas y que actúan como emancipadores de la humanidad con una dirección comunista revolucionaria, estas fuerzas y sus reivindicaciones se van a acabar cobijados bajo una tendencia reformista u otra: la democracia burguesa, las iniciativas de encontrar una solución islámica moderada o una posición que oscila entre la una y la otra. Pero eso solamente señala la necesidad de que las fuerzas revolucionarias abracen todo esto y dirijan; que estrechen los brazos alrededor de amplios, diversos, complejos y potencialmente muy positivos sectores de la sociedad que se estén rebelando contra toda forma de opresión.

El imperialismo: el meollo del problema y no una parte de la solución

Durante el actual levantamiento, los gobernantes yanquis se han hecho pasar por amigos del pueblo iraní que apoyan su protesta y lucha contra la represión y la injusticia. El 23 de junio, el presidente Barack Obama declaró que estaba “horrorizado e indignado por las amenazas, las palizas y los encarcelamientos de los últimos días”, que lloraba “cada vida perdida de un inocente”, que Estados Unidos “respeta la soberanía de la República Islámica de Irán y que no está interfiriendo en los asuntos internos de Irán”.

Como esbocé en este artículo, estas son las palabras del comandante en jefe de la potencia imperialista dominante en el mundo, una potencia que en su afán de alcanzar la hegemonía global dominó directamente a Irán por 25 duros años bajo el Sha y que ha tratado de recuperar su dominio sobre Irán desde entonces. ¿Está “horrorizado” Obama por el hecho de que Estados Unidos azuzó una guerra entre Irán e Irak que duró ocho años y que alentó a Saddam Hussein a usar armas químicas contra Irán lo que causó la muerte de cientos de miles de iraníes (y cientos de miles de iraquíes)? No. Obama nunca menciona eso. Obama dice que respeta la soberanía de Irán, pero el imperio yanqui que encabeza invadió y ocupó a Afganistán en 2001 e Irak en 2003, dos países que colindan con Irán.

De fondo, la “solución” prometida por la “democracia occidental” es en verdad la “solución” de meter a Irán más firmemente bajo la dominación de las redes del imperialismo estadounidense e integrarlo más en dichas redes. Pero son las propias relaciones económicas y sociales que en lo fundamental establece el imperialismo los que están al centro de toda la miseria, pobreza, represión brutal y opresión oscurantista de la Edad de las tinieblas contra las cuales el pueblo iraní se está levantando.

El mundo y el pueblo de Irán necesitan algo mucho más liberador que los horrores del dominio del fundamentalismo islámico y los horrores que el imperialismo estadounidense trae al mundo. Y como parte de forjar otro camino por todo el mundo, es decisivo apoyar el levantamiento del pueblo iraní contra la tiranía opresiva de la RII sean lo que sean las vueltas, curvas y giros de este levantamiento y reconocer lo magnífico que es cuando millones de personas aprovechen las oportunidades creadas por las divisiones entre los que gobiernan para subir al escenario político. Y especialmente para la gente en Estados Unidos esto quiere decir desenmascarar enérgicamente y oponerse a las medidas que toman “nuestros” propios gobernantes para manipular los sucesos en Irán en beneficio de sus intereses imperialistas.

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Revolución #169, 28 de junio de 2009


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CAVILACIONES Y FORCEJEOS

Sobre la importancia del materialismo marxista, el comunismo como una ciencia, el trabajo revolucionario con sentido y una vida con sentido
Parte 6

Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

[Nota de la redacción: A continuación presentamos la sexta parte del texto de una charla que dio Bob Avakian anteriormente este año, que empezó a salir en el número 163 de Revolución. Las partes 1-5 salieron en los números 163-167. La sexta entrega es la primera parte de la sección “La base social para la revolución”. Otras partes de esta sección saldrán en los siguientes números del periódico. En preparación para su publicación se le hicieron revisiones y se le agregaron notas. El texto íntegro saldrá en línea próximamente. Otras partes de la charla están en línea en http://revcom.us/a/162/ruminations-TOC-es.html.]

La base social para la revolución

Esto me lleva a otras declaraciones importantes de Marx, citadas en el libro Ghana: End of an Illusion [Ghana: Fin de una ilusión], de Bob Fitch y Mary Oppenheimer. Este libro fue escrito hace más de 40 años; analiza el ascenso y la caída de Kwame Nkrumah en Ghana y las relaciones sociales e internacionales más amplias vinculadas con esto. Al hablar de la revolución parcial —o de hecho las reformas dentro del sistema del imperialismo y la explotación que la gente alrededor de Nkrumah quería llevar a cabo en Ghana— Fitch y Oppenheimer citan a Marx para contrastar esa experiencia con una “revolución total”, es decir, una verdadera revolución que suponga la transformación radical de la sociedad. Fitch y Oppenheimer lo explican de la siguiente manera:

“Otra característica de una revolución ‘total’ es que la clase que constituye la base del movimiento revolucionario debe ser una que tiene ‘cadenas radicales’ que romper.... Marx dice que debe ser una clase en pero no de la sociedad civil” (Fitch y Oppenheimer, Ghana: End of an Illusion, Monthly Review Press, 1966, p. 24, énfasis en el original).

Y luego, para ampliar este punto, citan a Marx directamente, recalcando que la base de la revolución debe ser un grupo social o una clase que representa un

“sector al que su sufrimiento universal le confiere carácter universal; que no reclama un derecho especial, ya que no es una injusticia especial la que padece, sino la injusticia a secas; que ya no puede invocar ningún título [situación] histórico sino su título [situación] humano; que, en vez de oponerse parcialmente a las consecuencias, se halla en completa oposición con todos los presupuestos del … sistema político” (citado en Fitch y Oppenheimer, p. 24).

Esto está relacionado con lo que se trató arriba relativo a las observaciones de Marx en El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte y específicamente las profundas diferencias en la manera en que las distintas fuerzas de clase y sus representantes políticos y literarios (o intelectuales) ven los problemas y las soluciones — y en un sentido es otra manera de decirlo. La burguesía negra de Estados Unidos, las fuerzas agrupadas alrededor de Mandela en Sudáfrica, Gandhi en la India, las fuerzas alrededor de Jomeini en Irán, etc., no ven (o no vieron) la situación de una manera universal sino de una manera específica; lo que sostienen y buscan encarna un derecho o cambio especial o parcial, no un derecho universal — no una transformación radical y muy amplia del sistema actual. De hecho, representan una situación tradicional — y no, tal como lo hace el proletariado (en la medida en que llegue a ser una fuerza revolucionaria sobre la base de sus intereses fundamentales como clase), una erradicación de las cadenas de la tradición.

Ghana: End of an Illusion también cita lo que dice Marx respecto a una “revolución parcial, meramente política”. Marx pregunta: “¿En qué se basa” tal “revolución parcial, meramente política?” Y contesta así:

“En que una parte de la sociedad burguesa se emancipa y accede al dominio general; en que una clase precisa emprende, basándose en su situación especial, la emancipación general de la sociedad. Esta clase libera toda la sociedad, pero solo bajo el presupuesto de que la sociedad entera se encuentre en la situación de esta clase, o sea, por ejemplo, que disfrute de bienes de fortuna y de cultura o los pueda adquirir sin dificultad” (citado en Fitch y Oppenheimer, p. 23, énfasis en el original).

Pues claro esta declaración de Marx encierra una ironía: en efecto no quiere decir que bajo la dirección de tal clase y al rehacer la sociedad en pro de los intereses y la imagen de esta clase, toda la sociedad puede hacer esto en los hechos (ponerse en la misma posición que esta clase). Lo esencial es que así es cómo estas capas y clases más privilegiadas y aun explotadoras ven lo de rehacer la sociedad, aun cuando se ven impulsadas hacia ese objetivo: creen e insisten que las condiciones generales de la sociedad deberían conformarse a sus intereses particulares y a su manera de abordar las cosas —en otras palabras, su posición y sus aspiraciones particulares— en lugar de que se hace que “salte por los aires” la sociedad en su conjunto y se transforme radicalmente de modo que lleve a la abolición de las tradiciones y las cadenas de la tradición.

Además, como paréntesis pero ciertamente relacionado con esto, Engels hizo una observación muy interesante y en ciertos sentidos graciosa que se cita en este mismo libro, Ghana: End of an Illusion. Con referencia a la contrarrevolución que ahogó las revoluciones de 1848 en Europa en sangre, Engels escribió:

“...cuando se indagan las causas de los éxitos de la contrarrevolución, se ve por doquier la respuesta preparada de que fue por la traición al pueblo de parte del ‘señor Fulano de Tal’ o del ‘ciudadano Mengano de Cual’. Respuesta que, según las circunstancias, puede estar o no estar muy en lo cierto, pero en modo alguno explica nada, ni tan siquiera muestra cómo pudo ocurrir que el pueblo se dejara traicionar de esa manera. Por lo demás, es muy pobre el porvenir de un partido político pertrechado con el conocimiento del solo hecho de que el ciudadano ‘Fulano de Tal’ no es digno de confianza” (citado en Fitch y Oppenheimer, p. 10).

¡Cuántas veces desde entonces hasta hoy se ha repetido esta clase de “análisis”, que Engels justamente ridiculizó!

A la vez, esto trae a la mente esa observación muy penetrante y concentrada de Lenin que hemos citado muchas veces por motivos muy buenos:

“Las personas han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio [nótese muy bien: “y engaño propio”], y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase. Los que abogan por reformas y mejoras se verán siempre burlados por los defensores de lo viejo mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de determinadas clases dominantes” (Lenin, “Las tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo”, citado en El falso comunismo ha muerto... ¡Viva el auténtico comunismo!, p. 113, énfasis en el original [Chicago: RCP Publications, 1992])

¡Tan profundamente cierto — y de nuevo tan profundamente pertinente es eso hoy!

De hecho, hoy se manifiesta de manera muy marcada un enfoque así que Lenin comenta de manera crítica, sobre todo cuando entre las masas oprimidas y explotadas —y de hecho entre todas las capas sociales, incluida la intelectualidad en particular— se halla casi todo excepto un entendimiento materialista de las cosas, especialmente de la sociedad y su desarrollo histórico. Hace muchísima falta que la gente entienda —y urge muchísimo que la gente entienda— que en un sentido fundamental existe un sistema cuya dinámica y contradicciones básicas establecen las condiciones; y urge muchísimo que de manera viva y convincente la gente reciba un análisis materialista y una apreciación materialista, tal como lo dijo Lenin, de la manera en que funciona en los hechos este sistema y del rol de distintas clases y fuerzas sociales con relación a todo eso.

Volviendo a las fuerzas sociales diferentes, su entendimiento del problema y sus aspiraciones por una solución, Jack Belden hace una observación muy pertinente en el libro en inglés China sacude al mundo, la que un camarada dirigente de nuestro partido citó hace poco en un informe:

“Nunca se dio ninguna revolución social, sea buena o mala, sin la presencia de una gran masa de desheredados que podría servirle a un nuevo grupo como fuente de apoyo. En China los comunistas hallaron que en las mujeres tuvieron casi ya formada una de las mayores masas de seres humanos desheredados que jamás haya visto el mundo. Como descubrieron la clave para llegarle y atraer a esas mujeres, también descubrieron una de las claves para el triunfo contra Chiang Kai-shek”.

Esto trae a la mente el análisis crucial del citado pasaje de Marx acerca de lo que es necesario para tener una “revolución total”.

Continuará.

Envíenos sus comentarios.

Revolución #169, 28 de junio de 2009


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Reacción al fraude electoral revela profundas escisiones en círculos gobernantes iraníes y un profundo odio de amplio arraigo contra el régimen

REVUELTA EN IRÁN

V.T.

Al cierre de esta edición, el mundo ha estado presenciando una semana de protestas y rebeliones en Irán a veces con la participación de millones de personas.

Prendió el alzamiento lo que mucha gente percibe como un golpe de estado: lo que mucha gente consideraba el robo de las elecciones presidenciales del 12 de junio de parte del presidente de turno Mahmoud Ahmadinejad, a su principal contrincante, Mir-Hossein Mousavi. Tres horas después del cierre de las casillas, Ahmadinejad se adjudicó el triunfo. Los millones de personas que habían llegado a hartarse del régimen y a los cuales una vez más se había convencido de salir y expresar su voluntad contra el reaccionario orden establecido, se sorprendieron y se indignaron ante la descarada manipulación.

Pero esta vez fue el colmo. La gente empezó a tomarse las calles con furia, y Mousavi se negó a aceptar los resultados. El viernes 19 de junio, el jefe del gobierno iraní, el ayatolá Jameini, prohibió más protestas. El sábado 20 de junio, al cierre de esta edición, decenas de miles de personas desafiaron a Jameini y la prohibición oficial y libraron batallas campales en las calles de la principal ciudad, Teherán.

El alzamiento inicial, a comienzos de la semana, se topó con contramanifestaciones de la base leal de Ahmadinejad y ataques violentos de la policía y la Basij, una reaccionaria milicia ligada a unidades élites de las fuerzas armadas del estado (el Pasdaran, o el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Iraní). En la primera semana después de las elecciones, las autoridades iraníes reconocieron la muerte de ocho manifestantes a manos de la Basij, por ejemplo, como resultado del fuego de ametralladora contra una protesta el 15 de junio. La Basij también saquearon los dormitorios y edificios de la Universidad de Teherán, y los activistas estudiantiles informan que aparte de las ocho muertes oficiales, han muerto siete más en Teherán y en la ciudad sureña de Shiraz. Cientos de manifestantes así como los activistas y/o los dirigentes de las principales y otros partidos reformistas han sido arrestados. Al cierre de esta edición, las televisoras estatales han confirmado 10 muertes más y hay informes no verificados de hasta 150 muertes en choques con la policía la tarde del 20 de junio.

Las dos fuerzas dirigentes en este conflicto ahora, o sea, Ahmadinejad y sus huestes de un lado y del otro, el grupo en torno a Mousavi, son reaccionarias y no representan los intereses de las masas. Esto también es requete-cierto en el caso de Estados Unidos y las otras potencias imperialistas que están maniobrando en esta situación.

Pero este conflicto entre dos reaccionarios sectores del régimen también ha abierto espacios en que el pueblo puede tomar acción y levantar la cabeza. Las masas en batalla contra el “golpe de estado de Ahmadinejad” están librando una lucha que hay que apoyar y tiene el potencial, y la necesidad, de transformarse en una lucha entre las fuerzas progresistas e incluso revolucionarias y las fuerzas del viejo orden reaccionario de diversas apariencias y presentaciones. Hay muchísimo en juego.

Las mayores protestas en 30 años

Se celebraron las mayores protestas en Irán desde el levantamiento de 1978-79 que tumbó al régimen anterior encabezado por el sha de Irán. Pero la furia y la determinación exhibidas en estas protestas no constituyen simplemente una reacción a la descarada manipulación de los resultados de las elecciones. También reflejan el profundo descontento en la sociedad iraní contra el régimen teocrático (el dominio religioso). Estos sentimientos se expresan con mucha fuerza en grandes sectores de la juventud del país quienes están muy enajenados, requete-hartos del dominio absolutista de los “mullahs” (el clero islámico chiíta). La agudización de las rivalidades y las profundas escisiones en los círculos gobernantes reaccionarios generales de Irán han hecho aflorar esta situación y entrecruzan con dichas rivalidades y escisiones.

Mousavi no se opone a la República Islámica de Irán. Es un candidato “reformista”. Un candidato reformista de la calaña de Mousavi no representa nada nuevo en el escenario del país. De hecho, otro candidato reformista similar, Jatami, ganó las elecciones presidenciales en 1997 y ocupó el puesto hasta la elección de Ahmadinejad en 2005. El objetivo del movimiento reformista fue y sigue siendo reformar desde “adentro” a la República Islámica de Irán. Cuando menos hasta hoy, este movimiento ha mantenido su lealtad a las instituciones guía del régimen del clero (y de hecho varios jugadores importantes asociados con el movimiento reformista son en sí clérigos de alto rango). Objetivamente el movimiento reformista desempeña un importante papel para el régimen: de “enganchar” a los sectores descontentos de las masas. Como dijo un volante del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta) lanzado antes de las elecciones: “Estas elecciones presentan el gobierno de la minoría [las clases dominantes] como la elección de la mayoría de la población. Incluso los regímenes como la República Islámica de Irán que principalmente confían en la supresión y la represión de la población necesitan espectáculos electorales a fin de legitimar su dominio y regar ilusiones entre las masas descontentas. Las elecciones también son un mecanismo para llevar a cabo una contienda controlada entre diferentes facciones y grupos en las clases dominantes con la finalidad de impedir que se abran grietas en la estructura de poder y las potenciales tormentas resultantes de rebelión popular”.

Jatami llegó a la presidencia con el apoyo abrumador de los círculos gobernantes de Irán; propuso reformas económicas, mucho más apertura hacia el mundo para atraer al capital, cambiando muchas de las relaciones internacionales de Irán con la región y con Europa, y también reformas políticas internas. Aunque los primeros años de la presidencia de Jatami se han llamado “la primavera de Teherán”, y se relajaron un poco ciertos aspectos de la censura y se permitían cierta flexibilidad y libertad en la sociedad civil iraní, muchos intentos de aplicar esas reformas se vieron bloqueados por otras fuerzas al centro del régimen. De hecho, un movimiento estudiantil que había brotado durante esa “primavera” se reprimió con saña, y Jatami o no quería o no podía impedir la reacción oficial. Durante ese tiempo, al principio el régimen iraní le ayudó a Estados Unidos a estabilizar a Afganistán inmediatamente después de la invasión estadounidense, pero los imperialistas yanquis le “recompensaron” esa cooperación del gobierno iraní singularizando al régimen como un miembro del “eje de mal”. Cuando Jatami ofreció importantes concesiones a Estados Unidos, el gobierno de Bush las rechazó sumariamente. [Un análisis a fondo de todo esto se halla en el documento en inglés “Una evaluación del avance hacia una guerra entre Estados Unidos e Irán: Causas y potenciales ramificaciones”, de un Grupo de Trabajo, junio de 2008, en línea en revcom.us.]

El ascenso de Ahmadinejad

Todo eso le dio mucha fuerza al polo de la clase dominante iraní que se unió alrededor de Ahmadinejad. Llamada por los medios de comunicación occidentales “la nueva generación de partidarios de la línea dura”, esta trata de círculos poderosos del clero, partes del sector paraestatal y la dirección de instituciones como el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Iraní (GRI) que respaldan a Ahmadinejad, y la base popular de ese sector de los círculos gobernantes de Irán incluye a las tradicionales clases conservadoras y también grandes sectores importantes de las fuerzas armadas y los GRI, miembros de la Basij, y gerentes, administradores y empleados de las instituciones político-militares del país, que en muchos casos son también importantes instituciones financieras.

Aunque los círculos gobernantes de Irán han tenido conflictos y discrepancias desde que la RII (República Islámica de Irán) se consolidó, el régimen se ha mantenido unido hasta ahora debido a su aglutinador ideológico teocrático y las instituciones que creó a su alrededor. Esa centralización, sin embargo, se ha desarrollado de la mano con la capacidad de diferentes facciones de la clase dominante de encontrar, hasta cierta medida, un lugar para operar dentro del sistema. No obstante, los acontecimientos que llevaron a la elección de Ahmadinejad en 2005 en gran medida habían continuado aislando a los reformistas, excluyéndolos del núcleo del poder y, además, provocando una severa enajenación de parte de sus bases entre las masas hacia el régimen en general. Esa enajenación se vio, por ejemplo, en los muy pocos electores en las casillas durante las elecciones presidenciales de 2005 y también hace poco en las elecciones parlamentarias de 2008.

Las fuerzas que los reformistas electorales representan son peces gordos y no son amigos del pueblo. A pesar de tener discrepancias reales con las fuerzas que son el núcleo actual del régimen y de estar aisladas del núcleo del poder en estos momentos, esas fuerzas son en esencia tan reaccionarias como las de la “línea dura” que representa Ahmadinejad. Los principales representantes de este movimiento no sólo son leales a las principales instituciones de la República Islámica de Irán. Muchos personajes importantes del movimiento desempeñaron un papel central en el surgimiento inicial del régimen islámico después de la revolución contra el Sha. Unos supervisaron directamente la represión extremadamente brutal a las fuerzas progresistas y revolucionarias en los años 1980, la cual incluyó el encarcelamiento masivo, la tortura, el exilio y la ejecución de miles de personas. El propio Mousavi fue primer ministro durante ese período de 1981 a 1989.

El cambio de tácticas de Obama

La elección de Obama en esencia les presentó una oportunidad a esos reformistas. Claro que en lo esencial Obama se ha mantenido fiel al camino estratégico de la clase dominante estadounidense respecto al Medio Oriente, incluidas muchas políticas específicas de Bush. Ningún sector importante de la burguesía estadounidense sostiene un enfoque de “vivir y dejar vivir” en cuanto a la República Islámica de Irán. De hecho, todos estos sectores ven en Irán un gran problema para los intereses de Estados Unidos, en el Medio Oriente en particular; sus diferencias estriban en cómo transformar el régimen, lo que ha sido la fuente de grandes desacuerdos dentro de la clase dominante estadounidense. Aunque Obama comparte el punto de vista de que hay que transformar cualitativamente a la RII, representa a fuerzas que coincidieron en que las tácticas de Bush no estaban logrando esos objetivos, y ha hecho unos cambios de táctica.

El enfoque de Obama combina la contención (presión militar y diplomática, sanciones económicas y guerra de baja intensidad) con negociaciones más flexibles y varias iniciativas de “poder suave” (unos acercamientos económicos, culturales, etc.). Además, ha abierto la posibilidad de charlas entre Estados Unidos e Irán y dijo que debe haber margen para la capacidad de energía nuclear limitada a fines pacíficos. No hay ninguna indicación de que haya suspendido las operaciones militares encubiertas de las fuerzas especiales yanquis en Irán iniciadas por Bush, y ha continuado la mismísima afirmación del régimen de Bush (e Israel) de que Irán pretende desarrollar armas nucleares y que eso es inaceptable. Obama también recalcó que estas charlas no pueden durar eternamente y tendrán que terminar alrededor del fin del año. Tal declaración da a entender que de la charla se pasará a algo más draconiano, de embargos más eficaces a medidas militares, si no se cumple el plazo. Este cambio (el “dulce” y el “garrote” implícito) en la política estadounidense hacia Irán probablemente ha contribuido a que las fuerzas reformistas en Irán de nuevo recuperen su firmeza política y muy probablemente podría constituir incluso un elemento, junto con el odio hacia el actual régimen, de renovado apoyo de amplios sectores de la sociedad iraní a dichas fuerzas.

Aunque las fuerzas “reformistas” cobraron nuevos bríos en parte debido a las nuevas tácticas de Obama, hasta ahora éste ha manejado la actual crisis con cautela y solo ha hecho condenas relativamente tibias de la violencia contra los manifestantes1. Lo hace por varias razones. En primer lugar, como el mismo Obama dijo a comienzos de la crisis, no necesariamente considera que Mousavi desmantelaría a la RII ni dejaría de buscar cosas que Estados Unidos ha prohibido, incluso armas nucleares. En segundo lugar, tal como Obama también ha admitido con franqueza, debido a la historia de Estados Unidos de dominar a Irán y su importante papel en la instauración y apoyo al odiado gobierno del sha de 1953 a 1978, hay mucha posibilidad de que cualquier declaración de apoyo a los manifestantes de parte de Obama tendría un efecto contrario. Ahora mismo, Estados Unidos está “maniobrando pero no está abriendo fuego”, pues trata de determinar qué curso de acción en general más debilitará a la RII y mejor permitirá que Estados Unidos instaure un régimen más sumiso y lleve a cabo su dominación sin trabas de la región entera. Alguna gente ha considerado el hecho de que en su discurso del viernes 19 de junio, Jameini apuntó su principal ataque a Inglaterra en lugar a Estados Unidos como una señal de las fuerzas de Ahmadinejad y Jameini hacia Estados Unidos respecto a su disposición a amarrar un trato si lograran sobrellevar la crisis y que beneficiaría a los intereses de Estados Unidos trabajar en contra de Mousavi.

Un factor del que Obama pretende sacar provecho es la falta de un claro entendimiento que el imperialismo es un sistema y no sólo un conjunto de medidas y políticas. Aunque casi todos los sectores de la sociedad iraní reconocen y desprecian a Estados Unidos por su papel de derrocar a Mossadeq en 1953 y de instalar y apuntalar al odiado sha, la “admisión” de Obama del “papel” estadounidense en ese golpe de estado tenía el propósito de convencer a las fuerzas y masas iraníes de que había un imperialismo yanqui nuevo, más “bondadoso” y “amable”. A un nivel, estas masas odian lo que hace el imperialismo, pero incluso mucha gente más progresista tiende a reducir el imperialismo a un conjunto de medidas y sistema mundial. Eso las deja sujetas a la influencia de la demagogia de Obama.

El período previo a las elecciones presidenciales

Esto es parte de lo que contribuyó al sentimiento popular que se señaló entre las masas antes de las elecciones de que no iban a votar “por” Mousavi sino “contra” Ahmadinejad. Alentaron tales sentimientos la camarilla de la clase dominante que desafiaba el status quo, las transmisiones de los imperialistas occidentales y los sentimientos espontáneos que reconocían las posibilidades del cambio por medio de estos mecanismos que se presentaban. Un debate televisado sin precedentes entre los dos candidatos principales, Ahmadinejad y Mousavi, unos pocos días antes de las elecciones contribuyó a esto. Ahmadinejad atacó los antecedentes de Mousavi como primer ministro pero en gran parte habló acerca de la corrupción, el soborno y el autobombo de Hashemi Rafsanjani (una importante figura al estilo de un padrino que apoya a Mousavi) y defendió su mandato presidencial basándose en el prestigio de Irán entre los países no alineados y acusando a Mousavi de congraciarse con “tres o cuatro grandes potencias”. Mousavi atacó a Ahmadinejad por su política exterior, la censura, su historial económico y su negación del Holocausto. Este debate aparentemente tuvo un papel importante de desencadenar a los electores en el caso de ambos candidatos y como resultado votaron el 85% de los electores.

Cuando se percibió el robo de las elecciones, muchos factores distintos se convergieron. Por un lado, había la sorpresa y la reacción de fuerzas importantes de la clase dominante representadas por personas como Mousavi y Rafsanjani y sus bases. Por el otro, esto se entretejió con el movimiento popular muy amplio que quería de manera desesperada el cambio y que odiaba todo lo que representa la RII. Estas masas veían las elecciones como el colmo. Eso llevó al estallido que hoy estamos presenciando.

La lealtad de Mousavi al régimen islámico se refleja en la promoción del verde, el color usado como símbolo del islam, en pancartas, letreros, brazaletes de sus simpatizantes y llamamientos a los manifestantes para reunirse en la tumba del ayatolá Jomeini, el clero fundador de la RII, si se encontraran bajo ataque. Mousavi representa los intereses de las fuerzas de clase que pretenden plasmar sus ambiciones por medio de la maquinaria de la República Islámica de Irán y se sienten en este momento bloqueadas por Ahmadinejad. Al igual que Ahmadinejad y Jameini, estas fuerzas quieren mantener la explotación de las masas, quieren maniobrar dentro de las relaciones con el sistema mundial imperialista y no romper con éste y quieren mantener el collar de ahogo del islam como una manera para controlar a las masas y legitimar su propio gobierno. Quieren hacer esto un tanto diferente, con más de lo que conlleva la democracia burguesa, aflojando las riendas del clero, etc., con un programa económico diferente. Tal como analiza el documento en inglés “Una evaluación del avance hacia una guerra entre Estados Unidos e Irán: Causas y potenciales ramificaciones”, en línea en la página web de este periódico:

"Aunque el régimen tiene una independencia y un control relativo sobre un extenso sector petrolero y las esferas asociadas de operación, de nuevo, se basa en la economía capitalista mundial y se subordina a ésta… Un sector de la clase dominante iraní lucha fuertemente por un programa neoliberal de privatizar las industrias paraestatales. Otros sectores se oponen fuertemente a esto. Esta contradicción también interactúa con las cuestiones de la base social y, en cierto grado, con varias potencias imperialistas con que tradicionalmente varios sectores se han aliado."

Algunos de ellos ven no solamente que su propio futuro sino el futuro de la RII como una fuerza viable están ligados al hecho de si ganan o no. Por esta razón, al cierre de esta edición, fuerzas como Mousavi no se han retractado sino que continúan llamando para que las elecciones sean anuladas, a pesar del discurso de Jameini el 19 de junio.

Como lo expuso un folleto sacado por el Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta) al comienzo de este levantamiento:

“El afilado carácter de este levantamiento apunta a la banda criminal de Ahmadinejad y los principales directores de la escena detrás de él (un sector de los grandes capitalistas, las cabezas del ejército y los servicios de inteligencia y un sector del clérigo chiíta). Pero este es un gran error si nos limitamos a ver todo el sistema solamente en los golpistas de hoy. Todas las facciones de este sistema estatal, incluidos los ‘reformistas’, se han dedicado 30 años al crimen y al robo. El hecho de que hoy unos lobos les tengan por la garganta a otros lobos y viceversa de ninguna manera cambia la naturaleza anti-popular de estas facciones. Pero las grietas en la República Islámica de Irán no tienen precedentes y han trastornado la cohesión interna y han debilitado al régimen ante el pueblo. La demostración de fuerza de Ahmadinejad y Compañía es una señal de desesperación.”

Hay muchísimo en juego

Existe el potencial de que las fuerzas revolucionarias, incluso pequeñas al principio, saquen ventaja del levantamiento y fortalezcan la influencia y organización de una solución revolucionaria. Si tales fuerzas están entre el pueblo revuelto y si luchan para cambiar los términos de la revuelta y para desviarla fuera de los canales de la lucha solo por una “RII reformada”, pues una lucha social que al comienzo y espontáneamente se limita en esencia a los términos de la oposición entre dos polos que en lo fundamental y en última instancia son reaccionarios por igual (es decir, la democracia burguesa o el absolutismo fundamentalista) podría suscitar tanto la necesidad como la posibilidad de transformar la situación en una dinámica en la que crezca el polo de oposición radical, se zafe de esos confines y con una fuerza comunista revolucionaria que pueda entrar y contender en el proceso dinámico y cobrar fuerza en el curso de dicha situación.

Es claro que este es el más grande desafío para la RII desde su consolidación en 1982. Está en el aire qué camino coger. El régimen podría asumir una represión aún más sanguinaria con matanzas en masa. Las fuerzas encabezadas por Mousavi bien podrían llamar a ponerle freno. Pero no queda ninguna duda de que Estados Unidos y otras potencias maniobrarán en esta situación con la finalidad de mantener la lucha de las masas dentro de los confines de la democracia burguesa y de lo que es aceptable para los intereses de los imperialistas.

Por otra parte, también podría darse el caso de que el conflicto entre estas dos fuerzas reaccionarias siga agudizándose. Pero de aún más importancia, la lucha también podría desarrollarse más de acuerdo a lo delineado arriba: una lucha en la que la represión contra las masas NO logre “volver a meter el genio en la lámpara”… una lucha llena de giros y vueltas, estallidos y aparente calma… una lucha en que los intereses de las masas se suban a primer plano a través de este proceso complejo.

Todo el que ansíe un cambio radical fundamental, una revolución, no sólo debería esperar con ganas sino apoyar políticamente esta última posibilidad.

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Revolución #169, 28 de junio de 2009


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60 años de intervención estadounidense en Irán:
Un horror para el pueblo

Durante los últimos 60 años, Estados Unidos ha dominado e intervenido en Irán. Lo siguiente es un corto esbozo de esa historia:

1. 1953: La CIA coloca a un títere en el poder 

A comienzos de los años 50, a Irán lo gobernaban el imperialismo inglés y su títere, el tiránico sha (rey) Mohamed Reza Pahlavi. La compañía petrolera inglesa Anglo-Iranian Oil controlaba el petróleo de Irán y sacaba enormes ganancias. Los trabajadores petroleros recibían 50 centavos al día y vivían en barriadas contaminadas sin agua ni electricidad. Muchos iraníes son campesinos empobrecidos, atados como esclavos a la tierra.

Surgió un movimiento de millones de personas que corrió del país al odiado sha. Mohamed Mossadegh se hizo primer ministro e intentó nacionalizar el petróleo. Controlar el petróleo iraní fue crucial para los imperialistas occidentales. En 1953, la CIA e Inglaterra organizaron un golpe de estado que tumbó a Mossadegh y volvió a instalar en el poder al sha, instauró una sanguinaria dictadura y aplastó la oposición. Volvieron a privatizar el petróleo y entregarlo a las compañías petroleras occidentales.

2. 1953-1979: Una pesadilla bajo la dominación estadounidense

En estos años, Estados Unidos fue la potencia dominante en Irán. La vida bajo la dominación yanqui fue una pesadilla. El sha gobernó el país por medio de la brutal policía secreta, SAVAK, que Estados Unidos entrenó y organizó. SAVAK arrestó, torturó y asesinó a miles de personas que se oponían al gobierno. Según un ex analista de la CIA en materia de Irán, Jesse J. Leaf, la CIA adiestró a SAVAK en técnicas de tortura. El gobierno yanqui ni siquiera derramó ni una lágrima de cocodrilo mientras su lacayo cometía torturas y masacres. La economía estaba totalmente al servicio del Occidente y miles de millones de dólares entraron a Irán para convertirlo en un puesto de avanzada militar estadounidense. Mientras tanto, el 60% de la población era analfabeta, la esperanza de vida era de solamente 50 años, 139 de cada mil niños morían antes del primer año de vida y millones vivían en la pobreza en el campo y en las enormes barriadas urbanas.

3. 1977-1979: La caída del sha y el ascenso de la República Islámica de Irán (RII)

En 1978 una ola de revolución popular sacudió al país en oposición al sha.  Estados Unidos apoyó las medidas del sha para ahogar la revolución en sangre: por ejemplo, la masacre de miles de manifestantes en septiembre de 1978, el “Viernes sangriento”. Cuando se hizo evidente que el sha perdía el control, Estados Unidos recurrió a otras tácticas. Obligó al sha a exiliarse y ayudó al reaccionario gobierno fundamentalista islámico dirigido por el ayatola Jomeini a consolidar el poder e iniciar una nueva pesadilla para el pueblo iraní. El gobierno estadounidense pensaba que su mejor opción —en lugar de dejar que se desarrollara la revolución y de dejar la posibilidad de que fuerzas más radicales o revolucionarias subieran al escenario— fuera gobernar por medio de la RII porque los gobernantes teócratas no querían ni podían romper decisivamente con el imperialismo. Además, Estados Unidos apoyó la salvaje represión del gobierno islámico contra los revolucionarios y la gente progresista.

4. 1980-87: Estados Unidos apoya la matanza en el golfo Pérsico

El gobierno de Jomeini estaba empeñado en fomentar el fundamentalismo islámico y extender su influencia en la región. En noviembre de 1979 los estudiantes iraníes se apoderaron de la embajada estadounidense en Teherán. Esto chocó fuertemente con los esfuerzos de Estados Unidos para mantener su dominación del Medio Oriente. Como parte de un plan estratégico para debilitar a la RII, en 1980, Estados Unidos le dio a Saddam Hussein de Irak una luz verde para invadir a Irán y luego convirtió la guerra entre Irán e Irak en un baño de sangre que duró ocho años. Los aliados de Estados Unidos le dieron a Hussein miles de millones de dólares de armas y material que Hussein transformó en armas químicas, con que atacó a Irán y a los kurdos iraquíes. Estados Unidos también le dio armas a Irán. Ayudó a ambos lados para impedir una victoria. Cuando por fin terminó la guerra, se calcula que un millón de iraquíes e iraníes habían muerto.

5. Hoy: Estados Unidos amenaza con lanzar más agresión contra Irán

Después del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos lanzó la llamada “guerra contra el terror”, cuyo verdadero objetivo era desbaratar las estructuras políticas y económicas que existían en el Medio Oriente que consideraba un obstáculo a la reestructuración radical de la región en beneficio de sus intereses imperialistas y aplastar u obligar a rendirse a las fuerzas fundamentalistas islámicas que representaban un obstáculo a dichos intereses, de modo que Estados Unidos pudiera controlar y explotar más directamente todo el Medio Oriente, que es una parte importante de forjar un imperio global indiscutible e indisputable.

Bajo el gobierno de Bush, Estados Unidos levantó muchas acusaciones contra Irán como pretexto para sus amenazas de agresión. Bush invocó el peligro de una “tercer guerra mundial” y otras exageraciones y mentiras descabelladas, como la posibilidad de un ataque nuclear. Obama le ha hecho algunas modificaciones tácticas pero en lo fundamental no ha cambiado los objetivos estratégicos de Bush.

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Revolución #169, 28 de junio de 2009


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Justicia para Oscar Grant:

Policía asesino acusado de homicidio... La lucha continúa

El 4 de junio, seis meses después de la muerte de Oscar Grant, el juez C. Don Clay dictaminó tras una audiencia preliminar que enjuiciarán a Johannes Mehserle, expolicía de BART (Tránsito Rápido del Área de la Bahía), por homicidio. Ese fallo sienta las bases para la batalla por justicia para Oscar Grant y cambia lo que está en juego. Hay que poner mucha atención a las vueltas y giros de este caso mientras se aproxima el juicio. La gente debe seguir expresándose, oponiendo resistencia y poniendo al descubierto ante el mundo la verdad sobre este asesinato, que es parte de una epidemia de asesinato policial a nivel nacional.

Durante las décadas recientes, miles de personas han muerto a manos de la policía. Hombres, mujeres y niños. El Departamento de Justicia mantiene una lista de algunas de las víctimas, aproximadamente 350 al año, bajo el título de “homicidio justificado”. El San Francisco Chronicle investigó y solo pudo encontrar 6 casos en los últimos 15 años en que acusaron de homicidio a un policía que mató mientras estaba de servicio. De esos seis casos, en que estaban involucrados 13 policiás, absolvieron a la mayoría de ellos, y no declararon culpable de homicidio a ninguno (“Expolicía de BART acusado de homicidio en un grupo poco común”, en inglés, 15/02/09) En el caso de Amadou Diallo, por ejemplo, absolvieron de todos los cargos a los cuatro policías que le dispararon 41 balas.

En el caso de la mayoría de las muertes, el asunto ni siquiera llega a un tribunal. Cuando un policía mata, basta muchas veces con escribir en el informe, “Bajaba la mano hacia la cintura” para que automáticamente califiquen de “homicidio justificado” la muerte de un civil inocente y para resolver una investigación.

Cada asesinato policial es un suceso terrible: un jóven baleado en la espalda, una mujer trastornada, acribillada por blandir una pelapapas (Cau Bich Tran, muerta por el Departamento de Policía de San José en 2003), las golpizas, las llaves de estrangulación y las ejecuciones por electrocución con una pistola Taser, un arma supuestamente “no letal”.

El asesinato de Oscar Grant, visto desde cinco ángulos diferentes en video, era horroroso y rápido. Oscar Grant y sus amigos habían celebrado el año nuevo y regresaban a casa en el transporte público por más “seguro”. Cuando el tren en que viajaban llegó a la estación Fruitvale, los policías de BART detenían a Oscar y sus amigos porque se les había informado de algún altercado. Los oficiales estaban gritando palabrotas, blandiendo las pistolas Taser, empujándolos, golpeándolos y amenazándolos. Johannes Mehserle empujó a Oscar hasta acostarlo boca abajo en el suelo, y le dio un balazo en la espalda a quemarropa. El incidente solo duró unos pocos minutos.

Asesinatos policiales ocurren todos los días. Sin embargo mucha gente protestó ESTE asesinato de muchas maneras diferentes. En primer lugar, por lo menos cinco de las personas en el tren atestado de gente esa noche del año nuevo, al ver a la policía insultar y empujar a Oscar Grant y sus amigos, sacaron sus cámeras o teléfonos celulares para documentar la brutalidad. Tres videos aparecieron, uno tras otro, salieron en la tele y se difundieron muy ampliamente por la Internet. La gente de Oakland y por todo el mundo empezó a reclamar justicia para Oscar Grant. Arreglaron un campito conmemorativo fuera de la estación donde murió. Su familia habló durante su funeral al cual asistieron centenares de personas. Los políticos y reverendos pidieron la calma. Pero el 7 de enero, Johannes Mehserle dejó el departamento de policía de BART, y aún no lo habían arrestado. Esa noche estalló una rebelión de centenares de personas en el centro de Oakland que duró gran parte de la noche.

Como informó Revolución: “irrumpieron en las calles en una justa rebelión por las décadas de furia latente contra la brutalidad policial y asesinatos francos, como el de Oscar” (“Asesinato policial prende rebelión en Oakland; ¡El pueblo exige justicia para Oscar Grant!”, 18 de enero de 2009).

La siguiente noche un grupo más pequeño de 100 personas se tomaron las calles del centro, con los helicópteros policiales otra vez persiguiéndolos durante horas y hubo más arrestos. El viernes estudiantes de Oakland High y otras escuelas salieron de clases en protesta. El lunes por la tarde una protesta tumultuosa desfiló por el centro de San Francisco y hubo más arrestos. En medio de los retumbos de la rebelión y las protestas generalizadas por la justicia para Oscar Grant con la participación de gente de muchos diferentes sectores sociales, por fin arrestaron a Johannes Mehserle en Nevada adonde había huido, y lo acusaron incialmente de homicidio.

De los seis policías que se encontraban en el andén con Mehserle en 1º de enero, ninguno ha sido despedido de BART. En sus testimonios durante la audiencia, estos perros dijeron que no “se han arrepentido” de sus actos esa noche. Una de ellos, Marysol Domenici, dejó atónitos a todos en asistencia cuando describió cómo ella misma se preparaba mentalmente para matar a alguien luego del asesinato de Oscar. Y ahora, según el noticiero KGO, Domenici y Jon Woffinden han sido premiados con una nueva función: entrenadores de defensa táctica para todo el departamento. Los mismos oficiales que se desbocaron durante dos minutos y medio ahora ¡entrenarán a otros oficiales en cómo hacer lo mismo!

Cuando la gente se levantó en Oakland, estaba oponiendo resistencia a todo eso. Actuaba con un entendimiento básico: “Ya basta, no más”. Los lemas “Todos somos Oscar Grant” y “Todo el maldito sistema es culpable” resonaban poderosamente en las calles y por todo Oakland, y siguen resonando. Se veía que esta rebelión, aunque se trataba de solo unos centenares de personas, tenía profundas raíces y podía estallar de nuevo... y extenderse.

El sistema quiere encubrir la muerte de Oscar y dejar en libertad a sus agentes del orden. Pero también sabe que siguen ardiendo bajo la superficie el espíritu de aquellos primeros días después del asesinato de Oscar y las protestas subsiguientes. Las autoridades inmediatamente hicieron todo lo posible para calumniar la rebelión. La prensa tildó de “matones” a los que participaron y especialmente criticó a Libros Revolución por defender la rebelión. David, un miembro adolescente del Club Revolución, fue acusado de felonías (delitos graves), junto con tres otros, entre ellos un periodista y un estudiante de City College. Después de la noche del 7 de enero, a casi todas las protestas contra la brtualidad policial las han rodeado cientos de policías antimotín.

En marzo, cuando cuatro policías en Oakland fueron muertos, el sistema inmediatamente se aprovechó de ese incidente para desencadenar una contraofensiva y desacreditar el coraje y la resistencia justos del pueblo contra el asesinato de Oscar Grant y la epidemia mayor de que forma parte. Se hizo un enorme funeral al cual asistieron 15.000 policías; lo transmitieron en vivo por televisión en el Área de la Bahía con los panegíricos que hicieron los políticos para los “cuatro héroes caídos”. Barack Obama les mandó una carta de condolencia, diciendo: “Siempre los llevaremos en el corazón, y su legado de servicio nos inspirará mientras trabajamos juntos por un Oakland mejor, un mundo mejor”. Pero no dio ningún pésame por Oscar Grant.

También el fiscal de California, Jerry Brown, hizo declaraciones fascistas y directas que calificaron a las masas de “terroristas urbanos”. Singularizó especialmente a los activistas revolucionarios cuando prometió “contener” a los “oponentes ideológicos” que “se aferran tanto a su creencia de que la policía es el problema”.

Por todas esas razones es tan importante defender a los arrestados el 7 de enero que siguen siendo acusados. David, un miembro del Club Revolución del Área de la Bahía, es uno de los cuatro (y el único menor) acusados de felonías. Como señaló un volante del Club Revolución que llamaba a asistir a una audiencia en el caso de David el 15 de junio: “Estas mismas autoridades y este mismo sistema, que continuamente cometen estos ultrajes violentos contra la gente oprimida, ponen en la mira a una persona que ha traído a los que participaron en la rebelión justa un entendimiento claro de la causa de esos ultrajes —el propio sistema y la imposición de su naturaleza opresiva por medio de la brutalidad y el asesinato— y el hecho de que la solución se encuentra en construir un movimiento revolucionario con el objetivo final de barrer este sistema monstruoso por completo”.

Al acusar a David, igual como los otros, de felonías en este caso, el sistema está atacando a todos los que se niegan a quedarse callados ante el asesinato de Oscar — y más allá, a todos los que sueñan con un mundo radicalmente diferente. Defender a los acusados es una parte crucial de la batalla general por justicia para Oscar Grant.

Nos esperan vueltas, curvas y giros en la lucha por justicia para Oscar Grant. Mehserle aún está lejos de ser convicto. Por eso, hay que tomar nota de que el juez Clay, al dictaminar que Mehserle debe ser enjuiciado de homicidio, dijo estar de acuerdo con la defensa en que el meollo del caso estaba en el “estado de ánimo” de Mehserle cuando disparó el arma, y dijo que para determinar eso, Mehserle tendrá que testificar. También opinó que cree a los policías —aunque piensa que exageraron— cuando declararon que pensaron que Oscar Grant era un peligro... para la policía. En resumen, el juez Clay, al consignar a Mehserle para un enjuicio por homicidio, explicó a la defensa las principales estrategias para el juicio que podrían llevar a su absolución.

Debido al nivel de la lucha que se ha librado hasta la fecha, se da la posibilidad de algo sumamente insólito bajo este sistema: que en este caso, se podría obtener algo de justicia para un muchacho negro asesinado por la policía, y un policía asesino podría ir a dar en la cárcel por homicidio. Se darán vueltas y giros, y cosas nuevas que la gente tendrá que aprender a tratar y hacer — incluso para conseguir la simple justicia por el asesinato de Oscar, ni hablar de ponerle fin al sistema y hacer nacer un mundo radicalmente diferente.

Como escribimos anteriormente en Revolución: “Una poderosa resistencia puede cambiar el ambiente en la sociedad en que demasiadas personas aceptan lo inaceptable. Puede darles ánimo a aquellos que este veredicto tiene bajo una pena capital constante. Puede alentar a mucho más gente a unirse para resistir. Puede ser una poderosa fuerza para construir un movimiento revolucionario apuntado a acabar con este sistema asesino” (“¡El pueblo exige justicia para Oscar Grant!”, 19/01/09).

¡Todos somos Oscar Grant! ¡Todo el maldito sistema es culpable!

Luchar contra el poder, y transformar el pueblo, parra la revolución.

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Revolución #169, 28 de junio de 2009


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Pasajes de:

Una declaración:
Por la
liberación de la mujer y por la emancipación de toda la humanidad

El 8 de marzo de 2009, el Día Internacional de la Mujer, Revolución publicó “Una declaración: Por la liberación de la mujer y por la emancipación de toda la humanidad”. El cobarde asesinato del Dr. George Tiller por un fanático fascista cristiano odiamujer ha puesto de relieve de nuevo la naturaleza extremadamente seria del ataque contra las mujeres y de los esfuerzos de zamparlas aún más profundamente en su situación oprimida en la sociedad. Los siguientes pasajes de esta Declaración son muy pertinentes en este momento. Lea (y distribuya) la declaración completa; consígala en forma electrónica en revcom.us, o en forma impresa en la librería Libros Revolución donde usted vive o pidiéndola a RCP Publications, Box 3486, Merchandise Mart, Chicago, IL 60654-0486.

 

En este momento en que muchos proclaman que es necesario, o además deseable, encontrar “puntos en común” con los fundamentalistas religiosos, esta declaración no acepta la esclavización de la mujer y no le hará concesiones. No les tiene paciencia a los que nos aconsejan ser “realistas” conformándose con hacer pequeños ajustes a los horribles confines del mundo como es. Esta declaración desenmascara la bancarrota moral e ideológica de los que se adjudican el estandarte del avance de la mujer, pero cuya única intención es “sacar una tajada” del mundo como es — de librar una batalla perversa y perdida por el “derecho” de la mujer de conseguir una parte igual en el manejo del imperio, la explotación de los demás o hasta el nivel humillante de hacer promoción y venta de sus propios cuerpos como mercancía sexual.

En un momento en que tan pocos se atreverán a hacerlo, esta declaración clama por algo que no se ha visto en generaciones: una resistencia masiva consecuente de mujeres y hombres por todo el mundo que no permiten que se oprima a la mujer, que la golpeen, la encarcelen, la insulten, la violen, abusen de ella, la acosen, la exploten, la asesinen, que le escupen o que le echen ácido, que la manoseen, la avergüencen y la subvaloren sistemáticamente.

Esta declaración clama por una revolución, de la cual una piedra angular será la plena emancipación de la mujer. Una revolución que desencadena la furia de la mujer como una fuerza poderosa y que capta lo central que es esta cuestión para arrancar de raíz y abolir toda la explotación, opresión y relaciones sociales degradantes y las ideas acompañantes, en toda la humanidad a través del mundo.

Es una declaración comunista, que convoca a un movimiento revolucionario de emancipadores de la humanidad.

* * * * *

Ya no existe la necesidad de que la función biológica de la mujer de dar a luz dicte su papel en la sociedad. Ya no existe la necesidad para que la humanidad se encuentre limitada por las tradiciones patriarcales y la opresiva moral religiosa. Hoy, esta situación es tan descabellada como es cruel, como absolutamente innecesaria.

Por primera vez en la historia humana, no solamente es posible soñar sino hacer realidad un mundo que ya no se caracteriza por la subyugación de la mitad de la humanidad. Hoy es posible romper las cadenas que sujetan a las mujeres así como arrancar de raíz y dejar atrás la división de clases y las tradiciones correspondientes que afianzan e imponen la opresión de la mujer.

El capitalismo con su desarrollo tecnológico, transporte, comunicaciones y medios masivos de producción socializada ha creado la base material para que toda la humanidad viva en una abundancia colectiva — siempre y cuando se arrebaten esos medios de producción a las manos de la clase dominante capitalista y se pongan al servicio de la humanidad y siempre y cuando se transformen radicalmente todas las relaciones entre las personas y todas las ideas tradicionales.

Para lograr todo eso se requiere de la revolución. Es decir, derrocar este sistema y la clase imperialista capitalista que lo encarna y lo dirige — y establecer un nuevo poder estatal revolucionario.

* * * * *

En un momento en que pende de un hilo el derecho fundamental de una mujer para decidir cuándo y si quiere tener hijos, cuando el aborto y hasta la contracepción están bajo ataque, el movimiento “feminista” raras veces está en posibilidades de pronunciar siquiera la palabra “aborto”, aceptando incorrecta y vergonzosamente que tenga algo que es moralmente incorrecto. Tales “feministas” han olvidado o se han alejado de la verdad imprescindible de que a las mujeres a que les han negado el derecho y la capacidad de decidir por sí mismas cuándo y si quiere tener hijos y que ni siquiera tienen ese grado de control sobre el propio cuerpo, las han reducido a una posición equivalente a la esclavitud.

* * * * *

La declaración también analiza con mucha profundidad el ascenso del movimiento de liberación de la mujer de los años 60 e inicios de los 70, sus grandes puntos fuertes y logros así como sus debilidades. Y analiza lo que ha pasado desde ese entonces:

Contra todo lo positivo que se había logrado se desató muy rápidamente un contragolpe, lo que en verdad se consolidó bajo la presidencia de Ronald Reagan en los años 1980. Muchos de los que antes habían aspirado a rehacer el mundo entero comenzaron a rebajar los sueños. A través de la sociedad y en todo el mundo se revirtió la iniciativa. Para los gobernantes de los Estados Unidos, la reafirmación de la “familia tradicional” y de los “valores de la familia” se convirtió en una parte imprescindible no solo de reafirmar el patriarcado sino también de volver a unificar el tejido reaccionario de la sociedad que se había desgastado de manera importante.

Unas fuerzas de la clase dominante dieron poderosos apoyos a los fascistas cristianos y los desataron bajo el estandarte de los “valores de la familia” para que persiguieran y acosaran a las mujeres que pretendían hacerse un aborto. Han alcanzado el extremo de volar clínicas con bombas e incluso asesinar a médicos. Han pregonado la vergüenza y la ignorancia de la “abstinencia” en las escuelas públicas y han atacado la enseñanza del hecho científico de la evolución. Han trabajado por eliminar los derechos ganados por los gays y por legitimar de nuevo la homofobia intolerante. Además, de manera perversa, esta afirmación de la religión y del patriarcado llegó a ser una manera de atraer a muchos de los que estaban profundamente descontentos y todavía duramente oprimidos a su redil reaccionario.

Ante este contragolpe, junto con la decaída de los movimientos revolucionarios y de la orientación de luchar por el cambio mediante la acción política masiva independiente por parte de la gente, la corriente de feminismo burgués viene a identificarse como la única salida para quienes se preocupen por la condición desigual y oprimida de la mujer, aun cuando este feminismo burgués esté cada vez más atado a la clase dominante y al Partido Demócrata en particular y que se haya subordinado cada vez más a los mismos.

La absorción del “movimiento oficial de la mujer” al interior del Partido Demócrata y su subordinación absoluta a los confines de la política electoral ha hecho un enorme daño. Desde hace más de dos décadas este “movimiento feminista” ha influenciado y alentado a la gente progresista a que se acomode a la dinámica donde la atrocidad de ayer se vuelve “la posición de acomodación” de hoy y mañana los límites de lo que se puede imaginar. La posición defensiva y de cobardía de este “movimiento” ante los fascistas cristianos en particular —para tomar un ejemplo concentrado, su negativa a darles una batalla en serio sobre la moral del aborto— ha contribuido a la desorientación de dos generaciones de mujeres jóvenes, y hombres también.

Esta marcha de los acontecimientos en los años 1980 —y en particular este contragolpe reaccionario contra la mujer a nivel mundial— llevó a la situación descrita hace 20 años por el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, Bob Avakian, el cual en muchas maneras resuena aún más fuerte hoy:

“La cuestión general de la posición y el papel de la mujer en la sociedad se presenta cada día más agudamente en las extremas circunstancias de hoy... No se puede concebir la resolución de todo esto salvo de la manera más radical… La cuestión que pende es: ¿será una resolución radical reaccionaria o una resolución radical revolucionaria, implicará reforzar las cadenas de la esclavitud o destruir los eslabones más decisivos de esas cadenas y abrir la posibilidad de realizar la eliminación completa de todas las formas de dicha esclavitud?” (Balas, de los escritos, discursos y entrevistas de Bob Avakian, RCP Publications, 1985, p. 202).  

 

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Recursos, lecturas y películas sobre el aborto

En el periódico Revolución

Otros recursos en línea:

Libros y películas

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Asamblea Popular de Libros Revolución:

La tortura y la justicia que se necesita: “Ahora, todo depende de usted”

El miércoles 3 de junio, 270 personas se congregaron en el Centro para la Cultura Ética en el barrio Upper West Side de la Ciudad de Nueva York con motivo de una asamblea popular poderosa y estimulante, organizada por Libros Revolución: “La tortura y la justicia que se necesita”.

Hablaron Gitanjali Gutiérrez, una abogada del Centro pro Derechos Constitucionales (CCR, por sus siglos en inglés) que representa a unos detenidos del campo de la tortura en Guantánamo; Jeremy Scahill, periodista de investigación y autor del libro Blackwater: The Rise of the World’s Most Powerful Mercenary Army (Blackwater: El ascenso del ejército mercenario más poderoso del mundo); Laura Flanders, presentadora y productora de GRITtv y RadioNation; la monja Diana Ortiz, que sobrevivió la tortura y es fundadora y directora de la Coalición Internacional para la Abolición de la Tortura y el Apoyo a los Sobrevivientes (TASSC, siglas en inglés); Andy Zee, vocero de Libros Revolución; Michael Ratner, presidente del CCR; y Chris Hedges, socio de The Nation Institute y ex corresponsal del New York Times en el Medio Oriente. Entre un/a y otro/a orador/a, Geeta Citygirl, Aladdin y Fajer al Kaisi leyeron poemas escritos por presos de Guantánamo.

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UN EVENTO DE LIBROS REVOLUCIÓN

El ascenso de Obama…
y la resistencia y la liberación que aún se necesitan:
Un diálogo entre
Cornel West y Carl Dix
Martes 14 de julio, 7 pm

CORNEL WEST es uno de los intelectuales públicos más provocadores de Estados Unidos y desde niño ha sido paladín de la justicia racial. Sus escritos, discursos y clases entretejen las tradiciones de la iglesia bautista de los negros, la política progresista y el jazz. El New York Times elogia su “férrea visión moral”. Hoy, el Dr. West da clases en la Universidad Princeton.

CARL DIX tiene una larga trayectoria de revolucionario y es un miembro fundador del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Fue uno de los seis del Fuerte Lewis: los seis soldados rasos que rechazaron sus órdenes de ir a Vietnam en 1970. Por eso pasó dos años en la Penitenciaría Militar Leavenworth. Después del bombardeo de la casa de MOVE en Filadelfia en 1985, inició la declaración Fijar la línea, una poderosa condena del ataque. Fue uno de los fundadores de la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial en 1996. Coordinó las audiencias sobre Katrina en la Comisión de Crímenes de Bush de 2006.

Lo recaudado de este evento será para el Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas/os, que proporciona suscripciones subvencionadas al periódico Revolución y otra literatura revolucionaria para los y las presos/os, y para Libros Revolución de la Ciudad de Nueva York.

Harlem Stage en Aaron Davis Hall
150 Convent Avenue esq. Calle 135 al Oeste
Línea 1 a la calle 137 esq. Broadway o la A, B, C y D a la calle 125 esq. St. Nicholas

ENTRADA: $20 — $10 con identificación de estudiante — Entradas para grupos al pedido
ENTRADAS ESPECIALES: $100
Pedidos: 212-281-9240 ext.6 o en línea en www.harlemstage.org

Consiga más detalles u ofrézcase de voluntario
llamando a Libros Revolución a 212-691-3345
Email cornelcarldialogue@gmail.com

LIBROS REVOLUCIÓN EN: 146 de la Calle 26 al Oeste, Nueva York, NY.
www.revolutionbooksnyc.org

Lo recaudado de este evento será para Libros Revolución de la Ciudad de Nueva York y para el Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas/os (www.prisonersrevolutionaryliteraturefund.org), que proporciona suscripciones subvencionadas al periódico Revolución y otra literatura revolucionaria para los y las presos/as.

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Obama en Cairo: Parte 1

Un discurso lleno de mentiras para imponer un SISTEMA de opresión

Toby O’Ryan

Lo siguiente es un pasaje de un artículo más extenso que saldrá próximamente en línea en revcom.us. Otras partes del artículo saldrán en futuros números de Revolución.

Mientras lees esto, Estados Unidos está librando guerra, financiando una o amenazando con una por todo el Medio Oriente y el sur de Asia. Cientos de millones de personas de los países árabes y sudasiáticos se oponen fuertemente a tales guerras, pues asocian estas guerras encabezadas por Estados Unidos con una red general de dominación política, económica y cultural de los imperialistas. Y con razón.

El 5 de junio, Barack Obama, principal representante del sistema imperialista estadounidense y comandante-en-jefe de las fuerzas armadas que protagonizan dichas guerras, dio un discurso en la Universidad de Cairo, Egipto. La misión de Obama, como veremos, NO fue cambiar esas relaciones básicas. Ni siquiera anunció el fin de ninguna guerra.

Al contrario, el propósito de Obama fue transformar la óptica desde la cual se viera todo eso, y explotó su ascendencia y su aptitud para presentarla para ofrecer una “narrativa diferente”. Se trata de un intento importante de cambiar la manera en que la gente ve la historia, el mundo actual, y las posibilidades y los caminos para el cambio.

Es importante captar las políticas concretas que planteó en ese discurso y exploraremos unas de ellas. Sin embargo, es de igual importancia, como mínimo, analizar profundamente el marco histórico y analítico en que Obama presentó esas políticas, y eso será nuestro enfoque principal.


“El mundo musulmán”

Desde un principio, Obama llamó su discurso un intento de “buscar un nuevo comienzo entre Estados Unidos y los musulmanes de todo el mundo: un comienzo basado en el interés mutuo y el respeto mutuo...”. Citó continuamente el Corán, y también la Biblia, y se refirió a varios mitos, por ejemplo una supuesta reunión entre Moisés, Jesús y Mahoma, como si fueran hechos reales. A diferencia de muchos altos funcionarios del régimen de Bush que utilizaron imágenes abiertamente evocativas de las cruzadas cristianas contra el mundo árabe, Obama demostró su dominio de las imágenes islámicas e hizo alarde de su supuesto respeto para la religión islámica.

Es cierto que muchos de los conflictos más agudos de hoy toman la forma de conflictos entre fuerzas que defienden un fundamentalismo islámico, con su base entre las empobrecidas masas desplazadas tanto del Medio Oriente como del sur de Asia y otros lugares, y Estados Unidos en particular. Obama, al “demostrar su respeto al islam”, espera arrebatarle a esos movimientos un sector de masas que, si no, pudiera aumentar esa base.

Sin embargo, la noción de un “mundo musulmán” en realidad oculta una importante verdad fundamental: la existencia de factores y contradicciones materiales, más profundas que la religión, que impulsan el desarrollo de las sociedades. Lo que está pasando en el Medio Oriente no es en lo fundamental un conflicto religioso ni un “choque de civilizaciones”. Lo fundamental es que miles de millones de personas —naciones, pueblos y regiones enteros del mundo— están subordinados al sistema imperialista, obligados a vivir bajo su yugo, y se ha ocultado la naturaleza fundamental de ese sistema debajo de toda clase de nociones fantásticas y mitos. Estados Unidos no subyuga a esos países a causa de su religión; los domina para asegurar que el capitalismo estadounidense siga funcionando y, estrechamente relacionado a eso, para que Estados Unidos siga dominando geopolíticamente el mundo. Atrapa a esos países en una red de relaciones económicas que reproduce continuamente esa posición económica subordinada. Por lo tanto, la liberación nunca se ganará mediante una “revolución islámica”; tal revolución, entre otras cosas, no romperá ni puede romper con dicha posición oprimida y subordinada al orden imperialista, ni tampoco cambiará las fundamentales relaciones de explotación dentro de esas sociedades.

Las sociedades del Medio Oriente y el sur de Asia, así como en cualquier parte del planeta, están divididas en clases. Hay en esas sociedades grupos gobernantes de “capitalistas compradores” que representan fundamentalmente los intereses de Estados Unidos, o de otras potencias imperialistas, y que llevan a cabo o defienden la brutal superexplotación de las masas al servicio de esos intereses. Esa superexplotación y saqueo ha resultado en una miseria extrema y en enormes dislocaciones sociales. En muchos casos, esos grupos usan el islam como una manera de legitimar su gobierno. Veamos un ejemplo notable pero de ningún modo único: los gobernantes de Arabia Saudita son unos de los conductos principales de la dominación económica y política de Estados Unidos en la región. El marco para su sistema jurídico y forma de gobierno, y lo que le da legitimidad, es una ideología que es una versión extrema del islam represivo. Pero eso nunca ha sido un problema para el gobierno estadounidense. Al contrario, por años Estados Unidos ha apoyado y reforzado ese tipo de fuerzas en oposición a los comunistas revolucionarios y los nacionalistas (más o menos) laicos.

En otros casos, dichas fuerzas gobernantes adoptan una postura más “moderna” (mientras siguen aprovechándose del islam). Al mismo tiempo, hay otras clases explotadoras, como terratenientes que explotan a los campesinos o capitalistas que explotan a los proletarios, que por alguna razón están “excluidas” de una participación satisfactoria en el sistema de saqueo imperialista. Hoy en día, muchas veces las fuerzas de esas clases también adoptan la ideología del islam y describen la opresión de las masas y el saqueo y la dominación de sus países en general como un caso de opresión religiosa; acusan a los títeres que gobiernan el país de traicionar al islam y de capitular a los infieles. Hay también fuerzas en esos países que adoptan formas de pensar más modernas asociadas con la “Ilustración”; esas fuerzas quieren romper hasta cierta medida con las relaciones sociales tradicionales, por ejemplo dando un “mayor espacio” a la ciencia, la literatura no religiosa, etc. y más libertades para la mujer. En la ausencia de un fuerte polo comunista revolucionario, generalmente esas fuerzas, por un lado, no rompen fundamentalmente con el islam ni lo desafían y, por el otro, expresan su oposición dentro de los confines de la democracia burguesa, o sea, una democracia “de la imagen de” la clase capitalista (y orientada hacia el fortalecimiento de su dominación).

Mientras tanto, al fondo de esas sociedades están los cientos de millones de campesinos y proletarios, sometidos a una explotación dura y pulverizadora, con la vida segada por el hambre, la guerra, las enfermedades, la ignorancia y la opresión, pero quienes producen la gran riqueza que el imperialismo y los explotadores nacionales exprimen a esos países. Es un gran problema en el mundo hoy que, a pesar del trabajo valiente y hasta heroico de los comunistas en unos de esos países, las masas de esas regiones han caído casi totalmente bajo la influencia política e ideológica de uno de esos polos, y que muchos de los más explotados, juntos con sectores descontentos de las capas medias que no tienen ningún lugar en la sociedad ni manera de contribuir o florecer, se han acercado al fundamentalismo islámico. Se trata de una influencia venenosa. El fundamentalismo islámico oculta la naturaleza básica del problema; es decir: a) la dominación de esos países por el imperialismo, b) la existencia generalizada y persistente de la opresión feudal y semifeudal dentro de esas sociedades y c) el entrelazamiento y fortalecimiento mutuos de esas dos fuerzas opresivas. Además, el fundamentalismo islámico orienta a la gente en una dirección contraria a la solución, la cual es una revolución verdaderamente emancipadora que libere esas sociedades del imperialismo y que avance hacia el socialismo y finalmente al comunismo. En lugar de eso, cuando el fundamentalismo islámico ha llegado al poder, ha producido sociedades igual de represivas y explotadoras que las sociedades que reemplaza.

Visto desde el punto de vista de los verdaderos intereses de las masas, el planteamiento de ese antagonismo fundamental en términos religiosos lleva a resultados desastrosos. Refleja un aspecto de la realidad superficial, pero en los hechos oculta, distorsiona e impide el conocimiento de las fuerzas y la dinámica subyacentes esenciales que han llevado a tal situación horrible. Para los revolucionarios no hay otra opción salvo dedicar un trabajo importante al convencer a las masas a romper con esa perspectiva; eso no se puede hacer con sutilezas y nadie debe querer hacerlo así. De manera perversa, se realza la importancia de hacer eso porque el discurso de Obama, de principio a fin, se formuló en esos términos y en el marco de esa interpretación de la realidad, haciendo referencia a ellos y así reforzándolos.

¿Burdo estereotipo o caracterización acertada?

Después de rendir homenajes a la “civilización islámica”, Obama pasó a un tema central de su discurso, diciendo: “Estados Unidos no es el burdo estereotipo que se tiene del imperio motivado por interés. Estados Unidos ha sido una de las mayores fuentes de progreso que el mundo haya visto. Nacimos de una revolución contra el imperio. Nos fundamos en el ideal de que todos somos iguales, y hemos derramado sangre y luchado por siglos para dar significado a esas palabras, dentro de nuestras fronteras y por todo el mundo”.

Aunque no fuera una mentira muy original, fue una mentira muy desfachatada, y una exagerada cantidad de comentaristas ni la cuestionaron.

Para empezar, Obama no esclareció exactamente cuál sangre derramada en sus muchísimas guerras NO se derramó al servicio de un imperio “motivado por interés”.

¿Fue quizás la sangre derramada por los indígenas de este país, asesinados sin piedad en guerras estadounidenses que diezmaron, desterraron y muchas veces borraron todo rastro de un pueblo tras otro? Muchas veces esas guerras genocidas les dieron una reputación de “héroe” y hasta llevaron a sus comandantes a la presidencia; incluso hoy, está en la lista de libros de mayores ventas una biografía que elogia a Andrew Jackson, uno de los generales/presidentes más brutales, sanguinarios y genocidas.

¿Estará hablando de la sangre que derramaron los mexicanos, cuando Estados Unidos libró guerra contra México y robó gran parte de su territorio, con el principal objetivo de extender la esclavitud?

¿Quizás se trata de la sangre derramada en la guerra para convertir en colonia al pueblo de las Filipinas a finales del siglo 19, una guerra en que Estados Unidos masacró de 200.000 a 1.4 millones (¡!) de habitantes de un país que en ese tiempo tenía una población de 7 millones?

¿Será la sangre que regó los arrozales de Vietnam, donde Estados Unidos mató de 2 a 3 millones de personas? ¿O la sangre que ha corrido por los desiertos y las ciudades de Irak durante las últimas dos décadas, cuando el poderío militar estadounidense ha causado la muerte de más de un millón de personas, y la mutilación, la tortura, la miseria y el sufrimiento de otros millones más? ¿O serán las veintenas de invasiones y acciones militares de Estados Unidos en América Central y del Sur a lo largo de muchas décadas, que han dejado un saldo de cientos y cientos de miles de muertos, con la finalidad de apuntalar la brutal y despiadada dominación estadounidense de esos países?

¿Tal vez está hablando de Afganistán, donde al principio Estados Unidos financió y armó a los fundamentalistas islámicos que combatían contra la Unión Soviética, el rival de Estados Unidos, y donde hoy 40.000 soldados se especializan en asesinar en masa y desde el cielo a gente civil?1

Incluso la muy alardeada “guerra buena”, la Segunda Guerra Mundial —fíjense que Obama salió de Cairo inmediatamente para celebrar y llamar la atención a esa guerra, haciendo una cínica visita para tomarse la foto de propaganda al campo de concentración Buchenwald y  participando en las ceremonias para el aniversario del día del desembarco aliado en Normandia— esa guerra no fue sino una movida estratégica de parte de Estados Unidos para extender su dominación a todo el planeta, al haber vencido el desafío de sus rivales alemanes y japoneses (después de dejar que Alemania desangrara a la Unión Soviética, en ese tiempo un país socialista) y al haber incorporado a los otrora imperios de sus aliados Francia y Gran Bretaña a un nuevo orden neo-colonial dominado por Estados Unidos. En los ríos de sangre derramada con armas estadounidenses durante los últimos dos siglos y más, ¿dónde está la sangre que NO se derramó al servicio del imperio?

¿Es un “burdo estereotipo” llamar a Estados Unidos un “imperio motivado por interés”? No. Como esta lista deja en claro (y no es exhaustiva en absoluto), es simplemente una verdad básica e indisputable, la cual es esencial para conocer el mundo en que vivimos, saber lo que hay que transformar en él y cómo hacerlo. Estados Unidos ES un imperio o, para decirlo en términos más científicos, es un sistema imperialista que para su existencia requiere la superexplotación y la dominación de grandes extensiones del mundo. Desafortunadamente, aun cuando muchas personas ven o saben de esos crímenes, o al menos algunos de esos crímenes, no ven o se niegan a ver el mecanismo que está al centro de la máquina, no ven la dinámica motriz que reproduce esos crímenes generación tras generación. Y esa falla en su conocimiento es algo del que Obama, con su imagen fresca y su nueva cara, trata de sacar provecho.

Obama insertó su profunda mentira sobre Estados Unidos en un momento decisivo de su discurso, justo antes de explayarse sobre los fundamentales “temas específicos que... al final tenemos que confrontar juntos”. Según sea su manera de entender lo que es Estados Unidos en esencia —la finalidad que Estados Unidos ha buscado en todas sus guerras y por toda su historia y lo que le da impulso— usted verá esos “temas específicos” de una manera muy diferente y los “confrontará” de un modo diferente también.

1. Los voceros del imperialismo estadounidense condenan rutinariamente el fundamentalismo islámico; lo que no mencionan es el papel central de Estados Unidos de financiar y respaldar desde un principio a esos movimientos, con el fin de aplastar a los movimientos comunistas y de nacionalistas laicos en esos países. Así fue el caso también, aunque se lo guarda en secreto, durante el ascenso al poder de Jomeiní en Irán (Ver “30 Years After the Iranian Revolution” de la edición en inglés del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar, 23 de febrero de 2009). Además, durante los años 80, Estados Unidos usó a esas fuerzas como títeres en su rivalidad con la Unión Soviética, que en ese tiempo ya no fue un país socialista. [regresa]

 

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Obama en Cairo:

Un discurso lleno de mentiras para imponer un SISTEMA de opresión

Parte 2

Toby O’Ryan

Lo siguiente es el segundo pasaje de un artículo que está saliendo por partes en Revolución, acerca del discurso que dio Barack Obama el 5 de junio en la Universidad de Cairo, Egipto. El primer pasaje salió en el número 169 e incluye: “El mundo musulmán” y “¿Burdo estereotipo o caracterización acertada?” El artículo completo saldrá próximamente en línea en revcom.us.

Defender —y extender— guerras estadounidenses

Luego Obama defiende la agresión estadounidense en todas sus formas. Empieza por invocar los atentados del 11-S contra las Torres Gemelas y el Pentágono para justificar la agresión estadounidense en la región.

Para clarificar, los atentados del 11-S fueron completamente malos y no se debe defenderlos ni justificarlos de ninguna manera, y Al Qaeda mismo es una fuerza reaccionaria en el mundo cuya influencia se debe combatir. Pero invocar estos atentados no puede ni borrar los crímenes mucho más atroces llevados a cabo por Estados Unidos que los antecedieron ni justificar hoy el asesinato de muchísimas más personas por las fuerzas armadas estadounidenses. Pero Obama no puede invocar nada salvo el espectro del 11-S para justificar la agresión militar que ocurre en toda la región.

Después, Obama dice que mientras que la guerra contra Irak fue una “guerra de elección” —de hecho, fue una guerra ilegal y criminal, un crimen contra la humanidad según el derecho internacional—, el pueblo iraquí está “en última instancia en una situación mejor sin la tiranía de Saddam Hussein”. En pocas palabras, lejos de disculparse por la guerra, la justifica. Hagamos una pausa para contemplar el hecho de que más de un millón de personas han muerto como resultado de dos guerras estadounidenses contra Irak y la imposición de “sanciones” que han privado a los iraquíes de agua potable, instalaciones e insumos médicos muy necesarios, etc., a lo largo de más de diez años. Hagamos una pausa para reflexionar sobre la guerra entre Irak e Irán durante los años 80, en la cual Estados Unidos alentó a ambos bandos, a fin de hacer que cada uno debilitara al otro y viceversa. Esa guerra dejó aproximadamente un millón de muertos. Hagamos una pausa para pensar acerca de los más de cuatro millones de iraquíes desplazados por la guerra actual; el sinnúmero de mujeres y chicas obligadas a entrar en la prostitución y el número casi incomprensible de vidas arruinadas y destruidas. Hoy están imponiendo una nueva forma de gobierno, no menos servil a Estados Unidos y no menos explotadora y opresiva que la de Hussein. Entonar de manera insulsa que los iraquíes están en “una situación mejor” es obsceno.

Obama también hace lo que el Wall Street Journal llama una “vigorosa defensa de la guerra en Afganistán”. En particular, el Journal le dio la bienvenida a la promesa de Obama de que “la obligación de Estados Unidos no se debilitará”. Como hemos informado en este periódico, esta guerra tiene que ver con “mantener el respeto” para el poderío militar estadounidense en el mundo, el que es esencial para respaldar su saqueo y explotación, y, en el caso de Afganistán, también tiene que ver con intereses geopolíticos y económicos muy críticos (vea “Estados Unidos en Afganistán: Una guerra por imperio, y no una ‘guerra buena’ convertida en mala”, parte 1, Revolución #145, 19 de octubre de 2008; “Estados Unidos en Afganistán: Una guerra por imperio, y no una ‘guerra buena’ convertida en mala, parte 2, Aprovechar el 11-S para lanzar una guerra imperial”, Revolución #146, 26 de octubre de 2008; “Oleoducto de avaricia: El imperialismo yanqui y el petróleo del mar Caspio”, Obrero Revolucionario (ahora Revolución) #1035, 19 de diciembre de 1999, además de otros artículos que analizan los intereses de los imperialistas estadounidenses en Afganistán en línea en revcom.us). Y, como también hemos documentado, es una guerra en que el modo estadounidense de combatir necesariamente implica terrible sufrimiento y muerte para el pueblo.

Justificar la dominación israelí

Luego Obama habla de lo que llama “la situación entre israelíes, palestinos y el mundo árabe”. Se cerciora en primer lugar de que todos entiendan que son “irrompibles” “los vínculos fuertes de Estados Unidos con Israel”. Después, para darle legitimidad a Israel, invoca el asesinato nazi de seis millones de judíos en la Segunda Guerra Mundial.

Obama presenta esto como “un impasse: dos pueblos con aspiraciones legítimas, cada uno con una historia dolorosa que hace la acomodación difícil de alcanzar”. Pide no “ver este conflicto solo desde un lado u otro”. En cambio, “ambos lados” deberían “cumplir [sus] responsabilidades bajo la Hoja de Ruta “, es decir, el plan fraguado por George W. Bush para la “paz” entre Israel y el pueblo palestino (en esencia un plan de capitulación para los palestinos).

No. La opresión de los judíos por gobernantes europeos, una opresión que duró siglos y que alcanzó su culminación en el Holocausto nazi, por terrible que fuera, no puede legitimar mediante ninguna magia alquímica los esfuerzos de algunos judíos europeos de despojar y oprimir a otro pueblo en su conjunto.

Y tampoco es un “impasse” entre dos pueblos igualmente agraviados. Por un lado está Israel, un estado colono fundado por el movimiento sionista que surgió en Europa entre judíos europeos y que fue apoyado, financiado y por último respaldado con la fuerza por una variedad de potencias imperialistas, sobre todo Estados Unidos. Ese movimiento llevó a cabo una guerra colonizadora atroz, con masacres y el arrasamiento de cientos de aldeas. El estado que surgió de esa guerra no solo mató a miles y desterró a cientos de miles de palestinos mediante la guerra en sí, sino que desde entonces ha llevado a cabo una opresión implacable en su contra. Hace poco esto quedó en claro en el ataque israelí implacable y criminal contra Gaza, el que de nuevo se caracterizó por el asesinato de familias enteras y en un sentido nuevo y verdaderamente atroz, por obligar a niños a quedarse en casas con sus padres y hermanos asesinados, famélicos y traumatizados, para impedir que los israelíes los asesinaran como “posibles terroristas” (vea, por ejemplo, “Shelled family recounts Gaza horror”, de Al Jazira, 12 de enero de 2009, en YouTube). No se trata de cómo uno “elige” “ver el conflicto”; se trata de lo que es cierto y lo que es falso.

Una y otra vez, Obama demuestra su maestría del arte del eufemismo. Por ejemplo, esto queda claro en lo que los comentaristas burgueses han aceptado como la “gran concesión” de Obama en el discurso: “Estados Unidos no acepta la legitimidad de la continuación de los asentamientos israelíes. Esta construcción viola acuerdos previos y mina esfuerzos de lograr la paz. Ya es hora para poner fin a estos asentamientos”.

Otra vez no. Estos asentamientos —TODOS y no solamente los asentamientos futuros que Obama dice que se deba parar— son crímenes de guerra, prohibidos explícitamente por la Convención de Ginebra. Y son crímenes de guerra por encima de crímenes de guerra en el verdadero sentido de que la fundación de Israel fue totalmente injusta y criminal, como se explicó arriba.

Obama también llama a todas las partes para que se adhieran a la “Hoja de Ruta”, o sea, el plan estadounidense de parar el “conflicto” mediante el establecimiento de una red fragmentada de territorios ocupados y administrados por palestinos pero dominados de manera militar, política y económica por Israel. Insiste que “los palestinos deberían abandonar la violencia”. Pero este llamado a detener la violencia se aplica únicamente a los palestinos y no a los israelíes, aunque Israel lleva a cabo violencia en una escala casi infinitamente más grande.

Decirles esto a los palestinos es indignante. Es como si un ladrón entrara en tu casa, matara a una buena parte de tu familia, encadenara a ti y a los pocos familiares que sobrevivían en el sótano durante años mientras que el ladrón metiera a su familia en los pisos de arriba y tomara represalias contra la protesta más leve con aún más violencia, asesinato y abuso; y luego cuando trataras de escapar del sótano, el hermano mayor del ladrón te dijera que tu protesta y resistencia fueran muy violentas.

Traficar con la historia del pueblo negro en Estados Unidos y distorsionarla vilmente

Esta parte del discurso de Obama contiene una de las mentiras más increíbles de todo el discurso (aunque hay muchas mentiras aspirantes a ese título). Al insistir que los palestinos deberían renunciar a la violencia, dice lo siguiente: “Durante siglos, los negros en Estados Unidos sintieron los latigazos como esclavos y la humillación de la segregación. Pero no fue la violencia la que ganó los derechos plenos y de igualdad. Fue una insistencia pacífica y determinada en los ideales al centro de la fundación de Estados Unidos”.

A esto, puede haber una sola respuesta: ¿¿A quién crees que estás engañando??

En primer lugar, el pueblo negro hoy no tiene “derechos plenos y de igualdad”. Como documentamos y analizamos en nuestra declaración La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos (Revolución #144, 5 de octubre de 2008), la opresión del pueblo negro no se trata de algo del pasado sino de un pilar del sistema actual, con la omnipresencia de la desigualdad y la opresión en las esferas del empleo, la educación, la vivienda, las cárceles y la salud, además de la esfera de la cultura y la ideología en general. En ninguna otra parte están más manifiestas esta desigualdad y esta opresión que en la brutalidad policial omnipresente y el asesinato policial descarado dirigido contra la juventud negra, siendo la más reciente atrocidad infame el asesinato de Oscar Grant, Jr., el primero de enero de 2009, baleado a quemarropa por la espalda mientras que los policías lo tenían sometido en el suelo. Obama no se ha molestado en siquiera mencionar este asesinato, de hecho casi nunca menciona si es que menciona los asesinatos de este tipo salvo para justificarlos, tal como hizo en el caso de Sean Bell, cuando Obama aleccionó con el poder de su puesto que la gente “respetara” el veredicto de no culpable dado a los policías que mataron a Bell, un joven desarmado.

También es cierto que la esclavitud abierta ya no existe legalmente en Estados Unidos y que muchos derechos legales han sido ganados en los últimos 50 años. Pero estos no fueron ganados renunciando a la resistencia, la que en muchos casos incluyó la violencia revolucionaria de cara a la violencia contrarrevolucionaria.

Empecemos con la esclavitud. Primero, ocurrieron más de 200 rebeliones de esclavos en la historia estadounidense. Por ejemplo, Nat Turner tuvo mucha determinación pero para nada se le podría llamar pacífico. O, veamos a Frederick Douglass. Douglass, tales como muchos participantes en el movimiento para abolir la esclavitud, en un principio se adhirió al pacifismo. Pero, aunque por un lado la fuerza de la supremacía blanca siguió manifestándose de manera aún más obstinada, por otro, Douglass, junto con una buena parte del resto del movimiento abolicionista, llegó a tener otra idea. Con la aprobación de la Ley de Esclavos Prófugos en 1850, Douglass escribió que “los esclavistas…, los tíranos y los déspotas no tienen ningún derecho a vivir. La única manera de convertir la ley de esclavos prófugos en letra muerta es hacer morir a media docena o más de secuestradores de esclavos”. La década siguiente se caracterizó por una lucha cada vez más violenta, la que abarcó una guerra civil en lo que hoy llamamos el estado de Kansas y luego el asalto de John Brown contra un arsenal federal en Harper’s Ferry, Virginia, en una iniciativa de Brown de empezar una amplia insurrección de esclavos. Brown fue juzgado por traición y ahorcado, aunque una buena parte del movimiento abolicionista, que incluyó a muchos importantes autores e intelectuales de esa época, lo apoyaron.

Y este punto nos lleva a la Guerra de Secesión Estadounidense. Señor Obama: díganos, ¿fue violenta la Guerra de Secesión Estadounidense? ¿No tuvo un papel decisivo en acabar con la esclavitud? En esa guerra jugaron un papel decisivo los soldados negros en el Ejército de la Unión; éstos murieron con dos veces más frecuencia que sus compatriotas blancos. Lincoln se resistió a permitir el alistamiento de los negros y aun después de hacerlo, al inicio impedía que entraran a los batallones de combate. No obstante, durante año y medio con tenacidad Lincoln se negó a conceder a los soldados negros un salario igual al de los blancos, dándoles solo la mitad del salario de los rangos más bajos de los soldados blancos. Como un conocido defensor de Lincoln escribió hace poco: “Solo después de una amenaza de motín de los negros (y después del ahorcamiento de algunos de ellos por protestar contra el salario desigual) es que los negros en uniforme recibieron su sueldo merecido” (“Lincoln’s Black History”, Garry Wills, New York Review of Books, 11 de junio de 2009).

Y ni siquiera es cierta esta versión extraña de la historia en la época reciente. Durante los años 60 se dieron literalmente cientos de rebeliones en ciudades importantes de Estados Unidos, en las cuales miles y miles de personas se enfrentaron a las fuerzas de la policía, la Guardia Nacional e incluso los soldados regulares del ejército estadounidense. Cuando llegó el año 1966, ya habían perdido vigencia la estrategia y la orientación no violenta de Martin Luther King, las que al contrario de la mitología nunca fueron adoptadas de manera universal en el movimiento pro derechos civiles ni siquiera en sus primeros días. Las concesiones que se dieron en el empleo, la educación y en otras esferas se obtuvieron fundamentalmente como resultado de la heroica resistencia y lucha sostenidas en las calles de las ciudades y la amenaza de que el movimiento revolucionario embrionario de la época se convirtiera en uno que pudiera disputar en realidad el poder.

Por varias razones, y recomendamos que nuestras/os lectoras/es lean en La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema, y la revolución que necesitamos (Revolución #144, 5 de octubre de 2008) una explicación más completa, esta lucha no “fue hasta el final”. Hoy, si bien la situación para un pequeño sector del pueblo negro ha mejorado, para muchos negros la situación es peor. Al contrario de lo que dice el profesor Obama, la lección que los palestinos y los demás deben de sacar de esta lucha que hizo época NO es que el sistema funciona ni que todos los movimientos deberían adherirse a la no violencia sino que la resistencia es esencial para impedir que se pulverice a las masas en lo que Marx llamó una “masa uniforme de hombres desgraciados y quebrantados” y se debe librar esta resistencia como parte de un movimiento por la revolución si las masas van a lograr la emancipación VERDADERA.

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Revolución #169, 28 de junio de 2009


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Pasaje de:

Una evaluación del avance hacia una guerra entre Estados Unidos e Irán: Causas y potenciales ramificaciones

Introducción

A continuación presentamos un pasaje de un informe de las conclusiones preliminares de un grupo de trabajo en inglés sobre “Una evaluación del avance hacia una guerra entre Estados Unidos e Irán: Causas y potenciales ramificaciones”, que analiza específicamente la República Islámica de Irán. El grupo elaboró estas conclusiones en junio de 2008. Además de los factores descritos abajo y en interacción con éstos, desde ese entonces sería importante tomar en cuenta dos sucesos notables adicionales: 1) el impacto de la crisis financiera mundial sobre el sector petróleo de Irán y 2) el impacto de la oferta de Obama de negociar con Irán e incluso de reconocer “el derecho de Irán a desarrollar su potencial de energía nuclear para fines pacíficos” mientras que al mismo tiempo continúa sosteniendo la tesis del gobierno de Bush y de Israel de que el objetivo de Irán es desarrollar armas nucleares y que por ende le da a Irán un plazo hasta el fin de año para suspender ese programa nuclear.

La República Islámica de Irán (RII)

El régimen ha demostrado una gran capacidad duradera y resistente. Un comentarista enumeró los retos que ha aguantado hasta la fecha —la larga guerra con Irak en que las grandes potencias tomaron partido ante todo con Irak, desastres naturales, acciones persistentes de Estado Unidos para aislar y vilipendiar el régimen, etc.— y concluye que ha sido capaz de hacer frente a “todo salvo la peste”.

Irán sigue siendo una nación dependiente y oprimida dentro del marco del imperialismo mundial y subordinada al mismo. Pero con eso, debido a una combinación de factores, ha adquirido más margen de maniobra y alcance geopolítico. Entre los factores principales figuran sus grandes reservas de petróleo y gas natural en combinación con sus instituciones y estructuras estatales cohesionadas, con centro motriz ideológico, profundas raíces y gran alcance (en Irán y con elementos más allá, especialmente en la región).

El régimen exhibe un alto grado de cohesión reaccionaria con centro motriz ideológico. El gobierno cuenta con una enorme centralización del poder, lo que incluye al “Líder Supremo” y otras instituciones importantes1. Sobre la base de severa represión y en conexión con el estado islámico de bienestar y su capacidad de forjar apoyos en sectores de la sociedad, hasta ahora el régimen ha contado con una relativa estabilidad. Pero la estructura y la naturaleza del régimen contienen las semillas de severas contradicciones. Existe lo que hemos llamado un extremo “carácter quebradizo” que augura potenciales escisiones incluso en las altas esferas del gobierno.

La actual formación social de Irán es sobretodo una amalgama de relaciones de producción semifeudales y capitalistas en la que las relaciones capitalistas dominan pero las cuales la política teocrática y las estructuras sociales confinan y traban. El estado maneja y controla la mayor parte de la actividad económica, especialmente aquella de gran escala. El núcleo de la economía y el factor más dinámico es el petróleo. Pero la economía iraní se caracteriza por un sector estatal abultado e ineficiente y una excesiva dependencia del petróleo, que es algo que constantemente señalan la mayoría de los analistas, incluidos los neoconservadores.

En resumen la RII es un sistema estatal “teo-hegemónico” asentado encima de una estructura económica compleja y dependiente en la que el sector petrolero ocupa una posición central en el estado capitalista.

El alto grado de centralización forjada teocráticamente también abarca un sistema de sub-instituciones que están integradas y funcionan de una “forma feudal”, con sus propias redes de control, autoridad y comercio. Esto incluye redes sociales informales y también un laberíntico complejo de “estados dentro del estado” (que tienen algún alcance internacional). Estos incluyen las fundaciones religiosas (bonyads) que han llegado a dominar el comercio y los sectores manufactureros y que se han transformado en enormes sociedades de cartera. Por ejemplo, uno de esos bonyads, la Fundación del ayatolá Jomeini, tiene más de 1.7 millones de empleados. Otra institución que funciona de manera similar son los Guardianes de la Revolución Iraní (GRI o pasdaran) que se formaron después de la revolución como un férreo brazo militar ideológico para defender la revolución en el país (las fuerzas armadas tradicionales protegían la RII contra amenazas externas). Los GRI no son solamente un pilar importante del poder armado del estado. También se han integrado cada vez más en las actividades económicas mediante el desarrollo de sus propias firmas comerciales con contratos privilegiados en las industrias estratégicas importantes, incluidas las que están relacionadas con la defensa. Por ello se ha realzado su poder clientelar y se le ha permitido desarrollar sus propios partidarios potenciales. Lo que a su vez ha conducido a una corrupción generalizada. Los miembros actuales y anteriores de los GRI están asumiendo cada vez más un papel político central en el régimen (lo que alguna gente describe como un “golpe de estado silencioso”). Los GRI suman unos 125.000 elementos, pero se estima que controlan en efecto más de un millón de empleados.

Una importante característica de este sistema estatal teo-hegemónico que tiene mucho más que ver con lo que se describió anteriormente, son los importantes aspectos de un “estado islámico de bienestar”. Esto encaja en la agenda ideológica de la RII y fundamenta la legitimidad del régimen, consolidando y extendiendo su apoyo en la sociedad. Pero también representa una traba sobre la modernización capitalista. Los ingresos por concepto del petróleo acicatean el estado islámico de bienestar pero esta situación también desangra estos mismos ingresos. Históricamente el régimen ha subsidiado las necesidades básicas como alimentos y gasolina pero en el último año y pico ha hecho cada vez más recortes (lo que ha tenido funestas consecuencias para algunos sectores de las masas). Este sistema de bienestar es una fuente adicional de corrupción en el régimen. En combinación con la naturaleza opresiva de la sociedad en general y la trayectoria que disminuye cada vez más la capacidad del estado islámico de bienestar para satisfacer las necesidades básicas de las masas, esta situación contribuye al mayor antagonismo entre las masas y el régimen así como al conflicto al interior de la clase dominante.

La corrupción asociada con los “estados dentro del estado” (como los bonyads) y el funcionamiento del estado islámico de bienestar es otro rasgo marcado de la RII: un tipo de “capitalismo teocrático de compinches”.

Aunque el régimen tiene una independencia y un control relativo sobre un extenso sector petrolero y las esferas asociadas de operación, de nuevo, se basa en la economía capitalista mundial y se subordina a ésta. Una gran contradicción para la RII es la necesidad de la modernización y de atraer inversiones, lo que incluye el dinámico sector de energéticos. (En el ámbito mundial, este sector energético es también relativa y fuertemente ineficiente.) Todos los sectores de las clases dominantes de Irán reconocen en mayor o menor grado la necesidad de la modernización. Pero existen enfoques distintos en cuanto a la privatización y la modernización y eso interactúa de manera aguda con los asuntos ideológicos, económicos y políticos entrelazados con todo eso (como se describe arriba).

Un sector de la clase dominante iraní lucha fuertemente por un programa neoliberal de privatizar las industrias paraestatales. Otros sectores se oponen fuertemente a esto. Esta contradicción también interactúa con las cuestiones de la base social y, en cierto grado, con varias potencias imperialistas con que tradicionalmente varios sectores se han aliado. Se han dado pasos hacia la privatización pero por razones que rebasan el ámbito de este ensayo, el proceso se ha dado a una escala relativamente menor (en los últimos diez años, se han privatizado unas 200 empresas paraestatales). Estas son expresiones tanto de contradicciones internas como programas divergentes en la cima.

En términos políticos, la mayoría de los analistas convencionales dividen a los círculos dominantes en tres campos generales. En primer lugar están los “duros” representados por Ahmadinejad y el ayatolá Yazdi, en el que muchos analistas incluyen al Líder Supremo. Aún se basa más en las clases tradicionales y conservadoras, por ejemplo los muy conservadores Bazaari quienes están en el núcleo de los bonyads y un sector considerable si no dominante del GRI y las basij2.

En segundo lugar están lo que a veces se llaman los moderados o los “conservadores pragmáticos” dirigidos por Rafsanjani y tipificados por él, a quien a menudo describen con un pie en este “núcleo duro” y el otro en el tercer campo — los “reformistas” como Jatami (el presidente de 1997 a 2005). Los “reformistas” comparten con Rafsanjani, entre otras cosas, un programa agresivo de transformación neoliberal y han defendido la liberalización de la sociedad y la restricción de algunos poderes de los clérigos. Se basan en varios sectores modernos urbanizados, entre ellos aparentemente unos que son producto de estas “instituciones características” de la RII. Algunos analistas hablan de solamente dos campos, los conservadores y los reformistas, pero tiene algo de cierto la caracterización de Rafsanjani como un “conservador pragmático” con un pie en ambos sectores de las clases dominantes.

El carácter duradero y resistente de la RII no es simplemente una función de su carácter centralizado sino también de su capacidad de absorción. Diferentes facciones de los círculos dominantes han encontrado espacios de operación dentro del sistema; existe cierta “inclusividad”. Es el carácter “teo-hegemónico” del régimen que establece en lo fundamental los términos de la cohesión de la élite dominante. Hasta ahora este carácter teo-hegemónico ha contribuido a la capacidad del régimen de sobrellevar muchos retos a pesar de las contradicciones, tensiones y presiones (económicas, políticas y militares) que resultan de la posición de Irán en la región y en el mundo y que interactúan con la necesidad de mantener el poder (tanto gobernar a las masas como conservar a un grupo gobernante relativamente funcional). Pero esta misma cohesión es también la fuente de un extremo “carácter quebradizo”, especialmente frente a la agudización de las contradicciones internacionales así como nacionales.

Una manera de entender la intensidad de esta contradicción al nivel político es así: la facción “reformista” argumenta que el régimen tenga que abrirse al mundo mucho más para atraer capital y modernizar grandes segmentos de la economía y que tenga que restringir el papel de los clérigos y permitir más aire para respirar en la sociedad iraní, o si no, correrá el peligro de perderlo todo. Los “duros” argumentan lo opuesto —que tenga que apuntalar e imponer aún más fuertemente los “valores islámicos centrales”— o si no, correrá el peligro del desenmarañamiento el régimen en conjunto. Lo importante es... que de hecho ambas facciones hablan de la dinámica de la realidad concreta.

Así que por un lado el régimen tiene esta capacidad de absorción e integración. Por el otro, su naturaleza teocrática y el poder de su núcleo teocrático levantan barreras políticas y económicas a la modernización, a la participación más profunda del país en la economía mundial y a adaptación de las instituciones a los profundos cambios demográficos y sociales que están ocurriendo en la sociedad iraní3. Pero, de nuevo, es precisamente este carácter teocrático que le da cohesión al régimen. De eso resulta el “carácter quebradizo” de la RII...

Notas

1. En pocas palabras como trasfondo: el núcleo de las instituciones gobernantes del régimen iraní está anclado en poderosas instituciones ejecutivas basadas en el clero (y en algunos organismos, en personas religiosas laicas) y varias facciones del régimen gobernante tienen representación en estas instituciones. Felayat-e-fagih (también transliterado como “Velayat-e-faqih”) es el concepto de gobierno religioso impuesto por Jomeini y es el núcleo del gobierno con la selección del Líder Supremo o juez supremo (Jameini en la actualidad) por la jerarquía religiosa (la Asamblea de Expertos). Este Líder Supremo tiene amplios poderes que incluyen la aprobación y la destitución del presidente, la supervisión de las políticas generales del gobierno y es el comandante en jefe y tiene el poder de declarar la guerra, nombrar a jueces y tiene control sobre las trasmisiones radiales y televisivas y otras instituciones públicas. Un Consejo de Guardianes es un cuerpo de 12 jueces, 6 religiosos y 6 personas laicas y tiene el poder de revisar toda la legislación para cerciorarse de que se conforme al islam así como la constitución del país y supervisar las elecciones. Además, hay un presidente (actualmente Ahmadinejad), un parlamento (majlis), y un Consejo de Conveniencia la que se designa para arbitrar entre el parlamento y el Consejo de Guardianes sobre la legislación en disputa, aconsejar al Líder Supremo sobre las políticas generales del estado y como institución, se le encomienda explícitamente la tarea de ver que los intereses del estado primen por encima de “todas las ordenanzas que Alá deriva u ordena directamente”. [regresa]

2. Las milicias basij son un apéndice de los GRI entre las masas, de unos 12.5 millones de integrantes según el Ejército Nacional Iraní. Funcionan como policía nacional auxiliar (por ejemplo, obligan a llevarse el hijab y otros elementos de la moral pública islámica, retiran parabólicas satelitales ilegales, etc.) y han participado en ejercicios de defensa civil. [regresa]

3. Han sucedido cambios grandes en Irán desde la revolución de 1979. A pesar de perder a casi un millón de personas durante la guerra con Irak en los años 80, la población del país se ha doblado. Mientras que en 1975, el 46% de la población fue urbana, hoy es casi el 70% y Teherán es un importante “megalópolis”. El 95% de la juventud (de 15-25 años de edad) está alfabetizada y el 61% de aquellos aceptados en las universidades son mujeres (2005). Más del 35% de la población tiene menos de 15 años y aproximadamente el 60% tiene menos de 24 años. Existe un desempleo generalizado y el 40% de la población vive debajo del umbral de pobreza y, según extensos informes de varios medios, existe mucho descontento en torno a las condiciones de vida, por ejemplo, huelgas y muy importantes movimientos de estudiantes y mujeres, aunque los ha acompañado una gran ola de represión. Cabe mencionar que Irán tiene uno de los índices más altos de adicción de la heroína del mundo, y la prostitución está creciendo de manera importante. También cabe mencionar que la “fuga de cerebros” (emigrantes educados) es de 150.000 a 180.000 personas al año. [regresa]

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Revolución #169, 28 de junio de 2009


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Última noticia en la batalla por justicia para Oscar Grant

Anulados cargos contra David, miembro del Club Revolución

El 4 de junio, un juez del condado de Alameda anunció que procesarán por homicidio a Johannes Mehserle. Éste es el policía del sistema de Tránsito Rápido del Área de la Bahía de San Francisco (BART) que baleó por la espalda al joven Oscar Grant, de 22 años, ante cientos de pasajeros, algunos de los cuales lo grabaron en video y lo entregaron a los medios. El hecho de que han levantado cargos contra Mehserle es algo muy raro, solamente el séptimo oficial en Estados Unidos bajo proceso por homicidio durante horas de servicio al menos en los últimos 15 años.

El 15 de junio, la oficina del fiscal del distrito del condado de Alameda anunció que iba a anular los cargos contra David, un miembro del Club Revolución. Decenas de simpatizantes que lo esperaban en los corredores fuera de la sala del juez estallaron con coros y aplausos y salieron a un mitin en la calle. Fue una victoria importante y algo que celebrar mientras que sigue la lucha por justicia para Oscar Grant.

Lo habían acusado de un delito grave después de una protesta de cientos de personas la noche del 7 de enero durante la rebelión que se dio tras el asesinato policial de Oscar Grant. Como hemos informado, los asesinatos policiales son muy comunes. Pero ÉSTE fue un asesinato contra el cual mucha gente protestó de diversas formas. En primer lugar, al menos cinco personas en el atestado tren la noche del año nuevo presenciaron las maldiciones y empujones de la policía contra Oscar Grant y sus amigos y sacaron sus celulares o videocámaras para registrar la brutalidad. Tres videos, que salieron uno tras otro, fueron transmitidos por la tele y circularon como virus en el internet. En Oakland y alrededor del mundo la gente empezó a exigir justicia para Oscar Grant. Fuera de la estación del metro donde murió, se montó una ofrenda en su memoria. Los familiares de Oscar hablaron en el entierro en la presencia de cientos de personas. Los politicastros y los predicadores pidieron calma. Pero el 7 de enero, Johannes Mehserle renunció y todavía no había sido arrestado. Pero esa noche estalló una rebelión de cientos de personas en el centro que duró hasta entrada la noche. En las calles se reventó la furia contenida de hace décadas contra la brutalidad policial y asesinato abierto, como el de Oscar, en una justa rebelión (“Asesinato policial prende rebelión en Oakland: ¡El pueblo exige justicia para Oscar Grant!”, Revolución #153, 18 de enero de 2009).

En los siguientes días, se realizaron protestas menores en el centro de Oakland y más arrestos. En la secundaria Oakland y otras escuelas, los alumnos se salieron de clases y durante una protesta de noche en el centro hubo más arrestos. En medio de las repercusiones y ecos de la rebelión y también el desencadenamiento de amplias protestas populares con gente de diversos sectores sociales por justicia para Oscar Grant, por fin fue arrestado Johannes Mehserle en el estado de Nevada a donde había huido y inicialmente fue acusado de homicidio.

Como dijo el Club Revolución en un volante que llamó a la gente a exigir la anulación de los cargos contra David: “Estas mismas autoridades y este mismo sistema, que constantemente llevan a cabo estos violentos atropellos contra los oprimidos, están singularizando en especial a una persona que llevaba a los participantes en la justa rebelión un claro entendimiento de la causa de estos atropellos, que es el propio sistema, de la manera en que hacen respetar su carácter de opresión, mediante la brutalidad y el asesinato y del hecho de que la solución estriba en la construcción de un movimiento revolucionario con el objetivo final de eliminar completamente este sistema monstruoso”.

En cada audiencia de David, el centro de “justicia” para jóvenes se llenó de poco usuales escenas de una amplia gama de personas que acudieron en apoyo de David, resueltas a que no lo castigaran por expresarse. Tres personas más, mayores de edad, aún están acusadas de delitos graves por la rebelión del 7 de enero.

La siguiente audiencia del asesino de Oscar Grant está programada para el 24 de julio. El abogado de Mehserle hará un último argumento para anular los cargos. El 11 de septiembre se celebra una audiencia sobre un posible cambio de lugar del juicio. El abogado de Mehserle, desde hace mucho abogado de los policías y también ex policía, han sostenido desde el principio que Mehserle no podrá tener un proceso “justo” y que éste se debería programar fuera de Oakland así como del condado de Alameda, que incluye 14 ciudades y una población diversa. Cabe mencionar que todos los anteriores cambios de lugar han tenido que ver en la absolución de oficiales en los tribunales del estado por el asesinato de Amadou Diallo (se cambió de Nueva York a Albany).

Se necesita resistencia y se tiene que estar atento cuando se inicie el juicio contra Johannes Mehserle, ahora programado para el 13 de octubre.

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Revolución #169, 28 de junio de 2009


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Apuntes de una reportera desde Wichita

20 de junio de 2009. Hace dos semanas, junto con otras personas como Sunsara Taylor, articulista de Revolución y Debra Sweet, directora de El Mundo No Puede Esperar, nos venimos a Wichita, Kansas para estar presente en el entierro de un hombre muy valiente y valeroso, el Dr. George Tiller, que era uno de los tres médicos del país que con el conocimiento del público, practicaban abortos tardíos, y tuvo una dedicación y pasión por salvar la vida de mujeres. Su punto de vista sobre el aborto era que se trataba de la vida de la mujer, de sus esperanzas y sueños, y que sin este derecho, su vida sería arruinada. Fue conocido por llevar un botón que decía: “Confiar en las mujeres”. Durante décadas, fue uno de los principales blancos del movimiento antimujer, antiaborto fascista cristiano que recibe dirección y tiene conexiones a poderosas fuerzas de la clase dominante. Eso implicó amenazas de muerte, hostigamiento, vandalismo, rabiosos piquetes y demandas sin fundamento jurídico en su vida cotidiana. Cuando bombardearon su clínica en 1986, el Dr. Tiller respondió con un letrero casero que decía: “Al carajo, no nos vamos” y lo colocó sobre lo que quedaba del edificio, con la resolución de reconstruirlo y seguir dando servicios de aborto. En 1991, la clínica estuvo bajo sitio 47 días en un llamado “verano de merced” de los antiabortistas. En 1993, le dio con bala en los dos brazos Shelly Shannon, una mujer identificada con el grupo fascista cristiano extremista llamado el Ejército de Dios. Con muestras de determinación y valor, ¡el Dr. Tiller volvió a trabajar al día siguiente!

George Tiller nunca dio marcha atrás, y el domingo 31 de mayo de 2009 lo asesinó un asesino antiaborto. (Vea más sobre el Dr. Tiller y la moral y la ciencia del aborto en cada etapa del embarazo en Revolución #168.)

He vuelto a Wichita para distribuir Revolución y reportearse, hacer entrevistas, investigar y evaluar la polarización entre diferentes sectores sociales aquí; y difundir audazmente un entendimiento científico de que la mujer no es procreadora, el feto no es bebe y el aborto no es asesinato.

* * * * *

Unos días antes de llegar, me enteré que Troy Newman, el director fascista cristiano del grupo antiaborto Operación Rescate y Pat Mahoney, director de la Coalición de Defensa Cristiana con sede en Washington, D.C., habían convocado a una protesta, precisamente dos semanas después del entierro, frente a la clínica del Dr. George Tiller (que su familia ha cerrado). Esta asquerosa acción tenía por objeto regar la mentira de que el feto es bebe y que por eso el Dr. Tiller era un “asesino de bebes”. (Vea una discusión científica de por qué el feto NO es bebe en las páginas centrales de Revolución #166.)

Estos planes de los antiabortistas en Wichita enfurecieron y encabronaron a muchas personas. De inmediato, la Organización Nacional de Mujeres (NOW) de Wichita convocó a una contra-protesta. Después de que las fuerzas pro derecho a decidir dejaron en claro que no iban a permitir que los antiabortistas protestaran sin oposición frente a la clínica del Dr. Tiller, los fascistas cristianos dieron marcha atrás y cambiaron el lugar de su protesta. Fue algo muy positivo que los antiabortistas no pudieron protestar frente a la clínica. Una mujer en la reunión de orientación de NOW la noche anterior dijo que cuando se enteró que Operación Rescate iba a ir a la clínica, se sentía como que la violaban.

Los antiabortistas organizaron su fea protesta en la sede de Wichita de Operación Rescate (anteriormente este edificio fue una clínica proveedora de abortos y Troy Newman lo compró hace unos años). De 25 a 30 antiabortistas, la mitad jóvenes, colocaron flores frente a su edificio y luego caminaron a un cercano hospital para “celebrar el nacimiento de bebes y llorar las mujeres que fueron llevadas ahí después de hacerse abortos mal practicados”.

Mientras tanto, las fuerzas pro derecho a decidir permanecieron casi toda la tarde bajo un aguacerazo frente a la clínica del Dr. Tiller a fin de protegerla en caso de que se presentaran los antiabortistas.

Llevo solo un día aquí pero ya he tenido muchas conversaciones muy interesantes. En las semanas que vienen, enviaré más apuntes desde Wichita, con entrevistas a personas de toda clase. Se pondrán estos apuntes en línea en revcom.us.

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Revolución #169, 28 de junio de 2009


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Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

Irán: una agrietada estructura de poder pero lejos de ser erradicada

22 de junio del 2009. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. La ira continúa esparciéndose por Irán. Mujeres y hombres jóvenes están decididos a dar sus vidas para confrontar un régimen brutal. Los pilares de la estructura del poder de Irán son sacudidos y agrietados.

En el servicio de oración del viernes 19 de junio, el “Líder Supremo” ayatolá Ali Jamenei firmemente tomó partido por el presidente Mamhoud Ahmadinejad en su disputa electoral con la oposición y anunció que cualquier intento de repetir las protestas que duraron una semana sería aplastado. Sin embargo, miles de jóvenes y otros salieron a las calles al día siguiente, a sabiendas que enfrentarían macanas, gas lacrimógeno y balas.

Las fuerzas de seguridad trataron de crear una atmósfera de terror alrededor del área entre las plazas Azadi (Libertad) y Enghelab (Revolución) en Teherán. A nadie se le permitió congregarse. Personas de todas las edades fueron golpeadas sin discriminación. Entonces las fuerzas de seguridad cerraron las calles grandes para impedir que las personas de un área se unieran a las de otra. Algunos que se sentían impotentes y desanimados decidieron irse a casa. Pero miles de jóvenes tuvieron el valor y la ingenuidad de desplazarse alrededor de los obstáculos. Se juntaron y marcharon hacia la Plaza Azadi. Mucha gente se les unió y la multitud, de decenas de miles según algunos informes, cientos de miles según otros, desde ahí empezaron a marchar juntos. Pero hubo más. Los manifestantes tuvieron que confrontar a las fuerzas de la reacción que bloqueaban el camino. Los enfrentamientos continuaron todo el día hasta la medianoche. Algunos que no alcanzaron a la marcha principal se unieron a otra marcha grande en la calle Forsate Shirazi o a las más pequeñas en los barrios de Teherán.

La gente también protestó en otras ciudades, en Shiraz, Isfahan y Rasht en particular, así como en otras donde se informaron de confrontaciones con las fuerzas de seguridad. Enfrentaron a policías especiales anti-disturbios vestidos de blindaje corporal y los sanguinarios equipos de la Basij formados de dos hombres en motocicleta que blandían macanas. La Basij es un cuerpo de esbirros voluntarios dirigido, entrenado y armado por los Guardianes de la Revolución elitistas del régimen. El régimen muestra a la Basij como representantes de las masas del pueblo, especialmente de los pobres.

Los manifestantes coreaban: “¡Muerte a los dictadores, muerte a Jamenei, muerte a este régimen engañoso!” En los momentos en que las fuerzas reaccionarias se preparaban para atacar y en los momentos cuando los manifestantes decidieron irrumpir a través de las líneas de las fuerzas reaccionarias, estos elevaron su moral y el espíritu de los camaradas al corear: “No le tememos a nada, estamos todos juntos, no le tememos a nada…”

Como las balas de la reacción apuntaban a los corazones de los valiosos hijos de las masas, esto fortaleció la determinación de sus camaradas, que coreaban: “Muerte a Jamenei, muerte a Ahmadinejad”. Una mujer joven llamada Neda Agha-Soltan se bajó del carro bloqueado en que viajaba con su profesora de música para tomar aire y se sentó en el bordillo. Un francotirador de la Basij le disparó en el pecho y ella cayó al suelo. La gente de todo el mundo vio el video que mostraba sus últimos momentos de vida. Fue asesinada sobre la avenida Amirabad Shomali justo al norte de la Plaza Enghelab. La gente de la multitud ese día juró que esa calle se llamaría Neda.

En algunas de las secuencias filmadas que aparecieron, se pueden ver grupos de milicianos de la Basij disparando directamente entre la multitud, y la gente arremetía en su contra de todas maneras y corría hacia los milicianos bajo fuego hasta que la Basij dio la vuelta y se puso a correr, y la multitud los alcanzó y rebasó. El régimen dice que ese día murieron diez personas; otras personas dicen que hubo muchas más bajas. Esa noche los manifestantes furiosos prendieron fuego a una base de la Basij y a dos gasolineras.

El 21 de junio las protestas esporádicas continuaron y los coros de “Muerte a los dictadores” tuvieron mayor eco. Al día siguiente, los Guardianes de la Revolución lanzaron una amenaza de reprimir cualquier futuro descontento. Hasta entonces, el régimen frecuentemente trató de esconderse detrás de la Basij “civil” y fingió que no sabía quién disparó a los manifestantes.

Una hora más tarde, miles de jóvenes manifestantes se reunieron en la Plaza Haft-e Tir en la parte más sureña de Teherán para expresar su determinación. Gritaban que preferían morir antes que aceptar ser tratados con desprecio.

La importancia de esta protesta cobra aún más relieve cuando se analiza el discurso del ayatolá Jamenei después de las oraciones del viernes en la Universidad de Teherán. Mucha gente estaba esperando este discurso para ver cómo él resolvería la disputa electoral entre el presidente y la oposición. El discurso no tuvo precedentes y sacudió a algunas personas. Jamenei no solamente tomó partido con Ahmadinejad con más entusiasmo que nunca sino que también condenó y amenazó a todos los que cuestionaban los resultados de las elecciones. Dijo que el fraude era imposible en la Repúlica Islámica y que cualquier sugerencia al contrario representaba un cuestionamiento no permisible de la misma República Islámica.

Esto era dirigido al candidato de la oposición Mir Hossein Mousavi, que trató de mantener todo el movimiento de protesta dentro del marco de la República Islámica fundada por el ayatolá Jomeini. Jamenei dijo que la elección era un referendo sobre la República Islámica y que el 85% de los votantes que se dice tomaron parte votaron por el sistema. Luego, usando un lenguaje fuerte, amenazó a los manifestantes. Exigió que los candidatos resolvieran sus quejas a través del sistema jurídico. Pero también dijo claramente que no reconocía la legitimidad de ninguna oposición a la República Islámica. Hizo a un lado el rol imparcial de padre de la nación que desde hace mucho había cultivado y salió como el padrino de una facción de la República Islámica, diciendo que esa facción tuviera el derecho de intimidar a todo el país.

El servicio de oración de ese viernes fue una demostración de fuerza porque las cabezas de todos los cuerpos militares, el parlamento y el sistema de cortes estaban presentes para expresar su solidaridad con el presidente y su régimen e intimidar al pueblo. Jamenei claramente dio órdenes y lanzó amenazas para que las otras facciones se callaran y aceptaran su decisión, se sometieran a su facción y llamaran a suspender todas las manifestantes.

Pero aunque la revuelta popular era lo que aterrorizaba a la facción dominante y convirtió a la gente en un verdadero blanco de Jamenei y su camarilla, no hay duda que los conflictos internos fueron lo que prendió toda la revuelta. Este discurso fue la señal de una nueva etapa en la profundización de la crisis.

Se podría tomar este discurso como un paralelo al discurso de Jomeini del 18 de junio de l981, el cual marcó el final de la alianza entre sus fundamentalistas islámicos (incluyendo a Jamenei y Akbar Rafsanjani, ahora el hombre más rico de Irán, un pilar del régimen islámico y un poderoso partidario de Mousavi) y los llamados liberales islámicos tales como Abul-Hassan Banisadr, que en ese tiempo era presidente. Jomeini despojó a Banisadr de su título de comandante de las fuerzas armadas y lo obligó a dejar el cargo. El golpe de estado de Jomeini y la instauración de la República Islámica provocaron enormes protestas. Pero el régimen islámico respondió con extrema brutalidad. El arresto, la encarcelación y la masacre de los comunistas y otros revolucionarios empezaron inmediatamente. El reino del terror continúo a través de la década del 1980 hasta que terminó la guerra de Irán e Irak. En ese momento trataron de asegurarse de que no quedara nada del espíritu de la revolución: en el verano de 1988 masacraron a miles (según algunos recuentos decenas de miles) de los comunistas y los revolucionarios que todavía estaban en prisión.

A pesar de las similitudes, hoy la situación no es la misma. De más importancia, una inmensa y creciente parte del pueblo ya no confía ni es leal al régimen. La gente que aún no ha tenido ninguna respuesta a la situación política claramente coreaba: “Muerte a Jamenei”, una consigna que rara vez o si es que nunca escuchada antes en cualquier protesta en Irán. Otros coreaban: “¡Usted quiere pelear, vamos a pelear, nosotros somos mujeres y hombres combatientes!”

Pero Jamenei y su camarilla no son los únicos que tratan de mantener la legitimad de la República Islámica y el sistema económico y social a que sirve la estructura de poder. Mientras que lucha por los intereses de su facción, Mousavi está tratando duramente de restaurar los “valores de la República Islámica del imam Jomeini”. Estas no son solamente palabras, pues el sistema de estado llamado Velyat-e Faqih, la doctrina fundacional del régimen del “dominio del Jurisprudente Supremo”, es la niña de sus ojos. Dijo en una declaración a sus partidarios: “No estamos confrontando a la Basij, a los Guardianes de la Revolución ni al ejército. La Basij son nuestros hermanos, los Guardianes de la Revolución son los protectores de nuestra revolución y nuestro sistema. El ejército protege nuestras fronteras. No estamos confrontando nuestro sagrado sistema y sus instituciones legales. Estamos confrontando los errores cometidos y las mentiras y estamos buscando una reforma que requiere volver a los principios puros de la Revolución Islámica”.

Como le advirtió el “reformista” ex presidente Jatami a Jamenei: “Cuando usted clausura las vías legales de la protesta, en realidad usted está abriendo otro camino y que Dios sepa a dónde este podría llevar”.

Debido a la determinación y la persistencia de la lucha del pueblo, lo que empezó como una riña dentro del régimen ha llevado a Irán a una crisis de legitimidad y a una crisis institucional. Durante la revolución de 1979, cuando el Sha ya no podía mantenerse en el poder, los Estados Unidos lo convencieron de que abdicara con la finalidad de preservar la cohesión del ejército y para impedir que la revolución fuera más lejos. Así se resolvió esa crisis en beneficio del sistema imperialista y el pueblo pagó el precio. Desde hace mucho los Estados Unidos y las otras potencias imperialistas han hecho todo a su alcance para determinar la marcha de los acontecimientos en Irán (invasiones, golpes de estado, etc., sin mencionar el funcionamiento de los mercados internacionales) y harían lo que pudieran para empujar la crisis hacia una resolución que les sea un beneficio relativo, lo que sin duda no beneficiaría los intereses revolucionarios del pueblo. Varios observadores han comentado que la indignación estadounidense sobre las elecciones robadas es la hipocresía criminal que proviene de una potencia y un gobierno que por tantísimo tiempo ha apuntalado a títeres tiranos como Hosni Mubarak de Egipto, a quien Obama abrazó solo unas pocas semanas antes en Cairo. Cuando se trata de elecciones amañadas y la represión impuesta mediante la tortura, es difícil superar a Mubarak.

Como el Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista- Maoísta) dijo en uno de sus frecuentes comunicados dirigidos al pueblo iraní durante este período: “Una cosa es clara: Nosotros tenemos un largo camino que recorrer sobre el que hemos empezado. El pueblo debe prepararse para los días y meses por delante, para permanecer en las calles en diferentes formas. Las consignas del levantamiento deberían volverse más claras y profundas y elevar el nivel de la lucha de modo que pueda alcanzar la victoria”.

El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar es un servicio de Un Mundo Que Ganar (aworldtowin.org), una revista política y teórica inspirada por la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el centro embrionario de los partidos y organizaciones marxista-leninista-maoístas.

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Revolución #169, 28 de junio de 2009


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Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

Comunicado #6 del PCI (MLM):
“Al pueblo: ¡Cuidado! ¡Musavi no es su hermano y no está de su lado!”

22 de junio de 2009. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. A continuación presentamos pasajes del Comunicado #6 del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta), de la mañana del 20 de junio.

Puede que estas palabras suenen desagradables para muchos de los que están trabados en sangrienta batalla con el enemigo pero ¡que se abran los ojos y oídos!

Mir Hosein Musavi les instó a “considerar a los Basiji como sus hermanos”. Eso quiere decir que ustedes deberían considerar como sus hermanos a los que usaron cuchillos y machetes contra los cuerpos de sus más preciados hijos e hijas. Musavi les dijo que “no piensen que el ejército está en su contra”. Esto quiere decir considerar como sus amigos los que bajo las órdenes de Jamenei están tratando de aplastar su revuelta y que están baleando a nuestros y nuestras jóvenes en muchas partes del país.

¡Jóvenes: pónganse en alerta!

Musavi dice que “al auténtico llamamiento de la revolución islámica” es lo que les ha impulsado. Eso es una descarada mentira. Él sabe muy bien que lo que les ha impulsado es un ferviente deseo de cambiar el mundo. Es imposible cambiar el orden existente sin derrocar la República Islámica.

Musavi dice que “el legado del sabelotodo imam [Jomeini]” es lo que les ha inspirado. Eso también es una descarada mentira. Las primeras medidas de Jomeini después de tomar el poder fueron rebanar los rostros de las mujeres con cuchillos, obligarlas a cubrirse la cabeza y quitarles sus derechos básicos. Mandó al ejército para reprimir al pueblo del Kurdistán, Juzestán y Sara turcomana. ¿Es eso lo que les inspiró?

¡Valerosas mujeres y hombres jóvenes: póngase atención a las verdaderas demandas de Musavi!

Él les llama a acercarse a “la revolución islámica como fue y a la República Islámica como debería ser”. Les dice: “Ustedes no están en contra del sagrado sistema de la República Islámica y sus estructuras jurídicas”. Les dice que ustedes deberían buscar reformas, “una reforma con un retorno a los principios puros de la Revolución Islámica…”.

Vean esta sociedad que se ahoga en la corrupción, la destrucción, la superstición, la vil ignorancia religiosa, la drogadicción y la prostitución. Estos son los productos de esos principios puros, unos principios contra los cuales con valentía ustedes se han levantado.

Musavi dice: “Muchos problemas nuestros son consecuencia de mentiras”. Pero él mismo miente… Una de las grandes mentiras de Musavi en 1981 fue calumniar el levantamiento de Sarbedarán de Irán diciendo que “fue inspirado por el Sha”. Se libró dicho levantamiento para derrocar la República Islámica y salvar la revolución del pueblo, pero ese levantamiento fue derrotado. Estos son los hechos que todos ustedes deberían conocer.

En estos días decisivos, aparte de tener valor y perseverancia en el campo de batalla, ustedes deberían armar y fortalecer la mente con las verdades de los últimos 30 años. Estas verdades iluminan nuestro camino y nos fortalecen más. Musavi con sus prédicas religiosas quiere embotar sus mentes inquisitivas. Si ustedes conocen la verdad, de que la riña entre Musavi, Rafsanjani y [el personaje de la oposición Medí] Karoubi de un lado, y del otro Jamenei y Ahmadinejad es una riña entre dos bandas mafiosas ávidas de dinero y poder y que no tiene nada que ver con sus intereses, pues pueden encontrar el verdadero camino liberador y atreverse a escalar las alturas para su liberación.

¡Mujeres y hombres jóvenes: que luchen! ¡Pero luchen con los ojos abiertos y con metas elevadas!

Los sellos característicos de Musavi son el lema “Dios es grande” y el color [islámico] verde. Muchos de ustedes piensan que estos símbolos son importantes para su unidad. Pero ante todo son los símbolos de la sociedad que Musavi promete construir: nada salvo la misma República Islámica con leves reformas para que sea más fuerte.

¿De veras quieren esa clase de sociedad? ¿Eso vale tanto sacrificio? ¿Por qué no podemos hacer sacrificios a favor de metas más altas y más elevadas? ¿Por qué no luchar por una sociedad y un futuro fundamentalmente diferentes? Una sociedad sin opresión y explotación. Una sociedad en que todos compartan y cooperen. En que la igualdad de mujeres y hombres sea un principio fundamental y claro. En que se institucionalizarían las hermosas escenas de trabajar juntos, ayuda mutua y consideración que estamos presenciando en nuestras batallas comunes hoy. Una sociedad que no tiene aburrimiento y estancamiento, sino siempre energía y actividad.

¿Deberíamos pensar acerca de estas cuestiones y debatirlas, incluso en medio de la batalla? De hecho, para el futuro de nuestra revuelta es decisivo conocer qué clase de sociedad queremos y cómo podemos crearla. Este punto de vista, perspectiva y entrega deberían estar vinculados ampliamente con su furia y lucha hoy contra el gobierno intolerante y fraudulento. Esta es la única manera de impedir que se desperdicien nuestros esfuerzos en esta encrucijada histórica e impedir que confundamos amigos y enemigos.

¡Que elevemos nuestro nivel de conciencia! ¡Y que alentemos amplios debates entre las masas!

Formemos células revolucionarias de las mujeres y hombres jóvenes más avanzados de cada barrio, fábrica y universidad con la finalidad de repartir volantes ampliamente, hacer denuncias y elevar la conciencia ampliamente entre las masas y atraer e integrar a más gente en las varias luchas combativas.

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Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

Comunicado #7 del PCI (MLM):
“¡Aplastaremos el estado de sitio!”

22 de junio de 2009. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. A continuación presentamos pasajes del Comunicado #6 del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta), de la noche del 20 de junio.

Esta noche, no tuvieron precedentes la intensidad de la lucha en las calles y los callejones del centro de Teherán y la cantidad de mujeres y hombres que con la vida en la mano se mantuvieron firmes en las líneas del frente e hicieron retroceder a las manadas de esbirros armados y violentos. Si ustedes quieren ver qué tanto débil y desesperado está el régimen, vean lo único en que confía: sus fuerzas de seguridad. ¡Y nada más! Se han despejado las ilusiones. Las prédicas religiosas mañosas y el mito del Imam Zaman [el mesías chiíta] ya no pueden embaucar a la gente furiosa. Las mentiras de los medios de comunicación nacionales ya no pueden adormecer a las masas. Al contrario, todo eso aumenta cien veces la furia y odio de las masas. Lo único que le queda a la asesina banda gobernante son armas, macanas, gas lacrimógeno, cadenas y manadas de fuerzas del orden y antidisturbios, basijis y últimamente el ejército.

El brutal ataque de esta tarde contra las multitudes numerosas pero dispersas no puso fin a la manifestación. Al contrario, la hizo crecer hacia otras partes de Teherán. Las unidades de la Basij y la policía antidisturbios hicieron uso de la táctica de dividir la multitud en grupos pequeños y cercar y golpear a cada grupo. Al comienzo eso funcionó, pero en poco tiempo las masas dispersas se reagruparon en las calles y callejones de la zona vecina pero con un brío y métodos totalmente diferentes a las manifestaciones de las últimas semanas. Esta vez, las consignas pusieron directamente en la mira a la República Islámica y su líder. No había mucho espacio para el lema “¡Dios es grande!” Una persona joven pintarrajeó con letras azules en un cruce de calles: “¡Incluso el Sha escuchó el grito de mi revolución! [y renunció]. ¡Jamaran [la oficina central del Líder] está sorda!”…

Esta noche, del este al oeste, del norte al sur de Teherán, existe un estado de sitio. Esta noche muchos ojos permanecerán abiertos. Mucha gente está pensando acerca de mañana, del camino hacia delante, de los métodos que hace falta asumir con antelación a fin de hacer avanzar la revuelta de las masas y dirigirla hacia la victoria. Hoy, en los breves espacios que se abrieron para tener discusiones, se hablaba de la necesidad de una huelga general muy amplia. Alguna gente decía que no se puede hacer nada sin armas. Hay algo que queda claro: todavía tenemos mucho trecho por recorrer a partir de lo que ya hemos iniciado. La gente debería prepararse para los días y los meses por venir, a permanecer en las calles de diversas formas. Las consignas de la revuelta deberían cobrar más claridad y profundidad y se debería elevar el nivel de la lucha para que ésta pueda echar mano de la victoria.

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Revolución #169, 28 de junio de 2009


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Sábado, la calle Azadi, Teherán

22 de junio de 2009. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. Hablando el 19 de junio durante las oraciones de la noche del viernes, el “Líder Supremo” de Irán ayatolá Ali Jamenei advirtió que no se tolerarían nuevas manifestaciones. Los miles que salieron a las calles de Teherán al día siguiente sabían lo que enfrentaban. Este fue el día más violento, de parte de ambos bandos, desde el comienzo de la revuelta.

Teherán, 4-6 pm: las calles y los callejones alrededor de la estación Azadi del metro

El revoloteo de helicópteros. Balazos. Un olor a polvo. Gas lacrimógeno. El constante ulular de las ambulancias.

El rugido de la gente. Ya nadie corea “devuélvanme mi voto”. La gente apenas recuerda que un fraude electoral fue lo que detonó todo.

Se oyen gritos continuos de “¡Muerte a los dictadores!”

Descuartizan los adoquines. Todos agarran unos pedazos.

¡A la carga! Atacamos y hablamos.

La sangre trae más sangre. Tienen que pagar los últimos 30 años. Tienen que responder por los ejecutados. Están acabados.

No tengan miedo. Miren los techos. Los Basiji están disparando desde ahí. Escuchen, compañeros/as, no estamos solos/as. De Tupkhoone a todo Teherán, la gente está en las calles. Todos están luchando. En las calles, en los pasajes y los callejones.

Las cosas están empeorándose: no, esto es fenomenal.

Mantengan la calma. Nos van a matar a todos: No, no pueden. Están mostrando los dientes, pero tienen miedo. Son ellos los que están en crisis, y no nosotros. Fue el Líder que estaba llorando y rogando [durante su discurso la noche anterior], y no nosotros.

[El candidato de oposición Mir Hosein] Musavi está en la calle Jeyhoon. Dicen que se ha lavado el cuerpo [simbolizando los preparativos para la muerte; Musaví había dicho que estaba preparado para el martirio.] Odio todas esas palabras sobre el martirio; estamos hartos de eso.

Oigan, compañeras/os, traigan unos pañuelos de papel. Enciendan una fogata. Es gas lacrimógeno. No se mojen la cara. Echen un poco de humo.

Oye, Majid, no desperdicies las piedras. Le tiraste una piedra contra la cabeza de ese tipo. ¿No ves que tiene puesto el casco? Apúntale mejor, hermano.

La delegación policial, la estación de la Basij, debemos apoderarnos de ellas para conseguir unas armas. Dicen que la gente allá abajo atacó un puesto de la Basij.

Parecen soldados israelíes, como los que vemos en la tele.

Esta consigna se oye en todas partes: “Pueblo, ¿para qué está esperando? ¡Irán se ha convertido en Palestina!”

Alguien dice: Pero hasta Palestina ha luchado por 60 años y todavía no ha ganado. Otra persona dice: Porque tiene líderes conciliatorios. Una tercera persona dice: Porque no se puede responder a balas con piedras.

Tienen la razón y están buscando un camino a la victoria en medio del campo de batalla.

¡Atrás, compañeras/os, ya vienen! Oiga, gente del pueblo, deje abiertas las puertas.

Vamos para la Shadmehr.

La calle Shadmehr, 6-7 pm

“¡Muerte a los dictadores!” “¡Muerte a Jamenei!” “¡Muerte a los dictadores, sea el Líder o el doctor!” [Ahmadinejad tiene un doctorado].

La calle está llena de humo. Se han encendido fogatas en todas partes para neutralizar los efectos del gas lacrimógeno. Los que están en medio de la calle, mujeres y hombres jóvenes, se han armado de algo. Unos tienen macanas que arrebataron a las fuerzas represivas en las batallas.

¡Oiga, señor, ponga la marcha en reversa! ¡No estacione el carro al final de la calle! ¡Estas calles son la única salida que tiene la gente!

“¡Abajo el gobierno golpista!” “¡Dictador, tenga vergüenza, suelte la presidencia!”

Compañeros/as, construyamos unas barricadas.

Se recolectan piedras y madera. Un viejito dice: está bien, mis hijos; ¿quieren una soda?

Alguien dice: Esta es revolución. Otro dice: Este es el comienzo de la revolución. Una tercera persona dice: Esto es igual a los tiempos del Sha. Y una cuarta persona: Sí, empezó en 1965 con el primer levantamiento de Jomeini contra el Sha, y luego siguió de nuevo en 1979. Otro dice: No, eso no es cierto, es simplemente propaganda de ellos. La revolución de 1979 perteneció a la gente, la gente hizo la revolución y ellos simplemente la aprovecharon, la robaron y dijeron que fue la continuación de lo del 65. Alguien dice: Estos últimos días han concentrado meses. Otra joven pregunta: ¿Qué pasará ahora? Y contesta a sí misma: Todo depende de nosotros.

Ay, ay, compañeras/os, ahí vienen. Métanse en las casas. (Los vecinos dejan abiertas las puertas para que los manifestantes puedan refugiarse).

Alguien dice: Oye, ¿por qué huiste? Otro contesta: Esto no es huida, esta se llama retirada y es una ley de la guerra. De repente: Vaya, ¿qué pasó? ¿Qué está pasando?

¡Están dándoles una paliza! ¡Golpearon a tres! ¿Quiénes son “ellos”? ¿Están golpeando a la gente? ¡No, estamos golpeando a ellos! La gente agarró a tres motociclistas [golpeadores de la Basij] y les dio una buena tunda.

El entusiasmo está por las nubes.

Lo merecen. Así se hacen las cosas.

La consigna “Muerte a Jamenei” estremece la calle. Alguien dice: eso es el fin. Esta consigna significa que se acabó.

El puente Sattar Khan, alrededor de las 8 pm

La gente y las fuerzas de seguridad están peleando muy reñidas.

Compañeros/as, vayamos a vérselas con los que escribieron en sus escudos “Protectores de la seguridad popular, Ayudantes del Líder”.

Alguien dice: “Son unos pobres miserables. Son como nosotros”. Otro dice: “¡Vinieron a matarnos!” Una joven queda seriamente herida. La gente se la lleva fuera de las escaramuzas y la esconde en una casa. Alguien va por el médico. Viene la noticia de que la camioneta que viene trae a dos de nuestros heridos. ¡Háganse a un lado para que podamos llevarlos a un lugar seguro antes de que los arresten! Todo mundo se quita del camino.

Aria Shahr (la plaza Sadeghiye), alrededor de las 9 pm

Un torrente de gente airada está entrando por la plaza y las calles. Hay fogatas por dondequiera y los coros de “¡Muerte a los dictadores!” estremecen la plaza. Las fuerzas represivas no pueden hacer nada. Siguen arrojando botes de gas lacrimógeno. La gente se ayuda entre sí. Se enseña unos a otros cómo aliviar los efectos del gas lacrimógeno. Se abrazan. Se besan. Se estrechan manos. Una sensación de calor humano les ha invadido a todos. Una sensación de satisfacción. De resistencia y lucha. El orgullo de no rendirse.

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