Revolución #241, 31 de julio de 2011
Segunda parte:
CONSTRUYENDO EL MOVIMIENTO PARA LA REVOLUCIÓN
Nota de la redacción: La siguiente es la décima entrega de la segunda parte de un reciente discurso de Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Para la publicación de este discurso, éste ha sido revisado, y se le ha agregado anotaciones. La primera parte del discurso titulada "Revolución y el estado" se puede conseguir en línea en revcom.us.
Acumulando fuerzas para la revolución
En ese marco, hablemos más sobre la orientación estratégica y el contenido concreto de "acelerar mientras se aguarda" y específicamente veamos la cuestión de, tal como los comunistas chinos lo describieron una vez en una formulación muy importante y útil: acumulando fuerzas para la revolución. O, tal como también lo hemos formulado, tomando prestado asimismo de Lenin: preparando mentes y organizando fuerzas —¿para qué?— para la revolución: trabajando concientemente en anticipación de un cambio cualitativo grande —y, repito, para influenciar las cosas activamente hacia dicho cambio— con la maduración de una situación revolucionaria y el surgimiento de un pueblo revolucionario, de millones y millones de personas; trabajando para afectar, continua y repetidamente, el "terreno político" y la dinámica política de modo que se fortalezca cada vez más a las fuerzas y factores favorables para la revolución — incluso frente y en oposición a la intensificación de la represión y el fomento y el apoyo a fuerzas contrarrevolucionarias por parte de la clase dominante o sectores de ésta (un fenómeno que está ocurriendo a un nivel importante en la actualidad, con implicaciones serias a las cuales retomaré más adelante, antes de concluir este discurso).
"Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución"1, frecuentemente publicado en el periódico Revolución, trata de manera condensada una buena parte de lo que este proceso abarca, y cabe analizarlo brevemente, con sus diferentes aspectos y su interconexión en conjunto, a la luz de la orientación que he venido recalcando.
Empecemos con el primer párrafo de "Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución":
"En cada momento, tenemos que estar buscando las concentraciones importantes de las contradicciones sociales y los métodos y las formas que puedan fortalecer la conciencia política de las masas, así como su capacidad combativa y organización para emprender la resistencia política contra los crímenes de este sistema; que para una cantidad cada vez mayor de personas, puedan darle vida a la necesidad y la posibilidad de un mundo radicalmente diferente; y que puedan fortalecer la comprensión y la determinación de las masas avanzadas de inclinaciones revolucionarias en particular de modo que asuman nuestros objetivos estratégicos como cosas por las cuales luchar de manera enérgica y hacia las cuales aspirar, y no solamente como metas (o ideales) lejanos y en esencia abstractas".
Este pasaje en sí concentra mucho de lo de la orientación estratégica y quisiera enfatizar especialmente la última parte: "fortalecer la comprensión y la determinación de las masas avanzadas de inclinaciones revolucionarias en particular de modo que asuman nuestros objetivos estratégicos como cosas por las cuales luchar de manera enérgica y hacia las cuales aspirar, y no solamente como metas (o ideales) lejanos y en esencia abstractas". Esto está muy relacionado a si estamos influenciando activamente y trabajando para moldear el terreno político y las condiciones generales al máximo posible en cualquier momento dado o si solamente nos estamos aguardando pasivamente.
Para seguir con la segunda parte de "Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución":
"Es necesario que el objetivo y orientación sea el de llevar a cabo el trabajo que, junto con el desarrollo de la situación objetiva, pueda transformar el terreno político, de modo que en un sentido agudo y activo en toda la sociedad se ponga en tela de juicio la legitimidad del orden establecido y el derecho y la capacidad de la clase dominante de gobernar; de modo que la resistencia a este sistema cobre cada vez más amplitud, profundidad y determinación; de modo que se fortalezcan muchísimo el ‘polo’ y la fuerza de vanguardia organizada del comunismo revolucionario; y de modo que, en el momento decisivo, esta fuerza avanzada pueda liderar la lucha de millones y decenas de millones de personas para hacer la revolución".
Piense en lo que se plantea ahí, de manera muy condensada: la transformación del "terreno político, de modo que se ponga en tela de juicio la legitimidad del orden establecido y el derecho y la capacidad de la clase dominante de gobernar", no sólo en un sentido general sino "en un sentido agudo y activo en toda la sociedad"; la importancia de hacerlo "de modo que la resistencia a este sistema cobre cada vez más amplitud, profundidad y determinación; de modo que se fortalezcan muchísimo el ‘polo’ y la fuerza de vanguardia organizada del comunismo revolucionario". Y al final la conclusión, de señalar el objetivo de todo aquello: "de modo que, en el momento decisivo, esta fuerza avanzada pueda liderar la lucha de millones y decenas de millones de personas para hacer la revolución".
El quéhacerismo enriquecido
Realmente de eso se trata el "quéhacerismo enriquecido"2: un medio para forjar, precisamente, un movimiento para la revolución. En ¿Qué hacer?, Lenin habló de la necesidad de desenmascarar que es el mismo sistema el que engendra todos los ultrajes e injusticias que las personas sí aborrecen, y contra los cuales sí se rebelan en varias formas (o de los cuales quizá hablen en susurros); plantear nuestros objetivos y convicciones comunistas y demostrar que existe la base para crear un mundo radicalmente diferente; ilustrar cómo los diferentes sectores reaccionan ante diferentes sucesos, más o menos espontáneamente, y por qué lo hacen así (cabe repetir, sin caer en el reduccionismo al respecto) y por ende cuáles son las fuerzas que impulsan la revolución y qué es la estrategia para ganar a fuerzas más amplias a esa revolución y qué, además, es la necesidad, el carácter y la naturaleza de esa revolución: ¿por qué es cierto tipo de lucha y cierto tipo de proceso revolucionario, encaminados a la abolición del estado actual —y sí, al establecimiento de un estado radicalmente diferente— por qué es eso el camino a la auténtica emancipación? ¿Por qué se necesita una vanguardia y cuál es su papel? ¿Qué relación tiene esa vanguardia al proceso revolucionario en general y a los diferentes sectores de las masas que participan en ese proceso de una manera u otra? Estas son cuestiones decisivas que Lenin trata en ¿Qué hacer?
A esos puntos nosotros hemos añadido algunos elementos o hemos hecho más hincapié en ciertos elementos, entre ellos la importancia de plantear ante las masas las cuestiones y los problemas de la revolución, invitándolas a bregar con eso y contribuir al proceso de desarrollar las respuestas, tanto en la práctica como en la concepción teórica. Por eso hemos usado la formulación "quéhacerismo enriquecido". De nuevo, todo eso tiene que ver con "acelerar mientras se aguarda". No se trata de otra cosa. No es un ejercicio académico. Se trata de llevar a cabo lo que concentra "Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución". Se trata de preparar mentes y organizar fuerzas —acumular fuerzas— para la revolución.
Continuará
1. Bob Avakian, "Algunos principios para forjar un movimiento para la revolución", Revolución #202 (31 de mayo de 2010). [regresa]
2. Varias obras recientes de Bob Avakian tratan la formulación de "quéhacerismo enriquecido", entre ellas: "Contradicciones todavía por resolver, fuerzas que impulsan la revolución", en la sección titulada "La resistencia y la construcción de un movimiento para la revolución". Se puede conseguir esta charla en línea en revcom.us/avakian/driving/driving_toc-es.html. También vea la charla "Hacer la revolución y emancipar a la humanidad", segunda parte, que se puede conseguir en línea en revcom.us/avakian/makingrevolution2/makingrevolution-pt2-es.html, y además en Revolución y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos, un folleto de Revolución, 1º de mayo de 2008. [regresa]