Revolución #553, 25 de julio de 2018 (revcom.us)

Voz del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Actualizado el 24 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Del Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución

Para hacerlo, nos hace falta conocer:

Por qué necesitamos una revolución real.
Qué es necesario que hagamos ahora.
Cómo podríamos derrotarlos.

Por qué necesitamos una revolución real

Una revolución real no quiere decir trabajar para hacer unos cambios en el presente sistema — quiere decir derrocar el presente sistema y hacer nacer un sistema radicalmente diferente y mucho mejor. No es posible reformar el presente sistema del capitalismo-imperialismo. Bajo el presente sistema, no existe ninguna manera de poner fin a la brutalidad y asesinato por la policía, las guerras y la destrucción de la gente y del medio ambiente, la explotación, opresión y denigración de millones y miles de millones de personas, incluida la mitad de la humanidad que son mujeres, en Estados Unidos y por todo el mundo — todo lo que está arraigado en las profundas contradicciones que son inherentes al funcionamiento, relaciones y estructuras esenciales del presente sistema. Únicamente una revolución real podría operar el cambio fundamental que hace falta.

Qué es necesario que hagamos ahora

Para hacer tal revolución, es necesario que tengamos seriedad y ciencia. Es necesario que tomemos en cuenta los puntos fuertes concretos del presente sistema pero aparte de lo anterior, sus debilidades estratégicas, basadas en sus profundas y determinantes contradicciones. Es necesario que construyamos tal revolución entre aquellos que con mayor urgencia necesitan un cambio radical, pero por otra parte, entre otras personas que se niegan a vivir en un mundo en el que el presente sistema vomita interminables horrores, y que continuamente lo anterior se “justifica” y hasta se embellece como “grandeza”.

Es preciso que estemos en una misión de correr la voz, de dejar que la gente conozca que tenemos la dirección, la ciencia, la estrategia y el programa, y la base para organizar gente para una revolución emancipadora y real. Tenemos a Bob Avakian (BA), el líder de tal revolución y el arquitecto de un nuevo marco para la revolución, la nueva síntesis del comunismo. Tenemos al Partido liderado por BA, el Partido Comunista Revolucionario, con dicha nueva síntesis como base científica para realizar los preparativos para una revolución. Tenemos los Clubs Revolución, donde la gente puede participar y actuar en poderosa representación de la revolución, de manera organizada, a la vez que vaya aprendiendo más sobre la revolución y dé pasos adelante hacia el camino de ingresar al Partido. Tenemos la página web del Partido, revcom.us, y su periódico Revolución, que desenmascaran claramente los crímenes del presente sistema, analizan con ciencia por qué no es posible reformarlo, y dan orientación y dirección para que la gente trabaje de manera unificada por la revolución. Tenemos la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de BA y adoptada por el Comité Central del Partido, que ofrece una abarcadora y concreta visión y “plano” para una sociedad radicalmente nueva y emancipadora. Es necesario que conozcan lo anterior y le entren en serio las personas en los barrios marginados de las ciudades y en las cárceles, las y los alumnos y estudiantes, académicos, artistas, abogados y otros profesionales, las y los jóvenes en los suburbios de las ciudades y las zonas rurales — pues, las personas en todas partes de la sociedad.

Aquellos que sufren lo peor de la vida infernal bajo el presente sistema, y aquellos que están hartos de los interminables ultrajes perpetrados por el presente sistema, tienen que conectarse con esta revolución. Es necesario que se organicen miles de personas en las filas de la revolución ahora, a la vez que se ejerza una influencia sobre millones de personas para que apoyen a esta revolución. Hemos presenciado ese potencial en las protestas que se han sostenido contra la brutalidad y asesinato policial, y otras formas en que grandes cantidades de personas se han plantado a las autoridades establecidas y a las “reglas del juego” políticas. Pero es necesario transformar lo anterior, por medio de lucha, en conciencia, determinación y organización revolucionarias. Es necesario que las fuerzas organizadas y la dirección de esta revolución lleguen a ser la “autoridad” a la que un creciente número de personas recurran y sigan — y no a los mentirosos políticos y medios de comunicación del presente sistema opresor — y no a aquellos que sirven de fachada de los opresores y predican la “conciliación” con el presente sistema — y no a aquellos que hacen que las personas se opongan las unas a las otras cuando lo que es necesario es que se unan por esta revolución. Si bien muchas personas harán cosas positivas al oponerse a los crímenes del presente sistema, es necesario que nosotros tengamos la orientación hacia todo —que evaluemos todos los programas políticos y todas las fuerzas organizadas en la sociedad, toda forma de cultura, valores y maneras de tratar a la gente— según la manera en que están relacionados con la revolución que necesitamos, para poner fin a toda opresión. Es necesario que nos unamos con la gente dondequiera que podamos y que llevemos lucha con la gente cuandoquiera que sea necesario hacerlo, a fin de hacer avanzar la revolución.

Mientras nosotros esperamos las necesarias condiciones para jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución, es necesario que la aceleremos y llevemos a cabo enérgicamente los “3 A Preparar”: A preparar el terreno, a preparar al pueblo y a preparar a la vanguardia — a prepararse para el momento en que sea posible liderar a millones de personas para acometer la revolución, con todo, con una verdadera posibilidad de ganar. Tenemos que Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución — protestar contra las injusticias y atropellos del presente sistema y oponerles resistencia, y ganar gente a desafiar y repudiar el presente sistema putrefacto y sus maneras de pensar, y a hacer suyos el punto de vista y los valores, y la estrategia y el programa de la revolución, acumular fuerzas para esta revolución, y derrotar los esfuerzos de los poderes gobernantes de pulverizar la revolución y su dirección. Ante toda “sacudida” en la sociedad —toda crisis, todo ultraje nuevo, cuando muchas personas cuestionen y opongan resistencia a lo que por lo normal aceptan— es necesario que aprovechemos esto para impulsar la revolución y expandir sus fuerzas organizadas. Es necesario que nos opongamos y desbaratemos a las maniobras de los poderes gobernantes para aislar, “cercar”, brutalizar, encarcelar en masa y reprimir de manera sanguinaria a las personas que llevan la vida más dura bajo el presente sistema y que más necesitan esta revolución. Es necesario que nosotros los “cerquemos” a ellos — al ver que nazca ola tras ola de personas que se levanten en decidida oposición al presente sistema.

Todo lo anterior tiene por objeto algo muy definido — una situación revolucionaria: en la que el sistema y sus poderes gobernantes estén en una crisis seria y que grandes partes de la sociedad vean la violencia que utilizan para reforzar el presente sistema por lo que es: asesina e ilegítima. En la que se profundicen y agudicen muchísimo los conflictos entre las fuerzas gobernantes — y las masas populares no les respondan siguiendo detrás de un bando u otro de los gobernantes opresores, sino que les respondan sacando provecho de tal situación para acumular fuerzas para la revolución. En la que millones y millones de personas se nieguen a aceptar la antigua forma de gobierno — y estén dispuestos y decididos a jugárselo el todo por el todo para hacer caer el presente sistema y hacer nacer una sociedad y gobierno nuevos que se basen en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Dicho momento es el indicado para jugárselo el todo por el todo para triunfar. Es necesario que nosotros trabajemos enérgicamente y nos preparemos ahora para lo anterior.

Cómo podríamos derrotarlos

“Sobre la posibilidad de la revolución” es una declaración muy importante del Partido, que está posteada en revcom.us. Establece las bases —la concepción y doctrina estratégicas— de la manera de combatir con una verdadera posibilidad de triunfar, una vez que se hayan gestado un pueblo revolucionario que cuente con millones de personas y las condiciones necesarias para una revolución. El presente todavía no es el momento para emprender un combate de tal índole —intentar hacerlo así ahora únicamente conduciría a una derrota devastadora— pero ya está en marcha el trabajo para desarrollar más dicha concepción y doctrina estratégicas con el futuro en mente, y a continuación presentamos algunas de las principales cosas que las fuerzas revolucionarias tendrían que hacer cuando se hayan gestado las condiciones de jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución.

  • Cuando se vislumbre claramente la situación revolucionaria, transformar las fuerzas vertebrales de la revolución en fuerzas de combate organizadas en zonas estratégicas esenciales, llevar a cabo el necesario entrenamiento, obtener el necesario equipo y disponer de las necesidades logísticas básicas de esa fuerza de combate revolucionaria para iniciar la lucha total, y a la vez impedir que el enemigo pulverice a las fuerzas revolucionarias en esa coyuntura crítica. Apoyar a ese núcleo de fuerzas de combate con millones de personas adicionales organizados en poderosas “reservas” para la revolución.
  • Iniciar acciones a lo largo de Estados Unidos, acompañadas de una audaz declaración al mundo, que dejen en claro que existe una fuerza organizada decidida a derrotar a las fuerzas del viejo orden y a hacer nacer un sistema revolucionario nuevo. Al consumar esas acciones iniciales, reagrupar rápidamente las fuerzas para sus acciones “siguientes” y mantener el impulso de la revolución.
  • Contrarrestar la fuerza destructiva superior del enemigo, al esforzarse para combatir únicamente de acuerdo a términos favorables, y al evitar activamente los enfrentamientos decisivos, mismos que determinarían el desenlace de todo, hasta que la “correlación de fuerzas” se haya inclinado abrumadoramente en beneficio de la revolución. Utilizar el equipo capturado al enemigo en las maneras que correspondan a la estrategia de combate de la revolución. Construir y acumular bases de apoyo logísticas y políticas, en zonas estratégicas esenciales, pero sin intentar controlar y gobernar abiertamente ningún territorio, hasta que se haya alcanzado la necesaria “correlación favorable de fuerzas”.
  • Mantener la iniciativa —o, de perderla temporalmente, recuperarla— por medio de la sorpresa y maniobras. Combatir a las maneras que el enemigo no anticipe. Realizar acciones para suscitar desconcierto por el lado del enemigo, desbaratar la concentración y utilización de sus fuerzas y contribuir a su desintegración. Siempre realizar las operaciones y actuar de las maneras que concuerden con el punto de vista y las metas emancipadores de la revolución, y ver que las acciones bárbaras del enemigo se vuelvan en su contra — a fin de ganar mayores fuerzas para la revolución, incluso aquellas que provengan de las filas del enemigo.
  • Combinar la dirección y coordinación estratégicas para la lucha en su totalidad, con acciones e iniciativas descentralizadas de parte de unidades y líderes al nivel local. Apoyarse en el respaldo de las masas, la resultante inteligencia para la revolución y privarle al enemigo de inteligencia, contrarrestar los esfuerzos del enemigo de descubrir, ubicar y aniquilar a la dirección revolucionara y unidades de combate esenciales. Reemplazar rápidamente las fuerzas y los líderes que se pierdan — de manera continua, entrenar y desplegar nuevas fuerzas y líderes.
  • Manejar correctamente la relación entre dicha lucha total y la situación —lo que incluye el carácter y el nivel de la lucha revolucionaria— en los países hacia el sur (y hacia el norte).
  • Cuando la “correlación de fuerzas” se haya inclinado en beneficio de la revolución, realizar operaciones con el objeto de alcanzar el triunfo final, y a la vez seguir “calibrando” esas operaciones de modo que sigan evitando enfrentamientos decisivos hasta que se haya conducido a las fuerzas del viejo orden al borde del precipicio de la derrota final — y de ahí, por fin y completamente, derrotar y desmantelar a las fuerzas enemigas que queden.

Para todo lo anterior es necesario ganar a millones de personas hacia la revolución en el período que conduzca a la maduración de una situación revolucionaria. La oportunidad de derrotarlos, cuando llegue la hora —la oportunidad de deshacerse del presente sistema y hacer nacer algo mucho mejor— está íntegramente relacionada con lo que nosotros hacemos ahora. Es necesario que todo aquel que tenga sed de un mundo radicalmente diferente, sin explotación y opresión y sin todo el innecesario sufrimiento causado por el presente sistema, trabaje ya con una prendida determinación de hacer que lo anterior ocurra, de modo que nosotros tengamos una verdadera oportunidad de ganar.

 

On the Possibility

Ya es hora de difundir estos mensajes a toda la sociedad

"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución es un complemento del Mensaje del Comité Central del PCR, Estados Unidos, posteado el 16 de mayo de 2016 en www.revcom.us. Difunda por todas partes "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revoluciónjunto con “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL”. Ya es hora de correr la voz por toda la sociedad.

Descargue AQUÍ "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución(pdf de 36 x 24 pulgadas): ESPAÑOL | INGLÉS. Descargue AQUÍ “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” (pdf de doble carta): ESPAÑOL | INGLÉS. Se recomienda que se impriman ambos mensajes en papel bond y se cuelguen de maneras apropiadas por todas partes. He aquí una imagen aproximada de su presentación:

¡"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” ya está en forma de folleto!

Instructivo:
Ya se puede descargar el pdf del folleto que contiene: "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución”, “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” y “Puntos de Atención para la Revolución”. El folleto cuenta con 16 páginas, de tamaño media carta (5,5 x 8,5 pulgadas). También se puede imprimir en papel de 6 x 9 pulgadas. Hay dos formatos: 1) Un pdf de 16 páginas individuales y consecutivas. 2) Un pdf con pliegos para llevar a una imprenta: el primer pliego con las páginas 1 y 16, el segundo con las páginas 2 y 15, etc. Cuando se impriman así y se doblen, las páginas saldrán en orden consecutivo. La imprenta explicará qué formato necesita. Que las y los lectores hagan planes para imprimir este folleto de tamaño media carta, recaudar dinero y difundir decenas de miles de ejemplares por todas partes tan pronto como sea posible.

ESPAÑOL:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
Pdf de tamaño media carta, pliegos para llevar a una imprenta

INGLÉS:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
Pdf de tamaño media carta, pliegos para llevar a una imprenta

 

 

 

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Revolución #553 25 de julio de 2018

¿Qué ES una revolución real?

Actualizado el 23 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Una revolución real es mucho más que una protesta. Una revolución real requiere que participen millones de personas, de forma organizada, en una lucha decidida para desmantelar este aparato estatal y este sistema, y para reemplazarlo con un aparato estatal y sistema completamente diferentes, una forma completamente distinta de organizar la sociedad, con objetivos y formas de vida completamente distintos para el pueblo. La lucha contra el poder hoy tiene que contribuir a construir, desarrollar y organizar la lucha para ganárnoslo todo, para una revolución real. De no ser así, protestaremos contra los mismos abusos, ¡en generación tras generación del futuro!

 

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Los compromisos y el proceso de construir un movimiento PARA la revolución

13 de junio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Las personas deben tomar en serio los compromisos que asumen —deben cumplir con tales compromisos—, y debemos establecer y luchar por que ésta sea la norma y lo que se hace en realidad. Pero llegar a participar en el movimiento para una revolución real tiene una dinámica específica que es distinta, por ejemplo, a la de unirse a un equipo deportivo o un grupo de música. No deberíamos exigir de inmediato una participación “de cero a cien” —o, en todo caso, tratar de imponer un salto, en lugar de ganar a que la gente lo haga como parte de un proceso revolucionario general. Lo que necesitamos construir es un movimiento de masas en constante desarrollo para la revolución —sí, una revolución real— con un vibrante “Ohio”*, por medio del cual un número exponencialmente creciente de personas pueden participar activamente y seguir avanzando (no todas, sino muchas de ellas) por medio de la interacción dialéctica de contribuir y aprender en dimensiones continuamente crecientes. Respecto a aquellos que sí lleguen al “lado avanzado” de este “Ohio” *, una vez más esto plantea la cuestión de que lleguen no solo a ser parte del Club Revolución sino de que también den un paso adicional para formar parte de la vanguardia comunista; pero también en este caso, es importante no tratar la cuestión de los compromisos (aunque sea de una manera algo “indirecta”) a partir de la posición negativa y defensiva que equivale a: “Hemos tenido a unas personas que hacen compromisos y luego no los cumplen, y luego nos desaparecen (se esfuman como fantasmas); así que vamos a asegurarnos de que usted no lo haga (¡no lo pueda hacer)!” Más bien, debemos partir del reconocimiento de que los compromisos, si bien encierran y requieren (repetidos) saltos sobre el camino, en esencia corresponden a cuáles aspiraciones han sido despertadas o han sido desarrolladas en las personas, y se basan en esas aspiraciones, y a lo que están llegando a comprender que se requiere en relación con eso. Por lo tanto, una vez más, si bien debemos tener una actitud seria con respecto a las personas que hacen y cumplen compromisos, esto debe estar a la altura de cómo son su comprensión y sus sentimientos en un momento determinado, y muy esencialmente debe darse en el contexto del movimiento revolucionario de masas más amplio del cual forman parte (o del que están llegando a formar parte) y de contribuir a ese movimiento, y, si bien no se debe practicar ningún seguidismo, este proceso debe partir de lo que se ha ganado a las personas mismas a reconocer (sí, las que se ha ganado por medio de lucha, incluso a veces lucha aguda) como una contribución necesaria y esencial a la revolución.

 

*El “Ohio” se refiere a la práctica de la banda de marcha de la Universidad del Estado de Ohio de marchar de tal manera que deletrea la palabra “OHIO” cuando se ve desde arriba; en este proceso, los miembros de la banda que comienzan la primera O, luego se mueven a través de las otras letras de la palabra hasta que estén en la última “O”. Lo que se señala es un proceso análogo a la construcción de cualquier tipo de movimiento progresista o revolucionario, en el que las personas “atraviesan” varios niveles de comprensión y compromiso, aunque ¡esto no es (“en el mundo real”) tan lineal y al mismo ritmo que la banda de marcha de la Universidad del Estado de Ohio!*

 

 

 

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Cómo USTEDES pueden difundir esta película

9 de julio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

A medida que el régimen fascista continúa separando a las familias de sus hijos... y la Corte Suprema promete fijar una mayoría fascista cristiana si no es impedida... y los abusos y amenazas demasiados numerosos como para enumerar se amontonan cada día — el régimen de Trump y Pence avanza a toda máquina.

Mucha gente empieza a reconocer la realidad de que este es un régimen FASCISTA... y que eso sí, el fascismo puede establecerse en Estados Unidos. Pero urge entender mucho más profundamente “la naturaleza de la bestia” y, aún más, lo que se va a requerir para detener esto. Esto subraya la urgencia de que millones de personas vean el discurso de Bob Avakian: ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. Un mundo mejor ES posible.

Esta película se enfrenta a los fascistas en el poder de una manera que nadie ni nada ni siquiera se aproxima. Denuncia las malditas mentiras de los portavoces de los principales medios de comunicación que están normalizando el fascismo y canalizando la ira de la gente hacia uno u otro callejón sin salida. Y hace más que eso. Esta película abre la puerta a los interrogantes más grandes de ¿en qué tipo de sistema DEBEMOS vivir y por el cual debemos luchar?... y “¿es realmente posible un mundo mejor? Presenta a la gente al revolucionario más radical del mundo, Bob Avakian, el arquitecto del nuevo comunismo.

Aquí está cómo usted puede ser parte de presentar esto a miles de otros.

  1. Ver la película usted mismo, incluidas las preguntas y respuestas que siguieron el discurso, en youtube.com/tuneintorevcom (en inglés). Enviar sus comentarios y reflexiones para promover el debate y la conversación. Escribir a revolution.reports@yahoo.com.
  2. Difundir esto en las redes sociales, compartiendo los aportes de @tuneintorevcom en Facebook, Twitter e Instagram. Poner los clips y enlaces en grupos, responder a los comentarios sobre la situación en la que nos encontramos usando los clips de video, enviarlos a personas que usted conoce que tiene más seguidores en redes sociales. Enviar ideas, comentarios y preguntas sobre esto a revolution.reports@yahoo.com.
  3. Haga una donación de dinero que contribuirá a la promoción de la película en las redes sociales.
  4. Invitar a amigos y familiares para ver la película. Después de la película, hable con ellos sobre lo que piensan de la película, lo que aprendieron, lo que les llamó la atención o los sorprendió. Entablar conversaciones entre ellos sobre la situación que enfrentamos, de dónde salió, y qué tenemos que hacer para detenerla. Recoger sus ideas sobre cómo conseguir que otros vean la película.
  5. Hablar con su institución religiosa, centro comunitario, clase escolar o club de lectura para organizar una presentación de la película. Puede hacerlo hablando con el organizador principal acerca de esta película y por qué usted cree que otros deberían verla. Hable de corazón de lo que usted ha aprendido de esta película y qué es su importancia en la situación actual. Muéstreles lo que otros han dicho sobre la película. Cuando haya organizado una presentación de la película, escríbanos a revolution.reports@yahoo.com para que podamos ayudar a publicitarlo.
  6. Acceder al sitio web (en inglés) de El Instituto Bob Avakian para descubrir formas en las que USTED puede ofrecerse como voluntario para difundir esta y otras obras de BA, y para aprender más sobre él y su obra.

Escríbanos con sus ideas y sugerencias para ir más allá. Sea parte de permitir que muchas personas comprendan la aparente locura. La humanidad cuenta con nosotros.

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Alerta: Estados Unidos aprieta el trinquete de amenazas de guerra contra Irán

| Periódico Revolución | revcom.us

 

El domingo 22 de julio por la noche, el régimen de Trump y Pence intensificó sus amenazas gansteriles contra Irán a niveles nuevos y aún más peligrosos. En respuesta a la advertencia del régimen iraní contra las maniobras belicosas de Estados Unidos, Trump tuiteó que Irán “SUFRIRÍA CONSECUENCIAS QUE MUY POCOS HAN SUFRIDO A LO LARGO DE LA HISTORIA”. Trump amenazaba a Irán y sus 80 millones de personas con la guerra y el asesinato en masa. Esto se produjo horas después de que el secretario de Estado Mike Pompeo comparó la República Islámica de Irán con la “mafia” y le amenazó con una “campaña de presión” en su contra.

El régimen de Irán sí es represivo y reaccionario. Pero, ¿quién ha sido, y es, el opresor número uno del mundo, el mayor instigador de guerra, asesino en masa y promotor de la ignorancia y la represión? ¿Quién es la amenaza número uno para el futuro de la humanidad? ¡Estados Unidos de América!

Las manos de los imperialistas yanquis están manchadas de océanos de sangre iraní. En 1953, la CIA derrocó al gobierno nacionalista de Irán e instaló un títere bárbaro, el Sha, que gobernó con mano de hierro durante dos décadas y media, arrestando, asesinando y torturando a sus opositores. De 1980 a 1988, Estados Unidos alimentó una guerra de sangrienta carnicería entre Irán e Irak —con el fin de debilitar a ambos— que dejó un millón de muertos o heridos — incluidas decenas de miles de iraníes asesinados por ataques iraquíes con gas que fueron dirigidos por Estados Unidos. En 1988, el buque de guerra estadounidense Vincennes “accidentalmente” derribó un avión civil iraní, matando a todos los 290 pasajeros y tripulantes a bordo.

Y ahora, una vez más Estados Unidos amenaza con desencadenar la guerra y derramar aún más sangre. En mayo, el régimen de Trump y Pence dio el paso beligerante de retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear que Estados Unidos (y otras potencias mundiales) habían negociado con Irán en 2015. Desde entonces, el régimen de Trump y Pence se ha esforzado para estrangular la economía de Irán con sanciones más estrictas, causándole mucha miseria a la gente en Irán, y lanzó una campaña para fomentar agitación social en Irán. Frente a esto, el presidente de Irán advirtió a Estados Unidos contra el inicio de una guerra, ¡y Trump con su twuit de mayúsculas declara que Irán era él que amenazaba a Estados Unidos!

¡No! El imperialismo yanqui es la potencia estilo “mafia” más agresiva y depredadora sobre la faz de la tierra. Estados Unidos, con un monstruoso régimen fascista al timón, no va contra Irán para liberar a nadie; va contra Irán para fortalecer su propia dominación brutal del Medio Oriente y del planeta. Como dijo Bob Avakian, “Estos imperialistas hacen que el Padrino se parezca a Mary Poppins”. (Lo BAsico 1:7)

Lo que señalamos después de la cumbre de Trump con Putin se aplica asimismo a las intensificadas amenazas contra Irán: “En realidad, estas acciones de Trump son extremadamente peligrosas para las masas de personas, en Estados Unidos y en el resto del mundo. La lógica de la política exterior de Trump incrementa la posibilidad de una guerra, incluso de una catastrófica guerra nuclear”.

Hay que denunciar y oponer resistencia ampliamente a las amenazas de guerra de Estados Unidos contra Irán, como parte de un movimiento para expulsar realmente al régimen de Trump y Pence a través de protestas políticas masivas, sostenidas y no violentas antes de que el régimen pueda llevar a cabo horrores contra la humanidad aún mayores que los que ya ha cometido. La mayor posibilidad de una guerra de Estados Unidos contra Irán también subraya, una vez más, la urgencia de organizar una revolución real destinada a derrocar este sistema capitalista-imperialista que engendra guerras interminables y comete enormes crímenes contra la humanidad — cuando las condiciones necesarias (una situación revolucionaria y un pueblo revolucionario de millones de personas) hayan surgido, como se explica en CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución.

¡ALTO a las guerras de imperio, los ejércitos de ocupación y los crímenes contra la humanidad!

¿Qué tiene de mal decir, “No me gustan mucho estas guerras, pero miren a esa otra gente; tenemos que hacer algo acerca de los grupos como el Estado Islámico”? En EL NUEVO COMUNISMO, Bob Avakian reta a la gente a que reconozca el carácter injusto y depredador de las guerras que Estados Unidos emprende contra la gente por todo el mundo.

Lea pasajes de las secciónes: “El internacionalismo y una dimensión internacional” y “El internacionalismo — El derrotismo revolucionario".

Descargue el PDF del libro en español aquí.

 

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Cuatro puntos sobre la última semana: Maniobras fascistas, cháchara de "traición" y los verdaderos intereses de la humanidad

| Periódico Revolución | revcom.us

 

La cumbre de Trump con Putin, especialmente debido a que se celebró justo después de la nominación de un fascista cristiano a la Corte Suprema y su intimidación durante la conferencia de la OTAN, le ha administrado un choque al orden político vigente. ¿Cómo deben entender esto los que se oponen a las salvajadas del sistema actual, todo lo que se ha intensificado bajo Trump? ¿Y qué deben hacer los revolucionarios, en esta situación, para hacer avanzar las cosas?

1

Trump representa y lucha por un sector fascista de la clase dominante que se propone reconfigurar de manera radical las instituciones y las políticas de Estados Unidos. Este grupo cree que el “orden mundial” que Estados Unidos ha encabezado por 70 años ya no le sirve a la dominación imperialista estadounidense. Pero seamos claros: este viejo orden fue de guerras, de destrucción del medio ambiente, de la opresión de pueblos enteros, así como la opresión de género, y de guerras y ocupaciones. Ningún país del mundo siquiera ha alcanzado a cometer el derrame total de sangre que el imperio de Estados Unidos ha causado en los últimos 70 años. Pero los fascistas que están en el poder ahora, encabezados por Trump y Pence, quieren que Estados Unidos redoble sus esfuerzos con aún más dureza, contra las naciones oprimidas como a los aliados, haciendo que sea una situación que se trate de contiendas directas de uno a uno entre los países, en que el más fuerte consiga aún más. Esto requiere que ellos rompan los acuerdos previos o que al menos restablezcan radicalmente los términos de estos acuerdos. El anteriormente dominante sector de la clase dominante cree que esto conducirá a un desastre para los intereses del imperialismo estadounidense y ha venido tratando de al menos contener a los fascistas. Si bien son agudas las divergencias que tienen sobre lo que mejor protegerá e impulsará los intereses de la clase dominante estadounidense en su conjunto dentro del sistema conflictivo global del imperialismo, lo que es más fundamental para todos ellos es la unidad que tienen en defensa de los intereses del imperialismo estadounidense.

Estos fascistas también creen que ciertas tradiciones democráticas básicas del sistema político y del estado de derecho en Estados Unidos, por ineficaces, violadas, limitadas, hipócritas y ferozmente disputadas que estén en la práctica concreta, constituyen barreras a la extrema, abierta y desenfrenada supremacía blanca, chovinismo nacional y patriarcado que los fascistas requieren para reconfigurar la sociedad. Lo que Trump ha hecho en los últimos 10 días no es “inexplicable” sino que contribuye a turbo-acelerar más todas esas políticas y rumbos. El que Putin “tenga algo” o no con que chantajear a Trump no es el meollo del problema; la manera en que Trump aborda a Rusia tiene que ver con una política más amplia de desbaratar la manera anterior en que los imperialistas impulsaban sus intereses y de reemplazarla con algo radicalmente diferente. Las denuncias de “traición” (más sobre esto en adelante) por el ex director de la CIA bajo Obama y denuncias similares de los cabezas parlantes tradicionales y los políticos demócratas indican lo profundo que es el conflicto.

2

En realidad, estas acciones de Trump son extremadamente peligrosas para las masas de personas, en Estados Unidos y en el resto del mundo. La lógica de la política exterior de Trump incrementa la posibilidad de una guerra, incluso de una catastrófica guerra nuclear. La nominación de Brett Kavanaugh a la Suprema Corte augura el inicio de ataques aún más feroces contra el pueblo y la destrucción del estado de derecho, lo que incluye la manera en que quizá se aplique a Trump y sus secuaces, y por medio de toda esta ha continuado la sádica limpieza étnica contra los inmigrantes, concentrada en la separación entre los padres de familia y sus hijos en la frontera. Sin embargo, los términos de la mayoría de la oposición a Trump se centra en la supuesta traición de Trump a los intereses y tradiciones estadounidenses, y por supuestamente manchar “los principios sagrados estadounidenses” al alabar “a ese tirano Putin”.  Así, se está entrenando a la gente a pensar de una manera peligrosamente tergiversada y enrevesada, y se está dirigiendo a la gente para que vaya en contra de sus mejores aspiraciones y mejor entendimiento.

Esa indignación selectiva desconoce la manera en que Estados Unidos no solo “se mete” en las elecciones (como las elecciones de Rusia en los años 1990 cuando respaldó a Boris Yeltsin) sino la manera en que ha llevado a cabo o respaldado golpes de estado violentos en lugares como Irán, Guatemala, Chile, Indonesia, Honduras y otras partes que han dejado un saldo de millones de muertos, y han cometido asesinatos (Lumumba en El Congo, Allende en Chile, etc.) cuando perdió el candidato que favorecía. Rusia quizá estuviera detrás de los recientes intentos de matar a dos ciudadanos rusos y dos ciudadanos ingleses en Inglaterra, aunque no se ha comprobado esto... pero al mismo tiempo, Estados Unidos admite que mata a cientos de personas al año con aviones no tripulados, ¡y ninguna de ellas contó con un debido proceso legal! ¿Y el que Putin mata a disidentes en Rusia? Claro que eso es repugnante, ¿pero acaso la gente no recuerda el papel comprobado del FBI (una institución hoy adorada por algunas personas que anteriormente se consideraban liberales o progresistas) en el asesinato del líder del Partido Pantera Negra Fred Hampton mientras dormía, y el papel al menos indirecto y tal vez directo que jugaron el FBI y la CIA en el asesinato de Malcolm X, Martin Luther King, George Jackson, etc.? Y en estos ejemplos está floreciendo en toda su extensión la Gran Falsedad Tautológica que Bob Avakian señala en este corto, la que tergiversa fortísimamente la manera en que la gente entiende las cosas y le traba su capacidad de luchar con eficacia.

La pregunta que hay que hacer NO es si Trump le ha “traicionado” al imperio, sino qué necesita la humanidad y lo que el fascismo amenaza con hacer.

3

Bob Avakian también ha dicho lo siguiente:

Los intereses, objetivos y grandes planes de los imperialistas no corresponden a nuestros intereses — no corresponden a los intereses de la gran mayoría de la población en Estados Unidos ni de la abrumadora mayoría de la humanidad. Hay que entender las dificultades en que se han metido los imperialistas en aras de sus intereses, y hay que responder a ellas, pero no desde su punto de vista y sus intereses sino desde el punto de vista de la gran mayoría de la humanidad y de la necesidad básica y urgente de un mundo diferente y mejor, de otro camino.

Lo BAsico 3:8

Sin importar quiénes hayan gobernado este sistema, ha sido un desastre total para la humanidad. Los “intereses” de Estados Unidos siempre ha requerido guerras y ocupaciones; la supremacía blanca más horripilante (sin salvajismo comparable en el mundo, como dijo Frederick Douglas, el cual todavía arde); la subyugación de las mujeres tanto en formas modernas como en formas medievales, junto con la gente LGBTQ; la persecución de los inmigrantes; y el saqueo y destrucción del medio ambiente, a tal extremo que pronto la vida podría dejar de ser sustentable. Ni los fascistas ni sus oponentes tienen respuestas fundamentales a estas salvajadas escandalosas. Como decimos en cada número de revcom, nos hace falta una revolución: “se requiere una revolución real,... la que no quiere decir hacer algunos cambios menores dentro de este sistema sino el verdadero derrocamiento, sí, el derrocamiento, de este sistema, al realmente derrotar a sus fuerzas armadas de opresión y represión, cuando se hayan creado las condiciones necesarias (una situación revolucionaria y un pueblo revolucionario que cuente con millones de personas) (como se establece en CÓMO PODEMOS GANAR), al desmantelar las instituciones de este sistema y al construir una sociedad completamente nueva sobre una base económica y política radicalmente diferente; que esto es algo hacia lo que debemos estar trabajando activamente (continuamente debemos incorporar a las personas nuevas en avances geométricos), de ahora en adelante; que se podría reemplazar a este sistema de capitalismo-imperialismo con un sistema mucho mejor —un sistema que es verdaderamente emancipador— tal como se plasma en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte; y que existe la base, en el nuevo comunismo y en la dirección de BA, para hacer todo esto una realidad.

4

En estos momentos, tanto porque se trata de una batalla crucial para defender los intereses de la humanidad, como porque se trata de parte del trabajo para una revolución real, los revolucionarios tienen que apoyar, participar y esforzarse por darle dirección a un movimiento que realmente se propone expulsar al régimen de Trump y Pence. Los términos de esta lucha deben ser los intereses de la humanidad, y NO los intereses de “América”, los cuales siempre han traído un desastre para las masas de personas por todo el mundo y en Estados Unidos también. Esto quiere decir zambullirse en medio de lo que la gente está haciendo en este momento, explicando los verdaderos intereses de la gente tales como ya se mencionaron, y apoyar el trabajo de Rechazar el Fascismo en esto, sin dejar de impulsar lo que se necesita.

 

Corto: "Libérese de la Gran Falsedad Tautológica" (en inglés)

(Para leer el texto en español, haga clic aquí.)

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Contraprotesta angelina contra los ataques fascistas fuera de la oficina de Maxine Waters

De pie contra los fascistas… sin dejar que los demócratas establezcan los términos

| Periódico Revolución | revcom.us

 

U.S. flag burning
La bandera estadounidense fue quemada por contramanifestantes en frente de la oficina de Maxine Waters. La gente bailaba alrededor de la bandera mientras quemaba, y el Club Revolución los dirigía en el coro: “¡1 2 3 4! ¡Esclavitud, genocidio y guerra! ¡5 6 7 8! ¡Estados Unidos nunca tuvo grandeza!” Foto: AP

 

El jueves, 19 de julio, más de 100 personas protestaron contra las amenazas fascistas contra Maxine Waters, una congresista negra Demócrata de Los Ángeles. Los Oath Keepers (Guardianes de la República), un grupo armado organizado de matones fanáticos, convocaron una “protesta continuada” frente a la oficina de Waters. Esto se combinó con las amenazas fascistas contra ella por parte del régimen de Trump y Pence, y llamados a su base fascista a defender a ICE.

Cuando la gente se dio cuenta de que los Oath Keepers tenía la intención de venir al Sur Centro de Los Ángeles, donde Waters se basa, contramanifestantes antifascistas de diferentes organizaciones y diferentes perspectivas se reunieron en frente de la oficina para encontrarlos en cuanto llegaran.

Los Oath Keepers son fascistas rabiosos, ansiosos para que les suelten de lleno. Llegaron altamente armados a Ferguson cuando el pueblo se levantaba contra el asesinato de Michael Brown, y participaron en el desafío armado contra el gobierno federal por el reaccionario Cliven Bundy. Dijeron que su acción en Los Ángeles no sólo era “una protesta contra la incitación de terrorismo por Maxine Waters” sino también “una posición A FAVOR de ICE y la Patrulla Fronteriza…”

¿Qué es lo que tacharon de “una incitación de terrorismo”? — que Waters había convocado a las personas a protestar contra los representantes del régimen dondequiera y cuandoquiera aparezcan. Esta NO convocaba a la violencia sino a la protesta política — y estos fascistas han mentido y distorsionado su declaración repetidamente.

Oath Keepers se acobardan… bandera estadounidense se incendia

El Sur Centro es una zona de Los Ángeles con una población predominantemente negra y latina, y en el pasado ha sido el lugar de levantamientos contra la brutalidad policial. Cuando los Oath Keepers se dieron cuenta de que una masa de gente los estaba esperando, cancelaron su protesta y se marcharon. La policía se acercó a los contramanifestantes y anunciaron que los Oath Keepers no iban a comparecer, pero la multitud no confió en la palabra de estos cerdos y se quedó para asegurarse.

Hubo unos incidentes menores en que seguidores de Trump trataron de pasar manejando o de meterse disimuladamente a la multitud y hacer entrevistas. Cuando se les desenmascararon, fueron expulsados de la escena. En cierto momento, pasó al adrede una camioneta pickup ondeando una bandera estadounidense grande, y se lo arrebataron. La bandera fue prendida, y la gente bailaba a su alrededor, mientras el Club Revolución dirigía el coro: “¡1 2 3 4! ¡Esclavitud, genocidio y guerra! ¡5 6 7 8! ¡Estados Unidos nunca ha tenido grandeza!” Cuando otra persona llegó con una bandera estadounidense grande en defensa de Maxine Waters, la gente luchó con él acerca de lo que esa bandera representa en la realidad.

La manifestación en sí era un ejemplo poderoso de lo que es confrontar a los fascistas SIN que los Demócratas establezcan los términos, al mismo tiempo que se dio mucha lucha en torno a esto. Entre las personas que acudieron a la protesta eran miembros del clero, un sindicato, activistas con Rechazar el Fascismo, unas organizaciones nacionalistas negras y otras, y principalmente gente básica del vecindario donde se encuentra la oficina de Maxine Waters. Dentro de la protesta, hubo debate sobre votación vs. revolución, sobre qué es una revolución real, sobre la naturaleza del régimen fascista de Trump y Pence, si los negros pueden o deben simplemente “hacer caso omiso” a esto, y si el hecho de que los fascistas venían cayendo sobre Sur Centro sólo incumbía a Sur Centro. El Club Revolución estaba en medio de todo esto —librando mucha lucha aguda y a fondo, repartiendo CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución— y entrándole con las personas sobre la necesidad de que todos movilicemos la lucha para prevenir la consolidación del fascismo.

Maxine Waters trata de ser más patriótica que los fascistas... y por qué no podemos dependernos de ella y los Demócratas para detener el fascismo

“Noticieros” fascistas ahora están usando la quema de la bandera para redoblar sus ataques de que “Maxine la Loca” ande “incitando el terrorismo y la violencia” contra seguidores de Trump y contra el propio Estados Unidos. Primero, esto es una mentira y una distorsión. Maxine Waters sí se opone al régimen fascista y le ha hecho frente en algunas maneras. Pero está trabajando para resolver esta contradicción en términos de este sistema y tratando de acorralar a la gente dentro del marco y los canales de este sistema.

Esto se ve en su respuesta a las protestas de los Oath Keepers y el hecho de que se distanció de las contramanifestaciones justificadas contra ellos. Dos días después de esta protesta importante, Waters publicó una declaración de lo más defensiva, débil, e idiota. Si bien sobran necedades en lo que ella dijo, queremos plantear tres puntos principales:

Primero, en respuesta a la quema de la bandera, si bien ella tuvo que reconocer que es perfectamente legal, se apuraba para ensalzar este país empapado de sangre. “No me relego a un segundo plano con respecto al patriotismo”, dijo.

¡Fíjense en esta declaración! ¿Qué significa competir por ser la más patriótica en un país fundado en el genocidio y la esclavitud, con la supremacía blanca entrelazada como un hilo sangriento en todo el tejido de Estados Unidos? ¿Un país que ha cometido crímenes más horripilantes de lo que se nos pudiera aguantar el estómago si los describiéramos con sus detalles cruentos? Y no se trata de crímenes del pasado nada más. El poder y la riqueza que Estados Unidos ha acumulado hasta esta misma fecha se acumuló por medio de la explotación más cruel. El sistema del capitalismo-imperialismo sobre el cual predomina Estados Unidos continúa imponiéndose por medio de la violencia más cruel y atroz que se pueda imaginar. De los niños obligados a trabajar en minas para extraer los minerales que componen nuestros celulares a los niños arrancados de los brazos de sus padres y más niños hechos añicos por las bombas arrojados por las fuerzas armadas estadounidenses o por los carniceros que han instalado para hacerles el trabajo sucio.

Alguien debe preguntar a la “Tía Maxine” ¿en qué época piensa que habla de su patriotismo? ¿Durante el fundamento del país en la esclavitud y el genocidio? ¿O el segregacionismo Jim Crow? ¿O cuando este país decimó Vietnam y asesinó a tres millones de vietnamitas? ¿U hoy? ¡Nada ni nunca, carajo! Estados Unidos nunca ha tenido grandeza, y todos tienen que romper con este chovinismo estadounidense repugnante.

Segundo, ella no sólo echa la culpa a las personas que acudieron para tomar una posición justa contra los fascistas, por dar “alimento a los medios de comunicación partidistas”, ella trató de desacreditar a los que se arriesgaron ahí, diciendo que sólo buscaban “atención mediática” y “no necesariamente eran del distrito 43”. Esto hace eco al grito de “agitadores externos” que usaban los racistas en el Sur para denunciar a las personas que se arriesgaron la vida heroicamente para empadronar a votantes negros. Peor aún, al mismo tiempo que ella atacó tan feo a las personas que estaban del lado correcto, peligrosamente defendió y “honró el derecho” de los fascistas quo venían para intimidarla (y posiblemente matarla), de no haber acudido los manifestantes.

Tercero, para entender PORQUÉ ella hace lo que hace, uno tiene que entender que no representan los intereses del pueblo ni el régimen fascista de Trump y Pence ni tampoco el partido Demócrata al cual pertenece Maxine Waters. Cabe repetir, ella se opone a los fascistas trumpistas, pero lo hace de acuerdo con los términos del mismo sistema que les dio origen. Ella trata de canalizar la indignación de la gente contra estos fascistas para que beneficie al mismo sistema.

Únanse a la lucha contra el fascismo, y únanse a la revolución para tumbar el sistema que dio lugar a este régimen fascista

Los fascistas están demarcando las líneas tajantemente, y los demócratas —entre ellos Waters, a la que ensalzan como uno de los que más se pone de pie contra a Trump— están dirigiendo a las personas a conciliar con el fascismo a cada paso. Si tenemos corazón por la humanidad, si tenemos tantito sentido del peligro que estos fascistas representan, no podemos obedecer a los que piden “civilidad” ante un descenso en espiral al fascismo. No podemos depender de los representantes de este sistema, tenemos que confrontar el hecho de que derrotar a esto se va a poner más difícil y los sacrificios van a ser mayores a la medida que lo dejemos en manos de aquellos que han estado manejando este sistema. Hace falta librar una lucha monumental ahorita para expulsar al régimen en conjunto por medio de protestas políticas masivas y sostenidas que deben activar la participación y unión de millones de personas desde muchas diferentes perspectivas. Recomendamos fuertemente a todos que se integren a Rechazar el Fascismo - refusefascism.org y que se organicen para hacer eso precisamente.

Los Club Revolución estarán presentes durante toda esa lucha. Estaremos diciendo a todos que dejen de seguir al Partido Demócrata y a cualquier político mentiroso que ellos pongan para que votemos por él. Estaremos diciendo a la gente que sigan al único partido y el único líder que realmente representen los intereses del pueblo: el Partido Comunista Revolucionario y su líder, Bob Avakian (BA). Al carajo con tratar de regresar a lo que había antes de Trump. Hay una sociedad verdaderamente emancipadora por la que tenemos que luchar, que está visualizada y descrita en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de BA. Al carajo con confiar en los medios de comunicación, que a pesar de los ataques por parte de Trump y sus seguidores, se niegan a decir al pueblo lo que confronta y lo que requerirá para ponerle alto. Hay un sitio web que no sólo dice la verdad a las personas sobre lo que está pasando y de dónde surge, sino que dirige a las personas a oponerle resistencia y a deshacernos de toda la cosa, revcom.us.

 

U.S. flag burning
Rechazar el Fascismo fue uno de los contramanifestantes en la oficina de Maxine Waters.. Foto: AP

Corto: “Libérese de la Gran Falsedad Tautológica”
(Para leer el texto en español, haga clic aquí)

 

“Los fascistas y la destrucción de la ‘República de Weimar’…
y qué la va a reemplazar

Bob Avakian

18 de julio de 2018

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Pasaje de
CÓMO PODEMOS GANAR
Cómo en concreto podemos hacer una revolución

Aquellos que sufren lo peor de la vida infernal bajo el presente sistema, y aquellos que están hartos de los interminables ultrajes perpetrados por el presente sistema, tienen que conectarse con esta revolución. Es necesario que se organicen miles de personas en las filas de la revolución ahora, a la vez que se ejerza una influencia sobre millones de personas para que apoyen a esta revolución. Hemos presenciado ese potencial en las protestas que se han sostenido contra la brutalidad y asesinato policial, y otras formas en que grandes cantidades de personas se han plantado a las autoridades establecidas y a las “reglas del juego” políticas. Pero es necesario transformar lo anterior, por medio de lucha, en conciencia, determinación y organización revolucionarias. Es necesario que las fuerzas organizadas y la dirección de esta revolución lleguen a ser la “autoridad” a la que un creciente número de personas recurran y sigan — y no a los mentirosos políticos y medios de comunicación del presente sistema opresor — y no a aquellos que sirven de fachada de los opresores y predican la “conciliación” con el presente sistema — y no a aquellos que hacen que las personas se opongan las unas a las otras cuando lo que es necesario es que se unan por esta revolución. Si bien muchas personas harán cosas positivas al oponerse a los crímenes del presente sistema, es necesario que nosotros tengamos la orientación hacia todo —que evaluemos todos los programas políticos y todas las fuerzas organizadas en la sociedad, toda forma de cultura, valores y maneras de tratar a la gente— según la manera en que están relacionados con la revolución que necesitamos, para poner fin a toda opresión. Es necesario que nos unamos con la gente dondequiera que podamos y que llevemos lucha con la gente cuandoquiera que sea necesario hacerlo, a fin de hacer avanzar la revolución.

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Revolución #553 25 de julio de 2018

En la semana después del asesinato policial de Harith “Snoop” Augustus:

En desafío contra los cerdos policías, y la gente se acerca al Centro de Organización del Club Revolución-Chicago

Del Club Revolución:

| Periódico Revolución | revcom.us

 

El sábado 14 de julio, unos puercos policías de Chicago balearon a otro hermano negro, Harith Augustus, conocido por muchos como “Snoop”. Lo balearon en un vecindario del Barrio Sur de Chicago, a tres cuadras del Centro de Organización del Club Revolución. Harith trabajaba en una peluquería a 3 puertas del Centro de Organización.

Anteriormente ese día, el Club Revolución estaba en esa esquina organizando y reclutando a la gente para la revolución. Cuando el Club se dirigía a otro evento, tuvimos que darse la vuelta para ir a donde las masas ya se habían reunido expresando su ira por el asesinato.

Frente al centro de organización colocamos un caballete con un cartel de CPG (CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución) por un lado y por el otro uno del discurso de Bob Avakian (¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar un Estados Unidos fascista, Un mundo mejor ES posible), así como un cartel que decía: “¡Puercos matan otra vez! ¿Cuántas vidas más va a quitar este sistema? Necesitamos ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!” con fotos de Korryn Gaines y Paul O’Neal, dos jóvenes asesinados por la policía pocos días el uno del otro en 2016. El cartel sobre el papel de la policía (Lo BAsico 1:24) se fijó en una ventana y sobre una mesa estaba un montón de copias del folleto CÓMO PODEMOS GANAR.

Todos estaban hablando del asesinato de Snoop. Unos decían que les acababa de cortar el pelo, que eran sus clientes. Estaban indignados. Los jóvenes que por lo general pasan un rato frente al centro, estaban indignados y hartos de todo y dispuestos a conversar, a pesar de desacuerdos sobre la solución. Uno de los jóvenes varones estaba tan enfurecido que proponía la venganza como solución. Lo retamos con la necesidad de derrocar el sistema, pero él estaba muy furioso como para entrar en un debate ideológico…por el momento. Ese era el estado de ánimo de la gente, ¡una ira visceral!

Al estallar la protesta, la mayoría del Club salió para participar; unos pocos nos quedamos atrás para seguir organizando. Los transeúntes expresaron ira, desesperación, incredulidad, y el sentimiento de que “esto tiene que parar”. Una pareja que vive en el barrio desde hace años pero que no sabía del centro vino a vernos por los letreros que le llamaron la atención. Entraron y hablamos un rato sobre CPG. Las conversaciones con las masas se realizaron por lo general afuera por el calor y porque las personas no querían simplemente sentarse para conversar. El estado de ánimo de las masas era diferente, ya estaban hartas. Las personas estaban entrando y saliendo de la protesta.

A una semana del asesinato policial de Snoop, el 14 de julio, en el barrio sur de Chicago, el Club Revolución ha seguido recorriendo el barrio con la manta grande: “No es posible REFORMAR el sistema, hay que DERROCARLO” y un altoparlante para organizar a la gente para la revolución. Los que por lo general pasan el rato en las calles, y que a veces dicen que primero tienen que preocuparse por ellos mismos, ahora están más dispuestos a hablar acerca de la revolución, aunque solo sean conversaciones breves. Todavía hay mucha indignación por el asesinato. No ha desaparecido el desafío que se expresó en las calles justo después del asesinato policial de Snoop. Unos andaban por las calles con la versión de Public Enemy de la canción, “Fuck tha Police” [Al carajo la policía] saliendo a todo volumen de altoparlantes, otros la tenían puesta en sus carros.

Varias fuerzas han organizado protestas distintas, unas en el barrio, otras afuera del barrio. Una marcha, de unos 200 manifestantes según la prensa, se realizó el jueves frente a la residencia del alcalde Emanuel, exigiendo respuestas por el asesinato de Snoop.

El miércoles se celebró una vigilia para Snoop en frente de la peluquería donde había trabajado. El Club Revolución asistió y presentó un ramo de flores y una tarjeta con Lo BAsico 1:13 en ella. Luego un grupo, enganchado de los brazos, se dirigió al cruce donde balearon a Snoop para protestar.

El día después de la vigilia, Maya del Club Revolución tuvo una audiencia en su caso que resultó de un arresto completamente injusto por haber participado en 11 minutos de silencio en solidaridad con los 11 millones de inmigrantes no documentados (vea un artículo en inglés sobre el caso aquí). El juez amenazó con revocarle la fianza y detenerla, pero debido a la persistencia de los abogados volvió a conceder la fianza.

Ese mismo día, tres personas fueron arrestadas en el cruce cerca de donde los puercos asesinaron a Snoop. Los puercos empezaron a joder con la gente y terminaron agrediendo y golpeando a uno de ellos. Los vecinos se les plantearon frente a los policías, gritándoles en la cara, cosas como: “no vamos a permitir esto otra vez”. Los puercos se subieron a sus furgonetas y se fueron rápido.

El Centro de Organización del Club Revolución sigue atrayendo a gente, unos pasando por el Centro o llamando a miembros del club para averiguar sobre los planes futuros. Jóvenes y adultos han entrado a la oficina para saber la solución al asesinato policial de gente negra, y para entablar conversaciones serias acerca de qué es el problema y qué es la verdadera solución. Tienen que lidiar con el hecho de que sí tenemos un plan y la dirección para una revolución para derrocar el sistema — y tienen que reflexionar sobre lo que van a hacer con su vida.

Hay unos que se están uniendo al movimiento por la revolución de manera más consciente, pero más que eso existe un sentimiento más amplio de que “el barrio está con ustedes”. Obviamente, no es que literalmente cada persona en el barrió está a favor de esto, pero se siente que más personas ven el centro como “su lugar”. Están conociendo a Bob Avakian, el líder de la revolución, a través de cortos de la película de el discurso de BA, ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! y el corto metraje “BA, a través de los años”, y por supuesto, a través de conversaciones sobre el folleto Cómo podemos ganar — Cómo en concreto podemos hacer la revolución. Le invitamos al centro a una de las jóvenes que se había puesto la playera Habla BA, ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! el primer día de las protestas contra el asesinato de Snoop, para ver parte un corto de la película (“El sistema no tiene futuro para la juventud… pero la revolución sí” — en inglés). Tuvo una reacción visceral y emocional al corto. Se desahogó sobre su experiencia de ser femenina, sobre las relaciones familiares abusivas, y la brutalidad policial.

Hay una fuerte presencia de los puercos policías en la comunidad, hostigando a las masas — y al mismo tiempo hay puercos negros que juegan el papel de “Policía Amistoso”. A veces los puercos estacionan sus radiopatrullas frente o cerca del centro, y cuando los miembros salen a organizar, se asoman constantemente las radiopatrullas.

A medida que la gente empiece a explorar la solución de una revolución real y a levantarse la frente, otras personas, y otras fuerzas, no quieren el trastorno de una revolución. Algunas personas han lanzado ataques sin principios de necedades y calumnias contra la revolución. En respuesta a estos ataques y calumnias, el Club emitió “Un mensaje del Club Revolución-Chicago: Se justifica ponerse de pie contra los cerdos policías asesinos — Lo que tenemos que hacer ahora es construir la revolución que necesitamos para poner FIN a esta mierda”. El Club está difundiendo este mensaje y lo está pegando en postes y paradas de autobús. Y se han visto a los puercos quitar y desgarrar enseguida los folletos pegados. Unas personas acudieron al Club para contarnos lo que hacían los puercos y para saber más sobre la revolución.

 


Maya, con el Club Revolución y el equipo legal.


En el Centro de Organización del Club Revolución.

 

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Revolución #553 25 de julio de 2018

En el barrio sur de Chicago: Los puercos policías balacean a otro hombre negro; la gente indignada se toma las calles

“¡Todo el maldito sistema es culpable, carajo!”

| Periódico Revolución | revcom.us

 

La gente se para en el capó de un coche de policía rodeado de otros que protestan contra el asesinato policial.

La tarde del sábado 14 de julio, en el barrio sur de Chicago, los puercos mataron a balazos a otro hombre negro, Harith Augustus de 37 años. Augustus, conocido en el barrio como Snoop, trabajaba en una peluquería cercana y tenía una hija de 5 años.

En un instante, una gran multitud —de unas 100 personas y creciendo— se reunió indignada ante este acto criminal de los puercos de Chicago. Estaban presentes todo tipo de personas del barrio, de jóvenes a mayores. Este fue el más reciente de una serie de asesinatos policiales, la tercera vez en solo las dos últimas semanas que han balaceado a alguien. Inmediatamente, la policía movilizó una gran fuerza para tratar de intimidar y aplastar a la protesta — un periodista dijo que estaban unas 100 policías.

El Club Revolución de Chicago estaba en medio de la protesta casi desde el principio. Su centro de organización no está muy lejos de dónde mataron a Snoop, y esa misma tarde los miembros del Club habían estado en el barrio llevando la revolución a la gente. Unos miembros del Club dijeron a revcom.us que entre la gente en la calle había un sentimiento generalizado de “basta ya” y de “al carajo con todo esto”, con los repetidos asesinatos policiales y el constante terror policial. Una señora mayor dijo que siempre pasa preocupada por su hijo y su nieto, ¿se volverán a casa vivos hoy? “No les importa nuestra juventud”, dijo. “Nuestra juventud se merece poder crecer”.

Ante la indignación popular, la policía se portó como era de esperar de puercos — atacaron a la multitud una y otra vez, tratando que hacerle retroceder y dispersarse. Atacaron a los manifestantes que se había reunido en un estacionamiento, golpeándolos, tirándolos al suelo y repartiendo porrazos. Arrestaron a por lo menos cuatro manifestantes. Muchos grabaron la embestida policial y la dieron a conocer por Tweeter, diciendo cosas así: “Los policías del DPC [Departamento de Policía de Chicago] embistieron su propia barricada y atacaron a una manifestación pacífica en la calle 71 con Chappell donde el DPC había matado a alguien más temprano hoy”. Una mujer dijo que los policías atacaron a unas personas que trataban de irse corriendo. Un reportero del Chicago Sun-Times tuiteó: “Llevo mi identificación de la prensa y me identifiqué como reportero, pero fui tirado al suelo por dos policías que golpearon mi celular haciéndolo caer de mi mano”. La gente gritaba: “¡Asesinos! ¡Asesinos!”. Y coreaban: “¡Todo el maldito sistema es culpable, carajo!”.

Unos miembros del Club Revolución dijeron a revcom.us: “La gente no dio paso atrás — se reagruparon y regresaron. Estaban claros: ‘No, esto no vamos a tolerar’”. Unos manifestantes celebraron en desafío bailando sobre la capota de una patrulla policial. La multitud se enfrentó a la policía por unas 5 horas, hasta que a las 11:30 pm marcharon a la delegación policial del Distrito 3. Al día siguiente, el domingo, hubo otra manifestación en las calles.

En medio de todo eso, el Club Revolución se unió a la protesta justa, e hizo agitación y organizó para una revolución real. Unas 10 o más personas consiguieron y se pusieron la playera ¡Revolución, y Nada Menos! durante la protesta. El folleto CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución llegó a muchas manos. El Club expuso cómo es que la persecución genocida, la encarcelación en masa, la brutalidad y asesinato policial de negros, latinos y otros de color —así como otros crímenes de los gobernantes— nacen de este sistema de capitalismo-imperialismo, y planteó la necesidad de que la gente se uniera a la revolución que se dirige a derrocar realmente ese sistema.

Revcom estará pendiente de esta situación — manténganse atentos.

 

La gente en el  barrio sur de Chicago se enfrenta a la policía en protesta por otro asesinato policial.

De CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución

Aquellos que sufren lo peor de la vida infernal bajo el presente sistema, y aquellos que están hartos de los interminables ultrajes perpetrados por el presente sistema, tienen que conectarse con esta revolución. Es necesario que se organicen miles de personas en las filas de la revolución ahora, a la vez que se ejerza una influencia sobre millones de personas para que apoyen a esta revolución. Hemos presenciado ese potencial en las protestas que se han sostenido contra la brutalidad y asesinato policial, y otras formas en que grandes cantidades de personas se han plantado a las autoridades establecidas y a las “reglas del juego” políticas. Pero es necesario transformar lo anterior, por medio de lucha, en conciencia, determinación y organización revolucionarias. Es necesario que las fuerzas organizadas y la dirección de esta revolución lleguen a ser la “autoridad” a la que un creciente número de personas recurran y sigan — y no a los mentirosos políticos y medios de comunicación del presente sistema opresor — y no a aquellos que sirven de fachada de los opresores y predican la “conciliación” con el presente sistema — y no a aquellos que hacen que las personas se opongan las unas a las otras cuando lo que es necesario es que se unan por esta revolución. Si bien muchas personas harán cosas positivas al oponerse a los crímenes del presente sistema, es necesario que nosotros tengamos la orientación hacia todo —que evaluemos todos los programas políticos y todas las fuerzas organizadas en la sociedad, toda forma de cultura, valores y maneras de tratar a la gente— según la manera en que están relacionados con la revolución que necesitamos, para poner fin a toda opresión. Es necesario que nos unamos con la gente dondequiera que podamos y que llevemos lucha con la gente cuandoquiera que sea necesario hacerlo, a fin de hacer avanzar la revolución.

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Un mensaje del Club Revolución-Chicago

Se justifica ponerse de pie contra los cerdos policías asesinos — Lo que tenemos que hacer ahora es construir la revolución que necesitamos para poner FIN a esta mierda

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Era muy justo hacer frente a los cerdos policías que asesinaron a Harith “Snoop” Augustus, denunciar a estos cerdos asesinos, y exigir justicia para Snoop. Cuando la policía comenzó a dar porrazos, golpeando y brutalizando a la gente, nuevamente fue muy justo que la gente se defendiera y se negara a echarse atrás ante la violencia policial.

Necesitamos más de esto, más de ponerse de pie y enviar un mensaje de que no vamos a aceptar que brutalicen y asesinen a la gente. Y tenemos que luchar contra TODOS los crímenes que este sistema comete aquí y en todo el mundo. Pero si nuestra resistencia solamente se convierte en una lucha para intentar REFORMAR este sistema podrido, nuestros nietos se encontrarán combatiendo contra la misma mierda.

Tenemos que PONERLE FIN a esto.

Este problema no puede resolverse trabajando dentro de este sistema. Reflexione sobre ello — ¿trabajar dentro del sistema que es la fuente de su opresión? No. Este problema solo se puede resolver derrocando este sistema capitalista-imperialista racista, y reemplazándolo con un sistema completamente nuevo, una nueva república socialista.

Tenemos la estrategia, la dirección de Bob Avakian, y la ciencia y la organización para hacer precisamente eso.

Cuando nos ponemos de pie y luchamos, tiene que ser parte de la manera en que las personas comienzan a despertarse y organizarse para la revolución que realmente necesitamos para PONERLE FIN a esta mierda. Tiene que ser parte de la manera en que aplicamos la estrategia para la revolución, haciendo lo que tenemos que hacer ahora para hacer los preparativos para la revolución.

Algunos están empezando a explorar la verdadera solución mientras levantan la frente y se ponen de pie. Esto es muy importante. Y otras personas, y fuerzas sociales, se asustan porque no quieren que se hagan demasiadas olas. A algunos no les gustan las injusticias, pero creen que pueden crear un espacio para ellos dentro de este sistema. No quieren el tumulto de una revolución. Así que intentan reformarlo: hacer que la policía sea un poco más amable, que te digan “discúlpeme” antes de disparar.

Pero para aquellos que atacan y calumnian la revolución, inventando todo tipo de vil tonterías y negándose a abordar los problemas, una pregunta: ¿Toma posición con la reforma o con la revolución?

Deberíamos unirnos a la gente cuando quieren luchar contra el enemigo, pero no se les puede permitir hacer ataques de mierda y sin principios contra la revolución. Cuando usted se encuentra con eso, denuncie esa mierda, dígales que paren porque están atacando lo que las masas más necesitan.

Como dice en la estrategia para la revolución, CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución: “Si bien muchas personas harán cosas positivas al oponerse a los crímenes del presente sistema, es necesario que nosotros tengamos la orientación hacia todo —que evaluemos todos los programas políticos y todas las fuerzas organizadas en la sociedad, toda forma de cultura, valores y maneras de tratar a la gente— según la manera en que están relacionados con la revolución que necesitamos, para poner fin a toda opresión. Es necesario que nos unamos con la gente dondequiera que podamos y que llevemos lucha con la gente cuandoquiera que sea necesario hacerlo, a fin de hacer avanzar la revolución”.

En cuanto a la policía y los que trabajan con la policía y por ella —abierta o secretamente— calumniando y atacando la revolución, lo que tenemos que decirles es: ¡VETE A LA MIERDA¡

A todos los que quieran ver el fin de este sistema: Difundan esta declaración a todas partes, pónganla y repártanla, y acudan al Centro de Organización del Club Revolución para hablar en serio sobre CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución.

 


Las playeras dicen, y llevan en el reverso en español: "Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! revcom.us"

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Revolución #553 25 de julio de 2018

16 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Un país gobernado por supremacistas blancos, ¿desde cuándo es eso aceptable?

Bob Avakian

 

15 de junio de 2019: A la luz de los comentarios racistas de Donald Trump el domingo 14 de julio sobre las congresistas demócratas Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib, Ilhan Omar y Ayanna Pressley, estamos reimprimiendo el siguiente artículo de Bob Avakian, originalmente escrito en 2017 pero que es al menos tan oportuno hoy... y ciertamente igual de urgente

 

Jemele Hill, una comentarista de la ESPN, tuiteó que Donald Trump es un supremacista blanco, con lo que la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, pidió que Hill fuera despedida. (Ella no ha sido despedida, pero tuvo que emitir una disculpa, diciendo que no debería haber implicado a la ESPN en sus comentarios). Y luego Ta-Nehisi Coates hace un amplio y convincente argumento, en el actual número de la revista Atlantic, de que la ideología que define a Trump es la supremacía blanca. Aquí hay que decir firmemente:

¿Qué significa, y qué se requiere que la gente haga, si un supremacista blanco abierto está en funciones en la Casa Blanca, si esta administración (régimen) en su conjunto se basa en la supremacía blanca, si son acertados no sólo los comentarios de Jemele Hill sino el argumento de Ta-Nehisi Coates en su artículo de Atlantic — algo que sí es cierto? ¿Es esto algo que la gente simplemente tiene que aceptar — que los supremacistas blancos abiertos ahora gobiernan a Estados Unidos? ¿Es algo que se puede, o se debe, esperar hasta algunas futuras elecciones (2018 ó 2020) a ver si “se resuelve”? ¡¿Y quién hará que esto “se resuelva” de una manera positiva, si su norma moral y política es que esto está bien, o es algo que la gente simplemente tiene que aceptar, que ahora los supremacistas blancos están gobernando abiertamente a Estados Unidos?!

 

 

 

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Bob Avakian sobre la agenda de la derecha:

La verdad sobre la conspiración derechista... y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta

Bob Avakian

12 de noviembre de 2016 | Originalmente publicado el 17 de octubre de 2004 | Periódico Revolución | revcom.us

 

NOTA DE LA REDACCIÓN (actualizado el 8 de marzo de 2017): Dos artículos de Bob Avakian revelan muchísimo acerca de la actual coyuntura política: sus raíces, sus dinámicas y cómo responderle. Se publicó en 1998 “La verdad sobre la conspiración derechista... Y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta”, sobre el juicio político contra Bill Clinton. Se publicó en 2005 “Los fascistas y la destrucción de la ‘República de Weimar’... y qué la va a reemplazar”, poco después de la reelección de George W. Bush.

Cabe señalar que Mike Pence, el vicepresidente de Trump, es la misma clase de fascista lunático si bien "legítimo", y mortalmente serio, que Pat Robertson, cuyo punto de vista y objetivos los analiza Bob Avakian en "La verdad sobre la conspiración derechista...". Por otro lado, de hecho Pence es aún más peligroso en vista de que lo han "legitimado" como el vicepresidente.

Recomendamos fuertemente que nuestros lectores los estudien, distribuyan y discutan. Cabe decir que no ha habido nada parecido a este análisis y su carácter penetrante y previsor (además, Bob Avakian, para hacer este análisis, se basa en una amplia gama de fuentes).

Originalmente, se publicó de manera anónima el artículo “La verdad sobre la conspiración derechista... Y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta”, por lo que se refiere al autor, Bob Avakian, en la tercera persona; además, cabe señalar que se publicó durante la presidencia de Bill Clinton, por lo que, a menos que se indique al contrario, cuando se refiere a “Clinton”, se trata de una referencia a Bill Clinton, y no a Hillary Clinton.

La conspiración derechista es una realidad. La derecha cristiana y sus aliados están llevando a cabo una campaña coordinada para joder y echar a Clinton. Pero lo esencial y más importante es que poderosas fuerzas de esta sociedad están tratando de imponer a la brava un programa político y social reaccionario y represivo. A pesar de que critican al “gran gobierno”, en realidad quieren meter al gobierno en nuestra vida diaria y darle a la policía carta blanca para pisotear presuntos derechos y protecciones constitucionales. La pantalla de todo esto es una cruzada de alto nivel a favor de los valores tradicionales y la rectitud moral de la religión de antaño.

Aunque Clinton ha sido el blanco de los derechistas más abiertos y clamorosos (especialmente la “derecha religiosa”), su gobierno ha implantado muchos aspectos de ese mismo programa y repetido sus explicaciones “morales-religiosas”. Cuando Clinton y los demócratas han tenido desacuerdos y conflictos con la derecha, han cedido ante sus presiones y le han permitido llevar la voz cantante.

Esto no se debe a las “realidades de la política electoral”, como tanto se oye, ni solo al hecho de que los politiqueros deben obedecer poderosos intereses financieros. Al nivel más fundamental, se debe a que los que están en posiciones de poder tienen que ponerse al servicio del sistema económico y social (del que ese poder político es un brazo). En la situación y el “ambiente global” actuales, los requisitos económicos y sociales del sistema capitalista dictan que los señores del capital sean libres de cumplir su primer mandamiento, “adorarás al dios ganancia sobre todas las cosas”, es decir, dominar y explotar, de una manera más desenfrenada y más “móvil” por todo el planeta. También dictan que, en la sociedad estadounidense, se recorten los principales programas sociales, se fortalezca el aparato estatal represivo y se cree una atmósfera social opresiva. Dictan lo que el grupo ¡Rehusar & Resistir! llama la política de la crueldad, o sea, una política de pobreza, castigo y patriarcado.

Todo el aparato político burgués está de acuerdo en eso, aunque a veces tienen desacuerdos y conflictos sobre los términos, el ritmo y las medidas específicas para imponerlo en un momento dado.

Se puede forjar una oposición muy fuerte a esa política... pero únicamente si no nos dejamos limitar por el marco político impuesto por el sistema, en que todos sus representantes piensan y actúan. Se puede si, en vez de atenernos a Clinton y los demócratas, nos apoyamos en la enorme cantidad de personas a quienes les conviene oponerse a todo ese programa, y quienes están empezando a darse cuenta de que tienen que hacerlo, aunque todavía no de una forma definida ni materializada.

Una presidencia bajo fuego desde el principio

Al estallar el “escándalo de Monica Lewinsky”, Hillary Clinton se lanzó a la contraofensiva, declarando a la prensa que detrás de los ataques a su esposo existía “una vasta conspiración de derecha” y que, de hecho, lo tenían en la mira desde el principio. Dicha teoría de una conspiración de derecha ha recibido muchas burlas, sobre todo, como era de esperarse, de los que ella acusó de conspiradores. A medida que se desenvolvían el “escándalo Lewinsky” y la “crisis de la presidencia”, resonaba un coro de sectores poderosos: que Clinton y compañía dejen de lanzar acusaciones; más vale que pida perdón. A la pregunta: ¿existe tal conspiración?, hay que responder: ¡No cabe la menor duda! Sin embargo, ese hecho no borra la necesidad de analizar a fondo las fuerzas políticas que están en contienda en la actual “crisis de la presidencia” ni los intereses fundamentales del pueblo en todo eso.

Para comenzar, vale la pena recordar los comentarios de Jesse Helms, “ilustre” senador de Carolina del Norte (patriarca de linchamientos racistas), poco después de la toma de posesión de Clinton. Helms dejó en claro que Clinton no merecía ser jefe supremo de las fuerzas armadas y le advirtió que era tan despreciado en las bases militares del estado que: “Si nos hace una visita, debe cuidarse. Más vale que traiga guardaespaldas”. Fue un comentario insólito; sin embargo, la prensa grande y la estructura de poder lo tomaron como algo perfectamente normal, lo cual es muy ilustrativo; ni siquiera criticaron a Helms (si un “ciudadano común y corriente” hace tal declaración, ahí mismo le caerían encima por amenazar al presidente) ni perdió poder ni “prestigio”; todo lo contrario.

Desde el principio, fuerzas poderosas allegadas al Partido Republicano han desatado una intensa y encarnizada oposición a su presidencia; están dispuestas a empañar “la dignidad de la presidencia” para atacarlo, a un grado sin precedentes en la historia contemporánea del país. (Ni siquiera en la crisis que tumbó a Richard Nixon se vio tanto desdén del mundo político oficial al presidente y tanto gusto en arrastrarlo por el lodo, con lo que enlodan la presidencia también). Desde el principio de su gobierno, la postura de dichas fuerzas es que Clinton no es apto para ser presidente y que su presidencia es “ilegítima”. Su intención siempre ha sido “darle duro” —desprestigiarlo ante la opinión pública y en el seno de la clase dominante— con el propósito de restarle influencia e iniciativa política y, de ser posible, correrlo.

Durante varios años, sobre todo este año, la investigación de Starr ha sido el arma principal de esas fuerzas, y ha precipitado la actual crisis y la posibilidad de destitución (o renuncia) de Clinton. Además de las relaciones obvias y documentadas entre varias fuerzas “conservadoras” (o “ultraconservadoras”) que abogan por la destitución de Clinton, se ha comprobado que Starr tiene vínculos estrechos con ellas; por ejemplo, con Jesse Helms (y su colega Lauch Faircloth); con los allegados a Linda Tripp y su agente Lucianne Goldberg; y también con los protagonistas de la demanda de Paula Jones. (El artículo de Andrew Sullivan publicado en la Revista del New York Times, abajo citado, describe los vínculos entre varios “conservadores” que han atacado a Clinton. Asimismo, “The Young Person’s Guide to Vast Right-Wing Conspiracy” —Guía para los jóvenes acerca de la vasta conspiración de derecha— que salió en Lumpen Times, una publicación anarquista de Chicago, aborda el tema).

Si bien el informe Starr tiene argumentos jurídicos contra Clinton, está claro que su propósito principal fue ponerlo en ridículo, política y personalmente. Los defensores de Clinton (y no solo ellos) han señalado que el propósito del informe —y su divulgación instantánea a través de los medios— con todo y pormenores “sensacionales y lascivos” fue desprestigiar (o manchar) a Clinton para que no pudiera seguir como presidente. (¿Cómo es que los enemigos de Clinton pudieron hacer eso? ¿Cómo pudieron llegar tan lejos? Eso va mucho más allá del simple hecho de que los republicanos son mayoría en el Congreso; volveremos al tema más adelante).

¿Qué busca la derecha?

En cierto sentido, lanzar esos ataques bajos contra Clinton podría parecer raro, inclusive descabellado. Como señala el artículo de Andrew Sullivan en la Revista del New York Times: “Bill Clinton, muy probablemente el demócrata más conservador desde el presidente Harry Truman, se convierte para sus enemigos conservadores en la máxima expresión del liberalismo de los años 60. No les importa que haya resuelto el problema del déficit presupuestal, que haya aprobado la reforma al welfare y eliminado muchas libertades civiles en la guerra contra el terrorismo, que esté a favor de la pena de muerte, ni que aprobara una ley en defensa del matrimonio tradicional”. (“The Scolds”, Revista del New York Times del 11 de octubre de 1998. En cuanto a la postura del autor, dice sin pelos en la lengua: “Mi opinión sigue siendo que [Clinton] debe renunciar”; además, alaba a Ronald Reagan y contrasta su conservadurismo “bueno” con el conservadurismo “malo” de los enemigos de Clinton).

Además de esos “logros” citados por Sullivan, hay que añadir otros a la presidencia de Clinton: la escalada de la guerra contra los inmigrantes y la mayor militarización de la frontera con México; el desmantelamiento en marcha de la vivienda pública; una política “contra el crimen” muy agresiva, que implica brutalidad y asesinato policiales y la criminalización de una generación de chavos negros (y cada vez más chavas), así como latinos y otras nacionalidades en los barrios pobres. Sullivan explica que Clinton “es un presidente cuya política económica complace a los corredores de bolsa; bombardea a Sudán y Afganistán sin advertencia alguna [y, cabe señalar, combina ‘sanciones comerciales’ con ataques militares a Irak (y la amenaza de más agresión), con la consecuencia de miles y miles de muertes, sobre todo de niños, cada año], y declara que la época de la burocracia y el gran gobierno se acabó”. Sin embargo, como dice Sullivan: para sus enemigos “conservadores”, Clinton es “simplemente una pantalla del radicalismo liberal”. Hay que preguntar: ¿por qué? ¿Cuál es la neta? ¿Qué busca la derecha?

Para adentrarnos en esto, volvamos al ataque de Jesse Helms contra Clinton al principio de su presidencia. Eso sucedió cuando Clinton anunció su propuesta de permitir gays abiertamente en las fuerzas armadas por primera vez (aunque Clinton se echó para atrás a toda carrera y adoptó la actual norma de “no preguntar/no decir”). Además, Clinton nombró a muchos negros, “minorías” y mujeres a puestos del gobierno; la poetisa negra Maya Angelou fue invitada de honor a la toma de posesión; nombró a un gay de embajador y a una cantidad nunca vista de gays a puestos en la Casa Blanca; a diferencia de los dos presidentes anteriores, se opuso a las iniciativas para prohibir el aborto, aunque cedió política y moralmente ante los que quieren que el aborto sea considerado un pecado y un delito (más adelante volveremos al tema). Del mismo modo, aunque en la campaña electoral de 1992 apoyó el genocidio contra el pueblo de Irak por la administración de Bush, no repudió su propia oposición a la guerra de Vietnam y se ha identificado con expresiones culturales que se consideran parte del legado de los años 60 (lo que se vio en la ceremonia de toma de posesión y, con mucho simbolismo, cuando tocó el saxofón en el programa de televisión de Arsenio Hall durante la campaña).

Por eso, Clinton es un símbolo y un blanco de los políticos que declaran que la “moral tradicional” del patriarcado y el patriotismo ciego —encarnada en el cristianismo fundamentalista— es la piedra angular que mantendrá la estabilidad y cohesión de la sociedad capitalista y la dominación del imperio yanqui. Para ellos, América hoy —no solo el gobierno sino la sociedad en general— está en declive cultural y moral. Es más, corre el peligro de desintegración y destrucción. Robert Bork resume todo eso en el título de su nuevo libro: Desliz hacia Gomorra.

Andrew Sullivan dice que el punto de vista de Bork —cuyo nombramiento a la Suprema Corte suscitó un debate tan fuerte en el Congreso que terminaron por rechazarlo— ha evolucionado: de ser “profeta de la moderación jurídica” ha llegado a tal punto que “La única esperanza que Bork ofrece es que surja un conservadurismo religioso vigoroso, optimista y experimentado políticamente”. Bork, y otros de la misma laya, son como profetas del Antiguo Testamento que advierten a la nación favorecida de dios que está encendiendo su ira y se acerca un tremendo cataclismo por sus pecados. Sostienen que se necesita un “renacimiento moral” —guiado por una interpretación textual y absolutista de la Biblia, y una política regida por tales “verdades”— para contrarrestar el declive, salvar a América del infierno y proteger su posición de potencia superior del mundo.

Esa gente va muy en serio y es muy poderosa. Durante la actual “crisis de la presidencia”, han llevado la batuta entre los conservadores y el Partido Republicano, que es el partido oficial de dicha tendencia. Como explica Andrew Sullivan: “Los conservadores que todavía abogan por reducir la burocracia y los impuestos [conservadores fiscales] han tenido que unirse al coro de reavivar la moral para ganar a sus colegas [conservadores morales]”. Aunque la tendencia del momento es decir que a lo mejor eso ha cambiado —que tras los comicios, el “conservadurismo fiscal” ha triunfado sobre el conservadurismo social y la “moralidad”— un análisis cabal, más allá de las interpretaciones pragmáticas de los sucesos, demuestra que los defensores del “renacimiento moral” han avanzado mucho durante los últimos 20 años; que en gran medida lograron moldear la “crisis presidencial”; y que siguen siendo una fuerza formidable, bien conectada y con una sólida base financiera.

Contradicciones más profundas y decisivas

¿A qué se debe la mayor influencia e iniciativa de esas fuerzas —y el conservadurismo en general— en las estructuras e instituciones de la política oficial? Bob Avakian, el presidente de nuestro partido, abordó el tema recientemente en un ensayo sobre la moral:1

“No extraña entonces que ante cambios que tienden a minar o trastornar el sistema (por no decir nada de desafíos directos), la clase dominante se aferre más a la autoridad de la ‘moral tradicional’, a la vez que afila y esgrime con más agresividad su espada represiva. Por eso es que no solo William Bennett y otros ‘conservadores’ libran una cruzada sagrada a favor de ‘la familia’ y los ‘valores familiares’: a ellos se unen en coro los demócratas y ‘liberales’ de la clase dominante.

“Sin embargo, la verdad es que en esta cruzada y en general, hoy por hoy, los ‘conservadores’, y no los ‘liberales’, tienen la iniciativa. ¿Por qué? Hay varias razones fundamentales: importantes cambios geopolíticos, en particular la desintegración del bloque soviético y la Unión Soviética; cambios en la economía mundial (como la mayor internacionalización de la producción y de la especulación y otras actividades parasíticas del capital) ligados a cambios en la economía estadounidense, como reajustes en la composición de la fuerza de trabajo, con menos trabajos manuales; y una enorme deuda asociada con los gastos militares sin precedente de la década pasada (el costo de ‘ganar la guerra fría’).

“Hay que ver la decadencia del liberalismo en ese amplio contexto. Por un lado, cambios económicos y sociales (como la contracción de la industria y el descenso de los sindicatos, el crecimiento de los suburbios y la fracturación de las viejas coaliciones políticas urbanas) han debilitado los tradicionales pilares sociales del pacto liberal conocido como el Nuevo Trato (New Deal). Por otro lado, intensas presiones económicas mundiales e inminentes crisis presupuestarias están causando una drástica restructuración de los gastos gubernamentales y los programas sociales, tras años de restructuración en el sector privado. Esta es una época de un capitalismo de menos concesiones, más golpes y más movilidad. Necesita abaratar la producción, rebajar los salarios y beneficios, y crear una fuerza de trabajo más flexible y ‘desechable’. Necesita recortar los programas sociales del Nuevo Trato y de la Gran Sociedad, que hoy, dicen, son una carga ‘improductiva’. (¿No fue el demócrata Clinton quien sacó la frase: ‘Eliminar el welfare tal como ha sido’?) Esos y otros factores relacionados han minado el terreno del Nuevo Trato y los programas de concesiones (la ‘guerra contra la pobreza’, etc.), que han sido la base de las administraciones demócratas de la sociedad capitalista en Estados Unidos.

“A la vez, muchos de esos mismos factores, junto con la lucha que ha librado el movimiento de la mujer, han llevado a una situación en la que gran cantidad de mujeres no solo tienen la necesidad sino la posibilidad de trabajar fuera de la casa. A todo eso le ha acompañado una gran cantidad de trastorno y conmoción; y una de sus más importantes consecuencias es una erosión significativa, desde muchos ángulos y entre diversos sectores de la población, de la base de la familia tradicional patriarcal y los ‘valores familiares tradicionales’ con ella asociados. Sin embargo, todos esos cambios se están dando dentro de los límites del mismo sistema, sobre las bases de relaciones económicas capitalistas.

“Esa contradicción podría ser muy explosiva, y en muchos aspectos ya está estallando....

“Una expresión concentrada de eso es la polarización y dura lucha en torno al derecho al aborto. Es claro que la esencia del ‘movimiento’ contra el aborto —que desde el inicio ha sido manejado desde ‘arriba’ (y me refiero a individuos de la clase dominante y no a la inspiración de dios que le imputan)— ha sido reforzar el control patriarcal de la mujer y el papel de la mujer como incubadora” (de Predicando desde un púlpito de huesos, o necesitamos moral, pero no la moral tradicional).

Con la presidencia de Clinton se buscaba manejar dichas agudas y explosivas contradicciones ofreciendo cierto “espacio político” a la “diversidad” y al “multiculturalismo”, a la vez que se fortalecían las relaciones de supremacía blanca y el machismo, que son imprescindibles en la estructura del capitalismo-imperialismo estadounidense. Por eso, Clinton ha planteado una versión menos absolutista de los “valores tradicionales” y la “tradición judeocristiana” que ha servido para justificar y reforzar las relaciones de explotación y opresión en que se cimienta el sistema.

Sin embargo, para sus contrincantes conservadores, sobre todo los fundamentalistas, tal programa no conviene. Opinan que minará los cimientos tradicionales del sistema, tanto de la base económica como de la superestructura política, cultural e ideológica; que llevará al deterioro del “consenso” social y de la “cohesión” social que prestan legitimidad al sistema y son necesarios para mantenerlo. Efectivamente, a raíz de los movimientos de los 60, amplios sectores del pueblo se sienten comprometidos con la justicia e igualdad social y no aceptan que Estados Unidos tenga el presunto deber moral ni el derecho de cabalgar sobre los demás e imponer un orden mundial. Por otra parte, la “recuperación” de la economía durante la administración Clinton —y la producción altamente “globalizada” y “flexible” que la caracteriza— ha coadyuvado al “deterioro de la familia tradicional”. Asimismo, ha fomentado una cosmovisión de “gozar la vida”, particularmente (pero no exclusivamente) de los profesionales acomodados, lo que conlleva el deterioro de ciertos “valores tradicionales”, tales como el patriotismo y la voluntad de sacrificarse por los “intereses nacionales” proclamados por la política oficial.

Lo que Marx escribió hace 150 años en el Manifiesto Comunista acerca de las relaciones de producción burguesas desenfrenadas viene muy al grano, sobre todo en lo que se refiere a ciertos sectores de la población estadounidense en el mundo del capitalismo “post-guerra fría”. El siguiente pasaje del Manifiesto es muy contundente: “Dondequiera que ha conquistado el poder, la burguesía... ha desgarrado sin piedad [las relaciones feudales] para no dejar subsistir otro vínculo entre los hombres que el frío interés, el cruel ‘pago al contado’. Ha ahogado el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués en las aguas heladas del cálculo egoísta. Ha hecho de la dignidad personal un simple valor de cambio... En una palabra, en lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas, ha establecido una explotación abierta, descarada, directa y brutal”. Aquí se encierra una gran ironía: el “triunfo” y el “triunfalismo” del capitalismo hoy por hoy han producido ciertos efectos y sentimientos que tienden a socavar la voluntad de sacrificarse por “dios y la patria”, es decir, por los intereses y exigencias del imperio yanqui, dentro del país y a nivel internacional. Por eso, los “conservadores”, principalmente la derecha cristiana, buscan reavivar e imponer precisamente “el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués”; es decir, resucitar una situación en la cual impere una explotación mundial más brutal que nunca, pero “velada por ilusiones religiosas y políticas”.

Al respecto, cabe señalar un artículo sumamente interesante que invita a la reflexión: “The Erosion of American National Interests” (Erosión de los intereses nacionales de Estados Unidos) de la revista Foreign Affairs (septiembre/octubre de 1997). El autor, Samuel P. Huntington, un “conservador”, critica a Clinton por fomentar el “multiculturalismo” y la “diversidad”. Advierte que las “tendencias hacia la desintegración” desatadas por el fin de la guerra fría (en particular la “pérdida” de la Unión Soviética como enemigo formidable y rival poderoso en la contienda por la dominación mundial), agravadas por el multiculturalismo y la situación de las etnias a nivel interno, podrían minar la unidad en torno a los “intereses nacionales”, así como la necesaria proyección del poderío imperial yanqui a otros países. Hasta plantea que: “De triunfar el multiculturalismo y de desintegrarse el consenso de la democracia liberal, Estados Unidos podría acabar en el basurero de la historia al lado de la Unión Soviética”. La presidencia de Clinton ha contribuido a tal eventualidad, según el autor, dado que “cabe muy poca duda de que es el primer presidente que fomenta diversidad, en lugar de la unidad del país”.

Andrew Sullivan señala que según Robert Bork y otros “conservadores” de la misma laya, para unificar la sociedad y prevenir su desintegración o destrucción se necesita “un renacimiento del fundamentalismo religioso o una gran depresión que haga reflexionar sobriamente”. (Al parecer, a Bork le agradan ambas posibilidades). Asimismo, dice que otro escritor “conservador” importante, David Frum, aboga por disminuir la influencia del gobierno, “no con la finalidad de expandir la libertad personal sino para minar la seguridad económica de la clase media a tal grado que no tenga más remedio que volver a la moralidad de los años 50”.

Un fascismo descabellado pero “legítimo” y muy peligroso

Es obvio que las posiciones políticas e ideológicas de esos sujetos son reaccionarias; hasta expresan ideas y posturas que podrían clasificarse como demencia, según criterios modernos de racionalidad. (Véase, por ejemplo, cualquier escrito de Pat Robertson). En su libro Answers to 200 of Life’s Most Probing Questions (Respuestas a 200 de los interrogantes más difíciles de la vida), Robertson afirma que Satanás tiene la culpa por la mayor parte del dolor del mundo y que la mayoría de las enfermedades son consecuencia del pecado. Sostiene que Carlos Marx fue un “sacerdote satánico” poseído por “demonios”. Asimismo, escribe: “Es posible que un príncipe demoníaco esté al mando de Nueva York, Detroit, St. Louis o cualquier ciudad”. Dice que “adivinos, espiritistas, brujas, hechiceros”, al igual que los “satanistas”, son “controlados por Satanás”; que las sesiones y tablas de espiritismo, así como la meditación transcendental (y decir los “nombres de dioses hindúes”) y hasta el juego de “Mazmorras y Dragones” son “potenciales fuentes de posesión demoníaca”. Robertson menciona que en un viaje a Seattle-Tacoma “caí en una terrible depresión” y “me di cuenta de que fue un ataque demoníaco”; cuenta que logró superar el ataque declarando: “Satanás, en nombre de Jesús, apártate de mí”. Aunque parezca contradictorio, Robertson dice: “Al examinar los libros sagrados de otras religiones, uno encuentra fantasías y extraños sucesos sobrenaturales que la gente razonable no puede aceptar. En cambio, la Biblia es fiel a la historia”. Para colmo, ataca el hecho científico bien comprobado de la evolución, que hasta el papa ha tenido que aceptar, aunque siempre trata de “conciliarla” con las “verdades de la Biblia”.

Sin embargo, Pat Robertson y otros personajes con la misma cosmovisión y programa no están marginados de la vida social y política del país, ni mucho menos: son participantes legítimos del proceso político y serios rivales en la contienda para dominar la estructura de poder y dirigir la sociedad. El propio Robertson se postuló a candidato presidencial del Partido Republicano en 1988.

¿Qué conclusiones se pueden sacar acerca de la influencia creciente de fuerzas como Robertson? Cuando menos habría que decir que indica que los meros meros del mundo financiero y del poder no tienen en este momento un consenso bien definido y de buena aceptación acerca de las formas y medios específicos de control que emplearán en este período, un período que nuestro partido ha caracterizado como “de transición con potencial para grandes trastornos”. Sin embargo, existe un consenso bastante amplio en el seno de la clase dominante de que el programa social y político de los reaccionarios fundamentalistas es un elemento importante de la “mezcla política” del momento. Además de las propias fuerzas fundamentalistas, hay otras agrupaciones poderosas que opinan que podría surgir una situación que dictaría poner en práctica el programa fundamentalista a una escala mucho mayor.

Además, cabe señalar que desde hace cierto tiempo se ha cultivado una situación en las fuerzas armadas en la cual la política de los reaccionarios fundamentalistas ocupa una posición importante, particularmente en el alto mando. En su libro Making the Corps (que, como indica el título, se enfoca en la Infantería de Marina, además de abordar otras ramas castrenses) el autor, Thomas E. Ricks, comenta: “Al parecer las fuerzas armadas están optando por un conservadurismo partidista”. A manera de ejemplo, cita a varios militares y las siguientes frases de una condena típica de “radicales culturales, individuos que odian nuestra cultura judeocristiana... [cuyo] proyecto se está plasmando paulatinamente en una nueva ideología conocida como ‘multiculturalismo’ o ‘ser políticamente correcto’; fundamentalmente, es la traducción del marxismo de la economía a la esfera social y cultural”. Ricks señala que ese comentario “suena como un discurso derechista típico de los 90”, tal como lo plantearía Robertson o Pat Buchanan, pero lo llamativo es que los autores son dos reservistas de la Infantería de Marina y William S. Lind, “un analista militar quien ha influido en el desarrollo de la doctrina castrense de la Infantería de Marina”; además, su “asombrosa conclusión” (palabras de Ricks) es que “es probable que la próxima guerra que combatamos sea aquí mismo en Estados Unidos”.

También hay que reconocer que el proyecto general represivo social y político de dichas fuerzas encierra un elemento abiertamente genocida en lo que se refiere a las masas de los ghettos, a pesar de sus esfuerzos por “limpiar su imagen”. Han “pedido disculpas” por acciones racistas cometidas a lo largo de muchos años y han declarado su oposición a la opresión racista del pasado; por ejemplo, Jerry Falwell dijo que su reacia oposición al movimiento de Derechos Civiles durante los años 50 y 60 estuvo mal. Pero plantean muy agresivamente un programa sumamente opresivo y, valga la redundancia, que tiene implicaciones genocidas. Eso se demuestra claramente, por ejemplo, cuando Pat Robertson aborda el tema de crimen y castigo, particularmente la cuestión de la pena de muerte, en su libro Answers to 200 of Life’s Most Probing Questions. En una parte del libro titulado (significativamente) “Cristianos y el gobierno”, Robertson propone que se descarte el sistema penal actual y que se siga “el modelo de la Biblia” de la época del antiguo Israel, donde “no había prisiones” y “castigaban públicamente a los delincuentes a latigazos”. Será instructivo citar unos párrafos del libro de Robertson:

“Hoy los delincuentes son recluidos en penales, donde se supone que se arrepientan o que pidan perdón por sus pecados [nótese: no simplemente por sus delitos sino por sus ‘pecados’]. En realidad, esos lugares fomentan la delincuencia: inclusive las mejores prisiones tienen una reincidencia del 85%.

“La sociedad paga por la angustia de las víctimas de la delincuencia y paga año tras año los costos de recluir al delincuente, un gasto anual equivalente a la colegiatura de las mejores universidades. La Biblia nos ofrece un modelo muy superior. Los que cometían delitos menores regresaban a la sociedad y restituían a la víctima; a los delincuentes recalcitrantes los eliminaban de una vez por todas con la pena de muerte. La sociedad no era víctima ni tenía que pagar dos veces, como hoy”.

Cabe subrayar que Robertson no limita la aplicación de la pena de muerte a los condenados por delitos graves como homicidio premeditado: dice que es “un castigo muy necesario para delitos violentos” y emplea la frase “delincuentes recalcitrantes”. Al abordar el tema de la pena de muerte, Robertson alaba el “modelo de la Biblia”:

“En el antiguo Israel se creía que la sangre derramada en un homicidio manchaba la tierra y para restituirla había que derramar la sangre del asesino.

“Había un solo remedio para los que consideraban recalcitrantes, los que cometían actos indebidos que perjudicaban la relación entre Dios e Israel o destruían la trama de la sociedad: la pena de muerte. Por medio de ella, se eliminaba la ofensa y se purificaba la tierra”.

Al principio del pasaje, Robertson menciona homicidio; de hecho, no menciona otro delito. Sin embargo, en el antiguo Israel —y Robertson obviamente lo sabe— muchos actos conllevaban la pena de muerte. El propio Robertson señala: “La misma ley de los diez mandamientos especificaba la pena de muerte para ciertas ofensas”; pero, muy a propósito, evita nombrar dichas ofensas precisamente porque abarcaban no solo el homicidio sino los presuntos delitos de homosexualidad, brujería y magia, venerar a ídolos o a dioses que no fueran el dios de Israel, adulterio y fornicación —que para la mujer significaba todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio— y rebeldía o inclusive falta de respeto de los hijos hacia sus padres. Como demuestran esos ejemplos (y muchos más que se podrían mencionar), en el antiguo Israel se imponía la pena de muerte por muchas cosas que, según las normas de la sociedad burguesa, ni siquiera se consideran delitos, y mucho menos que merecen la pena de muerte.

En su forma de plantear la cuestión —por lo que dice y lo que no dice— Robertson implica que la pena de muerte podría aplicarse no solo a los que cometen delitos como homicidio premeditado sino muchos otros delitos; es decir, a una categoría muy amplia y “flexible” que merece la muerte porque, según el criterio de teócratas reaccionarios como Robertson, “mancharon la tierra” con “actos indebidos” y provocaron la ira de dios contra su nación favorecida o “destruyen la trama de la sociedad”. Es preciso ubicar esos planteamientos en el contexto de la sociedad estadounidense hoy, donde la política oficial y la “dinámica normal” de las leyes de acumulación y competencia capitalista consignan grandes sectores del pueblo al “desempleo permanente”; para ellos la única alternativa real que el sistema ofrece podría ser la economía informal. Visto así, es innegable que la lógica del planteamiento de Robertson de aplicar “el modelo de la Biblia” al sistema penal implica una “solución final” para las masas de los ghettos, así como preparativos para una represión muy dura, hasta la ejecución, como castigo por una amplia gama de actividades que hoy son consideradas delitos menores o ni siquiera delitos.

Si bien se habla de la “delincuencia”, dada la realidad de que la mayoría de los presos son negros y latinos (y dada la supremacía blanca y todas las atrocidades que ha generado a lo largo de la historia de este país), ¿a poco vamos a creer que el exterminio masivo —a través de ejecuciones oficiales y/o de otras formas— se limitará a los sectores del pueblo negro y otras minorías que han cometido lo que hoy se consideran delitos graves? La declaración de un orador ante un “congreso del conservadurismo” en 1997 viene al caso: según Andrew Sullivan, repudió el aborto y el control de la natalidad, además de “lamentar el hecho de que la falta de procreación de los europeos blancos está llevando a la ‘muerte de la raza’“. Dicha supremacía blanca descarada —y la idea de que las mujeres europeas blancas son reproductoras de la “raza blanca”— encaja con la lógica de guerra racial de las fuerzas cristianas paramilitares y los rapados nazis. Y, empleando una frase de Richard Pryor, “la conclusión lógica de tal lógica” de guerra racial es el genocidio. Al reflexionar sobre todo eso, conviene recordar que entre los fascistas “legítimos” (y prominentes) del país figuran, además de los teócratas como Pat Robertson, los recalcitrantes supremacistas blancos del Sur, como Jesse Helms.

Los teócratas y los demócratas tienen mucho en común

Además de examinar la postura de los teócratas fundamentalistas como Robertson acerca de la delincuencia y el sistema judicial, nuestro partido ha sometido a un análisis riguroso su política e ideología, y ha llegado a la conclusión de que son fascistas cristianos. Es decir, afirmamos (sin temor a exageraciones) que estamos ante un nazismo contemporáneo disfrazado con un manto religioso y ajustado a la sociedad estadounidense, dentro del marco de la actual situación mundial. En este momento, dichos fascistas cristianos tienen fuertes discrepancias con Clinton y con algunos aspectos de su programa.

Es importante captar lo terriblemente siniestras que son tales fuerzas y los horrores que quieren imponer a la sociedad y al mundo; sin embargo, sería muy lamentable ignorar o subestimar el hecho de que Clinton y los demócratas están de acuerdo con aspectos importantes de su programa y, lo que es más, lo han puesto en práctica, aunque en algunas instancias no toman la delantera sino que simplemente siguen o ceden ante la iniciativa de la derecha. Eso es muy evidente al examinar medidas que han impactado directamente al proletariado, sobre todo a las grandes concentraciones de los ghettos. Volvamos a los ensayos de Bob Avakian sobre la moral:

“...los cambios económicos y geopolíticos de Estados Unidos y el mundo han llevado a que millones de personas que están en el fondo de la sociedad en Estados Unidos, en particular los que viven en los ghettos y barrios pobres, queden excluidas más o menos permanentemente de un trabajo significativo, remunerativo, salvo en la ‘economía subterránea’ (que se basa en gran medida en el narcotráfico y ha pasado a ser un importante factor económico e importante empleador en todas las grandes zonas urbanas, así como en ciudades más pequeñas, pueblos e incluso zonas rurales).

“Aquí también, la clase dominante se ve ante la necesidad de contener y mantener el control fundamental de la situación, y de los de abajo, así como de levantar y fortificar barreras entre ellos y otros sectores sociales (‘la clase media’). Eso explica, por un lado, el constante incremento de fondos y fuerzas asignadas al crimen y castigo, o sea, la policía, las prisiones, las guerras contra las masas con el pretexto de la ‘guerra contra la droga’ y la ‘guerra contra el crimen’ y, por otro lado, el hecho de que esas ‘guerras’ nunca se ‘ganan’ sino que continúan interminablemente.

“Todo eso establece el marco y el ‘tono’ de la política de la clase dominante en Estados Unidos. Exige que la ‘punta de lanza’ de sus medidas sea un ataque agresivo contra los de abajo y eliminar concesiones (o sea, una guerra contra los pobres en vez de una supuesta guerra contra la pobreza), junto con una cruzada igualmente agresiva para promover e imponer los ‘valores antiguos’ del patriarcado, el patriotismo y el chovinismo blanco (racismo).

“Una tras otra, la prensa grande difunde y legitima toda clase de ‘teorías’ e ‘investigaciones’ que dizque demuestran que existen diferencias innatas e inmutables entre las razas, los géneros y otros grupos sociales, y que explican por qué unos se merecen posiciones de privilegio y otros no. Luego afirman que eso es ‘prueba científica’ de que los programas que se proponen nivelar esas desigualdades están condenados al fracaso y hay que eliminarlos. Pero la verdad es que lo único que prueban esas ‘teorías’ y esas ‘investigaciones’ es el innegable descrédito de un sistema y una clase dominante que están abandonando hasta la apariencia de poder superar enormes desigualdades, y más bien tienen que inventarse ‘profundas razones’ por las que no pueden superarlas. Y en todo eso, aunque los ‘liberales’ tienen un papel que desempeñar, los ‘conservadores’ tienen la iniciativa”.

El hecho es que la administración Clinton ha puesto en marcha muchos aspectos del programa de pobreza, castigo y patriarcado, como por ejemplo la eliminación de programas sociales ganados a través de lucha. Y cuando Clinton y los demócratas han discrepado con los “conservadores”, han ofrecido una defensa muy floja y se han echado para atrás en un dos por tres, como hicieron con la acción afirmativa. En cuanto al derecho al aborto, repetimos, sus posiciones ceden la iniciativa moral y política a la derecha (dicen que el aborto debe ser “legal pero poco usual”, lo cual implica que es un mal necesario). En realidad, la administración Clinton no ha hecho nada para cambiar la situación de que más y más mujeres—sobre todo pobres, jóvenes y de zonas rurales— prácticamente no tienen servicios de aborto (aunque el aborto todavía es legal).

Bueno, sí hay un renglón en que Clinton no se ha dejado ganar por la oposición “conservadora”: la represión y las medidas fascistas. Ninguno de los politiqueros más importantes de hoy —ni siquiera Rudolph Giuliani, el alcalde republicano de Nueva York, cuyas medidas draconianas y fascistas han provocado ira popular y condena de prestigiosas organizaciones de derechos humanos, así como aplausos de la estructura de poder y la prensa grande— ha rebasado a Clinton en eso. Ha fomentado la aplicación más generalizada de la pena de muerte; ha destripado las libertades civiles con el pretexto de “la guerra contra el terrorismo”; ha intensificado la guerra contra los inmigrantes y la militarización de la frontera con México; ha seguido (y ampliado) la política de criminalización de grandes sectores del pueblo, sobre todo de los chavos de los ghettos, lo cual implica gastar en prisiones en vez de escuelas, y que para más y más chavos esas son las instituciones formativas, son su “futuro” si siquiera tienen futuro.

En palabras de un jefe de policía: “En Washington, la voz de las fuerzas del orden es más fuerte que nunca”. ¿Qué implica eso “en la calle”, en los barrios donde vive la gente que es el blanco de dichas fuerzas del orden? Más hostigamiento, atropello, brutalidad y muerte a manos de la policía. El Proyecto Vidas Robadas (un proyecto de la Fundación Anthony Báez, el Gremio Nacional de Abogados y la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación) ha desenterrado más de mil casos, desde 1990 no más, de víctimas de la policía, los guardias de prisión y la Patrulla Fronteriza. La mayoría de esas mil personas estaban desarmadas y fueron asesinadas a sangre fría o en circunstancias muy sospechosas; por lo general, no se ha acusado a los homicidas de delito alguno2. Esta situación es tan patente que Amnistía Internacional ha iniciado, por primera vez, una campaña general acerca de un país occidental: Estados Unidos donde, en sus palabras, existe “un patrón persistente y sistemático de violaciones de derechos humanos” por parte de las fuerzas policiales y el sistema judicial/penal”.

Además, Clinton ha planteado un nuevo criterio político para justificar el trato que se les da a grandes sectores del pueblo de ciudadanos de segunda clase (es decir, sin los derechos que supuestamente tienen los demás); se plasma en una frase que repite constantemente en sus discursos, ruedas de prensa, etc.: “siempre y cuando uno se apegue a la ley”.

Esa frase hace ver que la “diversidad” tan sonada de Clinton en realidad es cuento. Es decir, uno tiene el derecho a buscar un lugar en el luminoso mundo virtual, cruzando el “puente al siglo 21” (otra frase trillada de Clinton), siempre y cuando se apegue a la ley. De esa forma insidiosa y sutil Clinton establece un nuevo criterio que revoca el supuesto principio de “presunción de inocencia”; es decir, será necesario probar que uno es “inocente” para gozar de ciertos derechos elementales, como el proceso legal establecido. En la práctica, eso implica que “se presume culpable” a amplios sectores del pueblo — particularmente los jóvenes y las masas de los ghettos— que no gozan de derechos judiciales ni “garantías constitucionales”. Eso se ve claramente con las medidas “preventivas” que prohíben que los chavos se junten en una esquina porque las fuerzas del orden dicen que son “pandilleros”. A lo largo y ancho del país, la policía tiene “bases de datos” con las cuales justifica darles trato de criminales a chavos por el simple hecho de ser negros o latinos, o porque andan con “conocidos pandilleros”, inclusive porque se dice que “tienen el potencial de ser pandilleros”. (Se encuentra más información al respecto —por ejemplo, el hecho de que la policía de algunas ciudades admite que la mayoría de los chavos negros de cierta edad figuran en tal “base de datos”— en una serie de artículos del OR: “La juventud negra y la criminalización de una generación”, Nos. 971 a 974, 30 de agosto y 6, 13, y 20 de septiembre de 1998).

Otro ejemplo muy ilustrativo es que Clinton ha ido más allá de las “leyes de tres strikes” y ha establecido la regla de “un strike y fuera” para los residentes de vivienda pública: o sea, pueden expulsar a una familia de su casa si cualquier miembro o inclusive una visita es acusado —acusado, no condenado— de un delito “violento o de droga”. Esto es parte del plan general de desmantelar la vivienda pública; pero además, es parte del plan de clasificar a grandes sectores del pueblo (sobre todo proletarios, pues según la “dinámica normal” del capitalismo en este período de la historia ni siquiera es rentable explotarlos) como “delincuentes a menos que prueben lo contrario”... sin derecho al proceso legal establecido... cuyo destino es vivir en campos de concentración, es decir, prisiones donde sea rentable explotarlos y/o sea posible ejecutarlos. En vista de la historia y los rasgos fundamentales de la sociedad capitalista, que ha institucionalizado la supremacía blanca y no puede prescindir de ella, es de esperarse que la gente de color ocupe cada vez más dicha categoría de “delincuentes”.

Para justificar todo eso, Clinton ha sumado su voz a la cantaleta de los conservadores acerca de la “responsabilidad personal”, la cual es un arma ideológica con la cual se culpa al pueblo por la disparidad entre la realidad de la sociedad burguesa y las promesas y los principios que pregona; en particular culpa a las masas del ghetto por la situación de pobreza y opresión en que las tienen. Le echa la culpa de dicha situación —y de las acciones de la gente obligada a vivir así— a una supuesta “falla moral” de los oprimidos, y así niega y oculta la verdadera causa: la dinámica del sistema y la política de la estructura de poder. (¿A poco las masas de los ghettos y barrios sacaron la industria de las ciudades o impusieron la segregación de la vivienda? ¿A poco la gente de las zonas rurales es responsable de que el capital bancario y corporativo domine el sector agropecuario?) Hablar de “responsabilidad personal” es poner sal en la llaga; es el “sermón moral” que acompaña la política de castigo, las palabras mojigatas de los verdugos.

Falsos amigos y trampas siniestras

En palabras del escritor William Finnegan, quien se describe como “viejo amigo del sector público”: “Es difícil entusiasmarse por un gobierno cuya actividad principal parece ser hostigar y encarcelar a los ciudadanos. Los que esperaban que la administración de Clinton podía frenar o revertir tales tendencias se encuentran sumamente decepcionados”. (William Finnegan, Cold New World, Growing Up in a Harder Country; Un nuevo mundo frío, crecer en un país desalmado) Sin embargo, muchos de ellos están defendiendo a Clinton y los demócratas ante la creciente embestida de la derecha (en general, y específicamente en la actual “crisis de la presidencia”). Al llegar los comicios, eso se plasmó en la esfera electoral. En vísperas de las elecciones, Clinton se concentró en la movilización de votantes negros. Exhortó así a un grupo de clérigos negros: “A los que se sienten comprometidos conmigo les ruego fijarse muy bien en la importancia de estos comicios”. De hecho, destacados personajes del campo artístico y otras esferas han opinado que a los negros les interesa defender a Clinton y su presidencia.

Desde luego, Clinton no es el primer presidente que supuestamente “tiene un gran compromiso con el pueblo negro y sus problemas”. (Se dijo lo mismo de los presidentes John F. Kennedy y Franklin Roosevelt, e inclusive de Lyndon Johnson). Pero además, se afirma que Clinton tiene un conocimiento profundo de la cultura negra y se siente a gusto con los negros. Hasta se ha dicho que Clinton es “el primer presidente negro”, “más negro que cualquiera que podría triunfar en las urnas durante la próxima generación”, porque “Clinton comparte la experiencia negra: es del estado de Arkansas, lo crió su mamá sola, nació pobre, es de clase obrera, toca el saxofón y le encanta la comida de McDonald’s”, y precisamente por eso lo hostigan y “humillan” (de un artículo de Toni Morrison en la revista The New Yorker). Clinton es un político burgués muy astuto y cuando le conviene es perfectamente capaz de aparentar cierta afinidad con aspectos de la cultura negra; en otras ocasiones, ha desplegado un simbolismo abierta o solapadamente racista por conveniencia personal o motivos políticos de mayor alcance. Para mencionar algunos ejemplos: distanciarse de Jesse Jackson; su ataque gratuito a Sista Souljah durante la campaña electoral de 1992; el trato que ha dado a funcionarios del gobierno y candidatos que él mismo ha nombrado, como Lani Guinier y Joycelyn Elders; y, muy importante, su afán de sacarse la foto en las prisiones del Sur cuando resucitaron la espantosa costumbre de encadenar a las cuadrillas de presos cuando hacen trabajos forzados.

Pero aun si Clinton fuera negro —”culturalmente” o en realidad— eso no alteraría nada en lo fundamental: al examinar los hechos fríamente, es innegable que el programa de Clinton es una embestida salvaje y multifacética contra las masas negras y demás oprimidos, los jóvenes, las mujeres pobres y los del fondo de la sociedad. Como dice el refrán, guárdese del amigo y del traidor. Clinton ha sido un enemigo más peligroso —ha jugado un papel más eficaz para la clase dominante y sus ataques contra el pueblo— precisamente porque finge ser amigo. Mucha gente ha señalado, por ejemplo, que si un presidente republicano hubiera aprobado la “reforma al welfare”, habría provocado mayor resistencia. Pero la lucha se frenó porque, en cuanto a partidos que mueven las palancas del poder político, la única alternativa a Clinton y los demócratas es el Partido Republicano, que tiene merecida fama de ser enemigo agresivo y descarado del progreso del pueblo negro, de la mujer y de los oprimidos. La lógica de la política burguesa no permite salir de esa siniestra trampa... y una buena cantidad de feministas ha caído en ella también.

Según una declaración de la Mayoría Feminista, consideran a Clinton como “un aliado en la Casa Blanca” y “el primer presidente elegido por la mujer”, aunque ha tenido ciertas fallas en cuanto a “los derechos de la mujer”. Asimismo, es común oír que su oposición a que se prohíba el aborto es primordial. Desde luego, se trata de una cuestión de suma importancia: el derecho al aborto concentra la batalla contra la opresión patriarcal y las cadenas de la tradición, y es evidente que los fascistas cristianos y sus aliados lo reconocen, como demuestran los comentarios de William Kristol, un líder “conservador” (quien tiene una presencia habitual en los medios de comunicación y es director de The Weekly Standard, revista de Rupert Murdoch, monopolista de la prensa grande). Sullivan cita a Kristol: “Roe y el aborto son la prueba, pues si los republicanos no logran conquistar este reto moral y político, si no ganan el apoyo nacional a su proyecto de revocar Roe y avanzar hacia una América post-aborto, en verdad, ya no habrá futuro conservador”.

Sullivan también menciona los comentarios de un “conservador” que dio una ponencia con Kristol en un simposio en Washington, D.C., en 1997. Según Sullivan, dijo que tanto el aborto como el control de la natalidad sirven para “homosexualizar las relaciones heterosexuales”. Esa frase es muy reveladora; sintetiza varias cuestiones clave: la conexión entre la oposición al aborto y el repudio a la homosexualidad; por qué la oposición al aborto es tan fundamental en la cosmovisión y programa de los reaccionarios; y por qué la lógica de dichas fuerzas las lleva a oponerse al control de la natalidad y a la libertad reproductiva de la mujer. Además revela los fundamentos de todo eso: la familia patriarcal es más que nada una relación de propiedad —un elemento imprescindible de las relaciones de propiedad burguesas— en la cual la mujer es propiedad del esposo y su papel primordial es parir, sobre todo varones, para continuar su linaje y heredar su propiedad; por eso el propósito singular y esencial de las relaciones sexuales “en la cama matrimonial” es la procreación. (Cabe subrayar que el mismo ponente que afirmó que el aborto y el control de la natalidad sirven para “homosexualizar las relaciones heterosexuales” “lamentó el hecho de que la falta de procreación de los europeos blancos esté llevando a la ‘muerte de la raza’“).

¿Cuál ha sido el curso de la lucha sobre el aborto, particularmente durante la época de Clinton? Las fuerzas que quieren construir una “América post-aborto” han avanzado bastante; han empleado distintas tácticas, como el hostigamiento permanente de clínicas y proveedores de aborto, ataques incendiarios, agresión y asesinato; la consecuencia es que en la práctica se niega el aborto a muchas mujeres y se sabotea la preparación de nuevas generaciones de proveedores de aborto. Por otra parte, han logrado ganar en buena medida la iniciativa moral y política, y delimitar la lucha y debate. Francamente, han logrado confundir y desorientar a mucha gente, especialmente a muchas jóvenes. (Con su afirmación siniestra de que los abortos son un “holocausto”, inclusive han logrado —hasta cierto punto— que la etiqueta de nazis no se les ponga a ellos sino a los proveedores de aborto).

Como Bob Avakian señala en sus ensayos sobre la moral: “Una de las más indignantes ironías de la batalla en torno al aborto es el hecho de que los reaccionarios que se oponen al aborto conjuran el espectro del holocausto para caracterizar el aborto de fetos, cuando en realidad su agenda, para la mujer y en general para la sociedad, es muy paralela a la de los fascistas hitlerianos, que atacaron el aborto (y lo restringieron y penalizaron) por ir contra el papel esencial de la mujer: la ‘maternidad’“. Como consecuencia de tener un presidente (y un vicepresidente) “pro derecho a escoger” —mejor dicho, de caer en la trampa de depender de Clinton (y Gore) para defender el derecho al aborto— muchas fuerzas del movimiento de la mujer han tomado una postura pasiva y defensiva; en gran medida están paralizadas; no movilizan a las masas en defensa del derecho al aborto y en oposición a los ataques de las tropas de asalto anti-aborto; y no toman la ofensiva política y moral.

Una oposición y una alternativa de a de veras

Urge oponerse enérgicamente al programa y acciones de los fascistas cristianos y sus aliados, tanto en el marco general como en esta coyuntura de la “crisis de la presidencia”. Desde luego, repudiamos la explotación sexual donjuanesca que le ha traído tan mala fama a Clinton, pero la neta: eso no es nada nuevo para politiqueros y presidentes, inclusive virtuales iconos burgueses (como Kennedy). Lo único nuevo en esto es que ahora poderosos enemigos de Clinton lo han usado —con bastante éxito— para crear un enorme escándalo y crisis política. Como se señaló en un artículo del OR del 27 de septiembre de 1998: “Decir que han enfangado los sacrosantos aposentos de la Casa Blanca con toqueteos sexuales es ridículo; toda la historia de la estructura de poder lo desmiente. Es más, los que hoy más condenan a Clinton por mentir bajo juramento son los mismos que apoyaron a Oliver North y toda la administración Reagan, que le mintieron al Congreso y atropellaron las leyes durante el escándalo Irán/contra”. (“Escándalo de Washington, lucha intestina de la clase dominante: El informe Starr”, por Ala Roja).

Al parecer, el éxito de tales fuerzas y haber podido crear y moldear la actual crisis no se debe simplemente a sus propios esfuerzos sino a otros factores. Uno es la molestia de ciertos sectores de la clase dominante (como los que hablan a través del New York Times) con Clinton porque creen que ha actuado con imprudencia; que no ha cumplido su responsabilidad hacia la clase dominante, sus estructuras y normas; y que ha perjudicado los intereses del sistema, del imperio, que el presidente debe defender. Otro factor es que parece que en estos momentos no hay “patricios” capaces de “superar las disputas sectarias y partidistas” de la clase dominante y servir de “centro de cohesión” para defender los intereses generales, como lamentó un artículo de USA Today: “Falta de estadistas reconocidos perjudica la nación” (15 de octubre de 1998). Si bien algunos personajes prominentes han intentado jugar el papel de “estadistas reconocidos” en esta crisis, ninguno ha tenido suficiente influencia para imponer una solución que todos estén dispuestos a aceptar. Al cierre de esta edición, la situación todavía no se define.

Después de los comicios —que supuestamente representaron una gran derrota para los republicanos pues no recibieron la “orden popular” de destituir a Clinton (y, a su vez, eso provocó “la caída” de Newt Gingrich)— parece probable que Clinton podrá terminar la presidencia, es decir, que se llegará a una solución que le permita seguir como primer mandatario. Pero, aun así, eso no borraría el hecho de que existen muy profundas contradicciones entre los que se disputan el poder, las cuales dieron lugar a una confrontación muy aguda y fuerte; ni cambiaría en nada el sentir de los que consideran que Clinton no es —ni jamás ha sido— apto para ser presidente. La supuesta victoria del “centro” y la “moderación” en los comicios tampoco borra el hecho de que la derecha — particularmente los fascistas cristianos y sus aliados— ha tomado la iniciativa y logrado bastante influencia para moldear la actual “crisis de la presidencia”, tanto como la política burguesa en general. (El simple hecho de que presenten a los hermanos Bush como representantes de “la moderación” es un indicio del pronunciado desplazamiento del “centro” de la política oficial hacia la derecha; es decir, es muy revelador que agrupen a Clinton con republicanos de esa laya como paladines de “la moderación”).

A raíz de la “crisis de la presidencia”, fuerzas abiertamente “ultraderechistas” han podido (durante un buen rato) llevar la batuta de una inquisición que busca, entre otras cosas establecer como norma política una reaccionaria moral fundamentalista; y poderosos políticos, como Trent Lott (el líder de la mayoría en el Senado), se han ofrecido como paladines de tal moral. Dicha inquisición ha utilizado —y ha tratado de legitimar— normas y precedentes, jurídicos y de otra índole, para justificar espionaje y entrometimiento en la vida privada con el fin de hostigar y entablar acusaciones, pisoteando las supuestas garantías constitucionales; y, como nosotros (y otra gente) hemos señalado: si eso se lo hacen al presidente del país, ¡ni hablar de la gente común y corriente!

Esa inquisición, y la política e ideología que encierra, es totalmente antagónica a los intereses del pueblo; por eso, es preciso repudiarla y librar una firme lucha contra ella. Pero incluso cuando lucha contra la destitución, Clinton acepta los planteamientos de sus opositores. Hace una declaración pública: “He pecado”, la cual no hace más que fortalecer la noción de usar principios del cristianismo fundamentalista para juzgar a líderes y programas políticos, y tomar decisiones políticas. Por otra parte, como nosotros (y otros) hemos señalado, es muy irónico que los enemigos de Clinton hayan aprovechado muchas leyes y precedentes contra libertades civiles que él mismo propuso y aprobó. Limitar la oposición a la inquisición al marco establecido, o aceptado, por Clinton —y canalizarla o limitarla a la esfera electoral, de votar por los demócratas (o contra los republicanos, que da lo mismo)— perjudicará la resistencia contra el programa represivo y reaccionario que Clinton y los demócratas, además de los fascistas cristianos y otros “conservadores”, han fomentado y puesto en práctica.

En cuanto a participar en el proceso electoral burgués, nuestro partido ha dicho claramente que ese proceso es un instrumento del estado capitalista, de la dictadura burguesa. Las cuestiones centrales (como cuáles candidatos serán los “principales contrincantes”, qué cubrirá el debate y la contienda, cuáles serán las “opciones políticas” legítimas y “realistas”, etc.) se deciden en el seno de la clase dominante. En los comicios, el pueblo tiene la oportunidad de escoger entre tales opciones, y el propósito primordial del proceso es dar la apariencia de que la “voluntad popular” autoriza las medidas reaccionarias que la clase dominante implanta a través de las estructuras del gobierno.

Al captar eso, podemos entender la verdadera dinámica de la política burguesa y desmentir la idea —que se divulga mucho al acercarse las elecciones y que se planteó fuertemente en los comicios de noviembre (hasta por gente que no debe caer en esa trampa)— de que si uno no vota, no tiene derecho a quejarse, ni siquiera a opinar, acerca de la política nacional. En realidad, eso quiere decir que si uno capta que el proceso electoral burgués es parte del aparato de opresión y que su propósito central es desviar y disipar al pueblo con el fin de aumentar la opresión, ¡pues no tiene derecho a oponerse! ¿Cuál es la lógica de eso y a quién le sirve?

Por otra parte, es preciso refutar la idea tan sonada de que lo que determina las decisiones políticas es el hecho de que a los políticos los motiva el afán de ser elegidos (o reelegidos) y que por lo tanto responden al “sentir de los votantes”. Eso pone todo patas arriba y culpa al pueblo por las medidas reaccionarias que el gobierno adopta.

En realidad, las decisiones políticas en un país como Estados Unidos las domina una clase, la clase capitalista, cuya posición económica le da el monopolio del poder político, de los medios de comunicación y de otras formas de divulgar ideas y cultura. Desde luego, los politiqueros del sistema burgués tienen grandes ambiciones personales y buscan satisfacerlas a través de las estructuras y procesos del sistema. Sin embargo, inclusive a ese nivel, triunfar en las urnas y tener una carrera exitosa como político burgués depende más que nada del apoyo financiero de los ricachones y de un buen trato en la prensa grande, controlada, repetimos, por los mismos ricachones.

Las decisiones políticas y medidas del gobierno son el producto de un proceso de contienda y colaboración entre los representantes de la clase dominante. Así se llega a un consenso general (y cuando sea necesario se altera a través del mismo proceso) sobre asuntos y sucesos clave en la sociedad y el mundo (lo que incluye guerras revolucionarias y otras luchas contra el sistema). De hecho, no poder llegar a tal consenso a través del proceso “normal” del sistema es un indicio de una crisis grave. Conforme a tal proceso y al consenso logrado, se orquestan campañas de propaganda muy complejas en los medios masivos de comunicación para moldear la opinión pública acerca de todas las cuestiones clave. (Eso se hace tanto en programas de televisión, películas, etc., como en los noticieros. Por ejemplo, nótese cómo hoy se repiten temas como la importancia de “combatir la delincuencia” y de “derrotar a los terroristas”; y cómo “los valores de la familia” resuenan no solo en programas de televisión sino también en las películas de Hollywood, esa “Sodoma de la decadencia liberal”).

Esta dinámica de dominio y lucha de clases, que se desprende de las fuerzas económicas y relaciones sociales del sistema, determina las medidas del gobierno. Explica por qué el gobierno adoptó el Nuevo Trato en el contexto de la Gran Depresión de los años 30. A través de esa dinámica, se decidió emprender “la guerra contra la pobreza” tras los levantamientos populares de los años 60. Y ahora ha llevado a abandonar el Nuevo Trato y “la guerra contra la pobreza”, como vimos arriba. Asimismo, explica por qué el gobierno hizo concesiones ante la lucha del pueblo negro en los 60 y por qué ahora se ha echado para atrás. También explica por qué entró a la guerra de Vietnam, y por qué se retiró de ella. A través de esa dinámica, cambiaron leyes (o interpretaron la Constitución) de forma que afectaron profundamente a la mujer, particularmente en cuanto al aborto; y ahora esa misma dinámica ha producido una situación en que el derecho al aborto está bajo ataque por poderosas fuerzas, dentro y fuera del gobierno, y en la cual los miembros del gobierno que supuestamente defienden tal derecho toman una postura muy defensiva y negativa (por ejemplo, la frase tan sonada: “legal pero poco usual”). En ninguno de esos ejemplos —ni un sinnúmero más que se podrían mencionar— el proceso electoral burgués ha sido lo determinante.

Mucho se ha dicho sobre el papel “determinante” de “las minorías, la mujer y los sindicatos” en las elecciones recientes. Puede ser que le hayan dado al Partido Demócrata unas cuantas curules más en el Congreso, pero no “determinaron” ni pueden determinar qué medidas tomará el gobierno, ni tampoco podrá descarrilar el programa de pobreza, castigo y patriarcado que une de manera fundamental a los demócratas y republicanos. Eso, repetimos, se debe a que los programas y las medidas políticas que todos los politiqueros tienen que acatar, si quieren seguir en su puesto, los determina la clase dominante y no el electorado. Para empezar, la clase dominante selecciona a los candidatos entre los cuales pueden “escoger” los votantes; además, sea cual sea el resultado de una elección, los de arriba decidirán entre sí qué medidas tomarán y aplicarán con respecto a los asuntos cardinales. Eso explica por qué los politiqueros siempre mienten y traicionan las promesas hechas en las campañas electorales. También explica por qué en la realidad no se cumple la idea de que si los oprimidos votan en masa a favor de uno de los partidos burgueses, ese partido debe “cumplirles”. Por ejemplo, cuántas veces han votado los negros por un demócrata que luego los traicionó; y, dentro del marco de la política electorera burguesa, qué pueden hacer para “castigar” a esos traidores: ¿¡votar por los republicanos!?3

Eso no quiere decir que las masas no pueden tener un impacto en el terreno político. Pueden tener un gran impacto, incluso cuando la sociedad sigue gobernada por la clase capitalista. Y pueden tener un impacto mucho más profundo si tumban al sistema capitalista y transforman radicalmente la sociedad de pe a pa. Pero para tener el mayor impacto, tendrán que rebasar los límites impuestos por el proceso electoral y librar luchas políticas que rompan esas barreras.

Esa realidad y esos principios se pueden ilustrar con dos ejemplos de elecciones presidenciales durante la guerra de Vietnam: la primera a principios de la guerra y la segunda cuando ya terminaba. En 1964, uno de los principales temas de la campaña de Lyndon Johnson era que había que reelegirlo porque, si no, el candidato republicano Barry Goldwater iba a escalar la guerra. Lyndon Johnson ganó con una “victoria arrolladora” y, acto seguido, ordenó una de las mayores escaladas de la guerra. Por su parte, el pueblo vietnamita, del norte y del sur, siguió librando su guerra revolucionaria de resistencia contra la agresión yanqui y, en Estados Unidos (y otros países), la oposición a la guerra cobró más fuerza. En 1972, después de más de una década de guerra de agresión contra Vietnam, se presentó una contienda electoral entre el “halcón” Richard Nixon y la “paloma” George McGovern. Se decía que para terminar la guerra habría que elegir al demócrata McGovern. Nixon ganó con una enorme mayoría, pero al poco tiempo Estados Unidos se vio obligado a reconocer la derrota en Vietnam. Obviamente, el factor decisivo no fueron las elecciones sino la heroica lucha del pueblo vietnamita y el poderoso movimiento contra la guerra en las entrañas de Estados Unidos, en el contexto de importantes acontecimientos en el país y el mundo, como poderosos movimientos, luchas y guerras revolucionarias. Queda demostrado, pues, que si los que se oponían a la agresión estadounidense en Vietnam se hubieran dejado guiar por las “alternativas” que les ofrecía el sistema electoral, su impacto no hubiera sido tan fuerte en Vietnam, Estados Unidos y el resto del mundo.

Sabemos que en las circunstancias actuales muchos —incluso muchos que repudian la política de pobreza, castigo y patriarcado— votan en las elecciones burguesas. Es importante recalcar que lo decisivo hoy para confrontar la ofensiva reaccionaria no es si uno vota o no, sino más bien si acepta o no los límites impuestos por los partidos políticos de la clase dominante.

Es imprescindible distanciarse de la situación inmediata y las interpretaciones que nos dan de ella para preguntar: ¿cómo llegamos a tal situación, donde las opciones que nos quieren imponer son o fascistas descarados en un polo, o en el otro polo alguien que hasta un periodista de la prensa grande describe como el demócrata más conservador desde el presidente Harry Truman, cuya administración ha sido un instrumento eficaz de una ofensiva reaccionaria multifacética contra las masas básicas y sectores más amplios del pueblo? ¿Adónde vamos a parar dentro de poco y cómo será el futuro si el pueblo, sobre todo los que captan la importancia de oponerse a esta ofensiva reaccionaria, se deja convencer de que debe limitar sus objetivos y actividad políticos a la mismísima lógica y dinámica que nos han llevado a esta situación? Y, lo que es más importante, ¿cómo salimos de ella? La única solución es movilizar al pueblo, unir a muchas capas sociales y distintos sectores, para forjar nuestra resuelta resistencia al proyecto reaccionario y transformar la contienda y lucha política, es decir, todo el “terreno político”; dicha resistencia no puede basarse en las mismas estructuras, instituciones y procesos políticos a través de los cuales imponen y “legitiman” la ofensiva reaccionaria ni limitarse a ellos.

Recuperar las cumbres de la política y la moral

Un aspecto importante de todo eso es enfrentar, directa e intransigentemente, a los teócratas fascistas cristianos y sus aliados... y ser un poderoso polo de atracción alternativo a su programa político y a su razonamiento ideológico-religioso. Estos personajes asumen una superioridad política y moral presentándose como defensores de la moral tradicional, opuestos al relativismo moral y a la degeneración individualista. Dicen que son partidarios de una interpretación textual y absolutista de la “verdad bíblica”, de sus mandamientos y leyes. Pero la verdad es que los principios morales e ideológicos que defienden chocan incluso con lo que es aceptable en la sociedad democrático burguesa; y son completamente antagónicos a los principios de la sociedad comunista, en donde se habrán eliminado y arrancado de raíz todas las relaciones de explotación y opresión. Por eso, sus cabecillas, que son agentes políticos conscientes, no demandan que se apliquen al pie de la letra las leyes y los mandamientos bíblicos; hacerlo socavaría sus propios objetivos políticos. Así que escogen de entre esos mandamientos y leyes cuáles hacer cumplir y cuáles “ignorar”, según las circunstancias.

Citaremos uno de muchos ejemplos. En el número del 26 de agosto de 1998 del periódico USA Today, un grupo de fundamentalistas cristianos sacó un desplegado de una plana para alabar a los bautistas sureños por su posición sobre el matrimonio: “¡Bautistas sureños... tienen la razón!”. “Tienen la razón” porque dicen que las esposas “deben someterse de buena gana a la dirección de sacrificio del esposo” (¡!) y porque reconocen que “la idea de la familia fue idea de Dios y no del hombre, y que el matrimonio es un convenio de por vida entre un hombre y una mujer... ¡Sobre todo, tienen la razón porque se basan en la verdad bíblica!”. Pero la “verdad bíblica”, lo que la Biblia dice textualmente, es que muchos de los grandes patriarcas del antiguo Israel tenían más de una esposa (y que se acostaban con las esclavas de la esposa para procrear hijos, especialmente varones); que los grandes monarcas de esa nación, como David y Salomón, tenían legiones de esposas y concubinas; que la “ley mosaica” permite que el esposo tenga más de una esposa y le da el derecho a divorciarse si ya no la quiere, pero le niega a la esposa ese derecho. Así que queda claro que los fundamentalistas cristianos no han aplicado al pie de la letra lo que dice la Biblia. Han “interpretado” esas “verdades bíblicas” a su gusto para promover los lazos monógamos de la familia patriarcal que corresponden a la sociedad capitalista de hoy, y no a las relaciones sociales de los tiempos de la Biblia.

De igual manera, hoy Pat Robertson o los cabecillas de la Coalición Cristiana no proclaman (como dicta la Biblia) que hay que ejecutar a los homosexuales, adúlteros, fornicadores, hijos rebeldes, adivinos, brujas, etc., etc. No proclaman que si un hombre acusa a la esposa de no ser virgen, los padres de ella tienen que dar a los líderes del pueblo pruebas de su virginidad (o sea, la sábana manchada de sangre), ni que a falta de pruebas los hombres del pueblo tendrán que matarla a pedradas. No dicen que si un hombre viola a una mujer soltera el violador deberá pagar una multa a su padre y casarse con ella. No dicen que hay que matar a quien adora a otro dios salvo el dios de Israel (o que conspira para adorar “dioses falsos”). No declaran abiertamente que la Biblia autoriza al pueblo escogido a aniquilar pueblos enteros, violar mujeres, llevarse vírgenes como trofeos de guerra y romper el cráneo de recién nacidos (aunque tipos como Pat Robertson y Jerry Falwell siempre han apoyado los crímenes de las fuerzas armadas de Estados Unidos y sus aliados). Sin embargo, todo eso es parte de la “ley y los mandamientos mosaicos”; además (como dicen Deuteronomio y otras partes del Antiguo Testamento), son leyes y mandamientos que se deben cumplir al pie de la letra, y es impermisible desviarse en lo más mínimo de ellos.

Para reiterar, los cabecillas de los fascistas cristianos no aplican esas y muchas otras leyes y mandamientos bíblicos porque, en las circunstancias actuales, no les convendría políticamente: la gran mayoría de la población, aun en la sociedad burguesa, las consideraría barbaridades y eso socavaría sus metas políticas. (Sin embargo, si llegara el momento en que les pareciera conveniente, políticamente, recomendar esas barbaridades, lo harían sin vacilación. No olvidemos que hace unos años William Bennett recomendó decapitar a los narcotraficantes)4. Lo que hacen es presentarse como autoridades, “intérpretes” y “árbitros” de la “verdad bíblica”, que pueden y deben decidir, en nombre de toda la sociedad, cuáles “leyes y mandamientos de dios” o “principios morales absolutos” se pueden y deben aplicar en un momento dado, y cuáles ignorar. Por eso es correcto y necesario caracterizarlos como teócratas: quieren imponer una forma de gobierno que obedezca a la autoridad religiosa, en concreto a la autoridad cristiana encarnada por ellos, al servicio del sistema capitalista imperialista de Estados Unidos. Uno no tiene que ser ateo, como somos los comunistas revolucionarios, para reconocer la naturaleza atroz y reaccionaria de ese programa político, y lo necesario que es atacarlo enérgicamente.

Pero la oposición a esos teócratas fascistas cristianos no puede limitarse a decir que no tienen el derecho de imponer su interpretación de la “verdad bíblica” a otros o a la sociedad. Tampoco es realista o correcto sentar como principio que uno debe conservar en privado sus creencias “particulares” o “personales” y no sacarlas en público ni mucho menos a la arena política. Inevitablemente, las ideas políticas son producto de la ideología. Lo importante con respecto a los programas, medidas y acciones políticas (así como a todas las creencias e ideologías) es su contenido, los intereses que defienden y promueven, y el efecto que tienen en la sociedad. Hay que oponerse a la cosmovisión y política de los fascistas cristianos porque defienden y refuerzan una horrorosa opresión, explotación y saqueo: de la mujer, de pueblos y naciones enteros, y de las masas trabajadoras del mundo. Y hay que oponerse de igual manera a las políticas y medidas de Clinton y otros que compiten con los fascistas cristianos por las riendas de la estructura política del imperialismo estadounidense.

Así como desenmascaramos y atacamos esa ofensiva política reaccionaria y sus razonamientos ideológicos, es necesario promover principios políticos, valores y una cultura que representen una verdadera alternativa.

Por lo que se refiere a nuestro partido, nuestra meta es transformar radicalmente la sociedad y el mundo, eliminar todas las relaciones de opresión y explotación, y abolir todas las diferencias de clase y antagonismos y barreras nacionales, para llegar a la meta final de una comunidad de seres humanos en libre asociación por todo el mundo. La moral e ideología que defendemos y que procuramos aplicar están de acuerdo con ese objetivo; son la expresión de la unidad entre la lucha del momento y la meta final. Por tanto, nuestra cosmovisión y nuestros principios, así como nuestro programa político y las medidas que tomamos, están en completa oposición a los fascistas cristianos, y a todas las formas y manifestaciones del gobierno burgués y de la ideología burguesa. Pero también reconocemos, conforme a nuestra cosmovisión y principios, que existen tanto la necesidad como las bases para construir una amplia unidad y lucha contra la política de pobreza, castigo y patriarcado y, en un sentido general, contra todas las formas de sometimiento, explotación, opresión y saqueo a las masas populares aquí y en el resto del mundo.

Pensamos que, además de construir esa unidad política por medio de la lucha, también es necesario y posible forjar una amplia unidad con diversas fuerzas en torno a valores y expresiones culturales que promueven y celebran la igualdad entre hombres y mujeres, y entre los pueblos y las naciones; que se oponen a la opresión y a la violencia con que se impone esa opresión; que se oponen al dominio imperialista de las naciones y a la agresión militar para imponerlo; que nutren relaciones humanas a partir de una apreciación de la diversidad así como de la comunidad; que nutren valores y una cultura que refuerzan la cooperación y no la competencia voraz, que dan prioridad al ser humano y no las ganancias; y que promueven los intereses mundiales de la humanidad, no los antagonismos nacionales y el dominio de las grandes potencias.

Forjar unidad en torno a esos valores y esas expresiones culturales será, al igual que la unidad política forjada en la lucha, un proceso. Forjar esa unidad es un desafío para quienes se dan cuenta del horror que representan los reaccionarios fundamentalistas y de lo que eso implica para las masas populares; para quienes no aceptan que la única “alternativa” son otros que comparten las ideas esenciales; para quienes ven que es necesario confrontar con una alternativa positiva a la política de pobreza, castigo y patriarcado y todo su razonamiento ideológico. Es un desafío que debemos arrostrar con audacia y urgencia.


1. Estos escritos sobre la moral se publicaron en el libro Predicando desde un púlpito de huesos, o necesitamos moral, pero no la moral tradicional (Nueva York: Banner Press, 1999). [regresa]

2. El Proyecto Vidas Robadas ha documentado la muerte de más de 2.000 personas a manos de la policía en los años 1990. También informa que la tasa de asesinatos policiales ha aumentado marcadamente desde el 11 de septiembre de 2001. [regresa]

3. Sobre las elecciones y su papel en la sociedad capitalista, véase Bob Avakian, Democracia: ¿Es lo mejor que podemos lograr? (Chicago: Banner Press, 1986). [regresa]

4. Durante la ocupación de Irak, la administración Bush (que tiene como firme partidario a William Bennett) ha calificado de "bárbara" la decapitación de varios rehenes por fuerzas islámicas. [regresa]

 

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Los fascistas y la destrucción de la "República de Weimar"... y qué la va a reemplazar

Bob Avakian

18 de julio de 2018 | Originalmente publicado el 24 de julio de 2005 | Periódico Revolución | revcom.us

 

NOTA DE LA REDACCIÓN (18 de julio de 2018): Estamos destacando este artículo para poner en un contexto más amplio unas cuestiones que en este momento son muy agudas y cuentan con cobertura esta semana en revcom.us. Este texto es de una serie de pasajes sobre diversos temas, tomados de conversaciones y discusiones, así como de discursos formales, de Bob Avakian, de los años de la presidencia de George W. Bush, en que la amenaza del fascismo dio un salto... un salto que el régimen de Trump y Pence ahora ha llevado más lejos. En preparación para su publicación, se ha hecho revisiones y agregado unas notas.

 

Los reaccionarios fundamentalistas religiosos de este país, que llamamos muy correctamente fascistas cristianos, proponen que la sociedad y el gobierno implanten normas y medidas que muchos dudan que se podrían implantar en un país como este. “¡No hablan en serio!”, dicen, cuando proponen aplicar al pie de la letra normas bíblicas tales como ejecutar a los homosexuales. Pero más vale que abran los ojos porque en realidad lo que proponen los fascistas cristianos va en serio. De hecho, algunos con mucho peso y conexiones a la cúpula del poder se proponen implantar como ley la “moral bíblica” (por ejemplo, ejecutar a los homosexuales).

Igual con el matrimonio. Algunos defensores del matrimonio gay han contestado así a los que sostienen que socava el matrimonio como institución: “Si tanto les preocupa el futuro del matrimonio, ¿por qué no prohíben el divorcio?”. ¡Pues, “no le eches la sal”!, como dice el refrán. Dudo mucho que a los defensores del matrimonio gay (o a la mayoría) en realidad les parezca bien que se prohíba el divorcio. Por eso, repito, más vale que reconozcan que la situación va en serio y que fuerzas de mucho peso de plano proponen implantar tales normas y leyes. De hecho, en Luisiana y otros estados han creado otra categoría de matrimonio. Hay dos categorías de matrimonio: aparte del matrimonio “normal”, tienen un “convenant marriage” (pacto sagrado) que, como su nombre religioso indica, se basa en normas bíblicas, no permite el divorcio por acuerdo mutuo y hace mucho más difícil divorciarse. Por ahora es voluntario, y se tiene la opción del matrimonio “normal”. Pero el “covenant marriage” (opcional, ¡por ahora!) es parte de la embestida de los fascistas cristianos para abolir el divorcio, prohibirlo por completo; y en una sociedad de supremacía masculina como esta, todo mundo sabe (o debe saber) que eso implicaría obligar a millones y millones de mujeres a quedarse en matrimonios opresivos e incluso a sufrir violencia sexual y golpes.

En su libro The Nazi Conscience, Claudia Koonz explica que los nazis tenían una especie de “división de trabajo”: en algunas ocasiones Hitler manejaba un discurso más moderado y hasta conciliatorio; en cambio, sus huestes se desmandaban contra judíos, comunistas, homosexuales y otros que consideraban una abominación y una mancha sobre la sociedad alemana. Todo esto allanó el camino para las redadas, ejecuciones y, literalmente, para el genocidio que ocurrió bajo el gobierno nazi. De igual modo, el equivalente de los nazis en este nuevo siglo, los fascistas cristianos y otros de esa tendencia general, tienen sus propias huestes, gente de la ralea de David Horowitz, Rush Limbaugh y Ann Coulter, que están que rabian contra los que dificultan su proyecto. Aparte de atacar a los que se oponen cabalmente al fascismo y al sistema capitalista imperialista, para usar una analogía, atacan con saña la República de Weimar (la república de Weimar fue la república democrático-burguesa fundada al final de la I Guerra Mundial y abolida con el ascenso al poder de Hitler y los nazis en la década de 1930). Tenemos que captar el propósito de esto y lo que implica.

Atacar al equivalente de la República de Weimar (al Partido Demócrata, los “liberales”, etc., y tildarlos de traidores) es parte de la estrategia de callar y suprimir, con la fuerza del estado si es necesario, a todo grupo o sector de la sociedad, e incluso de la clase dominante, que presente un obstáculo al proyecto que los fascistas cristianos, y fuerzas de esa tendencia general, proponen implantar en Estados Unidos (y, de hecho, en el mundo entero). Por un buen tiempo (desde la época de la guerra fría hasta la época de la “guerra contra el terrorismo”), esas fuerzas han atacado sistemáticamente a liberales, a políticos liberales de la clase dominante (además de comunistas, anarquistas y otros radicales) y los han tildado de traidores.

El nuevo libro de David Horowitz, Unholy Alliance: Radical Islam and the American Left, es otra diatriba contra los “liberales” y la izquierda que sostiene que están objetivamente en el mismo bando de los fundamentalistas islámicos en la “guerra contra el terrorismo”. Debemos tomar esto muy en serio, pues Horowitz tiene conexiones con funcionarios del gobierno y politiqueros republicanos de mucho peso, inclusive con la propia Casa Blanca. En este momento Rush Limbaugh tampoco apunta principalmente contra los radicales y los comunistas, como nuestro partido; no apunta contra los izquierdistas, sino contra liberales de la clase dominante porque, repito, destruir la “República de Weimar” (atacar a las fuerzas democrático-burguesas de la clase dominante, su decadencia, debilidad e incapacidad de defender la nación, etc.) allana el camino para el triunfo del fascismo. Este fenómeno viene desenvolviéndose por un buen tiempo en este país y es muy marcado. Hace poco Ann Coulter sacó un libro con el título explícito de Treason (Traición). Ella y los demás están fomentando opinión pública de ese tipo, aun cuando en muchos casos Bush todavía maneja un discurso de “incorporar a diversos sectores” y trabajar con diversas fuerzas de la clase dominante, con ciertas condiciones. Por ejemplo, en los debates con Kerry, Bush no dijo: “Eres un traidor que merece ser ejecutado”. Pero, eso sí, muchos de sus aliados y partidarios dicen cosas por el estilo con mucha convicción todo el tiempo. ¿Por qué Bush y otros de la cúpula del poder no los repudian y cuáles son sus implicaciones?

La solución no es defender y conservar la “República de Weimar” como tal (la democracia burguesa: la “estructura democrática” de la dictadura capitalista1). Esa no es una verdadera solución ni corresponde a los intereses fundamentales de las masas y de la gran mayoría de la humanidad. Pero no por eso ignoremos lo grueso que está que los fascistas coloquen la “República de Weimar” (los liberales de la clase dominante) en el campo del enemigo y hasta los tilden de traidores. ¿Para qué están preparando el terreno y qué augura? Nuestro objetivo, repito, no es defender la República de Weimar (andar detrás del sector “liberal” de la clase dominante imperialista), sino reconocer cabalmente lo serios que son tales ataques y lo que representan, y oponernos a ellos de un modo radicalmente diferente y con fines radicalmente diferentes. En mis escritos y charlas2 he abordado este fenómeno, o sea, que se está deshilachando lo que desde hace tiempo ha sido el “centro de cohesión” de la sociedad y el dominio de la burguesía en este país, y que algunas manifestaciones de esto ya son evidentes. He recalcado que no será de ninguna manera positivo a corto plazo ni si sigue su cauce espontáneo. Además, no es nuestro papel ni nos corresponde como comunistas simplemente observar cruzados de brazos y aplaudir el deshilachamiento del actual centro de cohesión y estructura del dominio capitalista. ¡No vayamos a pensar que por ese simple hecho surgirá algo positivo que nos “va a caer como llovido del cielo”! Por lo contrario, tenemos que asumir el reto monumental de la repolarización, es decir, una repolarización en aras de la revolución.

Es preciso reemplazar la “República de Weimar”. De hecho, la república burguesa (el gobierno del capitalismo e imperialismo a través de la estructura democrático-burguesa) es un sistema opresor, que se erige sobre una gran red y proceso de explotación y opresión que impone sufrimiento incalificable e innecesario a miles de millones de personas en el mundo entero y en la propia república. Es necesario reemplazarlo, pero no con otra versión más grotesca y sanguinaria del mismo sistema, sino con una sociedad radicalmente nueva y un tipo de estado radicalmente diferente, que abra el camino que lleve por fin a la abolición de toda forma de gobierno opresor y toda relación de dominación y explotación en el mundo entero.

 

1. En varios escritos, como el libro Democracia, ¿Es lo mejor que podemos lograr?, y en un discurso que dio hace poco, “Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo”, Bob Avakian explica que, a pesar de la palabrería de “democracia para todos”, las sociedades como Estados Unidos son de hecho dictaduras burguesas (aun cuando no se ejerza franca represión y terror) porque la clase capitalista (la burguesía) que dirige la sociedad se basa fundamentalmente en el monopolio de la fuerza armada (particularmente, la fuerza armada “legítima”) y su “derecho” a emplearla, es decir, a emplear los tribunales y dependencias del gobierno, además de la policía y las fuerzas armadas, para aplastar con la fuerza que considere necesaria toda oposición o resistencia que le plantea un serio desafío a su dominio. [regresa]

2. Lea el artículo “La pirámide del poder y la lucha por cambiar de base el mundo” (Obrero Revolucionario #1259, 21 de noviembre de 2004). Además lea los artículos anteriores de esta serie de Bob Avakian, entre ellos, “La guerra civil que se perfila y la repolarización para la revolución en la época actual (OR #1274) y “¿Podrán conservar la cohesión?... Una pirámide o dos escaleras” (Revolución #4). Los que se puede descargar en revcom.us. [regresa]

 

 

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Dos días en el Centro de Organización del Club Revolución en Chicago

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Nota de la redacción: Al mismo tiempo que el Club Revolución ha andado en medio de las protestas continuadas en contra del asesinado de Harith Augustus, también ha mantenido abierto el centro de organización. La siguiente carta es de una persona que ha estado en el centro.

Sábado, 14 de julio, Puercos de Chicago matan a balazos a otro hermano negro, conocido por muchos como Snoop. Fue asesinado a tres cuadros del centro, y trabajaba en una peluquería a tres edificios de distancia del centro.

Ese día, el Club Revolución había estado en esa intersección anteriormente, organizando y reclutando a las personas a la revolución. Íbamos en camino a otro evento e inmediatamente dimos la vuelta y regresamos a la escena, donde las masas ya se habían juntado indignadas por el asesinado.

Sábado, Día 1º — En frente del centro de organización, montamos un tablero caballete con CPG (CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución) en un lado y el cartelón para el discurso de Bob Avakian (¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista, un mundo mejor ES posible) en el otro, también un cartelón de ¡Puercos asesinan de nuevo! ¿Cuántas vidas más nos robará el sistema? ¡Nos hace falta una REVOLUCIÓN — Y NADA MENOS!, con las fotos de Korryn Gaines y Paul O’Neal, dos jóvenes asesinados por la policía en 2016 con pocos días de diferencia entre uno y otro. La policía asesinó a Paul O’Neal apenas unos cuadros de distancia de donde mataron a Snoop. El cartelón sobre el papel de la policía (Lo BAsico 1:24) fue desplegado en una ventana y en una mesa con una pila de folletos de CÓMO PODEMOS GANAR.

El asesinato de Snoop estaba en boca de todos. Se podría oír a las personas que iban pasando decir que hacía poco él les había cortado el pelo, y de que eran clientes de él. Hablaban con coraje. Algunos jóvenes que por lo general se paran en la calle fuera del centro, expresaban su indignación y de que ya son hartos, y estaban abiertos a discutir, aun sin estar de acuerdo sobre la solución. Un joven estaba tan enfurecido que planteaba la venganza como la solución. Le planteamos el reto de que hace falta tumbar el sistema, pero claramente estaba demasiado enfurecido como para sostener una lucha ideológica… en ese momento. Así era el ánima del pueblo — ¡un coraje visceral!

Al estallar la protesta, la mayoría del club salió a incorporarse; algunos quedamos en el centro para seguir organizando. Los transeúntes expresaban indignación, desesperación, incredulidad, y un sentido de que “esto tiene que parar”. Una pareja que no conocía el centro, aunque han vivido en el barrio durante años, fue atraída por los cartelones afuera. Les dimos la bienvenida y tuvimos una discusión sobre CPG. La mayoría de las conversaciones con las masas ocurrieron afuera debido al calor y a que la gente no quería sentarse a hablar nada más. Era otro ánimo, que las masas ya estaban hartas. Iban y venían de la protesta.

Día 2º

Desde que la oficina abrió hasta que cerró, unas seis horas más tarde hasta la noche, el centro de organización hervía de actividades. A las personas que entraban las dirigimos a acompañar al Club Revolución en la esquina, donde estaban organizando a las personas en la revolución. Un par de personas quedaron para ver el discurso de Bob Avakian, ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. Un mundo mejor ES posible, al cual se había programado desde antes. Se decidió que era importante continuar con la presentación al mismo tiempo que también teníamos un equipo afuera en el barrio, y las personas que habíamos conocido el día anterior nos acompañaron.

Las personas entraban para conseguir playeras de Revolución — y Nada Menos y para aprender más sobre la revolución. Durante todo el día, las personas que entraban en el centro fueron presentadas al presidente del Partido Comunista Revolucionario, Bob Avakian, por medio de cortos de sus discursos, Lo BAsico, y COMO PODEMOS GANAR. No quedaba ninguna duda: ESTAMOS organizando para una revolución real y tenemos la estrategia, el plan y la dirección, y los estamos reclutando para hacer ESO.

Uno de los momentos más emocionantes fue cuando la marcha de protesta pasó en frente del centro. La marcha tenía unas 100 personas, con el Club Revolución en la mezcla. Al pasar el centro, un miembro del Club Revolución usó el megáfono para presentar el centro de organización a los manifestantes — aquí es donde uno viene para aprender más sobre el movimiento para una revolución real y sobre Bob Avakian, el líder de la revolución. Un grupo de miembros del Club Revolución, junto con Joe Veale, un líder de la revolución, se paraban en frente del centro y recibieron la marcha con un enorme cartelón de (Hogar del ladrón…) y CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución. Los marchistas vitorearon con el puño en alto, y el Club Revolución dirigió el coro, ¿Quiénes somos? El Club Revolución.

Después de la manifestación, el Club Revolución organizó a algunas personas de la marcha y caminaron al centro. Algunos otros entraron y se unieron a la discusión informal. Las personas hablaban de por qué participaron en la marcha. Una mujer de la tercera edad dijo que ya no podía quedarse en casa y tuvo que salir. Dos mujeres jóvenes, una de la edad de 13 años, hablaron de sus propias experiencias siendo hostigadas por los cerdos. Todos expresaron su indignación y querían saber cómo terminar con esto.

Presentamos el corto —el papel de los jóvenes— del discurso de Bob Avakian, ¡REVOLUCIÓN — Y NADA MENOS! Los presentes movían la cabeza en expresión de acuerdo. Empezaron a pensar en quién podrían movilizar en la revolución, y una persona sugirió organizar una carne asada para recaudar fondos. Todos se llevaron folletos de COMO PODEMOS GANAR y se quedaron en que iban a venir al centro el día siguiente para reunirse a la marcha, y así hicieron. Una mujer que es una vecina del centro desempeñó un papel clave en organizar a las personas. Se puso la playera de Revolución — y Nada Menos el día primero y trajo otros al centro para que consiguieran sus propias playeras. No les trajo para conseguir una playera “gratis”. Mencionó que tenían que donar por las playeras. Donaban desde $3 a $7 por las playeras. Ella también consiguió una para su hijo chiquito y su hija adolescente. Esto es un ejemplo de que las personas pueden transformarse de la noche a la mañana y pueden empezar a organizar en el acto con un conocimiento limitado de la revolución.

El centro ha funcionado como un centro de organización de verdad. El Club Revolución fue conocido en el barrio, pero esta vez había una onda diferente. Se da un sentido —del potencial— de que el Club Revolución se convierta en la autoridad que la gente siga. Personas que nunca habían puesto los pies en el centro ahora se interesan en aprender más, otros que nunca sabían del centro ahora lo están visitando. Las personas que simplemente tienen curiosidad sobre el Club Revolución también visitan. El centro ha estado abierto hasta muy noche, cerrando a las 10 de la noche el primer día porque las personas no dejaron de entrar. También ha sido hermoso ver que las personas usan la playera de Revolución — y Nada Menos en medio del barrio así no más, no solamente en la protesta. Manténganse en sintonía para más acontecimientos.

 


Las playeras dicen, y llevan en el reverso en español: "Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! revcom.us"

Lea más...

.@revclubchi de pie con la gente en #SouthShore contra el asesinato a sangre fría de #HarithAugustus - en las calles y noticieros con la exigencia: ¡YA BASTA! ¡Estamos organizándonos para una revolución real para hacer que esto ya no se dé! Lea la estrategia para la revolución: revcom.us/a/457/como-podemos-ganar-es.html ...

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Revolución #553 25 de julio de 2018

En el Barrio Sur de Chicago

En medio de las protestas de la gente contra el asesinato policial, se organiza para una revolución REAL

| Periódico Revolución | revcom.us

 

De un corresponsal del Club Revolución

El domingo, como a las 5pm me di cuenta de haber recibido un texto de un miembro del Club Revolución que había estado fuera de la ciudad. Traté de contactarla para hacerle saber que la podía llevar en mi carro a nuestro centro de organización. No me contestó. Antes de salir puse las noticias de las 5pm. La principal noticia era la protesta en South Shore [en Chicago] en contra del asesinato policial de Harith Augustus [un hombre negro] de 37 años. Una multitud se estaba formando. Y en la pantalla vi al miembro del Club que estaba buscando; ella ya estaba allí. La cámara de las noticias paneó sobre la multitud: se veía muchas playeras de ¡Revolución, y Nada Menos! (RNM), y el reportero dijo: “el Club Revolución está aquí” seguido por una buenísima entrevista a Lucha Bright del Club Revolución, quien se lucía bien con la su ropa del Club.

En ruta al Centro de Organización del Club Revolución, me topé con un enorme congestionamiento de tráfico precisamente donde Lake Shore Drive (una vía de 42 kilómetros a lo largo de la costa de la ciudad del Lago Michigan) termina y empieza la comunidad de South Shore en el barrio sur. El tráfico estaba completamente atascado en un lugar donde por lo general no es muy congestionado, y no se movió por buen rato.

La noche anterior los miembros del Club habían estado por horas en medio de la protesta de cientos de personas enfrentando a la policía por el asesinato. Vi videos en twitter, pero no estaba presente yo mismo. Los policías se portaron salvajes, repartiendo porrazos y portando fusiles automáticos. Pero la gente estaba desafiante, a veces bailando sobre las patrullas policiales. En medio de todo eso se distribuyeron muchos ejemplares de CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución (CPG). En las primeras filas, y cuando las personas, incluidas las del club, saldrían de las primeras filas para un breve descanso, los miembros del Club organizaban “reuniones relámpago allí mismo en el acto” para repasar puntos clave de CPG, y para reclutarlas para la revolución. En medio de todo eso, alguien tuvo que regresar corriendo a nuestro centro de organización para recoger más playeras de RNM y más folletos de CPG.

Cuando llegué al Centro de Organización del Club Revolución, que es a unas pocas puertas de la peluquería donde trabajaba Harith Augustus, el hombre negro que la policía mató a balazos la noche anterior, supe porqué el tráfico estaba tan atascado. Resulta que después de iniciar una protesta a unas cuadras del Centro de Organización cerca de donde sucedió el asesinato, unas 200 personas habían tratado de entrar en la vía Lakeshore Drive y la policía les había impedido.

Por eso la marcha tomó el rumbo hacia el este por la calle 67 pasando por el multifamiliar grande (e infame) llamado “the Parkways” que se extiende por varias cuadras y en el que, según un residente, “los jóvenes están en guerra con los jóvenes de East End”. East End es otro barrio cerca del Centro de Organización. Más tarde me enteré de que buena cantidad de jóvenes de “the Parkways” salieron a unirse con la marcha por varias cuadras.

Poco después de llegar al Centro recibimos una llamada de un miembro del Club que estaba en la marcha para decirnos que iban a pasar directamente en frente de nosotros. Juntamos unas pancartas y mantas grandes y, con las playeras RNM puestas, salimos a la banqueta para saludar a la gente cuando se acercara la marcha.

La marcha iba por la calle y los puercos se formaron en fila a lo largo de la banqueta. (El revés de la rutina por acá en la que por lo general la policía bloquea las calles obligando a los manifestantes a ir por la banqueta). Joey Johnson tenía el altoparlante y estaba anunciando que estaban pasando nuestra oficina, y los dirigió en corear: “¿Cómo nos salimos de esta porquería? Revolución, y Nada Menos”. Los marchistas levantaron los puños y coreamos en unísono con ellos: “Revolución, y Nada Menos”.

La marcha estaba compuesta de gente de todas partes de la ciudad y de la comunidad. Un joven que iba a la cabeza, y cuya foto, puño en alto, salió en la primera plana del Chicago Tribune, había sido amigo íntimo de Paul O’Neal (un adolescente asesinado por la policía en South Shore en el verano de 2016) y en ese entonces había encabezado protestas contra el asesinato de su amigo.

Después de que pasó la marcha quedó una larga fila de carros estancados frente al Centro. Me acerqué para darles a sus tripulantes copias de CPG. Al acercarme al segundo carro, la mujer joven en el asiento del pasajero me mostró que ya tenía un ejemplar de CPG y gritó: “Estoy con ustedes”, y todos los que estábamos afuera del Centro vitoreamos con júbilo.

Un hombre negro cuarentón con una playera de CPAC (un grupo para la supervisión de la policía por la comunidad) le gritó a Joe Veale, “Poder al Pueblo” y se salió de la marcha para chocarle esos cinco a Joe, a quien le había visto anteriormente ese día en una reunión de activistas, en cual reunión Joe habló de sus años con el Partido Pantera Negra y dijo que en ese entonces no sabíamos cómo hacer una revolución pero ahora con Bob Avakian tenemos la dirección, la estrategia y el plan, y les dijo que los estuvo “reclutando para la revolución”. (Vea el video de Joe a la derecha).

La marcha regresó por donde había empezado a unas cuadras, cuando miembros del Club y varias otras personas que yo jamás había visto antes, todas con playeras de RNM puestas, convergieron en el centro. Una señora y su nieto de 5 años, ambos con playeras de RNM, entraron con un miembro del Club Revolución. Resulta que ella vive cerca de nuestro centro y nos ha observado por un tiempo desde una distancia, pero dijo que cuando se armó la gorda el día anterior quiso unirse a nosotros y consiguió una playera. Su nieto se veía muy elegante en una de talla pequeña para mujeres. Ella expresó mucho orgullo por uno de sus hijos, de 20 años de edad, que la noche del sábado celebró bailando encima de una patrulla con su playera de RNM puesta.

Una pareja cincuentona entró, participaron en una discusión sobre CPG, vieron unos clips de Bob Avakian y consiguieron playeras. El señor ese día acaba de enterarse, al oír el nombre de Harith Augustus, de que ya conocía a ese hombre asesinado por la policía. Dijo que cuando escuchó “Snoop”, pensó que era uno de los jóvenes altos, delgados y de cabello largo que se parecen al rapero SnoopDog. Se quedó destruido cuando se dio cuenta que se trataba de Harith. Me dijo que lo conoció en 2002 cuando estaba en un albergue donde Harith trabajaba. Me dijo que Harith era la persona más amable y que le cortó el cabello gratis mientras se preparaba para el certificado de la escuela de peluquería.

Vi a 3 ó 4 jóvenes afuera del centro, también con playeras de Revolución, y Nada Menos puestas, y fui a hablar con ellos y darles el folleto CPG (pero ya lo tenían). La primera persona con que hablé debe de tener unos 20 años. Me dijo que se había afiliado al Club el día anterior. El mes pasado la policía había asesinado a su hermano, Maurice Granton. Harith fue el peluquero de este joven, que ya por dos noches estaba protestando en las calles. Otro hombre, con una playera puesta, se nos acercó y le dijo a una de las dos jóvenes que tenía que irse, así que no pude hablar con estas dos.

Un vecino amigo del Club visitó con su esposa. Dijo que tenía muchas fotos y video de la noche anterior, algunos de la policía portando rifles automáticos. Dijo que los mandaría a revolutionreports@yahoo.com. Había oído hablar que la gente se estaba juntando otra vez en la esquina donde la noche del sábado la gente había salido en protesta. Un par de nosotros fuimos allí para averiguar, pero todo ya estaba tranquilo.

Tres mujeres, dos de ellas de adolescencia temprana, habían entrado en el centro y estaban entrándole al CPG con miembros del club. Antes de que se fueran, los que quedábamos en el centro nos tomamos fotos, todos en nuestras playeras. Esta mañana vi la foto en nuestra cuenta de twitter. Un miembro del Club que trabaja en el centro con regularidad comentó que está llegando a ser un verdadero “centro de organización”. (Vea el artículo Dos días en el Centro de Organización del Club Revolución en Chicago).

 

Vea también:
En el barrio sur de Chicago: Los puercos policías balacean a otro hombre negro; la gente indignada se toma las calles

¿Qué se requerirá para que estos puercos dejen de matarnos?

Joe Veale en #SouthShore: “Si no hacemos una revolución, en 20 años estaremos librando la misma maldita batalla. Ya es hora de acabar con esto”.

¡Tenemos la estrategia y la dirección! #HarithAugustus#Revolution

Vea otros tuits de revcom.us/Revolution’s

Nota de la redacción: En 1998 la policía de Riverside, California, mató a Tyisha Miller, una afroamericana de 19 años de edad. Miller había perdido la conciencia en su coche, por un ataque epiléptico. Los policías dijeron que ella se despertó de repente y que tenía un arma; le dispararon 23 veces, dándole al menos 12 veces y matándola. Bob Avakian habló de la situación.

Si esa es su manera de manejar la situación, ¡que se vayan al carajo! Que se larguen, que se vayan al carajo, que se quiten de la faz de la tierra y dejen en paz a las masas, porque es obvio que hay mil maneras de manejar esa situación que hubieran sido mucho mejores. Y francamente, si nosotros tuviéramos el poder del estado y ocurriera algo así, habríamos preferido que un policía del pueblo diera la vida primero, antes de matar sin sentido a uno de las masas. Así actúan los verdaderos servidores del pueblo, o sea, se juegan la vida por defender al pueblo. ¡Al carajo con su maldito lema de “servir y proteger”! Si esa fuera su intención, habrían encontrado otra manera mil veces mejor de solucionar el problema. ¿Cómo lo manejaría el proletariado? La historia demuestra que cuando el proletariado tiene el poder, pone por encima de todo la vida de las masas, pero cuando la burguesía tiene el poder, el papel de su policía es sembrar terror y matar a las masas a sangre fría sin ninguna provocación, matarlas sin necesidad, precisamente porque cuanto más arbitrario sea el terror, más asusta. Precisamente por eso lo hacen y es una parte importante de su oficio.

Bob Avakian, Lo BAsico 2:16

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Revolución #553 25 de julio de 2018

No se puede sacar al fascismo con votos... ¡hay que sacarlo del poder!

Perry Hoberman, reimprimido de Counterpunch

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Perry Hoberman es un artista y activista con base en Los Ángeles, un profesor de investigación en la Escuela de Artes Cinemáticas de la Universidad del Sur de California, y un portavoz de un portavoz de RefuseFascism.org [Rechazar el Fascismo]. El siguiente artículo es reimprimido de Counterpunch y RefuseFascism.org.

 

He notado un fenómeno que viene cobrando fuerza en MSNBC y otros medios establecidos: al mismo tiempo que el régimen de Trump y Pence recurre a un comportamiento cada vez más ultrajante, los varios críticos —cuando se les pide explicar una u otra acción o declaración monstruosa— mueven la cabeza y admiten que simplemente no entienden por qué alguien haría una cosa tan irracional, tan despistada, tan contra productiva, tan cruel. Hay una implicación sobreentendida que no es posible que el régimen entienda lo que está haciendo — lo que en turno sugiere que esto no puede continuar para siempre, que todo va a implosionar a causa de su incompetencia tan patente y/o su inconsciencia.

Lo primero que hay que señalar es que las palabras y acciones del régimen, por descabelladas que parezcan a cualquier ser humano racional, no son arbitrarias, y no son fanfarronadas nada más. Estos tipos quieren decir exactamente lo que dicen. Desde el principio, nos han dicho que tomemos las palabras de Trump “con seriedad, pero no de manera textual”, que él simplemente está “comunicándose con su base”, y que le pondrá rienda los “adultos en el lugar”, y quizás por nuestros “controles y contrapesos” (cada vez más míticos). Esta línea de razonamiento parte de la premisa de que Trump sea solamente otro político corrupto de la derecha extrema, que hace uso de una retórica exagerada simplemente para llamar atención, y que en realidad obedece los límites de las normas acordadas del comportamiento civilizado. Si hemos aprendido algo en el año y medio pasado, es que este régimen no tiene vergüenza, ni escrúpulos, ni límites.

Las tendencias fascistas en la política derechista no son nada nuevo, por supuesto; lo que pasa es que por lo general las encubrían (levemente) con un lenguaje codificado y de “silbato para perros”, que permitía que esos políticos y sus seguidores racistas y xenófobos negaran creíblemente lo que son. Pero este régimen es diferente. Ya no se encubren. Esto permite que sigan subiendo la apuesta. Una consecuencia de esto es que elimina el punto medio: esto se debe a que cualquier cosa que no sea sacarlos del poder significa, en esencia, aceptarlos y consentirlos, y allana el camino para más atrocidades.

La falta de reconocer estos hechos obvios por parte de los medios de comunicación hace patentes las limitaciones y los tapaojos autoimpuestos de su punto de vista: no pueden entiender, porque no pueden permitirse entender. Si lo hicieran, tendrían que lidiar con dos hechos sencillos: primero, que el país está encaminado inexorablemente al pleno fascismo; y segundo, que lo único que podría terminar esta pesadilla es un levantamiento público masivo y sostenido.

Ya sé, ya sé: que sólo faltan cuatro meses para las elecciones a mitad de mandato, la ola azul, que apoderémonos de la Cámara de nuevo, que concentrémonos en eso. Lo siento, pero eso es una estupidez. Hay ocho palabras sencillas que refutan ese camino: No se puede sacar al fascismo con votos. Si bien algunos de los comentaristas por fin están reconociendo que, caray, quizás estos tipos realmente sean fascistas, ninguno de ellos, al parecer, pueden hacer el salto mental a lo que eso podría implicar en términos de una estrategia viable.

Den un vistazo, y háganse la pregunta: ¿qué son dispuestos a hacer estos cabrones para quedarse en el poder? La respuesta es obvia: cualquier cosa. ¿Cómo ascendieron al poder en primer lugar? Con trucas: manipulando la circunscripción electoral, fraude, piratería por internet, privación del derecho a votar, etc. Ahora tienen casi dos años en el poder. Los Demócratas ganaron la elección de 2016 con tres millones de votos, y miren donde estamos; ¿realmente creen que 2018 nos vaya a salir mejor? (Ni siquiera abordaré lo inefectivo que ha sido la camarilla Demócrata; eso es otra caja de Pandora.)

Saben lo que es un trinquete, ¿verdad? Es una rueda dentada que sólo permite movimiento en una sola dirección. Si uno tratara de mover en otra dirección, no pasa. Así funciona la política fascista. Siempre y cuando todo anda en la dirección que ellos quieren, pueden seguir fingiendo que nada ha cambiado, que esto es lo de siempre. Pero en el momento que empiezan a perder —en las cortes, en los medios, en las elecciones, lo que sea— recurren a todos los trucos posibles — y nada está fuera de los límites.

Esto lo vemos en todas partes: en la batalla en la Suprema Corte (¿Merrick Garland? Jamás. ¿Gorsuch y Kavanaugh? Sería injusto demorar la confirmación ni un segundo), la Prohibición a los musulmanes, la inmigración, la EPA (Agencia de Protección Ambiental), en todas partes. Cualquier batalla que ganen, por más feo y mortal el resultado, por más impopular, ya estuvo, adelante, a seguirle. ¿Pero perdieron algo? No va a quedar así.

Acuérdense: un trinquete solo mueve en una sola dirección.

Si bien es alentador ver un nuevo nivel de disentimiento y protesta, no perdamos de vista el hecho de que a los fascistas les vale cacahuate lo que ustedes piensen o lo que piense el público — ni para quién y para qué voten.

Continuarán hasta que les obliguemos a detenerse. Y eso no va a lograr por los canales normales.

¿Entonces, qué hacemos? ¿Cómo ponemos alto a esta pesadilla? Incluso, ¿es posible?

No quiero dorar la píldora: no va a ser fácil, y no hay ninguna garantía del éxito. Pero, es posible. Millones de personas —casi seguramente la mayoría de los estadounidenses— odian esto y se angustian por lo que este régimen está haciendo a nuestro país, al mundo, y al propio planeta.

Imagínense si todas esas personas —todas— se lanzaran a las calles y permanecieran allí, exigiendo que el régimen sea expulsado del poder. ¿Qué pasaría? Nada sabe de ciencia cierta, pero hay varios ejemplos históricos que nos pueden dar unas claves. Aunque cada levantamiento tiene sus propias circunstancias particulares, cada uno nos presenta una instancia en que esta estrategia —donde un número cada vez mayor de personas se lanzaban a las calles y no regresaban a casa— funcionó concretamente.

En Egipto en 2011, Hosni Mubarak, que había permanecido en el poder durante treinta años, fue obligado a dejarlo después de menos de un mes de protestas masivas, desobediencia civil y huelgas generales. En Corea del Sur en 2016, la presidenta Park por fin fue sometida a un juicio político y condenada cuando tomaron las calles, primero cientos de miles, y después millones de personas. En el año en curso, en Armenia, la desobediencia civil masiva y una huelga nacional obligaron a Serzh Sargsyan a marcharse después de un arrebatamiento corrupto del poder.

¿Qué tienen en común estos levantamientos? Eran masivos, diversos, no violentos, sostenidos, y determinados. Cada uno creció hasta ser suficientemente grande que los poderes fácticos se vieron obligados a responder a sus demandas. Obviamente, esa no es la estrategia de primer recurso; en tiempos más normales, sería difícil movilizar a suficientes personas para crear una crisis de ese tipo. Pero, estos no son tiempos normales. Lo que este régimen anda haciendo le está sacudiendo a la gente profundamente; podemos ver la evidencia de eso en las protestas masivas, en enormes expresiones de apoyo y donaciones a la ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles), Planned Parenthood, y otros grupos.

La repugnancia e indignación que siente la gente es auténtica. En este momento, la mayor parte de eso se canaliza hacia las elecciones a mitad de mandato. Pero, hagámosle frente: los Demócratas no van a detener esto. La dirección Demócrata ha puesto trabas a su ala progresista; ha despreciado a los pocos congresistas con principios, tachándolos de inconformistas indisciplinados, sin “civilidad”. Ni siquiera contemplarán un juicio de destitución — aunque semejante juicio debe ser obvio dado los crímenes monstruosos del régimen. Claro, quizás nos iba a ir mejor si los Demócratas controlaran la cámara y el senado (aunque es improbable que lo hagan). Pero ni eso solucionaría esta situación — y si canalizan la energía popular hacia caminos que casi seguramente fallarán, podría resultar en el desastre. Simplemente, esto ha avanzado demasiado. La estrategia inevitable de los Demócratas de “buscar puntos en común”, de transigir y capitular —ante el fascismo— es inadmisible.

Los políticos solamente hacen lo correcto si se les obliga a hacer lo correcto. Si bien tenemos que reconocer que hasta la fecha nada de la oposición ha llegado ni tantito a lo que se requerirá, sí existe un potencial profundo — pero solamente si se la transforme y se la imbuya de un entendimiento sombrío y honesto de lo profundo que es lo que nos confronta en realidad, además de un camino concreto para expulsarlo.

Para eso es el grupo Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org). Es el único grupo que ha planteado la demanda única y unificadora de que ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! Yo les recomiendo urgentemente a que lean su llamamiento, que ingresen, que donen, que hablen con sus amigos, familiares, y colegas, que sean una de las miles de personas ahora, que lleguen a ser decenas y luego cientos de miles, y al final millones, que se lancen a las calles —y permanezcan en las calles— hasta que se cumpla la demanda: En nombre de la humanidad, esta pesadilla tiene que terminar: ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

RECHAZAR EL FASCISMO


¡ESTA PESADILLA TIENE QUE TERMINAR:
EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE!

¡¡Participe en el movimiento para expulsar al régimen de Trump y Pence! ➧

 

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Revolución #553 25 de julio de 2018

De Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org)

La cumbre de Trump con Putin: Un salto hacia el fascismo

Rechazar el Fascismo

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Lo que el mundo vio esta semana [la semana pasada] con Trump en la reunión de la OTAN y luego en la conferencia de prensa tras su cumbre con el presidente ruso Vladimir Putin fue el triturar de las alianzas, los protocolos políticos y las normas que Estados Unidos estableció después de la Segunda Guerra Mundial y que ha utilizado por décadas desde entonces para fortalecer e imponer la posición dominante de Estados Unidos en el mundo. Lo que presenciamos fue el régimen de Trump y Pence implementando a porrazos su programa fascista de Estados Unidos Ante Todo — trabajando para hacer añicos lo que ha sido un enfoque multilateral (la OTAN, la ONU, etc.) de promover el dominio mundial de Estados Unidos expresado por las frases nobles de cooperación, difundir la democracia, etc., y esforzándose para reemplazar esto con un juego de suma cero de la abierta imposición de la lógica gansteril de poderío bruto. La afirmación agresiva de Trump de relaciones globales de “competir y conquistar” y “ganar o perder” crea una situación de alto riesgo y de la ley de la selva que intensifica el peligro de guerras aún mayores que las actuales, como aquella en Yemen.

Trump y las poderosas fuerzas que respaldan a él y a su régimen y que ahora dominan el Partido Republi-fascista consideran que la compleja red de más de 70 años de “responsabilidades” estadounidenses para con Europa y el mundo es un impedimento y obstáculo para que Estados Unidos sea “libre” para imponer con fuerza y unilateralmente un poderío económico y militar aún mayor en el mundo.

El Llamamiento a la Acción de Rechazar el Fascismo de 2018 hace dos declaraciones poderosas y sumamente relevantes:

“El régimen de Trump y Pence está rehaciendo radicalmente la sociedad; paso a paso imponiendo a porrazos un vil fascismo estadounidense”.

Y, “Se está haciendo añicos el mundo tal como lo hemos conocido...”.

Esto describe con precisión los eventos extraordinarios de la semana pasada. Por eso decimos: ¡En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista!

Rechazar el Fascismo / RefuseFascism.org debe estar en medio de las luchas de las personas impactadas e indignadas por las radicales acciones reaccionarias del régimen de Trump y Pence. Debe llevar a estas protestas el entendimiento de que lo que estamos presenciando es una mayor consolidación del enfoque fascista de Estados Unidos Ante Todo en el mundo. La gente necesita el Llamamiento a la Acción de RefuseFascism.org que dice: “RESOLVEMOS que no detendrá esta pesadilla nada menos que sacar del poder a este régimen ilegítimo en su conjunto”.

La Cumbre de Trump y Putin y la visita a la OTAN se producen una semana después de la designación como candidato para la Corte Suprema de un derechista extremo cuyo historial demuestra que es casi seguro que votaría por mantener las prerrogativas fascistas del régimen Trump y Pence si se lo confirmara. Penden de un hilo el futuro del derecho fundamental de la mujer a controlar su propia reproducción por medio del acceso al aborto e incluso el control de la natalidad, la igualdad de matrimonio y otros derechos LGBTQ, las protecciones medioambientales y mucho más. Mientras tanto, este régimen sigue cometiendo Crímenes contra la Humanidad a los inmigrantes, con campos de detención en masa y miles de niños separados de sus familias.

Sin embargo, desaparecen de la vista pública los monumentales crímenes del régimen de Trump y Pence contra los inmigrantes, los musulmanes, las mujeres, las personas LGBTQ, el medio ambiente y la gente del mundo; y MSNBC, los Demócratas y un sector de las fuerzas de inteligencia y de la policía federal (la CIA y el FBI) engañan a demasiada gente y la alinean para ondear la bandera con más entusiasmo que nadie y para apoyar el poderío bruto de Estados Unidos. Aquellos que dirigen a la gente a gritar “traición” quieren alinearte para apoyar las guerras y acciones injustas de Estados Unidos. Estas son las mismas fuerzas que durante décadas operaron entre bastidores como parte de las fuerzas del gobierno de Estados Unidos, llevando a cabo golpes militares, intervenciones, manipulaciones de elecciones y aún más en países por todo el mundo. Y, sí, estas voces más vociferantes que han cometido estos crímenes ahora le dicen a Trump “traidor” porque creen que lo que está haciendo pone en peligro el imperio de Estados Unidos. Pero están engañando a las personas a quienes les importa la justicia para la humanidad. No solo las engañan por una ventaja partidista electoral en la votación de medio término, sino por algo mucho peor: las están reclutando para el jingoísmo que las dejará y las guiará sin ningún fundamento cuando el régimen de Trump y Pence involucre Estados Unidos en crímenes y guerras aún mayores alrededor del mundo.

Urge oponerse al régimen de Trump y Pence no tratando de ser más “Estados Unidos Ante Todo” y jingoísta que el propio Trump, sino tomando posición al lado de toda la humanidad contra el fascismo que él y su régimen están imponiendo.

Los ultrajes de la semana pasada —la increíble avalancha de políticas y palabras fascistas— deben impulsar a todos los indignados a encontrar la manera de trabajar juntos, de unirse, detrás de la demanda:

Esta pesadilla debe terminar: ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse ya!

Todo esto subraya la importancia de:

[1] Leer, firmar y difundir muy ampliamente el Llamamiento a la Acción de Rechazar el Fascismo / RefuseFascism.org.

[2] Popularizar —mediante carteles, las redes sociales, calcomanías, camisetas y más— estos dos lemas:

¡En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista!

¡Esta pesadilla debe terminar: El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse ya!

[3] Difundir la acusación de RefuseFascism.org en contra del régimen de Trump y Pence por crímenes contra el pueblo del mundo (en inglés).

[4] Ver y compartir por las redes sociales y en persona el clip, “¡Libérese del GFT!” (video en inglés aquí, texto en español aquí), que reta a las personas a romper con el jingoísmo y el modo de pensar “Estados Unidos Ante Todo”. Es un clip del discurso de Bob Avakian, “¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! ¡En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. Un mundo mejor ES posible!”.

 

Siguen siendo ciertos los dos puntos más sólidos según los cuales nos unimos con otros para iniciar esta iniciativa:

1) Este régimen es fascista y como tal representa una amenaza mortal y hay que derrotarlo.

2) Hay millones y decenas de millones de personas que potencialmente es posible movilizar para luchar contra el régimen y que es necesario dirigir para que se salgan de los confines de la política de costumbre (incluida la protesta de costumbre) a fin de DESTITUIR en efecto a esta horrenda monstruosidad.

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Mítines “al estilo de su campaña”, pues hágame el favor...
Trump está organizando a turbas de linchamiento y soldados fascistas

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Hace poco Trump celebró una serie de mítines, como uno en Fargo, Dakota del Norte el 27 de junio y otra en Great Falls, Montana el 5 de julio. Aunque la prensa critica ligeramente algo de la retórica de Trump, por lo general se refiere a estas congregaciones como “eventos al estilo de su campaña” que tienen el fin de robustecer a los republicanos para las elecciones de medio término.

Eso equivale a decir que los mítines de Hitler en Nuremberg fueron “eventos de campaña manchadas de caracterizaciones prejuiciadas del pueblo judío” — mientras se organizaban a los soldados de asalto nazis y se vislumbraba la II Guerra Mundial y el Holocausto.

Movilizando y organizando un movimiento fascista de masas… para el combate

Algunos dicen que el régimen de Trump y Pence no es el fascismo porque no existe un movimiento fascista de masas en las calles. Pero convertir su base en “un arma”, cohesionarla y desatarla es precisamente lo que Trump pretende hacer con sus mítines nurembergianos tipo reality TV.

En estos mítines Trump no solo atiza el racismo, la misoginia, el odio, la sed de sangre y el revanchismo, aunque sí hace eso. También pinta a su régimen fascista como la víctima de la violencia izquierdista y del Partido Demócrata y prepara a sus secuaces para posible combate en sí con sus enemigos (ya sea que el régimen fascista considere necesario realizarlo de verdad o solo baste con amenazar con nacientes turbas de linchamiento).

Mientras les arrebatan los niños a los madres y padres inmigrantes, Trump no solo intensificó sus grandes mentiras nazis de que todos los inmigrantes son narcotraficantes y pandilleros violentos. También afirmó que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) es la víctima de “activistas izquierdistas que intentan impedir que los agentes de ICE cumplan con sus deberes, y publican las direcciones de sus viviendas, poniendo en peligro a estas increíbles personas y sus familias”, y exhortó a sus secuaces a “defender” a los agentes de ICE. Y solo pocos días después de que un blanco reaccionario (según se informa, influenciado por la ultraderecha) asesinó a cinco periodistas en Maryland, Trump atizó el odio hacia la prensa al llamarla falsos y mentirosos.

Trump no solo repitió sus insultos racistas contra la congresista negra Maxine Waters llamándola “una individua de bajo CI”; sino que cuando ella convocó protestas no violentas, Trump mintió de que ella “le está diciendo a la gente que… agredan” a funcionarios de la administración. Trump amenazó a Waters diciendo que ella debe “tener cuidado de lo que desea”. Enseguida Waters fue inundada por amenazas de muerte, incluso una de un sub fiscal del condado San Bernardino que dijo: “Siendo una p* fanfarrona del ghetto uno pensaría que alguien ya hubiera baleado a esta p*”. (Para más sobre lo que Trump dijo en estos mítines, vea el artículo de Coco Das de Rechazar el Fascismo).

Trump advirtió que “los demócratas quieren la anarquía, sí que es verdad, y no saben con quién están jugando, mi gente”. Y concluyó con: “No retrocederemos, no nos rendiremos, jamás, jamás retrocederemos, avanzaremos hasta la victoria. Somos estadounidenses y nuestros corazones sangran rojo, blanco y azul…”.

Los mítines de Trump no son la única manera que están azuzando, organizando y endureciendo a las fuerzas fascistas para el combate. Trump acaba de perdonar a unos milicianos rancheros de Oregón que hace dos años inspiraron la ocupación armada de la Reserva Natural Malheur. Los fascistas de la ultraderecha acaban de recibir un permiso para celebrar un mitin del aniversario de “Unificar a la Derecha”. Mientras tanto, el fenómeno de ser “agredido al ser negro” por supremacistas blancos se ha vuelto una epidemia nacional (hace poco un cura blanco expulsó de un funeral para su mamá en una la iglesia a una familia negra, junto con decenas de dolientes).1

Los fascistas trumpistas-pencistas no quieren simplemente “maximar su ventaja durante este ciclo electoral”, o mientras el “péndulo” oscila en su favor. ¡Lo que quieren es romper el “péndulo” y consolidar permanentemente su gobierno fascista! Y un elemento clave para consolidarlo en general es, como ha analizado Bob Avakian en “Los fascistas y la destrucción de la ‘República de Weimar’... y qué la va a reemplazar”, la destrucción o la capitulación a la fuerza de la oposición burguesa liberal en la clase dominante y de la prensa.

Mientras que Trump se prepara la guerra, los demócratas están “ansiosos por trabajar con el presidente”

Los demócratas no pueden y no van a oponerse firmemente a esto. Mientras Trump azuza y endurece a sus secuaces para una lucha violenta contra sus contrincantes (lo que incluye contra los esfuerzos por acusar o enjuiciarlo), los demócratas critican las justas protestas contra el régimen y piden la “civilidad”. Después de que Trump la atacó repetidamente, la senadora Heidi Heitkamp lo restó importancia diciendo que es “política de año electoral” y que ella está ansiosa por trabajar con los republicanos, ‘inclusive con el presidente’”. Al mismo tiempo, la dirigencia del Partido Demócrata le aconseja a la gente que le extiendan la mano, que “comprendan”, y que se reconcilien con la base de Trump, los racistas, odiamujeres y cabrones que proclaman Estados Unidos Ante Todo.

Como Bob Avakian analiza en LoBAsico 3:10 y 3:11, si bien los fascistas están muy dispuestos a azuzar y desencadenar a su base, los demócratas tienen miedo de hacer lo mismo a su base. Estos demócratas prefieren el orden y la preservación del imperio a un levantamiento popular, aunque sea el orden del fascismo. Ellos son parte del problema y no de la solución.

El viejo orden no regresará — lo que lo reemplace depende de nosotros

Los demócratas no pueden y no van a liderar al pueblo a enfrentar la intimidación fascista. Pero si un núcleo de personas SÍ se ponen de pie en contra de estas expresiones de fascismo FLAGRANTES y ampliamente reconocidas —como hizo la gente el año pasado en Charlottesville y Boston así como en Libros Revolución de Berkeley—, esto podría galvanizar y ganarse mucho apoyo, y podría ser parte de empezar a cambiar realmente las dinámicas de toda la situación política.

Las cosas NO tienen que proceder hacia el fascismo. Es verdaderamente necesario y urgente parar en seco a este régimen fascista, expulsarlo a través de lucha política no violenta realmente masiva. Pero, como dijimos la semana pasada:

…no olvidemos que el viejo orden —que todavía impera— es un orden de horrores, un reino y una lluvia de terror. Tanto el nuevo como el viejo orden son distintas formas de gobernar del sistema capitalista-imperialista; traen la misma esencia. A diario se pulveriza la vida y cuerpos de miles de millones de personas en las maquiladoras, minas y plantaciones al servicio de un estilo de vida de los pocos que jamás se podría mantener — y jamás se debería mantener. En defensa de ese estilo de vida, se ha brutalizado y masacrado a pueblos enteros, década tras década hasta el día de hoy. Por todo el imperio, se ha sometido a la desvalorización, invisibilización, estigma, abuso y cosas peores a las mujeres y a la gente LGBTQ, y en general se les trata como menos que humanos. Y en la patria del imperio, todos los días, con una vileza todavía incalculable, cometieron y siguen cometiendo los “pecados” fundacionales de genocidio y esclavitud.

No obstante —está pendiente una enorme lucha que emprender ahora mismo contra la imposición del fascismo con los horrores aún más profundos que esto ya está implicando— y las cosas mucho peores que promete una vez que se haya implementado en toda su extensión. Hace falta emprender una lucha monumental para expulsar al régimen fascista en Estados Unidos, y en este mero momento hay una etapa urgente en esa lucha.

Pero mientras emprendemos la lucha para expulsar a este régimen fascista, ¿cuáles deben ser nuestras metas? ¿Volver a lo viejo? No tenemos que vivir así… no TENEMOS que elegir entre dos monstruosas alternativas. Existe la posibilidad de un mundo radicalmente diferente y radicalmente mejor. Lo que necesitamos es una revolución, una revolución real, para llegar a ese mundo; una revolución en la cual millones de personas cuenten con una dirección para esforzarse, con todo, cuando cambien las condiciones, para derrocar el sistema. La base, el argumento y la visión para ese mundo se pueden encontrar en la obra de Bob Avakian, BA, en El Nuevo Comunismo y otras obras. Se han plasmado el marco y plano para una nueva sociedad que trabaje para tal mundo en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte de la autoría de BA. Y tenemos una estrategia en CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución. Además, contamos con la dirección trascendente para crear ese mundo, en BA y en el Partido Comunista Revolucionario que él dirige. Mientras usted lucha contra el régimen… ¡ÉNTRELE A LA REVOLUCIÓN! Y ¡ÉNTRELE A BA!


1. El Washington Post y otros medios de información informan que han habido casos de hostigamiento y agresión por (todos los enlaces en inglés) –

• ser negro cuponeando
• ser negro graduándose y haciendo demasiada bulla
• ser negro esperando el bus escolar
• ser negro haciendo un berrinche de jardín de infancia
• ser negro tomando te frio y
• ser negro esperando en Starbucks
• ser negro alquilando un AirBnB’ing
• ser negro comprando ropa interior
• ser negro hablando en voz alta
• ser negro jugando golf demasiado lento
• ser negro comprando ropa en Barney’s  
o Macy’s
o Nordstrom Rack
• ser negro quedando afuera de su propio hogar sin llave
• ser negro usando el gimnasio
• ser negro pidiendo el número de la cede de Waffle House y
• ser negro leyendo a C.S. Lewis
...entre otros.  [regresa]

No podemos ser simplistas si vamos a hacer en serio lo que hay que hacer, sobre todo si vamos a hacer el tipo de revolución que necesitamos hacer. Tenemos que analizar las tendencias que vienen cobrando fuerza en esta sociedad desde hace tiempo.

Es ilustrativo verlo como una especie de pirámide…. Viendo esta pirámide, arriba está la clase dominante y sus representantes políticos que (aunque esto sea un poco simplista) podemos ver con los demócratas a un lado y los republicanos al otro. Por décadas, las personas agrupadas en torno a Bush y el tipo de personas que ellas representan han estado trabajando y preparando en la sociedad toda una infraestructura, por decirlo así, que podría encaminar la sociedad de un modo completamente diferente hacia algo fascista cuando sea necesario.

Veamos lo que han hecho con este fenómeno del fundamentalismo religioso. Es un esfuerzo de apuntalar deliberadamente a una base de millones y millones y millones de personas a quienes les asusta la idea de... ¡pensar! —¡en serio!— personas que no pueden con toda la complejidad de la sociedad moderna y quieren respuestas sencillas y absolutas a las complejidades de esta sociedad….

Al otro lado de la cima de la pirámide (a la supuesta “izquierda”), están los demócratas. ¿Quiénes son las personas que quieren atraer? No digo que los demócratas representan los intereses de dichas personas, ¿pero a quiénes quieren atraer, en la base, en el otro lado de la pirámide, digamos? A todas las personas que apoyan cosas progresistas y todas las personas que son el blanco de la opresión en esta sociedad. Una gran parte del papel de los demócratas es canalizar a todas esas personas hacia el proceso electoral tradicional de la burguesía… y meterlas de nuevo en él, si se han alejado de ese marco —o si han roto con ese marco—….

Esto es importante en sí y también ilustra un potencial positivo por lo que se refiere a la revolución. No estoy diciendo que estemos en el umbral de la revolución ahora mismo, pero pensando en el futuro y en el potencial, una de las cosas que lleva a una situación revolucionaria es que millones y millones de personas piensan que algo es intolerable. Quieren que ciertos líderes en la cima de la sociedad las dirijan para hacer algo al respecto, pero dichos líderes no están en posición de dirigirlas a hacerlo ni quieren dirigirlas a hacerlo — así que, ¿a quiénes recurren? A aquellos que están dispuestos y decididos a dirigirlas a hacerlo y a llevarlo a alguna parte. Por eso, esta situación encierra grandes peligros; pero la misma situación —o el otro lado de la contradicción— es la que encierra mucho potencial positivo para la lucha ahora y para hacer la revolución conforme se vaya desenvolviendo la situación.

Bob Avakian, Lo BAsico 3:10

Estos políticos derechistas (en general agrupados en el Partido Republicano) pueden movilizar, movilizarán y sí movilizan enérgicamente a esta base social esencialmente fascista... pero, por otro lado, los sectores de la clase dominante que el Partido Demócrata en general representa están muy renuentes a movilizar y en efecto se resisten a movilizar a… la base de personas cuyo voto y apoyo en la arena política burguesa la quieren ganar los demócratas. Este lado (el Partido Demócrata) de la clase dominante generalmente no quiere movilizar a esa base en las calles y de hecho rehúye a la idea de llamar a esa base a las calles, a movilizarla para oponerse a las fuerzas opuestas en la clase dominante y su base social, o en general para luchar por los programas que el mismo Partido Demócrata dice que representa y que en cierta medida trata de implementar….

Como amplificación del punto básico en consideración, es importante reconocer lo siguiente: en el marco del sistema capitalista imperialista y con la dinámica subyacente de este sistema que en lo fundamental determinan las pautas y los límites de la política “oficial” y “aceptable”, el fascismo —o sea, la imposición de una forma de dictadura que se basa abiertamente en la violencia y el terror para mantener el dominio y los imperativos del sistema capitalista imperialista— es una posible resolución de las contradicciones que enfrenta este sistema, una resolución que en cierto momento podría corresponder más o menos a las necesidades imperiosas de este sistema y su clase dominante — mientras que la revolución y el auténtico socialismo que se proponen alcanzar el objetivo final del comunismo por todo el mundo también constituyen una posible resolución de estas contradicciones, ¡pero es una que muy claramente no será aceptable para la clase dominante capitalista imperialista ni compatible con los imperativos de este sistema!

Bob Avakian, Lo BAsico 3:11

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Protestas interrumpen el mitin de Mike Pence “Estados Unidos Ante Todo” en un suburbio de Chicago

| Periódico Revolución | revcom.us

 

De un(a) lector(a)

El 13 de julio, Mike Pence vino a hablar en un mitin de “Estados Unidos Ante Todo” en Rosemont, una zona residencial de clase media en las afueras de Chicago. Su discurso elogió al gobernador Republicano Bruce Rauner, que ha mantenido cierta distancia de Trump, pero en este mitin lo llamó “uno de los más grandes líderes en la historia de Estados Unidos”. Pence fue interrumpido nada menos de 5 veces, y 100 a 150 manifestantes ruidosos y diversos hicieron una larga fila al otro lado de la calle en frente del hotel.

Casi tan pronto como empezó a hablar Pence, manifestantes de Rechazar el Fascismo lo interrumpieron, agitando sobre, “La humanidad ante todo, no Estados Unidos ante todo” y ondeando una manta que decía, “Trump y Pence tienen que marcharse”. Mientras los guardias los sacaban y el público coreaba “USA, USA”, otros manifestantes saltaron a interrumpir, entre ellos una mujer que gritaba, “¿Quieren encarcelar a bebés?”.

Al otro lado de la calle, manifestantes bajo la dirección de Rechazar el Fascismo coreaban, “¡En nombre de la humanidad, no aceptaremos un Estados Unidos fascista! ¡No, no, no, no, no!”, “Derechos de la mujer no están de venta, no queremos vivir el Cuento de la Criada”, y “Niños en jaulas, de ninguna manera, Nunca más es aquí y ahora”. Varias mujeres y hombres vistieron trajes del Cuento de la Criada. Títeres gigantes se veían por encima de la multitud, entre ellos uno de Trump que traía el letrero “Fascista”, y uno de Pence con sus manos en forma de oración que decía “Fascista teocrático”. Ocho paneles enormes que denunciaban el régimen de Trump y Pence por crímenes contra la humanidad se daban a la calle. Hubo muchos letreros caseros, como uno al que lo hizo una joven con una foto de Anne Frank, que decía, “Los que escondieron a Anne Frank violaban la ley, los que la mataron cumplían con la ley”. Junto con los letreros del “NO” de Rechazar el Fascismo, otros letreros incluían, “No regresaremos al pasado” y “Fin a la separación de familias por Trump: No a los campos de concentración infantiles”.

Los manifestantes eran extremadamente diversos. Inicialmente Rechazar el Fascismo convocó la protesta, y posiblemente como respuesta a la nueva posición de Rauner de apoyar más abiertamente a Trump, algunos Demócratas de Illinois llamaron una segunda protesta. Las dos protestas se fusionaron. Habló el Representante Christian Mitchell, el nuevo director ejecutivo interino del Partido Demócrata de Illinois; declaró, “Estamos aquí para oponer resistencia”, y calificó al régimen de Trump de “abiertamente racista y misógino”, mientras lo que sacó de eso era que urge votar y movilizar a todos los votantes posibles. Eso de depositar las esperanzas en el proceso electoral era una cuestión controvertida durante la protesta, en que organizadores de Rechazar el Fascismo repetidamente agitaron sobre puntos en su Llamamiento: “La dirigencia del Partido Demócrata NO nos dirigirá para salir de esto… Si pensamos que los procesos normales de las elecciones de 2018 ó 2020, o la investigación de Mueller, en sí, remediarán la situación que enfrenta la humanidad, pues no estamos comprendiendo la determinación de estos fascistas en el poder de eviscerar normas, aunque llevan más de un año haciéndolo”, pero sí hay una manera de hacer esto, por medio de perseverantes protestas no violentas de masas con millones de personas. Jon Hahm, un profesor jubilado, habló del ejemplo de Corea del Sur, donde el pueblo, con millones de personas en las calles de manera constante durante cinco meses, expulsó a una presidenta corrupta y odiada, que ahora está en la cárcel por abuso de poder. Si bien hubo una respuesta positiva a la agitación de Rechazar el Fascismo, y participación en sus coros, y muchos de los manifestantes se inspiraron por el cuarto de millón de personas en las calles en Londres en protesta de Trump, a menudo los organizadores que repartían el Llamamiento de Rechazar el Fascismo tenían que luchar con las personas sobre por qué es ilusorio y peligroso esperar que una Ola Azul demócrata borra con el régimen de Trump. El Club Revolución hizo agitación sobre por qué hay que tumbar todo el sistema responsable de ese fascismo, por medio de una revolución, y distribuyeron copias de CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución.

Los manifestantes vinieron de varias otras organizaciones, entre ellas Friends Who March (Amigos que Marchan), una organización activista de las colonias clasemedieras; Planned Parenthood; Illinois Democratic Women (Mujeres Demócratas de Illinois); Trabajadores de Alimentos y Comercio Capítulo 881 y Amalgamated Transit Union (Sindicato Amalgamado de Tránsito) Capítulo 308; y varios capítulos de Indivisible. Los oradores incluían Magda Castañeda, presidenta de la Pilsen Alliance; Reginald Sawyer de la Chicago Two Spirit Society (organización indígena LGBT); y Ronald Jackson con BLM America. Estudiantes secundarios asistieron desde secundarias cercanas y de Indiana; un grupo de periodistas estudiantiles vino del periódico Chronicle de Columbia College; familias latinas trajeron a sus niños. Músicos de Degenerate Artists Against Fascism (Artistas degenerados contra el fascismo) proveyeron una presencia musical impactante y animada.

Algunos de los presentes estaban asistiendo su primera protesta con Rechazar el Fascismo (y algunos estaban en su primera protesta de cualquier tipo). Una persona, un(a) escritor(a), dijo: “Aunque muchos de nosotros hemos oído que estamos en un punto de inflexión en la historia, me parece más formidable ese punto de inflexión que ningún otro ‘momento de clima político’ de mi vida. Es más, cuando estoy a solas y con temor de qué tan malas pueden llegar a ser las cosas en Estados Unidos y el mundo, es más probable que mis temores se apoderen de mí. En una comunidad, me siento con menos soledad y más esperanza”. Personas nuevas asumieron responsabilidades en el acto, dirigiendo los coros, poniéndose los trajes del Cuento de la Criada, y cargando mantas y paneles de denuncias. Además, varias personas se apuntaron con Rechazar el Fascismo y se llevaron a casa materiales para distribuir.

Los medios de comunicación cubrieron bastante las protestas dentro y fuera del discurso, entre ellos el canal ABC de televisión, el Chicago Tribune y Chicago Sun Times, WGN TV, y periódicos locales como Daily Herald y Journal/Topics.

La protesta del 13 de julio contra Mike Pence demuestra el potencial de forjar el tipo de lucha amplia, diversa, y decidida para expulsar el régimen de Trump que tanto urge. Pero la situación ya ha avanzado gravemente, como dijo uno de los coros:

“A pie, a expulsar
A los fascistas y su odio.
Noviembre será muy tarde
El mundo no puede esperar, carajo”.

 

Uno de los manifestantes en la aula con una manta que dijo “Trump y Pence tienen que marcharse ya”

El Daily Herald News informó: "Casi de inmediato cuando Pence se subió al escenario, los manifestantes hicieron sentir su presencia dentro del gran salón de baile del hotel Westin O'Hare. Los manifestantes irrumpieron el discurso de Pence cinco veces, por lo que la policía los sacó del edificio".

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Una entrevista de The Michael Slate Show en KPFK, el 13 de julio de 2018, con el rdo. Frank Wulf y Ramona Toliver del Equipo de Trabajo Religioso de Rechazar el Fascismo

“La comunidad de fe tiene que encontrar su voz, para decir ‘¡No! No puede haber un Estados Unidos fascista’”.

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Esta entrevista tuvo lugar antes del Fin de Semana Nacional de Fe del 13-15 de julio, al que se refiere.

The Michael Slate Show:

P: Estamos reunidos para hablar de mucho, y hay mucho de qué hablar, pero se acerca un evento que es extremadamente importante. La inició el Equipo de Tareas de la Fe de Rechazar el Fascismo, y dice, las protestas deben continuar y crecer, en nombre de la humanidad, dejen de aterrorizar a niños inmigrantes. Frank, ¿de qué están hablando ustedes con esto?

Frank Wulf: Lo que pasa con esto es que la fe ha jugado un papel importante en la política de Estados Unidos. Se lo ha hecho durante años, y las más de las veces, se ha usado la fe para justificar las políticas más horripilantes. Una de la más reciente de estas, claro está, es la separación de niños y sus padres, y luego la encarcelación de familias juntas, y hay todo un desastre en torno a la política de “tolerancia cero” de la administración Trump. Han usado la fe como una herramienta para justificar políticas aborrecibles de este tipo durante muchos años, y sentimos una falta bien importante. Para los que somos parte de la comunidad de fe, que no creemos en políticas de este tipo, que creemos en la justicia, y que creemos en un tipo de mundo donde todos puedan vivir juntos, con seguridad y justicia, pues, tenemos que empezar a hacernos oír. No podemos quedarnos callados nada más y permitir que continúen implementando políticas como las que estamos viendo que implementan en nombre de la fe. Tenemos que ponernos de pie, simplemente, y decir “¡No!”, tanto como cualquier otra persona tiene que ponerse de pie y decir “¡No!”.

Hemos visto tiempos en el pasado donde las comunidades religiosas quedaron calladas cuando las fuerzas fascistas iniciaron su auge al poder. Eso es lo que ocurrió en Alemania en los años 1930, y lo vimos en Italia en ese mismo tiempo, y lo hemos visto en otras partes alrededor del mundo donde la iglesia, si bien no dijo, “Sí” al fascismo, tampoco no ha dicho “¡No!”. Debido a esa falta de ponerse de pie y poner en claro el “¡No!”, se ha hecho muy cómplice, en algunas maneras. Por eso estamos diciendo que tenemos que ser parte de ayudar a la comunidad de fe a encontrar su voz, a decir “¡No! No puede haber un Estados Unidos fascista”. Y vamos a sumarnos a la lucha para asegurarnos de que el régimen de Trump y Pence tenga que marcharse. Tenemos que hacerlo porque nuestra fe nos convoca a amar a nuestros hermanos y nuestras hermanas como a nosotros mismos. Y no podríamos hacer eso y permitir que continúen cosas como las que están ocurriendo en nombre del régimen de Trump y Pence. Por lo que estamos haciendo este evento el domingo, para ayudar a reunir a la comunidad religiosa angelina en torno a eso, y para hablar con mucha seriedad unos a otros sobre cómo nosotros, como una comunidad de fe, podemos participar en la lucha para poner fin a este régimen fascista y decir “¡No!” en este momento.

P: Ramona, ¿qué le atrajo a esto, y qué es la importancia de esto?

Ramona Toliver: Yo me metí en esto porque crecí en el Sur, en Virginia, una hija del movimiento de derechos civiles, y de niña, miré el papel que desempeñó la comunidad religiosa para corregir tantos males en ese entonces. Pues, me quedé como en las afueras de la participación política durante mi vida adulta. Pero cuando llegamos a un punto en que yo oía días tras día de las atrocidades contra los musulmanes, y contra la comunidad LGBTQ y contra las mujeres, pues, me decía, oye, debo acompañar a las personas que están tomando posición.

Y, al tener un origen de fe, mi padre era un ministro bautista, y al haber visto lo que pasaba en la Iglesia, yo sentía, pues, quisiera abordar esto desde un punto que me tiene sentido. Por lo que, cuando conocí a Frank y a algunos otros líderes religiosos, dije, la unión hace la fuerza. Y no queremos conciliar más con la perspectiva en la comunidad religiosa de que el silencio significa el consentimiento. Porque en realidad, si uno no alza la voz, está consintiendo que lo ocurre. Simplemente sentí que ya es la hora de intentar, no solamente dentro de mi comunidad religiosa, sino de tomar acción para reunir a todas las diferentes comunidades religiosas. Porque la unión hace la fuerza. Así que, como parte del grupo, nuestra idea era, vamos a hacer eventos que permitan que se reúnan los diferentes grupos, para explicar las cosas desde su perspectiva, y de idear lo que podemos hacer. Porque no nos hacen falta centenares de personas. Nos hacen falta millones de personas para poner fin a los males que se están cometiendo bajo esta administración.

P: En este país, algunas de las personas más monstruosas en toda la historia del país citan la religión y se encubre con la religión. Ahí está Jeff Sessions, hablando de las escrituras bíblicas para justificar todo su comportamiento desviado y creencias retorcidas. Hablemos de eso. Porque las personas pueden ver que las personas de varias fes se reúnen, y de ahí ven a Sessions o Trump, a todas esas personas que en realidad están defendiendo y movilizando a una vasta organización fascista cristiana. 

FW: Sabes, en realidad Jeff Sessions y yo compartimos una tradición religiosa. Él es un metodista unido igual que yo. Y no lo digo con mucho orgullo, obviamente. Jeff Sessions citó el décimo tercer Capítulo de la Carta de Pablo a los romanos como un lugar que nos convoca a obedecer las leyes y obedecer a las autoridades. Y es asombroso, cuando uno se pone a pensar en ello, que para nosotros que nos consideramos cristianos, y no lo hacemos todos en el Equipo de Tareas de la Fe, pero para nosotros que sí, seguimos a Jesús, a quien en realidad lo declararon culpable, lo torturaron, y lo ejecutaron como un criminal por lo que percibían como su oposición al estatus quo y su oposición a la ley y las autoridades en ese momento particular. Así que, el mero núcleo, el mero meollo de nuestra fe es la resistencia a la tiranía de las autoridades, en particular al imperio romano en ese entonces. Y yo diría que esa resistencia continúa hasta la actualidad.

Ahora bien, las personas como Jeff Sessions, que detentan el poder en este momento, y que nos convocan a obedecer el llamado a seguir hasta donde nos lleve la administración de Trump y a asumir cualquier interpretación religiosa que ellas dicten, tienen algo que ganar, una meta que lograr al citar la escritura en una manera particular. Pero creo que tenemos que estar claros, tenemos que ser fieles a nuestras tradiciones de fe, las que no nos convocan principalmente a hacer la reverencia y conciliarnos con el llamado al fascismo nada más, que no nos convocan a violar los principios fundamentales de nuestra fe — y todas las religiones tienen principios fundamentales semejantes, tratándose esos principios fundamentales de amar a nuestros prójimos como nos amamos, eso es clave. Lo vemos una y otra y otra vez. Si uno se adentra aún más en las escrituras de la tradición cristiana, el Libro de Levíticas, capítulo 19, lo que también es la tradición judía, dice que debemos amar al inmigrante igual como nos amamos porque nosotros también éramos inmigrantes en un momento particular, y que debemos tratarlos como ciudadanos.

Por lo que hay una alternativa, una narrativa en contienda dentro de las escrituras, una que nos convoca a ponernos de pie por lo correcto contra lo incorrecto, aun cuando lo correcto no es popular, aun cuando no es parte de lo que quieren los poderosos que hagamos, y a ser dispuestos a sufrir las consecuencias de ponernos de pie y oponernos a las políticas injustas de gobiernos como la administración de Trump y Pence.

Así que esa segunda narrativa no es una narrativa que es bien conocida en este momento actual de la historia. Por lo general oímos a los fundamentalistas, los Franklin Graham, este tipo de personas que nos dicen que la escritura significa una cosa, y esto está cerrando cualquier pensamiento real sobre lo que las escrituras realmente dicen, y como consecuencia, nos está obligando a creer que tenemos que seguir hasta donde nos dirija este gobierno. No creo que eso sea una interpretación real de la escritura. Y tenemos que entrarle a esa conversación. 

Preguntas de seguimiento de Rechazar el Fascismo…

P: ¿Cómo ven el momento actual — las cosas horribles que están ocurriendo en la frontera a los inmigrantes, el nombramiento por Trump de otro fascista a la Suprema Corte, etc., el potencial para que miles de personas hagan suyo esta lucha?

RT: El racismo se desenfrena y los crímenes de odio se incrementan y pronto todos vamos a conocer a alguien afectados por esto. Hace falta ponerles alto y hay potencial, porque cuando algo conmueva suficientemente a las personas, pueden tomar acción. En vez de tener miedo, y en vez de esperar que otros solucionen el problema, cuando las personas se den cuenta y se conmuevan a fondo, pueden asumir la causa, y lo harán.

P: ¿Por qué cree que las personas de fe tienen el potencial de “Permanecer en las calles” y cómo ven el papel que pueden desempeñar personas de fe para motivar no sólo a las comunidades religiosas sino a todo tipo de personas?

RT: Estamos en la comunidad religiosa, pero conocemos a otros y tenemos que llevar esto a otros que no están. Lo que está ocurriendo y lo que debemos hacer tiene que estar en boca de todos — tiene que ser constante, y tiene que ser todos. Porque, llámele lo que le llamen —fascismo, u otra cosa— está ocurriendo.

P: ¿Qué resonó en usted, y qué le hizo decidir que el enfoque de RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo) al régimen fascista de Trump y Pence era algo en que usted quería participar?

RT: ICE estaba llevándose a personas —a padres justo en frente de sus hijos— el año pasado, y ahora. ICE lo hacía en frente de las escuelas, por ejemplo, donde padres y madres estaban dejando a sus hijos. Esta realidad resonó en mí —es la cosa única que me motivó, quizás el motivo número uno en el principio— la separación forzada de familias por el régimen de Trump. También, la Prohibición a los musulmanes. Cuando empezó la Prohibición a los musulmanes, pensé, “esto no es la conclusión del cuento, es el principio del cuento…”. Y luego hay todas las otras acciones que ha tomado el régimen de Trump y Pence — entre ellas, la de triturar los derechos democráticos y reemplazarlos con el reino de un solo hombre. A mí me importa lo que pasa a todos, musulmanes, LGBTQ — todos. Con respecto a Rechazar el Fascismo, estoy de acuerdo en que no podemos esperar hasta las elecciones a mitad de legislatura, tenemos que actuar ahora. El régimen de Trump y Pence está reemplazando lo que existía en Estados Unidos con una situación en la que todos vamos a sufrir.

RECHAZAR EL FASCISMO

¡Esta pesadilla tiene que terminar
Trump y Pence deben marcharse ya!

¡Participe en el movimiento para expulsar al régimen de Trump y Pence! ➧

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Brett Kavanaugh: Que NO se confirme a este comprometido FASCISTA para la Corte Suprema de Estados Unidos

| Periódico Revolución | revcom.us

 

A menudo los comentaristas liberales y los dirigentes del Partido Demócrata describen la nominación de Brett Kavanaugh a la Corte Suprema de Estados Unidos como que amenaza con “restringir el derecho al aborto de las mujeres” y “erosionar nuestros derechos civiles y libertades”. Esto subestima extremadamente el peligro. El punto de vista de Kavanaugh y sus posiciones jurisprudenciales están, a un grado importante, de acuerdo con el régimen fascista de Trump y Pence y su campaña para “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco”, y en particular con la hostilidad fascista cristiana a tratar a las mujeres como plenos seres humanos, y con su objetivo de implementar el dominio teocrático cristiano.

Como el quinto voto pro-fascista en la Corte de nueve magistrados, Kavanaugh, de confirmarse, inclinaría la balanza de la máxima corte del país para que se convirtiera en una herramienta obediente de la transformación fascista. Por esta razón, la lucha para bloquear la confirmación de Kavanaugh —la que, para tener sentido, tendría que librarse como parte de la lucha para sacar del poder al régimen fascista en su conjunto— tiene una urgencia de vida o muerte para las mujeres y la gente LGBTQ; para los negros, latinos y otra gente oprimida; y para todos los que anhelan un futuro mejor para la humanidad y para el planeta que habitamos.

El 9 de julio, Donald Trump anunció la nominación de Brett Kavanaugh, un fascista comprometido de larga trayectoria, para reemplazar al juez Anthony Kennedy en la Corte Suprema de Estados Unidos. Cuatro de los nueve jueces de la Corte ya son reaccionarios, y todos los nominados potenciales de Trump cuentan con el aval de expertos de derecha en materia jurídica para asegurar su “confiabilidad”.  Así que a ciencia cierta, quien quiera que Trump nominara (de ser confirmado por el Senado estadounidense) le daría una mayoría pro-fascista a la Corte, lo que cambiaría profundamente el terreno jurídico, social y político de Estados Unidos.

Por esa razón, aun antes del anuncio, los liberales y progresistas clamaban amplia y apasionadamente por que el Partido Demócrata tomara una posición muy firme contra una confirmación, e impidiera que Trump nombrara a alguien a la Corte. Se hicieron llamamientos para protestas continuadas en las calles; Michael Moore instó a que un millón de personas rodearan el Capitolio; otros sugirieron que los demócratas boicotearan en masa al Senado, lo que impediría que funcionara. La gente sentía que esto es una emergencia y exigía que las personas cuyo liderazgo siguen actualmente, actuaran en consecuencia.

En lugar de eso, inicialmente los demócratas respondieron encogiéndose de brazos, a manera de decir “ni modo”. El senador Dick Durbin se apresuró a decir que básicamente no hay ninguna manera de bloquear a Kavanaugh, y el senador Richard Blumenthal fue al extremo de declarar que ¡“el Senado no debe hacer nada para demorar artificialmente la nominación”!

Esto realmente enfureció a su base — es decir, como lo describió Bob Avakian, la gente que los demócratas “quieren atraer. No digo que los demócratas representan los intereses de dichas personas, pero a quienes quieren atraer” (Lo BAsico, 3:10). Y la dirigencia rápidamente se dio cuenta que podría perder su control político sobre esa base si no hiciera al menos algo para tratar de impedir la confirmación y no una oposición meramente formal. Un alto ayudante demócrata le dijo a The Intercept (en inglés): “Si no damos pelea, pues nos saldrá muy caro”. Por lo que optaron por el “Plan B”: que en gran parte no significa más que prometer a hacer “preguntas difíciles” durante las audiencias de confirmación, especialmente respecto a la posición de Kavanaugh sobre Roe contra Wade, la decisión de la Corte Suprema que despenalizó el aborto y que ahora pende de un hilo.

Esto es una maldita farsa, como si fuera nominado el jefe de la Asociación Nacional del Rifle, y los demócratas prometieran hacerle “preguntas difíciles” ¡sobre su posición respecto al control de armas de fuego! Es perfectamente clara ya la posición reaccionaria de Kavanaugh respecto al aborto (y toda una variedad de otros temas). Las audiencias de confirmación no son más que una oportunidad para que él cree confusión al respecto (y que mienta sobre lo que hará), tranquilice a los progresistas y les dé un pretexto a los senadores titubeantes para que votaran por él según su “comportamiento” en las audiencias.

Lo que hace falta no son “preguntas difíciles” sino un rechazo furioso al derecho de este régimen fascista ilegítimo de consolidar sus garras en el poder judicial, y una lucha intensa no sólo para bloquear esto, sino para expulsar al régimen en su conjunto.

¿Quién es Brett Kavanaugh?

Debajo de las necedades cuidadosamente confeccionadas y humildes de “ni modo” y el supuesto interés en la “diversidad” y las mujeres que él aparentó la noche que Trump anunció su nominación, Kavanaugh es un fascista duro que no sólo quiere retrasar el reloj a los años cincuenta, sino, en maneras importantes, a los años 1650, antes del período de la “Ilustración” de Europa.

En un discurso de septiembre de 2017 (en inglés), Kavanaugh contó que, como estudiante de derecho en Yale en 1987, su “primer héroe judicial” era el magistrado en jefe de la Corte Suprema William Rehnquist. ¿Qué es lo que admiró de Rehnquist? Primero y ante todo, que Rehnquist era uno de los dos jueces que disintieron contra Roe c Wade, y aun después de perder ese caso, Rehnquist batalló durante décadas para derogar Roe.

Cabe examinar esto a fondo. Kavanaugh repite el argumento de Rehnquist de que el aborto era un derecho “no enumerado” —es decir, la Constitución no lo otorga explícitamente— y que el derecho al aborto no tiene “arraigo en las tradiciones ni la conciencia de nuestro pueblo”. Y, por lo tanto, no se debe agregar a la Constitución ni derivarlo de la Constitución.

En otras palabras, debido a que la Constitución, en 1789, no mencionó el derecho de la mujer de decidir si tener a un hijo y cuándo tenerlo y debido a que va contra los valores tradicionales de “nuestro pueblo” (y en realidad esto se refiere a los cristianos blancos conservadores los que los fascistas consideran el “verdadero” Estados Unidos), no se debe reconocer o ejercer este derecho.

Aquí es importante notar que los fundamentos jurisprudenciales de Roe c Wade —que la Constitución protege un derecho implícito (o sea, no “enumerado”) a la privacidad y que la interferencia gubernamental en la decisión médica personal de decidir hacerse un aborto violaría ese derecho— es el mismo argumento básico que se usó para despenalizar la contracepción en 1965 (Griswold c Connecticut). Y la contracepción está en la mira de los fascistas cristianos al mismo grado que el aborto, porque su verdadero interés no tiene nada que ver con los “derechos” de los “bebés sin nacer”, sino con la esclavización de las mujeres reduciéndolas a incubadoras y criadoras de niños. Así que una vez que caiga Roe c Wade, con la misma lógica es muy probable que pongan en la mira a Griswold y lo deroguen.

Además, piensen en cuáles otros derechos no serían aceptables según estos criterios. ¿La Constitución “enumeró” los derechos gay, y los cristianos blancos conservadores los apoyan hoy? ¿El derecho al matrimonio interracial? ¿El derecho de los negros de vivir, trabajar, incluso caminar, donde quieran, libres de la discriminación racial? El razonamiento de Rehnquist —y de Kavanaugh— es una justificación jurídica para la visión fascista de “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco (y cristiano)” y para meter a porrazos a las mujeres de nuevo en “su lugar”.

Esta lógica jurídica (que Kavanaugh y otros fascistas llaman “originalismo”) sostiene básicamente que las leyes que rigen a las personas en la actualidad deben fundamentarse en el punto de vista y la orientación de “los Fundadores”, esa camarilla de hombres —en su mayoría amos de esclavos— cuya Constitución estimó el valor de un negro en tres quintos de un ser humano y no otorgó a las mujeres (ni a los hombres blancos sin propiedad) ¡el derecho de votar! (Los “originalistas” sí aceptan —o al menos aceptan de labios para afuera— la Decimocuarta Enmienda, aprobada después de la guerra de la Secesión, que supuestamente extendió derechos plenos a los negros, y la Decimonovena Enmienda, aprobada en 1919, que otorgó a las mujeres el derecho de votar. Pero esto no cambia el hecho de que su punto de partida para configurar las leyes hoy día es una celebración e idealización inequívoca de una Constitución que estableció un marco abiertamente supremacista blanco y supremacista masculino para la sociedad.)

¿Qué tan jodida tiene que ser una sociedad para que eso sea la jurisprudencia convencional, la que incluso sus críticos liberales comentan con respecto y seriedad? Y, ¿qué tan aterrorizador es que los defensores de esta teoría estén en el umbral de amarrar su control sobre todo el sistema judicial?

Pero la “valoración” de Kavanaugh por Rehnquist no se limita a eso — ¡con orgullo señala la defensa de Rehnquist a orar en las escuelas y la oposición abierta a la separación entre la iglesia y el estado! Kavanaugh dijo: “Rehnquist tenía un papel central para cambiar la jurisprudencia y convencer a la corte que era errónea la metáfora del muro [o sea, un “muro” que separa la iglesia y el estado] como materia de las leyes y la historia”. Esto es un rechazo no sólo de un principio expresado explícitamente por Thomas Jefferson y que se fundamenta firmemente en el “texto original” de la Constitución; sino que también va contra todo el sentido de la Ilustración de los siglos 16 y 17 en Europa, con el rechazo del dominio de la ignorancia religiosa y el poder “terrenal” de la iglesia y la aceptación del gobierno secular (no religioso) y la autoridad social de la ciencia como la manera de conocer la realidad. Y esto es muy similar al movimiento fascista cristiano de hoy, que está al centro del régimen de Trump y Pence y busca imponer su marca de fanatismo religioso en la sociedad en su conjunto. La confirmación de Kavanaugh adelantará mucho más la plasmación de esa visión teocrática.

El historial de Kavanaugh como picapleitos y jurista fascista

Kavanaugh no solo “admiraba” a Rehnquist, sino que era parte de un movimiento reaccionario en el ámbito jurisprudencial (del cual la Sociedad Federalista es una expresión importante) para “retomar” la sociedad con su ideología y programa reaccionarios1.

Durante 20 años, Kavanaugh estaba al frente jurisprudencial de casi todas las principales batallas que emprendieron los fascistas. De 1995 a 1997, jugó un papel importante en la campaña para someter a un proceso de destitución a Bill Clinton por tener una aventura con la pasante de la Casa Blanca, Monica Lewinsky. (Lea aquí un análisis a fondo y aún muy relevante, de Bob Avakian, de este primer intento de usurpar el poder por parte de las fuerzas fascistas cristianas en la clase dominante de Estados Unidos). En esta capacidad, Kavanaugh insistió en el interrogatorio íntimo y cuasi pornográfico a Clinton sobre sus actos sexuales, que luego se publicó en el informe de Ken Starr. Y Kavanaugh escribió los principales argumentos jurisprudenciales para el proceso de destitución.

En la primavera de 2000, Kavanaugh representó a los reaccionarios cubanoamericanos en Miami que querían impedir que se devolviera Elián González, de seis años, a su padre en Cuba después de la muerte de su madre. En noviembre de 2000, después de la reñida elección entre George W. Bush y Al Gore, Kavanaugh participó en el equipo legal de Bush cuyos argumentos ante la Corte Suprema lograron detener un recuento de votos en Florida, lo que esencialmente le dio el triunfo a Bush aunque Gore había ganado el voto popular. También en 2000, Kavanaugh representó al gobernador de Florida Jeb Bush en un esfuerzo fallido de desviar dineros para la educación pública a las escuelas religiosas privadas.

De 2003 a 2008, Kavanaugh se fungió como asesor en materia jurídica y luego secretario del personal de George W. Bush. Durante todo este período, el área jurídica de la Casa Blanca participaba en la redacción de justificaciones jurídicas para la práctica de la administración de detener indefinidamente a los “combatientes enemigos” —un término inventado para eludir los requisitos bajo el derecho internacional y de Estados Unidos sobre el tratamiento humanitario a los prisioneros de guerra— y para la extensa tortura a los detenidos tanto en Guantánamo como en los “sitios negros” secretos de la CIA en todo el mundo. En su testimonio ante el Senado en 2006, Kavanaugh dijo que no había participado y que no sabía nada de nada de esto, lo que se consideraba un testimonio inverosímil en ese momento, y desde ese entonces ha salido que él ocultó al menos una reunión sobre estas políticas en que estuvo presente.

En 2006, Kavanaugh fue confirmado como juez de la corte federal de apelaciones en Washington, D.C. Sus decisiones, opiniones discrepantes y otros escritos y declaraciones públicos desde ese entonces han seguido mostrando a una persona consecuente y firme en su apoyo a la expansión de los poderes del gobierno para torturar e interceptar teléfonos, y a la vez limitar los poderes del gobierno para restringir el saqueo corporativo y destrucción del medio ambiente. Kavanaugh se ha pronunciado repetidamente en contra de los derechos de los trabajadores a protestar bajo la Primera Enmienda, mientras afirma que “La Primera Enmienda... protege el derecho de los ciudadanos individuales [es decir, las personas muy ricas] de gastar cantidades ilimitadas de dinero para expresar sus puntos de vista sobre los asuntos de política oficial y los candidatos a cargos públicos”, así como el derecho “según la Primera Enmienda” de los cristianos conservadores de discriminar contra las personas gay.

Y muy recientemente, Kavanaugh rindió una opinión discrepante contra la decisión del tribunal de Washington, D.C. que permitió que se hiciera un aborto una adolescente embarazada, una inmigrante detenida por el gobierno federal. Si bien por su complejidad, no es posible analizar esta decisión en su totalidad aquí (lea el artículo de revcom sobre la decisión de la Corte Suprema al respecto), llaman la atención dos cosas: primero, aunque Kavanaugh admite que Roe contra Wade determina que la joven tiene el derecho a un aborto, sostiene repetidamente que el gobierno tiene “intereses permisibles para favorecer la vida fetal, proteger los mejores intereses del menor y no facilitar el aborto” sin indicar nunca interés alguno en el derecho de esta joven de decidir no tener un hijo. Y segundo, dice repetida —y sarcásticamente— que la decisión de permitir el aborto “se basa en última instancia en un principio constitucional tan novedoso como lo es erróneo: un nuevo derecho del que disponen los menores migrantes ilegales bajo detención del gobierno de Estado Unidos, de hacerse un aborto inmediato al solicitarlo”. ¡Como si fuera algo malo que tuvieran acceso a una atención médica crucial y liberadora las jóvenes atrapadas durante el asalto del régimen de Trump y Pence a los inmigrantes!

Lo que sale a relucir aquí es el punto de vista de una persona que se opone a Roe contra Wade y busca cualquier argumento para restringirlo, pero quien no es capaz —desde su posición, en ese momento, en un tribunal inferior— de hacer algo para derogarlo. Si se confirma a Kavanaugh para la Corte Suprema, ya no estará obligado a respetar los precedentes, sino que estará en una posición —junto con los otros jueces fascistas— para derogar viejos precedentes y crear nuevos precedentes que se cuadren con sus puntos de vista reaccionarios.

Un firme defensor del poder presidencial

La otra posición “sobresaliente” de Brett Kavanaugh es que es un emperrado defensor del poder ejecutivo fascista sin trabas. En 2009, después de trabajar en la administración de George W. Bush, dio una media vuelta total después de jugar un papel agresivo de perseguir a Bill Clinton por impropiedades sexuales, y escribió un artículo en el que declaró que los presidentes deben contar con protección —exenciones— de toda demanda o investigación judicial. Sostuvo que someter a los presidentes a lo que él consideraba como asuntos legales “que consumen mucho tiempo y causan distracción” —a lo que están sometidas las demás personas en Estados Unidos— “mal serviría al interés público, especialmente en tiempos de crisis financiera o de seguridad nacional”.

Escribió este artículo en 2009, antes de que Trump llegara a la presidencia. Pero en una opinión legal escrita en enero de 2018 —mucho después de que Trump ocupara la presidencia y hubiera hecho muchos avances en el proceso de concentrar todo el poder ejecutivo únicamente en sus propias manos, desvariando contra toda restricción legal y subordinando la autonomía de otros organismos federales que son parte del poder ejecutivo—, Kavanaugh escribió: “Para prevenir la tiranía y proteger la libertad individual, los autores de la Constitución... depositaron la plena responsabilidad del poder ejecutivo en un presidente de Estados Unidos, elegido por el pueblo y que rinde cuentas ante el mismo”.

Por lo anterior, se perfila Kavanaugh como una persona que asumirá posiciones firmes contra cualquier esfuerzo, sea de los rivales de Trump en la clase dominante o de sectores más amplios de la sociedad, de “someter” a Trump al estado de derecho, o de limitar su acumulación de poder sin precedentes, lo que se conocía en la Alemania nazi como “el gobierno del Führer”.

En juego: el futuro de la humanidad y del planeta

Lo que está en juego en la nominación de Kavanaugh no es una “erosión” de nuestros derechos civiles y libertades, como suelen presentarlo los comentaristas liberales. Si bien nadie puede decir con una certeza absoluta lo que hará Kavanaugh, o cómo reaccionarán otras fuerzas, es muy probable que su confirmación para la Corte Suprema represente un gran salto en la consolidación de un régimen fascista, la solidificación de la posición de Donald Trump “por encima de la Ley” y en particular la brutal resucitación de condiciones dantescas para las mujeres y las personas LGBTQ.

No es aceptable “dar la apariencia” de luchar contra todo esto, siempre consciente de que Kavanaugh sí será confirmado y en general al decirle a la gente que él sí será confirmado, como lo está haciendo el Partido Demócrata. Lo que se necesita es una lucha total y decidida con la participación de un creciente número de personas en las calles y lucha en muchos otros ámbitos, y de hacer esto como parte de acumular fuerzas para expulsar por completo al régimen.

Cualquier cosa que quede corto de eso constituye, francamente, una capitulación ante un régimen fascista que causará estragos muy graves para la humanidad y el planeta.


1. Para que quede claro, aunque no es el tema de este artículo, el sistema judicial contra el cual se rebelaron las personas como Kavanaugh ya era muy reaccionario. Entre otras cosas, era el instrumento para encarcelar a millones de negros, latinos, indígenas y blancos pobres en una orgía de treinta años de encarcelación en masa que tenía como objetivo controlar y reprimir a las poblaciones que no contaban con ningún futuro bajo este sistema. Pero eso ni siquiera fue lo suficientemente reaccionario para estos fascistas.  [regresa]

No podemos ser simplistas si vamos a hacer en serio lo que hay que hacer, sobre todo si vamos a hacer el tipo de revolución que necesitamos hacer. Tenemos que analizar las tendencias que vienen cobrando fuerza en esta sociedad desde hace tiempo.

Es ilustrativo verlo como una especie de pirámide…. Viendo esta pirámide, arriba está la clase dominante y sus representantes políticos que (aunque esto sea un poco simplista) podemos ver con los demócratas a un lado y los republicanos al otro. Por décadas, las personas agrupadas en torno a Bush y el tipo de personas que ellas representan han estado trabajando y preparando en la sociedad toda una infraestructura, por decirlo así, que podría encaminar la sociedad de un modo completamente diferente hacia algo fascista cuando sea necesario.

Veamos lo que han hecho con este fenómeno del fundamentalismo religioso. Es un esfuerzo de apuntalar deliberadamente a una base de millones y millones y millones de personas a quienes les asusta la idea de... ¡pensar! —¡en serio!— personas que no pueden con toda la complejidad de la sociedad moderna y quieren respuestas sencillas y absolutas a las complejidades de esta sociedad….

Al otro lado de la cima de la pirámide (a la supuesta “izquierda”), están los demócratas. ¿Quiénes son las personas que quieren atraer? No digo que los demócratas representan los intereses de dichas personas, ¿pero a quiénes quieren atraer, en la base, en el otro lado de la pirámide, digamos? A todas las personas que apoyan cosas progresistas y todas las personas que son el blanco de la opresión en esta sociedad. Una gran parte del papel de los demócratas es canalizar a todas esas personas hacia el proceso electoral tradicional de la burguesía… y meterlas de nuevo en él, si se han alejado de ese marco —o si han roto con ese marco….

Esto es importante en sí y también ilustra un potencial positivo por lo que se refiere a la revolución. No estoy diciendo que estemos en el umbral de la revolución ahora mismo, pero pensando en el futuro y en el potencial, una de las cosas que lleva a una situación revolucionaria es que millones y millones de personas piensan que algo es intolerable. Quieren que ciertos líderes en la cima de la sociedad las dirijan para hacer algo al respecto, pero dichos líderes no están en posición de dirigirlas a hacerlo ni quieren dirigirlas a hacerlo — así que, ¿a quiénes recurren? A aquellos que están dispuestos y decididos a dirigirlas a hacerlo y a llevarlo a alguna parte. Por eso, esta situación encierra grandes peligros; pero la misma situación —o el otro lado de la contradicción— es la que encierra mucho potencial positivo para la lucha ahora y para hacer la revolución conforme se vaya desenvolviendo la situación.

Bob Avakian, Lo BAsico 3:10

¿Alguna vez se preguntaba cómo funcionaría el sistema judicial después del triunfo de la revolución con un sistema económico, político y judicial completamente diferente?

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Bob Avakian sobre la agenda de la derecha:

La verdad sobre la conspiración derechista… y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta

Bob Avakian

Constitución, leyes y derechos - en la sociedad capitalista y en la futura sociedad socialista

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Dictamen de corte federal:
No existe ningún derecho a la alfabetización bajo este sistema

Cómo ellos ven la educación... y cómo nosotros la veremos después de la revolución

| Periódico Revolución | revcom.us

 

De un lector:
Hace unos años tuve una amiga en Detroit que daba clases en una escuela primaria, y luchaba todos los días para ayudar a sus alumnos a superar las terribles condiciones de las escuelas. Cada semana ella usaba parte de su salario para comprar papel higiénico para llevar a la escuela porque, si no, no habría ninguno. Una vez al mes, ella y su esposo conducían a una librería de descuento en los suburbios para comprar libros para que sus alumnos los tuvieran en la clase.

Pensé en ella cuando leí que el Tribunal Federal de Distrito en Michigan decidió la semana pasada que “el acceso a la alfabetización no es un derecho fundamental”. El tribunal emitió una orden que anuló la demanda colectiva presentada por el bufete de abogados Consejo Público y otros en nombre de los estudiantes de Detroit, una demanda que solicitaba que se requiriera que el estado proporcionara instrucción de alfabetización, basada en la evidencia, en todas las escuelas, y que proporcionara a los maestros la capacitación y herramientas para tal instrucción.

¿Cuáles son las condiciones en las escuelas de Detroit que llevaron a esta demanda? Detroit tiene la tasa de alfabetización más baja para niños de primaria de cualquier ciudad del país. De las seis escuelas recalcadas en la demanda, al menos el 90 por ciento de los estudiantes leen por debajo del nivel para su edad, y en una escuela el 100 por ciento de los estudiantes de sexto grado leen por debajo de su nivel. Uno de los abogados de la demanda escribió al presentarla:

En las escuelas que recalcamos en nuestra Demanda, los estudiantes regresaron de las vacaciones de verano para encontrar que no había maestros en varias materias curriculares básicas, no había libros para usar individualmente en sus clases o llevar a casa para hacer la tarea, la temperatura del salón rondaba los 38 C / 100 F y como resultado el primer día de clases varios estudiantes y maestros vomitaron y se desmayaron y se tuvo que dejar salir temprano a los estudiantes. Hemos documentado que, en algunas de estas escuelas, los maestros individuales tenían que gastar cientos o miles de dólares de sus salarios mezquinos solo para surtir sus aulas con suministros básicos. La enseñanza de las clases de matemáticas de séptimo y octavo grado la asignaron a un alumno de octavo grado. Los maestros recibieron un puñado de maltratados libros de texto de historia del año 1998 cuando el presidente era Bill Clinton, y durante el invierno los estudiantes tenían que apiñarse en aulas atestadas con capas de ropa de invierno puestas, temblando y viendo su respiración al hablar. (Declaración de Mark Rosenbaum, disponible en inglés en www.detroit-accesstoliteracy.org).

La demanda colectiva documentó estas condiciones y mucho más, e incluyó fotos de aulas con cucarachas y heces, y cubetas para atrapar el agua de lluvia que goteaba del techo. La demanda argumentó que las diferencias entre las condiciones en estas escuelas con estudiantes de mayoría negra y latina, y las de la cercana comunidad adinerada de Grosse Pointe de mayoría caucásica, constituyen la discriminación racial que refuerza y exacerba las desigualdades entre las comunidades.

¿Cómo respondió el tribunal a esto? Después de reconocer que tales condiciones causan un daño tremendo, comparó el problema con el de las personas que no tienen un lugar sanitario donde vivir o viven en hogares abusivos, pero que no tienen un derecho fundamental a que esas condiciones sean abordadas.

Hay tanto malo aquí que es difícil saber por dónde empezar. Pero para los propósitos de esta carta, piense en el horror, en términos del potencial humano de decenas de millones de niños —para aprender, crear y pensar críticamente— malgastado, suprimido y extinguido, que se encarna en el razonamiento “tan lógico” de este juez. Este es el razonamiento de monstruos — o más precisamente, son las herramientas de un sistema monstruoso.

Bob Avakian se ha referido varias veces al comentario de Marx de que “el derecho no puede ser nunca superior a la estructura económica ni al desarrollo cultural de la sociedad por ella condicionado”. En una estructura económica capitalista-imperialista, el derecho de todas las personas a aprender a leer no está por encima del derecho más básico del sistema capitalista: el “derecho” de los capitalistas a acumular cada vez más capital. No existe ningún derecho a la alfabetización y a la educación decente, así como no existe el derecho a una vivienda digna, a un empleo con sentido, a estar libre de la violencia y la degradación sexuales, a estar libre del racismo y la opresión nacional, y así sucesivamente.

La declaración de Marx también se aplica a la sociedad socialista. La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, un plan concreto y visionario de la autoría de Bob Avakian para una sociedad radicalmente nueva que se construiría después del derrocamiento revolucionario de este sistema, dice:

El derecho más básico del proletariado, junto con las grandes masas populares, en la Nueva República Socialista en América del Norte es estar capacitado para tener el papel fundamentalmente decisivo en determinar el rumbo de la sociedad, y unirse en la lucha con otros en todo el mundo, con el objeto de abolir por fin las relaciones de explotación y opresión; y de forjar un gobierno que servirá para abolir esas relaciones y de desempeñar cada vez más el papel determinante respecto a ese gobierno. (p. 66).

Entonces, ¿cómo responderá una sociedad socialista revolucionaria a la pregunta?: “¿Existe un derecho a acceso a la alfabetización?”. Dado que parte de basarse en la abolición de toda opresión y explotación, y las estructuras políticas y culturales que imponen esa opresión y explotación, responde a la pregunta con un enfático “¡SÍ!”. De la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte:

1. La educación en la Nueva República Socialista en América del Norte se establecerá en concordancia con los principios y los objetivos expuestos en la presente Constitución y contribuirá a los mismos. Toda la educación será pública, financiada por medio de la erogación de fondos provenientes del gobierno central y otros niveles del gobierno, bajo la dirección general del Consejo Ejecutivo del gobierno central.

A expensas del gobierno, se dispondrá de educación no solamente para el alfabetismo y otras capacidades y destrezas básicas sino también para una base en las ciencias naturales y sociales como también en el arte y la cultura y otras esferas y en la capacidad para trabajar con las ideas en general, y la educación será obligatoria para todos los jóvenes (ciudadanos y residentes por igual) en la Nueva República Socialista en América del Norte en conformidad con la política y las pautas que habrán de adoptar los organismos gubernamentales adecuados para este propósito. A expensas del gobierno, también se dispondrá de educación superior que combine la especialización con la continuación del aprendizaje integral y general para aquellos que reúnen los criterios y los estándares para esta educación más avanzada tal como se establece en las políticas y las pautas elaboradas por los organismos de gobierno pertinentes en conformidad con los principios y los objetivos plasmados en la presente Constitución….

El estado en general se ocupará de superar, en la sociedad (y a la larga en el mundo) en su conjunto, el antagonismo relacionado a la división entre el trabajo físico y el trabajo intelectual, que está profundamente arraigado en el desarrollo de las sociedades caracterizadas por las relaciones explotadoras y opresivas y el que en sí representa una fuente potencial de tales relaciones, y se le prestará atención en todas las esferas de la sociedad.(págs. 32-33)

¡SÍ! Cuando haya una estructura económica fundamentalmente diferente, una cultura diferente, una estructura política diferente, sí que habrá “un derecho a la alfabetización.”

Un ejemplo que he citado anteriormente… es la cuestión del “derecho de comer”. O sea, por qué en realidad, en este sistema, no existe ningún “derecho de comer”. Bueno, la gente puede proclamar el “derecho de comer”, pero no existe tal derecho dentro del funcionamiento de este sistema. En realidad no se puede ejercer eso como un derecho, dada la dinámica del capitalismo y la manera en la cual crea desempleo, como últimamente se nos ha demostrado de manera muy dramática. Crea y mantiene empobrecimiento en masa. (En cierta medida, si bien en los países imperialistas existe un nivel importante de pobreza, en cierta medida el nivel de parasitismo ahí lo ha contrarrestado y disfrazado; el imperialismo “se ceba de” la extrema explotación de la gente del tercer mundo en particular, y una parte del “botín” de esta “se filtra” de formas importantes a las capas medias en especial. Pero viendo el mundo en su conjunto, el capitalismo crea y mantiene muchísima pobreza).

Muchísimas personas no pueden encontrar lo suficiente para comer ni pueden comer de una manera que les permite estar sanas — y en general no pueden mantener las condiciones que les permiten estar sanas. Así que hasta en el caso de algo tan básico como “el derecho de comer”, la gente no tiene ese derecho bajo el capitalismo. Si se declarara como un derecho y la gente empezara a ejercerlo yendo a los lugares donde se vende comida como mercancía y diciendo “tenemos un derecho más fundamental que su derecho de distribuir las cosas como mercancías y acumular capital —tenemos el derecho a comer”— y si la gente empezara a llevarse la comida, pues sabemos lo que ocurriría y lo que ha ocurrido cuando la gente lo ha hecho: “saqueadores, mátenlos en la calle”.

Bob Avakian, Lo BAsico 1:20

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Revolución #553 25 de julio de 2018

De la Organización Comunista Revolucionaria, México:

Hace falta tumbar el sistema capitalista, no tratar de “democratizarlo”: AMLO, el EZLN y la revolución que se necesita

| Periódico Revolución | revcom.us

 


Imagen: Ciudad de México.

 

Nota de la redacción de revcom: El 1º de julio, Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, ganó las elecciones para la presidencia en México. A continuación presentamos un extenso folleto publicado por la Organización Comunista Revolucionario, México (OCR), en abril del presente, antes de las elecciones. Una buena parte del folleto es una polémica contra AMLO. Estos recientes acontecimientos podrían formar parte de la mayor agudización de las contradicciones muy intensas entre el imperialismo estadounidense, ahora al mando del régimen de Trump y Pence, y México.

Vivimos en un mundo de guerras injustas en que matan y destierran a millones de personas; la mitad de la humanidad está sumida en la agobiante pobreza; las mujeres son cruelmente oprimidas y sometidas a la supremacía masculina; crece una desigualdad abominable, y se están destruyendo los ecosistemas que sostienen la vida en este planeta. Promueven en México y en otras partes proyectos capitalistas e imperialistas de minería, gasoductos, fracking, desarrollos turísticos y condominios de lujo que expulsan a los pueblos indígenas, campesinos y pobres en general, a la vez que devastan el medio ambiente. El Estado comete y solapa asesinatos, desapariciones, tortura y encarcelamientos injustos de cientos de miles de personas, sobre todo los de abajo y los que se oponen a los crímenes del sistema.

¿Cómo luchar contra todos estos horrores? ¿Cómo ponerle fin a todo este sufrimiento injusto y también innecesario?

¿Cómo cambiar la sociedad? — ¿“Tomar el Poder” en el Estado actual? ¿“Cambiar el mundo” sin tomar el Poder? o ¿Hacer una revolución real?

A la pregunta de cómo cambiar la sociedad, se sostiene a veces cierto debate entre dos posiciones relativamente distintas: “tomar el Poder” en el Estado actual o tratar de lograr cambios “sin tomar el Poder”.

Los partidarios de “tomar el Poder” o “cambiar el gobierno” en el Estado actual argumentan que por medio de cambiar la persona y el partido o grupo a la cabeza del actual Estado se puede “democratizarlo” y lograr ciertas reformas económicas y políticas. Antes se expresaba en intentar elegir a Cuauhtémoc Cárdenas y el PRD [Partido de la Revolución Democrática]; ahora se busca elegir a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

En cambio, la dirigencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y otros sostienen no tomar el Poder sino organizar “desde abajo” proyectos autónomos o alternativos para lograr el “buen gobierno” y ciertas reformas económicas y políticas. Argumentan que los que “suben al Poder” se convierten en opresores del pueblo. En el caso del actual Estado, tienen cierta razón; ya se tiene bastante experiencia que ilustra que incluso gente que inicialmente podría tener buenas intenciones, al incorporarse al aparato del Estado actual, se convierte en parte del problema y no parte de la solución.

Los partidarios de AMLO y Morena responden que los que no intentan “tomar el poder” solo contribuyen a que todo siga igual y no cambie nada importante en la sociedad en general, y también en eso tienen cierta razón. Si se deja el Estado tal como está ahora, va a seguir matando, desapareciendo, torturando y oprimiendo a la gente, entre otros crímenes horrendos.

Lo que tienen en común ambas posiciones es que están debatiendo subir o no al Poder dentro del Estado actual: ni unos ni otros están hablando de la necesidad de destruir el actual Estado reaccionario. Tampoco plantean tumbar el actual sistema económico mayormente capitalista: unos y otros buscan cambios dentro del sistema económico actual. Eso es más evidente en el caso de AMLO y Morena que, como veremos, han dado bastantes garantías a los grandes capitalistas nacionales e imperialistas de que respetarán y promoverán sus intereses. A pesar de cierta retórica “anticapitalista”, la posición del EZLN de no luchar por acabar con el Estado actual también necesariamente deja en vigor las relaciones económicas y sociales opresivas que ese Estado mantiene y defiende. Como veremos, esta posición intenta presionar al Estado capitalista “desde abajo”, pero también con ciertas alianzas “desde arriba”, a tolerar la existencia de los proyectos “autónomos o alternativos” y otorgar ciertas reformas dentro del mortífero sistema actual, sin cambiar fundamentalmente nada en la situación de la inmensa mayoría de la gente. Así que, ambas posiciones aceptan la continuación del sistema económico y político existente y solo buscan cambios en ese contexto.

Por lo tanto, e independientemente de las intenciones de quienes las propongan, estas posiciones no van a lograr ningún cambio significativo, porque los horrores y problemas fundamentales en esta sociedad se deben a la naturaleza y las dinámicas del sistema capitalista imperialista que reina en el mundo y el sistema mayormente capitalista, bajo dominación imperialista, que impera en México.

Este sistema puede y necesita ser derrocado y reemplazado por un nuevo sistema socialista por medio de la lucha revolucionaria de millones de personas, que logre tumbar el Estado actual, que lo derrote y lo desmantele. Esta es la condición previa necesaria para establecer un nuevo Estado revolucionario, completamente diferente del Estado capitalista, junto con un nuevo sistema económico, nuevas relaciones políticas y sociales, y nuevas ideas y cultura que corresponden a eliminar toda forma de explotación y opresión, para finalmente emancipar a la humanidad en todo el mundo. Esta es la única manera de lograr un cambio fundamental.

Como señala Bob Avakian,1 el arquitecto del nuevo comunismo, “¿Quiere [usted] que la policía deje de matar a tiros una y otra vez en la calle, que esos asesinos dejen de salir impunes…? ¿Quiere que se detenga eso? Hay que poner un poder estatal diferente. ¿Por qué queremos el poder estatal? ¿Por qué hablamos de esto tanto? Pues, no queremos que sigan ocurriendo estas cosas atroces y todo lo que concentran—porque es totalmente innecesario así como indignante y atroz. ¿Quiere parar la violación, quiere parar el empobrecimiento y todos los otros horrores en la sociedad y el mundo de hoy? Hay que tener un conjunto distinto de relaciones de poder que corresponde a eso, que lo apoya y lo avanza. Hay que tener una cultura e ideología diferente. No existirán esas cosas sin un nuevo poder estatal—que sí sería un poder estatal radicalmente diferente, pero al final y al cabo sería un poder estatal. Es así de básico.”2

Carlos Marx, quien desarrolló por vez primera un entendimiento científico del desarrollo de la sociedad humana, resumió importantes enseñanzas sobre el problema del Estado. De la experiencia de las revoluciones burguesas del siglo 19 y de la experiencia de la Comuna de Paris, la primera revolución proletaria, resumió la necesidad de romper, hacer añicos la “máquina burocrático-militar” que es el Estado burgués. Enfatizó que es menester “no hacer pasar de unas manos a otras la máquina burocrático-militar, como se venía haciendo hasta ahora, sino romperla, y ésta es justamente la condición previa de toda verdadera revolución popular”.3

¿Por qué no podemos apoderarnos del actual Estado y utilizar ese poder para cambiar la sociedad ni presionar “desde abajo” a ese Estado para que actúe en los intereses del pueblo?

Por una parte, porque ese Estado es y ha sido desde sus inicios una dictadura de los grandes capitalistas y terratenientes sobre las masas populares. Tomemos el ejemplo de las fuerzas armadas y policía, la columna vertebral de esta dictadura. Entre muchos otros crímenes, mataron a traición y ahogaron en sangre a Emiliano Zapata y Pancho Villa y sus ejércitos para establecer este Estado, masacraron a los estudiantes en 1968, protagonizaron la “guerra sucia” de los años 1970, así como las matanzas de Acteal, El Charco, Aguas Blancas y tantos más. En años recientes y en colusión con los narcos, han llevado a cabo una verdadera guerra contra el pueblo bajo la cínica bandera de “combatir el crimen organizado” con un sinnúmero de asesinados, desaparecidos y torturados, como en Ayotzinapa, Nochixtlán, Tlatlaya, Tanhuato y tantos casos más. ¿Es posible que semejantes instituciones, organizadas, entrenadas e indoctrinadas para ejercer la violencia reaccionaria contra el pueblo en los intereses de las clases dominantes, sirvan, al contrario, a defender los intereses populares en contra de esas clases dominantes? Claro que no. Solo cabe, en las palabras de Marx, romper semejantes instituciones y crear fuerzas armadas nuevas y cualitativamente distintas a partir de la misma lucha revolucionaria de la gente por tumbar este sistema y edificar otro radicalmente diferente y mucho mejor.

Pero la razón más fundamental es que el Estado (así como las relaciones sociales, la cultura y las ideas predominantes, etc.) corresponden y tienen que corresponder a las relaciones económicas que son la base de la sociedad y ponen el marco para todo lo demás. El Estado existe para mantener y defender el funcionamiento y la estabilidad del sistema económico: en este caso, una economía mayormente capitalista, dominada por el imperialismo, y los intereses de las clases que son los dueños de los principales medios de producción (la gran burguesía, los imperialistas y los terratenientes). Por ejemplo, ¿por qué persiste tanta pobreza después de tantas supuestas campañas contra la pobreza? No es simplemente por el actuar del Estado y la corrupción de las autoridades, sino por el funcionamiento del sistema económico mayormente capitalista. En resumidas cuentas, la mayoría es pobre por la misma razón que los capitalistas son ricos: porque nos explotan. Si se tratara de implementar políticas y leyes que perjudiquen el funcionamiento de estas relaciones económicas y la estabilidad de la propiedad y el poder de estas clases dominantes, el sistema pararía, habría convulsiones y crisis, y se daría un duro golpe para reimponer y reforzar “la ley y el orden” del capitalismo. La única alternativa en el mundo real es derrumbar el Estado por medio de una revolución real, confiscar las propiedades de las clases dominantes y crear nuevas relaciones socialistas.

Avakian ha ilustrado esto con el ejemplo de que bajo el capitalismo, no puede existir un “derecho de comer”, porque la dinámica del capitalismo crea desempleo y pobreza, y si uno no tiene dinero, no puede adquirir la comida que necesita. Por eso, “algo tan básico como ‘el derecho de comer’, la gente no tiene ese derecho bajo el capitalismo. Si se declarara como un derecho y la gente empezara a ejercerlo yendo a los lugares donde se vende comida como mercancía y diciendo ‘tenemos un derecho más fundamental que su derecho de distribuir las cosas como mercancías y acumular capital —tenemos el derecho a comer’— y si la gente empezara a llevarse la comida, pues sabemos lo que ocurriría y lo que ha ocurrido cuando la gente lo ha hecho: ‘saqueadores, mátenlos en la calle’.” 4 La gente no tiene un derecho de comer, y los capitalistas sí tienen el derecho de solo pagarle un salario cuando haya ganancia para el patrón, y echarla a la calle cuando le convenga.

Algunos argumentan que cambios importantes son posibles siguiendo el ejemplo de gobiernos como el de Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Lula da Silva en Brasil, etc. Estos gobiernos socialdemócratas en diferentes medidas han sido “incómodos” para el imperialismo (sobre todo de EU) y sectores de la gran burguesía (del sector privado) en esos países. En grado importante, estos gobiernos se han basado en el desarrollo y la exportación de petróleo y gas natural, lo que temporalmente proporcionó mayores recursos al Estado que permitieron extender programas sociales y mejorar temporalmente el nivel de vida para un sector de los pobres. Pero sigue operando la explotación capitalista, dentro de y dependiente del sistema capitalista imperialista mundial, sin ninguna ruptura con este sistema, y por eso no puede haber ningún cambio fundamental en la sociedad. Como ya se ha visto, vienen crisis económicas que son endémicas al capitalismo, y en particular la caída de los precios del petróleo y el gas causó trastornos, desempleo y carestía en esos países. Depender de combustibles fósiles para el “desarrollo nacional”, además de profundizar la dependencia de los imperialistas5 (para la inversión de capitales, préstamos, tecnología, y mercados) y aumentar los desequilibrios y el impacto de las crisis económicas, también contribuye a agravar el calentamiento global que ya está destruyendo ecosistemas y vidas humanas y llevará a consecuencias catastróficas para la vida en el planeta si no se reduce drásticamente el uso de estos combustibles. (Y su uso es un elemento central del programa de AMLO, que veremos en seguida).

Si en serio queremos cambiar el mundo, sí tenemos que tomar el Poder—pero no el viejo poder de las clases dominantes actuales. Ese poder hay que hacerlo añicos, para erigir un nuevo Estado revolucionario, un nuevo sistema económico socialista, y nuevas relaciones sociales que correspondan a eliminar los horrores y grandes desigualdades de este sistema. Con esta revolución, será posible luchar por eliminar la opresión de las mujeres, de los pueblos indígenas, los afromexicanos, las personas LGBTTI, ir superando las diferencias entre el campo y la ciudad, entre trabajo intelectual y trabajo manual, y las diferencias de clase en general, así como apoyar esta misma revolución en otras partes del mundo. Sin esta revolución, el mismo sistema seguirá destruyendo vidas humanas y el planeta en que vivimos.

Elecciones 2018: Ni con AMLO habrá ningún cambio fundamental

El bombardeo incesante de los “spots” de los candidatos y las “noticias” de los medios tratan de hacernos pensar que no pasa nada más importante en el mundo que la elección presidencial. Todas las instituciones del sistema te quieren engatusar a votar, a “participar” en el proceso electoral, para que actúes y pienses solo dentro de las “opciones” de este sistema; para que no veas la dictadura de las clases dominantes, disimulada como la “libre expresión” de “la voluntad popular”.

La verdad es que todos los candidatos y partidos representan a este sistema; contienden para ser el jefe (o la jefa) de Estado de este sistema capitalista bajo dominación imperialista, ganando el respaldo de sectores importantes de las clases dominantes. Por eso vemos a López Obrador [MORENA], Ricardo Anaya Cortés [PAN; Partido Acción Nacional] y José Antonio Meade Kuribreña [PRI; Partido Revolucionario Institucional], presentándose en todas las reuniones importantes de asociaciones de grandes empresarios y entrevistándose con los círculos de los más influyentes—cada uno intentando convencerlos que representa la mejor “oferta” para defender sus intereses económicos y políticos, que es más capaz de proporcionar seguridad, estabilidad, eficiencia y “prosperidad” para este sistema y las clases que reinan.

En su tercera campaña presidencial, Andrés Manuel López Obrador ha ganado mayor aceptación entre sectores importantes de las clases dominantes, y los intentos de descalificarlo en los medios (“protegido de Putin”, el “Maduro de México”, etc.) hasta ahora han rebotado más contra los calumniadores que afectar a AMLO. El enojo con el gobierno del anterior presidente Enrique Peña Nieto y el PRI, y en menor grado con el PAN (por el gobierno de Felipe Calderón), es tan amplio y tan profundo que AMLO mantiene una ventaja considerable en las encuestas a solo 3 meses de la elección. Las investigaciones de algunos bancos imperialistas conceden que dado el “hartazgo” social, tal vez la victoria de AMLO sería la mejor opción para contener la indignación generalizada y mantener la “estabilidad”. Incluso Antonio Solá, el asesor de la campaña de Calderón en 2006 que inventó la consigna de que AMLO “es un peligro para México”, declaró que “ya no es un peligro”. Además de los cambios en la situación política desde 2012, AMLO también ha modificado sus propuestas: por ejemplo, ahora dice que no va a revertir la reforma energética, sino solo revisar los contratos y proceder en tribunales en los casos en que detecten corrupción.

La diferencia con otros representantes del sistema capitalista-imperialista es que López Obrador representa un sector de la gran burguesía que quiere modificar un poco la forma en que opera la economía. Pero al igual que los demás, no hará ningún cambio en las relaciones básicas de propiedad y poder, de explotación y opresión de la gran mayoría. Como es sabido, propone menos privatización en el sector energético, más refinación de petróleo y producción de gasolina en el país, más programas sociales, más austeridad en el gobierno y menos corrupción (que será más una consigna que una realidad, a la luz de la corrupción que caracterizó su gobierno en la Ciudad de México). Por estas diferencias parciales con las políticas que han predominado en las últimas décadas, despierta inquietudes entre otros sectores de los grandes capitalistas por un lado y esperanzas de un cambio importante entre sectores del pueblo, por el otro. Estas ilusiones falsas serán truncadas si AMLO llega a la presidencia, y vale más deshacerse de ellas de una vez.

Su campaña hasta ahora ilustra que un gobierno de AMLO no representaría ninguna ruptura con este sistema, sino que le serviría lealmente. En primer lugar, está la alianza con el Partido Encuentro Social, un partido evangelista fundamentalista que se opone al derecho al aborto, los anticonceptivos, el matrimonio gay y su derecho a adoptar y otros derechos para las personas LGBTTI.6 Este tipo de alianzas con fuerzas abiertamente reaccionarias no son solamente para tratar de ganar las elecciones sino que también son necesarias para poder gobernar en esta sociedad. Además, AMLO ha dicho que no hay “diferencias de fondo” con esta fuerza fundamentalista, legitimando así los ataques y el odio que este partido azuza hacia las mujeres y las personas de sexualidad diferente. El mismo AMLO promueve la moralidad de la Biblia, que es patriarcal hasta la médula, además de que justifica la esclavitud, la matanza de los bebés de tu enemigo, y todo tipo de horrores.7 En todo el mundo es notable el crecimiento del fundamentalismo religioso en estos tiempos de crisis sociales, con el apoyo de sectores poderosos de las clases dominantes que buscan reforzar la opresión de las mujeres bajo la autoridad patriarcal, como piedra angular de la “unión” de la sociedad bajo su dominio. López Obrador también dice que las cuestiones del derecho al aborto, libertad reproductiva, y los derechos de las personas LGBTTI deben ser sometidas a “consulta popular”, dándoles apertura a la iglesia católica, las iglesias evangélicas fundamentalistas y otros reaccionarios a tratar de suprimir estos mínimos derechos fundamentales recientemente ganados y reforzar la opresión estructural y los crímenes de odio en contra de las mujeres y las personas LGBTTI.

La propuesta de gabinete de López Obrador incluye varios representantes muy directos de la gran burguesía, cuya presencia asegura a esa clase que sus intereses serán protegidos. El nombramiento de Víctor Villalobos Arámbula como el Secretario de Agricultura (Sagarpa) es un duro golpe contra los campesinos y la lucha contra el maíz transgénico. Como funcionario de gobiernos del PRI y del PAN y como funcionario desde 2010 del organismo agropecuario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Villalobos ha sido perro de ataque para Monsanto y otras empresas de transgénicos, así como de las grandes empresas de biología sintética y agronegocios.

AMLO designó a Alfonso Romo como coordinador de su “proyecto de Nación 2018-2024”, y es el principal operador de conectar a López Obrador con los grandes capitalistas y los imperialistas, y de convencerlos a respaldarlo. Romo es un gran empresario nacional que vendió su empresa de semillas a Monsanto en 2005, quedando al frente y trabajando para Monsanto por un tiempo. Después invirtió su fortuna en Synthetic Genomics, empresa trasnacional de biología sintética que, entre otros saqueos, se llevó microorganismos únicos de aguas nacionales de México.

La presencia de estos dos representantes de la gran burguesía en su campaña no deja lugar a dudas de que un gobierno de AMLO promovería los agronegocios y probablemente abriría más la puerta a los transgénicos, como lo han hecho otros gobiernos supuestamente progresistas. “En el tema de transgénicos en América Latina, los gobiernos que más han avanzado su siembra son los de Lula da Silva en Brasil, Kirchner en Argentina y José “Pepe” Mújica en Uruguay”.8

Alfonso Durazo, secretario particular de Fox en la Presidencia, y también su vocero, fue nombrado para la Secretaría de Seguridad Pública. Encabeza el “Consejo Asesor para Garantizar la Paz”, encargado de elaborar la propuesta de seguridad de López Obrador, con la participación de Manuel Fastlicht, empresario de la gran burguesía, suegro del presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, y Alejandro Gertz Manero, secretario de Seguridad Pública en el gobierno de anterior presidente Vicente Fox.

Al frente de la Secretaría de Educación Pública estaría Esteban Moctezuma Barrágan, secretario de Gobernación bajo el anterior presidente Ernesto Zedillo, responsable infame de lanzar una ofensiva militar contra el EZLN en época de negociación con el gobierno federal en 1995, y actualmente presidente de Fundación Azteca.

Como secretario de Turismo se propone a Miguel Torruco Márquez, empresario turístico, secretario de Turismo para la Ciudad de México bajo Mancera, y consuegro de Carlos Slim.

Todos estos nombramientos indican que un gobierno de Andrés Manuel López Obrador representará a las mismas clases dominantes y el mismo sistema capitalista imperialista, pese a los cambios limitados que podría implementar. Si algunos seguidores de Morena se sienten traicionados por estas decisiones, es importante que aprendan que no es que AMLO cambió, que acaba de “traicionar” lo que antes representaba, sino que ellos se habían dejado engañar por las frases melosas y promesas de AMLO, porque no distinguieron que el contenido detrás de estas declaraciones corresponde a los intereses de la gran burguesía y los imperialistas, a la continuación del mismo sistema.

Un buen ejemplo de las frases engañosas de López Obrador es la justificación para su promesa de “borrón y cuenta nueva” para Enrique Peña Nieto y su gobierno en general. El objetivo es de tranquilizar a los que han sido sus adversarios en las clases dominantes que habrá continuidad sin rupturas para el sistema. A la vez es un intento de pactar con los que han cometido grandes crímenes contra el pueblo, no solo para que lo dejen ganar la elección, sino también para poder gobernar. AMLO está absolviendo no solo la corrupción en gran escala, sino también crímenes de sangre como Ayotzinapa, Nochixtlán, Tlatlaya, Tanhuato e incontables crímenes más de las fuerzas del Estado; promete impunidad absoluta para estos asesinos y sus jefes en el Poder. Luego trata de disimular esta complicidad de no procesarlos, con la justificación de que “no es mi fuerte la venganza” y “no odio a nadie”. En realidad es un vil arreglo, para el bien del sistema. Juzgar a Enrique Peña Nieto por sus crímenes no sería venganza, sería justicia.

Además de prometer impunidad para los atroces crímenes del actual gobierno y de incorporar a empresarios y políticos reaccionarios reconocidos en su propuesta de gabinete, López Obrador ha dado la bienvenida a Morena a todo tipo de políticos burgueses asquerosos del PRI, PAN, y PRD. Todos estos tratos y cambalacheo de AMLO y Morena con los otros partidos electorales, grandes empresarios e influyentes en general son el pan de cada día de la política burguesa, tanto para ganar las elecciones como para gobernar en el sistema actual.

AMLO, Jefe de Gobierno del Distrito Federal, buen servidor del sistema

Si se examina el gobierno de AMLO en el Distrito Federal de 2000-2005, abundan las evidencias de que sirvió a las necesidades del sistema y el gran capital, y no cambió nada fundamental para los oprimidos.

En su campaña ahora, AMLO dice repetidas veces que no utilizará las fuerzas armadas y la policía para reprimir al pueblo. Sin embargo, bajo su gobierno y la política de “Cero Tolerancia” que adoptó, la policía reprimió vez tras vez, como lo hacen las fuerzas del Estado en toda sociedad basada en la explotación. Para mencionar solo algunos ejemplos:

AMLO promete que al llegar a la presidencia pondrá fin a la impunidad. Sin embargo, fue precisamente la impunidad que caracterizó el actuar de su procuraduría al encubrir los asesinatos políticos de Digna Ochoa y Pavel González. Desecharon todas las evidencias de asesinato, declararon que eran “suicidios” y decretaron la “no acción penal”. Digna Ochoa fue una valiente abogada defensora de campesinos ecologistas de Guerrero (y otros casos de represión política), que había sufrido otros atentados anteriores contra su vida. Los más probables verdugos de Digna serían matones del cacique ganadero, narco y talamontes, Rogaciano Alba, a instancias del ejército, o asesinos del mismo cuerpo armado, porque Digna fue la primera abogada que logró interrogar a elementos del ejército en un juicio civil, hecho que suscitó la ira castrense. Pavel González fue activista y estudiante de la UNAM [Universidad Nacional Autónoma de México], cuyo cuerpo fue colgado de una cruz en El Ajusco, con huellas de tortura provocadas antes de su muerte. Aunque el primer médico forense que examinó su cuerpo rehusó acatar las “órdenes de arriba” de calificar de “suicidio” su muerte, así lo decretaron las autoridades capitalinas de AMLO. Había sido amenazado de muerte previamente por “porros” de ultraderecha y El Yunque.

¿Por qué los gobiernos capitalistas, incluido el gobierno de AMLO, casi siempre encubren los asesinatos políticos cometidos por fuerzas del Estado y otros reaccionarios? Porque el sistema capitalista necesita aterrorizar a los oprimidos y a los opositores para mantener el “orden”. Los asesinos están siguiendo órdenes para este propósito, y por eso son protegidos. Es hipocresía y complicidad si uno denuncia este tipo de crímenes contra el pueblo cuando los cometen los gobiernos del PAN y del PRI, y se calla cuando los comete un gobierno de AMLO.

Sus partidarios argumentan que AMLO aumentó los programas sociales, que es cierto—y también es cierto, como él mismo reconoce, que los otros partidos de la gran burguesía imitan varios de esos programas. En realidad, la represión y los programas sociales son, a fin de cuentas, dos caras de la misma moneda: son dos formas utilizadas por los gobernantes provenientes de todos los partidos políticos burgueses para tratar de mantener el control sobre la mayoría explotada y oprimida en este sistema dominado por un puñado de grandes empresarios extranjeros y nacionales. AMLO dejó ver esto en el No. 19 de sus Compromisos asumidos con los grandes empresarios: “Se combatirá la pobreza por razones humanitarias y para evitar la frustración y los estallidos de odio y resentimiento”.9 Entre políticos de este sistema, el “combate a la pobreza” es tan eterno como la pobreza misma, y se reduce en los hechos a ciertas migajas, ciertos programas sociales que tienen precisamente la finalidad de “evitar la frustración y los estallidos de odio y resentimiento” por parte de los pobres, que son pobres por la misma razón que los grandes empresarios son mega-ricos: porque los explotan. Los programas sociales y la represión son, en fin, “la zanahoria y el garrote” que se utilizan para defender el actual sistema de grandes desigualdades e injusticias.

El gobierno capitalino de AMLO favoreció mucho a los grandes capitalistas imperialistas y nacionales, a pesar de su retórica en ese tiempo de “primero los pobres”. Como enfatiza el grupo empresarial “Despierta México” al refrendar ahora su apoyo a su candidatura a la presidencia, “Andrés Manuel López Obrador… convirtió al Distrito Federal en líder de inversión extranjera directa...”10 Y así fue: “... en el año 2006, 41.2% de las sociedades con participación extranjera registradas en el país se encontraban en el Distrito Federal... En este sentido los países con mayor inversión en el Distrito Federal en ese año fueron Estados Unidos (62.4%), España (16.7%) y Holanda (7.31%)”.11

Un ejemplo de lo que AMLO llama “estímulos para la inversión privada” extranjera y nacional fue “el otorgamiento de descuentos de entre 25 y 100 por ciento en el pago de impuestos sobre nómina, predial, adquisición de inmuebles y derechos de inscripción en el Registro Público de la Propiedad”.12 La tan cacareada “Renovación del Centro Histórico” [de la Ciudad de México] se hizo a base de crear condiciones para hacer atractivo al gran capital ese espacio de la ciudad. Esta “renovación” significó ventajas y jugosas ganancias para grandes negocios como CICSA de Carlos Slim y los hoteles Sheraton, mientras los vendedores ambulantes, franeleros [cuida-coches], pequeños negocios y otros “indeseables” fueron expulsados y reprimidos.

Respondiendo a los intereses de las constructoras y otras empresas interesadas, y con la justificación de siempre de “atraer más inversión”, Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo al actual boom inmobiliario al emitir el bando 2 que permitía construir edificios en “cuatro demarcaciones con la idea de hacer crecer la ciudad de manera vertical” (Proceso, No 2134). Luego se amplió esto a toda la ciudad bajo otros gobiernos de supuesta “izquierda” de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera.

La incesante competencia capitalista entre las constructoras en la Ciudad de México las ha llevado a construir edificios cada vez más altos, por el alto precio de la tierra. (La tierra se encarece debido a la sobrecentralización del aparato productivo y la población característica del desarrollo capitalista.) Tanto los gobiernos como las empresas hacen caso omiso del suelo comprobadamente movediza de la zona lacustre, porque las dinámicas del capitalismo no permiten tomar en cuenta ni la naturaleza ni el bienestar del pueblo. No entran en los cálculos de ganancias y crecimiento; lo que manda son las necesidades de la acumulación capitalista.

Todo eso puso el escenario para una tragedia mucho mayor en el sismo del 19 de septiembre de 2017. Fueron principalmente los edificios altos, varios incluso de construcción reciente, que se desplomaron, provocando cientos de muertes en la Ciudad de México y otros estados del centro del país. Desde el punto de vista de los intereses del pueblo, es una locura “hacer crecer de manera vertical” una ciudad en una zona sísmica; pero desde el punto de vista de las clases dominantes y el funcionamiento del sistema capitalista, es completamente “racional”. Para colmo, varios de estos edificios se han construido con materiales de ínfima calidad, rindiendo mayores ganancias para las constructoras pero viviendas y lugares de trabajo mucho más peligrosas para la gente.

El gobierno de López Obrador en el Distrito Federal fue el gobierno de un representante político de las clases dominantes que cumplió con los requisitos para semejante gobierno: crear condiciones propicias para la acumulación del gran capital y mantener a las masas bajo el dominio del sistema mayormente capitalista por medio de una combinación de represión y programas sociales. No tiene nada de sorprendente: la misma dinámica de la economía capitalista y la estructura y naturaleza del Estado que la defiende y promueve exigen que sea así, esté quien esté al mando de ese aparato.

Las elecciones bajo este sistema son una trampa

Las elecciones son como un juego de naipes con la baraja arreglada. Si le entras no puedes ganar, porque las clases dominantes controlan todo el proceso. Como hemos señalado, el Estado tiene que servir a la base económica de la sociedad y tiene que proteger al sistema político y las relaciones sociales e ideas que corresponden a las relaciones económicas (o el modo de producción), para que el sistema funcione y no se deshaga la sociedad. Por eso las clases dominantes controlan todo el proceso de elegir al jefe de Estado y los demás representantes políticos del sistema.

¿Quiénes eligen a los candidatos? Personas y grupos que tienen poder y mucho dinero y juegan un papel importante en el sistema. Ellos deciden respaldar a unos y oponerse a otros. Enormes cantidades de dinero para publicidad (y compra de votos) fluyen a los “escogidos”. Esto lo admitió Alfonso Romo, mano derecha de López Obrador, en una reunión de ejecutivos de empresas, diplomáticos y académicos convocada por el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi). Hablando de la victoria del PRI en 2012, dijo “Y miren dónde estamos. Y pregunto: ¿Eso no es culpa también del sector privado? ¿Quiénes fuimos los que lo pusimos (a Enrique Peña Nieto)?” (Proceso No. 2156, p. 23, negrillas nuestras.).

Los principales medios (que son aparatos de propaganda de las clases dominantes), presentan de manera positiva a uno y negativa a otro, difunden unos escándalos y callan otros, y a menudo las instituciones del Estado intervienen directamente para descalificar a uno y apuntalar a otro (como el intento de desaforar a AMLO en 2006 o la amenaza de investigar a Anaya por corrupción ahora). Además, las instituciones que organizan las elecciones y los tribunales que las certifican son parte del aparato del Estado, que tiene el propósito de mantener al sistema y el monopolio de poder de las clases dominantes.

Si resulta que en ciertas circunstancias las elecciones salen del carril y llega al poder un jefe (o jefa) de Estado que tome medidas que no son aceptables para los sectores predominantes de las clases dominantes (y en los países oprimidos como México, sobre todo para los imperialistas de EU), lanzan ataques económicos y políticos para aislar y socavarlo, y a menudo recurren a las Fuerzas Armadas para sacarlo. ¡Fíjense como estos “caballeros andantes” de la democracia no tienen inconveniente alguno de organizar golpes de Estado para quitar a gobiernos “debidamente elegidos”, si plantean obstáculos a los intereses imperialistas! Así quitaron a Salvador Allende en Chile, a Jacobo Arbenz en Guatemala, a Mossadegh en Irán, a Sukarno en Indonesia, e intentan hacerlo ahora con Maduro en Venezuela, aunque ninguno en realidad planteó salir del actual sistema capitalista-imperialista mundial. Hace poco, el (entonces) secretario de Estado de Estados Unidos, Tillerson, desde México llamó a un golpe militar en Venezuela para quitar a Maduro, en nombre de “restaurar la democracia”, o sea, para restaurar una forma de dictadura burguesa más de su gusto.

Las elecciones no determinan las decisiones básicas del gobierno, ni el rumbo de la sociedad

La propaganda y los debates electorales centran en ligerezas y promesas huecas, mientras evaden todo análisis de las cuestiones esenciales. ¿Cuándo se ha visto un debate electoral de la sistemática y brutal opresión estructural de los pueblos indígenas, o de las mujeres? ¿De los asesinatos de los jóvenes y la ausencia de futuro alentador alguno para ellos? ¿Qué tal un debate sobre la dominación imperialista del país y el mundo y el papel del Estado mexicano como perro de ataque para esta dominación, sobre todo de Estados Unidos, cazando a los inmigrantes centroamericanos, o asediando gobiernos incómodos para Estados Unidos? ¿El calentamiento global y la destrucción del medio ambiente? ¿La sistemática tortura, detención arbitraria, desaparición forzada y asesinato ejercido por la policía y las Fuerzas Armadas? ¿La colusión profunda del Estado mexicano, y de Estados Unidos, con el crimen organizado? Nunca. Pero insisten, “Tú puedes decidir el país que tú quieras”. No, solo puedes escoger entre candidatos que representan mantener todo esto.

Además, las elecciones no determinan lo que vaya a hacer el gobierno. Veamos:

Las decisiones importantes no se toman por medio de elecciones. Las toma el jefe de Estado, en consulta con otros notables de las clases dominantes, y en particular bajo la presión del gobierno de Estados Unidos, de acuerdo con las necesidades del sistema y las políticas que consideran mejores para mantener y fortalecerlo.

Las elecciones sirven para legitimar el sistema

Las elecciones son el principal mecanismo para legitimar al sistema y el Estado que lo representa. Nos jalan a participar en un proceso en que todas las opciones representan el mismo sistema y el mismo monopolio de poder político de parte de los capitalistas, imperialistas y terratenientes. Si te dejas engañar que así puedes cambiar las cosas, en realidad solo estás contribuyendo a prolongar y validar la continuidad del mismo infierno. Piensa en todas las maneras en que tratan de hacernos participar en su circo electoral. “Tú puedes decidir el gobierno que quieras”; “Si te importa tu país, tienes que votar”; “Si no participas, no puedes quejarte”; O si votaste por el que quedó, tampoco puedes quejarte, porque “tú lo elegiste”. Además de la masiva propaganda que intenta engañar a la gente, se obliga a votar a muchas personas, (entre el más de 25% de la población que está inscrita en programas gubernamentales), so pena de perder los reducidos fondos o servicios que reciben.

¿Por qué les importa tanto que participemos en las elecciones? Porque así nos entrenan a pensar dentro de los límites de este sistema y nos involucran en un proceso que les da un sello de aprobación a todas las injusticias y atrocidades que cometen. Nos dicen, “Esta persona al frente del Estado representa la voluntad del pueblo, y lo que hace es lo que quiere la mayoría.”

Las elecciones disfrazan de un gobierno “elegido por la voluntad popular”, lo que en realidad es una dictadura de estas clases dominantes. Gane quien gane la presidencia, actuará de acuerdo con el funcionamiento y las dinámicas del sistema capitalista-imperialista, y seguirán todos los horrores innecesarios e inadmisibles que conlleva.

“Cambiar el mundo, sin tomar el poder” no desmontará el capitalismo ni cambiará el mundo

A diferencia de los que buscan puestos en el Estado actual, como ya señalamos, la dirigencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y otros sostienen no tomar el Poder sino organizar “desde abajo” proyectos autónomos o alternativos para lograr el “buen gobierno” y ciertas reformas económicas y políticas. Afirman o sugieren que agregando más y más localidades autónomas, se podrá lograr el cambio que se necesita, sin derrotar las fuerzas del actual Estado y barrer con el sistema capitalista. Ya que no plantean tumbar el Estado reaccionario actual, sus esfuerzos se encaminan a presionar al Estado a aceptar la existencia de los proyectos “autónomos y alternativos” y otorgar ciertas reformas dentro del mortífero sistema actual. Desde hace más de una década, el EZLN se declara “anticapitalista”, pero nunca plantean otro modo de producción que reemplazaría el capitalismo; a la vez, siguen afirmando que el problema es el “mal gobierno” y la solución es un “buen gobierno”, que tratan de crear dentro del mismo sistema, “desde abajo”, con las Juntas de Buen Gobierno (JBG) y municipios autónomos, pero también “desde arriba”, como veremos a continuación. Mientras AMLO, como hemos mencionado, es un representante político de un ala de las clases dominantes, el EZLN y otros partidarios de no tomar el poder sostienen una posición intermedia representativa de las clases medias: critican y denuncian el “mal gobierno” pero tampoco están a favor de ir al ‘extremo’ de luchar por tumbarlo.

A fin de cuentas, comparten con los partidarios de ocupar puestos en el Estado actual la meta esencial de tratar de “democratizar” y reformar el Estado burgués y el sistema mayormente capitalista en el país que ese Estado defiende y protege. De hecho, desde el principio el EZLN ha reivindicado las consignas históricas de la revolución burguesa del siglo 18 de “Democracia, libertad y justicia”, y las siguen proclamando hoy en día.

Como comenta Engels, “Los grandes hombres que en Francia ilustraron las cabezas para la revolución que había de desencadenarse, adoptaron ya una actitud resueltamente revolucionaria... Sólo ahora había apuntado la aurora, el reino de la razón; en adelante, la superstición, la injusticia, el privilegio y la opresión serían desplazados por la verdad eterna, por la eterna justicia, por la igualdad basada en la naturaleza y por los derechos inalienables del hombre.

“Hoy sabemos ya que ese reino de la razón no era más que el reino idealizado de la burguesía, que la justicia eterna vino a tomar cuerpo en la justicia burguesa; que la igualdad se redujo a la igualdad burguesa ante la ley; que como uno de los derechos más esenciales del hombre se proclamó la propiedad burguesa; y que el Estado de la razón, el ‘contrato social’ de Rousseau pisó y solamente podía pisar el terreno de la realidad convertida en república democrática burguesa. Los grandes pensadores del siglo XVIII, como todos sus predecesores, no podían romper las fronteras que su propia época les trazaba”.13

Los que buscan democratizar y reformar el sistema capitalista ya en pleno siglo 21, tampoco logran romper las fronteras del pensamiento de hace tres siglos. No importa que nunca, en ninguna parte, ningún Estado capitalista por democrático que sea haya dejado de reprimir y matar al pueblo, defender y fortalecer la opresión de las mujeres y las nacionalidades oprimidas. No importa que el sistema capitalista-imperialista actual, además de la explotación, pobreza, miseria y guerras reaccionarias que SIEMPRE lo han caracterizado, haya llevado a la humanidad al precipicio incluso de su posible extinción, ya sea por el rampante calentamiento global y destrucción del medio ambiente, ya sea por la guerra nuclear. ¡No! ¡Habrá que seguir tratando de reformar el sistema capitalista a que cumpla con sus promesas democráticas, aunque tres siglos de intentar precisamente eso han acabado siempre en fracaso!

Como señala Bob Avakian, “En un mundo de profundas divisiones de clase y grandes desigualdades sociales, hablar de la ‘democracia’ sin señalar su carácter de clase y a qué clase beneficia no tiene sentido o tiene implicaciones peores. Mientras exista la sociedad dividida en clases no puede haber ‘democracia para todos’: dominará una clase u otra, y la clase que gobierna defenderá y promoverá el tipo de democracia que concuerde con sus intereses y metas. Por eso, debemos preguntar: ¿qué clase dominará y si su gobierno, y sistema de democracia, sirve para continuar las divisiones de clase, y las relaciones de explotación, opresión y desigualdad que corresponden a estas, o lleva a abolirlas?”14

La “democracia” sobre la base de relaciones capitalistas, por muy democráticas que sean las formas, siempre será democracia burguesa, democracia cuando mucho para las clases dominantes para gobernar, oprimir y suprimir a los obreros, campesinos y clases medias, como ocurre, no solo en México sino también en las repúblicas capitalistas más “democráticas”. La liberación del pueblo nunca se logrará por medio de intentos de reformar y democratizar el Estado actual sino por medio de romper, hacer añicos ese viejo Estado y establecer un nuevo Estado proletario, a partir de la lucha revolucionaria de las masas encabezada por un partido comunista revolucionario, para emancipar a las masas antes oprimidas y servir al avance de la revolución mundial, así como suprimir los intentos de restauración capitalista.

Es más, proclamar el “anticapitalismo” cuando en realidad se está luchando por reformar y no acabar con el capitalismo es una farsa y un engaño. El único “anticapitalismo” consecuente es la lucha por abolir todas las relaciones económicas capitalistas. Esa lucha también requiere luchar por superar la división de la sociedad en clases, así como todas las relaciones sociales correspondientes (tales como la opresión de las mujeres, las naciones y pueblos oprimidos, la división entre el trabajo intelectual y manual, etc.), así como las ideas correspondientes (chovinismo masculino y nacional, el “yo primero”, etc.). Marx demostró científicamente, y la experiencia desde su época ha confirmado, que la única vía para lograr eso es la revolución comunista que lleva a establecer el socialismo como transición, junto con el avance de la revolución mundial, hasta llegar al comunismo, la sociedad sin clases ni explotación ni opresión de ningún tipo en el mundo entero.

Aunque esa lucha sí es difícil, particularmente en la coyuntura mundial actual, es con esta vara que hay que juzgar al EZLN y toda fuerza política, porque, francamente, la única manera de escapar de los horrores del mundo capitalista-imperialista es poniéndole fin al capitalismo imperialismo con la meta de un mundo comunista y la emancipación de toda la humanidad.

Un problema fundamental con la posición del EZLN y otros que proponen luchar por un cambio sin tomar el Poder, es que deja intacto el actual Estado criminal, y por eso no puede llevar a parar los horrores que el sistema arroja; no puede liberar a los pueblos indígenas y al pueblo en general, no puede liberar a las mujeres, no puede eliminar la pobreza de la mayoría, no puede parar la destrucción del medio ambiente, ni lograr un cambio fundamental para la humanidad. Solo lleva a prolongar el sistema mayormente capitalista en el país [México] y el sistema capitalista imperialista en el mundo, con todo el sufrimiento innecesario que conlleva, a cambio de lograr, cuando mucho, algunas mejoras limitadas para un grupo reducido de personas.

El problema no son los proyectos autónomos en sí, sino la idea de que de alguna forma su proliferación va a llevar a un cambio fundamental sin la necesidad de tumbar al Estado reaccionario, confiscar la propiedad de las clases dominantes y establecer el socialismo como transición al comunismo.

Los proyectos de autogobierno del EZLN, otros municipios autónomos como Cherán en Michoacán, las policías o guardias comunitarias en Ostula, Michoacán y en la región de la Montaña de Guerrero, entre otros, han surgido de la resistencia justa de los pueblos indígenas y campesinos, de la necesidad de defenderse de los ataques del sistema para no perecer. Han recuperado algunas tierras y limitado la tala de algunos bosques; han logrado resistir y parar (o posponer) algunos proyectos del gran capital que despojan a las comunidades y destruyen el medio ambiente, defenderse en alguna medida del crimen organizado y las fuerzas del Estado, y no dejarse aplastar por la guerra de exterminio que el capitalismo imperialismo está librando contra los pueblos originarios. Estas luchas son valerosas y dejan lecciones importantes, y en la medida que sigan en lucha contra los estragos y las injusticias de este sistema, deben ser apoyadas por todos los que odian la opresión y quieren un cambio radical.

Sin embargo, arrancar cierta autonomía a nivel local dentro de este sistema no es una solución. El sistema mayormente capitalista no va a desaparecer frente a proyectos de autogobierno. Tampoco va a dejar de embestir a los pueblos indígenas. Seguirá matando y destruyendo, hasta que sea tumbado.

Toda autonomía que afecte los intereses del sistema y las clases dominantes será atacada por ellos, y el asedio no termina hasta que o bien logran trastocarla y acoplarla a sus necesidades o bien la destruyen por la fuerza. Los municipios y policías autónomos han sufrido asesinatos, encarcelamientos, y hostigamiento continuo de parte de las fuerzas del Estado y sus paramilitares. Por ejemplo, en Ostula, Michoacán, en 2010 y 2011, asesinaron a un promedio de un comunero cada 15 días, echando mano del crimen organizado en colusión con el Estado.

Está muy bien organizar la autodefensa y autogobierno donde hay condiciones para hacerlo como parte de resistir al sistema, pero no debemos engañarnos a pensar que sea posible extender el “autogobierno” por todo el país hasta hacer caer el Estado y desaparecer el sistema de explotación capitalista. Los capitalistas, imperialistas y grandes terratenientes no renunciarán a sus propiedades y su poder pacíficamente, y el Estado, que es su aparato de represión, no se reformará para ponerse al lado del pueblo.

Además del asedio militar, los municipios autónomos son “bombardeados” económica y políticamente por el sistema que los tiene cercados. Son muy limitados los cambios que pueden implementarse cuando el sistema capitalista sigue dominando todo el país [México]: los principales medios de producción siguen en manos de los capitalistas y siguen explotando y destruyendo; siguen dominando a todos con su monopolio de poder político y militar; y siguen predominando las relaciones opresivas y la ideología capitalista en la sociedad en general. En estas condiciones, los proyectos autónomos solo pueden abarcar unos sectores muy reducidos del pueblo. En el intento de mantenerse de pie en el mar de explotación capitalista en que existen, enfrentan la coacción del Estado para colaborar de alguna manera, y de no “pasarse de la raya” para combatir el sistema.

Por eso, centrar en mantener un “autogobierno” dentro de los confines del actual sistema entra en contradicción con denunciar y luchar consecuentemente contra todos los crímenes del sistema y sobre todo con luchar por una revolución que es lo único que puede poner fin a todos estos crímenes. ¿Por qué? Porque si se lucha consecuentemente contra el sistema, el sistema vendrá para tratar de arrasar con la limitada autonomía que por un tiempo haya tolerado.

Un ejemplo de esto es lo que hizo el EZLN en febrero de 2001, cuando estaban en su marcha a la ciudad de México para que la Ley Cocopa se aprobara en el Congreso. Al mismo tiempo, hubo una muy brutal represión ordenada por el Estado Mayor Presidencial a los manifestantes contra el Foro Económico Mundial y la globalización imperialista en Cancún. El EZLN no dijo ni una sola palabra en contra de esa represión, aunque hacían pronunciamientos públicos todos los días cuando se dio. Guardar silencio ante este crimen correspondía a no molestar al entonces presidente Vicente Fox, que introducía la Ley Cocopa para su aprobación, ni a los congresistas a quienes llamó el EZLN en su quinta Declaración ‘a que legislen en beneficio de todos los mexicanos. A que manden obedeciendo…’, por medio de aprobar la Ley Cocopa”. Como decía Miroslava Breach, (periodista asesinada en 2017 por denunciar la colusión de autoridades políticas con el crimen organizado), “el silencio es complicidad”. Además, llamar al Congreso de la Unión de México a “mandar obedeciendo” es un ejemplo de intentar reformar el actual Estado, y negarse a reconocer que de hecho los diputados y senadores sí “mandan obedeciendo”, pero a las clases dominantes.

Desde poco después del levantamiento zapatista de 1994, ha existido un acuerdo, por lo menos tácito, en que el Estado tolera su existencia y sus Juntas de Buen Gobierno, sin reconocerlos oficialmente, a cambio de que el EZLN se limita a la “lucha civil y pacífica”. Esto no quiere decir que el Estado no siga hostigando. El Estado ha seguido atacando en varias formas, dando más dádivas a comunidades a su alrededor; armando, entrenando y azuzando a los paramilitares a atacar y asesinar a zapatistas, y en otras formas. Por otra parte, el EZLN colabora con el Estado reaccionario en asuntos como organizar elecciones, reportar o entregar “criminales” a las autoridades, entregar a “polleros” de migrantes (que el EZLN clasifica como un “crimen contra la humanidad”) después de una advertencia, por ejemplo.15

Como es sabido, en 2016 el EZLN propuso y convenció al Congreso Nacional Indígena (CNI) a participar en la elección presidencial de 2018, con una mujer indígena como candidata independiente. Declararon que el objetivo no era ganar la elección y “subir al poder”, sino generar “un proceso de reorganización combativa no sólo de los pueblos originarios, también de obreros, campesinos, empleados, colonos, maestros, estudiantes, en fin, de toda esa gente cuyo silencio e inmovilidad no es sinónimo de apatía, sino de ausencia de convocatoria […], podría generarse un movimiento donde confluyeran todos los abajos, un gran movimiento que cimbrara el sistema político entero.”16

¿Por qué convocar a “todos los abajos” para recolectar firmas para el Instituto Nacional Electoral (INE) y participar en las elecciones, en vez de organizarse para denunciar y resistir las atrocidades que comete este sistema, de manera independiente de y en contra del proceso electoral? ¿Por qué apuntar a “cimbrar el sistema político entero”, en vez de desenmascarar y resistir el sistema capitalista entero (económico y político), con lucha independiente de las instituciones del sistema, lucha que contribuya a forjar la conciencia, organización, combatividad y dirección necesarias tanto para fortalecer la resistencia independiente como para preparar lo que hace falta para hacer una revolución real?

Intentar poner una candidata independiente en la boleta y participar en la elección presidencial implicaba, por una parte, dar un claro mensaje a las clases dominantes de que el EZLN sigue comprometido con quedar dentro de las reglas del juego del sistema para la “lucha política”. Por eso, las clases dominantes le dieron la bienvenida a su campaña. Fue muy notable como los políticos (excepto AMLO y Morena) la alabaron, los medios burgueses le dieron publicidad favorable, la Marina acudió muy rápidamente para atender a los heridos del accidente automovilístico en Baja California y el entonces presidente Peña Nieto expresó sus condolencias de una vez por la muerte de la activista joven. Por otra parte, este intento de campaña electoral jaló a personas que ya veían con asco las elecciones burguesas a regresar a participar en el proceso electoral, o a sacar su credencial de elector y entrarle por vez primera, contribuyendo así a darle más legitimidad a este circo.17

María de Jesús Patricio Martínez, la candidata independiente a la presidencia, elegida para representar al Concejo Indígena de Gobierno, explicó que “Es una propuesta que estamos llevando a cabo, de gobernar diferente y que el pueblo organizado sea al que obedezca ese gobierno. Solamente si nos organizamos lo podemos sacar, si no, no; nos van a seguir destruyendo, nos van a seguir dispersando, y nos van a seguir imponiendo esos proyectos de muerte que es lo que han traído a nuestros pueblos… Era necesario participar en esta fiesta de los ricos, pero no para llegar y hacernos como ellos, sino demostrarles que los pueblos indígenas queremos seguir viviendo y queremos que nos respeten, y queremos que no se sigan metiendo en nuestros territorios para dañarnos, para exterminarnos”.18

Es necesario organizarnos y resistir, pero es una ilusión falsa creer que si simplemente estamos organizados podemos impedir que sigan “imponiendo esos proyectos de muerte”, entre muchos otros crímenes, o hacer que los “ricos… nos respeten”. La competencia entre los mismos capitalistas los obliga a seguir expandiendo sus negocios y proyectos, so pena de ser derrotados en la competencia entre unos y otros e ir a la bancarrota. La lucha organizada de la gente puede arrancar, a veces, ciertas concesiones del enemigo de clase. Por ejemplo, la defensa física no violenta de Atenco logró un amplio apoyo social y logró detener por el momento el proyecto del aeropuerto, que fue una victoria importante. Pero las fuerzas combinadas de los tres niveles del Estado (con el PAN en la presidencia, Enrique Peña Nieto del PRI como gobernador del Estado de México donde se ubica Atenco, y el PRD, en que todavía militaba AMLO, a nivel municipal) no tardaron mucho en tomar su venganza matando a dos personas y violando a dos docenas de mujeres. Y ahora vuelven con un nuevo proyecto de aeropuerto. Además, aunque se pare temporalmente un ataque en un lugar, el sistema sigue expulsando a una enorme cantidad de campesinos e indígenas de sus tierras en otros lugares.

Como muchos lo han señalado, la situación para los pueblos indígenas es peor ahora que en 1994 [al momento del levantamiento zapatista]; el gran capital, el crimen organizado y las fuerzas armadas del Estado intensifican el despojo de los recursos naturales y la expulsión de los pueblos de sus tierras, y la resistencia y proyectos de autonomía enfrentan la represión brutal. Todo esto es verdad. Organizar y fortalecer la resistencia es imprescindible, pero si se hace sobre la base de ilusiones reformistas solo desarma a la gente, debilita su capacidad de resistir y lleva a la desmoralización.

Si la resistencia de veras va a fortalecer la lucha por la emancipación, ha de orientarse con la sencilla verdad de que, “El Estado no es omiso, es criminal” [en oposición a la alegación de que hay que presionar al Estado para asumir las responsabilidades por las cuales ahora es omiso, como proteger la vida del pueblo] y no con la ilusión falsa de que de alguna manera es posible hacer que este Estado obedezca al pueblo [tal como se declara en el lema zapatista de que el Estado debe “mandar obedeciendo”]. Debe prender y avivar el espíritu de “Al carajo con todo el sistema” en vez de implorar a las clases dominantes que “nos respeten”. Se necesita resistencia realmente independiente de y en contra del sistema y su Estado, y los comunistas y revolucionarios tienen que trabajar para poner en claro ante todos por qué el Estado comete o solapa estos crímenes, y cómo están arraigadas en la naturaleza y el funcionamiento del sistema capitalista. Tal resistencia puede arrancar algunas victorias parciales y temporales, puede inspirar e instruir al pueblo y crear condiciones mucho mejores para la revolución, pero no puede poner fin a todos los horrores de este sistema. Hay que decirle la verdad a la gente, y mostrarle la posibilidad de sí acabar con todas estas atrocidades por medio de la revolución comunista y solo así. Por eso decimos “Luchar contra el Poder, y transformar al pueblo, para la revolución”.

El EZLN lucha por reformar el actual estado y el sistema capitalista

A lo largo de su historia, el EZLN ha planteado que el problema es el “mal gobierno”, y la solución es un “buen gobierno”, y ha intentado lograr un “buen gobierno”, tanto “desde arriba”, como “desde abajo”, dentro del mismo sistema mayormente capitalista.

Para poner esto más en claro, veamos brevemente planteamientos en su historia política:

En el mundo real, no se puede poner fin a la represión y todos los demás horrores que vivimos y crear un nuevo sistema económico y político sin explotación, a menos que se destruya el viejo sistema que rige. Solo una guerra popular revolucionaria puede ganar la liberación del pueblo y sentar las bases para una nueva sociedad liberadora, que actúe como base de apoyo para la revolución mundial. El subcomandante Galeano (el líder zapatista antes conocido como Marcos) llama “dogmático” y “sectario” al que lo diga, pero es la verdad, y es lo que hace falta que hagamos todos los que queremos una verdadera emancipación de los oprimidos, y finalmente de toda la humanidad.

En cambio, la visión de “Cambiar el mundo, sin tomar el Poder”, o como lo dice el EZLN, “no luchamos por tomar el poder”, es un engaño. Lo que realmente está en juego no es cómo mejor reformar el actual sistema, sino cómo hacer una revolución de millones que derroque el viejo Estado, cree un nuevo Estado revolucionario, y un nuevo sistema económico y político que ya no se base en la explotación; ya no se rija por la competencia salvaje de los grandes capitalistas por la máxima ganancia, sino por la lucha para superar todas las contradicciones heredadas de las sociedades de clase, y finalmente emancipar a toda la humanidad. No luchar por el poder en este sentido, es aceptar la permanencia del actual sistema con todos sus horrores y solo buscar mitigarlos un poco para una pequeña minoría de la gente.

En esta época de calentamiento global y armas nucleares, de grandes carencias y miseria al lado de riqueza opulenta, de enormes y avanzados medios de producción que se mueven con el trabajo de millones pero son monopolizados por unos cuantos, el futuro de la humanidad depende de finalmente superar el históricamente anticuado sistema capitalista-imperialista. El mismo desarrollo de este sistema ha sentado las bases materiales para una sociedad superior y mucho mejor, y las intensificadas contradicciones del sistema no tienen otra resolución en los intereses de la gran mayoría.

Es una lucha ardua y difícil, pero contamos en esta lucha con el nuevo comunismo desarrollado por Bob Avakian a partir de resumir las grandes lecciones positivas pero también los errores de las revoluciones socialistas del pasado, analizar nuevas condiciones y aprender de otras esferas para lograr un avance cualitativo en el método y enfoque científico para hacer la revolución y emancipar a la humanidad, sentando bases para una nueva etapa de la revolución comunista que tan urgentemente necesitan las masas oprimidas.22

La Organización Comunista Revolucionaria, México, lucha por aplicar ese nuevo comunismo y ha trazado una orientación estratégica y programa básico inicial para la revolución liberadora que hace falta en México.23

Es hora de desechar las falsas ilusiones de democratizar y reformar el caduco e inhumano sistema capitalista-imperialista, ya sea por dentro o por fuera del Estado burgués. Hace falta dedicarnos a la urgente necesidad más fundamental de las masas oprimidas: una revolución real que barra con este sistema y contribuya finalmente a la emancipación de toda la humanidad.

Organización Comunista Revolucionaria, México

28 de abril de 2018

 

1. Bob Avakian es el Presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, y un líder en el movimiento comunista internacional. [regresa]

2. Bob Avakian “Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte, Primera parte: Revolución y estado”, disponible en revcom.us. [regresa]

3. Carlos Marx, “Carta a Kugelmann”, 12 de abril de 1871. [regresa]

4. Bob Avakian, op. cit., p. 7; también citado en Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian, p. 15. [regresa]

5. Por ejemplo: “Venezuela provee el 12% del petróleo que importa Estados Unidos a diario, y desempeña cierto papel estratégico con respecto a la capacidad de Estados Unidos de proyectar su poderío en el mundo. Pero el otro lado de la ecuación es muy diciente, y deja ver un aspecto de la dependencia estructural de Venezuela: ¡el 12% que Estados Unidos importa representa el 60% de la producción total de Venezuela!”. Fuente: Revolución, #94, 1° de julio de 2007. Disponible en: revcom.us. [regresa]

6. LGBTTI = Lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual. [regresa]

7. Para mayor documentación y análisis científica de la Biblia, las religiones monoteístas, el fundamentalismo y la moralidad, vea Bob Avakian, ¡Fuera con todos los dioses! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo. JB Books, Chicago, 2009. Disponible de la editorial Aurora Roja. [regresa]

8. Silvia Ribeiro, “Política partidaria, transgénicos y comunidades campesinas”, 19 diciembre de 2017. [regresa]

9. “Compromisos de Andrés Manuel López Obrador, precandidato a la Presidencia de la República, en el Foro Empresarial en Saltillo, Coahuila”, 17 de enero de 2012, en www.babeldelnorte.com. Nuestro énfasis. [regresa]

10. Citado en “El segundo aire de López Obrador”, noticiasnet.mx, 12 de febrero de 2012, jenarovillamil.wordpress.com/2011/10/19/el-segundo-aire-de-lopez-obrador/. [regresa]

11. Jorge A Schiavon, “La diplomacia local del Distrito Federal (2000-2007)”, en Documento de Trabajo Número 172. CIDE, agosto de 2008. [regresa]

12. Miguel Ángel Vite Pérez, “Reflexiones sobre el desarrollo social de la Ciudad de México”, en Intersticios, Revista Sociológica de Pensamiento Crítico, Vol. 5 (2), octubre de 2011, pp. 290-291. http://www.insterticios.es. [regresa]

13. Federico Engels, “Del socialismo utópico al socialismo científico”, C. Marx, F. Engels, Obra escogidas, Tomo III, Editorial Progreso, Moscú, 1978, pp. 121-122. [regresa]

14. Bob Avakian, Lo BAsico, 1:22, RCP Publications, Chicago, 2011, p. 17-18 [regresa]

15. El subcomandante Marcos, “Leer un video”, citado en La Jornada, 24 de agosto de 2004. [regresa]

16. Subcomandante Insurgente Moisés y Subcomandante Insurgente Galeano. Una historia para tratar de entender. 17 de noviembre de 2016. (enlacezapatista.ezln.org.mx/2016/11/17/una-historia-para-tratar-de-entender/). [regresa]

17. En ciertas circunstancias excepcionales, a veces puede ser necesario participar en elecciones burguesas como parte subordinada de desenmascarar la falsedad de la democracia burguesa y la necesidad de tumbar todo el sistema. Así lo hicieron los bolcheviques, por ejemplo, en algunos momentos de la revolución rusa, por ejemplo cuando la revolución de 1905 había sido derrotada y se introducía elecciones por primera vez en la historia de ese país. No existe tal necesidad de participar en las elecciones de 2018, en momentos en que amplios sectores de la población repudian a todos los partidos burgueses como la misma porquería. Por otra parte, la participación del EZLN en estas elecciones no tuvo el propósito de denunciar la farsa electoral y todo el sistema sino, como se menciona, objetivamente contribuyó a legitimarlo. [regresa]

18. “Palabras de Marichuy en el Encuentro con el Pueblo Mayo en Cohuirimpo, Sonora”. 13 de enero de 2018. [regresa]

19. Revolución ¡sí¡, elecciones ¡no¡ documenta esto en detalle. Folleto del Centro de Investigación Popular, 1994. [regresa]

20. “Sobre el EZLN, El Pueblo Necesita la Revolución Proletaria, No la Democratización del Estado Existente”, Aurora Roja Número 13, febrero de 2006, página 11. Se puede descargar en aurora-roja.blogspot.com. [regresa]

21.Ver “El carácter burgués de la Constitución de 1917”, Aurora Roja No. 13. [regresa]

22. Ver Bob Avakian, El nuevo comunismo, La ciencia, la estrategia, la dirección para una revolución real y una sociedad radicalmente nueva en camino a la verdadera emancipación. [regresa]

23. Ver Organización Comunista Revolucionaria, México, La revolución liberadora, Orientación estratégica y programa básico, Editorial Flor de la Sierra, México, 2015. Se puede descargar en revcom.us. [regresa]

Vamos a lo básico: Necesitamos una revolución. Cualquier otra cosa, en última instancia, es una tontería.

Bueno, esto no quiere decir que no nos unamos a otra gente en toda una variedad de luchas que no tengan por objeto una revolución. No hay duda de que necesitamos hacer esto. Pero es una ridiculez, francamente, presentar cualquier otra solución a estos monumentales y monstruosos problemas e infamias. Y necesitamos tomar la ofensiva y movilizar a una cantidad cada vez mayor de masas para despejar esas tonterías y poner en primera plana la verdadera solución a esto, y responder a las preguntas y, sí, a las acusaciones que se presenten en respuesta a esto, y a la vez profundizar nuestra base científica para hacerlo. Y lo importante es lo siguiente: no solo nosotros tenemos que hacer esto, sino que además tenemos que atraer, desencadenar y dirigir, y posibilitar que cada vez más gente haga esto. Hay que inspirarla, no solo con la idea general de la revolución, sino con un análisis cada vez más profundo, una base sólida científica, de por qué y cómo la revolución sí es la respuesta a todo esto.

Bob Avakian, Lo BAsico 3:1

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Revolución #553 25 de julio de 2018

Crimen Yanqui

Caso 38: Estados Unidos avala al gobierno salvadoreño de los escuadrones de la muerte, de 1980 a 1992

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Bob Avakian escribe que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).

En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.

American Crime

La lista completa de los artículos de la serie Crimen Yanqui

EL CRIMEN

Por toda la década de los años 1980 y principios de los años 1990, el gobierno de Estados Unidos avaló, entrenó y financió al gobierno y ejército reaccionarios del país centroamericano de El Salvador y su guerra contrainsurgente que dejó muertos a decenas de miles de trabajadores, campesinos, estudiantes, intelectuales, artistas y otros y condujo al exilio forzado a cientos de miles más.

El Salvador fue dominado por el imperialismo estadounidense en complot con un puñado de familias salvadoreñas que controlaban la abrumadora mayoría de las tierras y la riqueza de El Salvador, mientras que millones de campesinos, trabajadores y otros vivían en pobreza extrema. No contaban con derechos democráticos, y durante los años 1960 y 1970 se reprimían con violencia sus protestas políticas. En 1977, los militares salvadoreños masacraron a cientos de manifestantes que protestaban pacíficamente por el fraude electoral. El gobierno desencadenó grupos paramilitares o “escuadrones de la muerte” contra la oposición, secuestró y asesinó a líderes de sindicatos laborales, organizaciones campesinas, partidos políticos y grupos guerrilleros, así como curas y trabajadores religiosos laicos que se unían a los pobres.

A partir de la década de los 1950, la CIA y los militares yanquis reforzaron, entrenaron, financiaron, organizaron y participaron en dirigir a los militares, la policía y los escuadrones de la muerte salvadoreños. Los asesores yanquis incluso les proveían de las listas con los nombres de sus blancos.

En octubre de 1979, un grupo de oficiales militares jóvenes se tomó el poder con un golpe de estado contra el presidente de El Salvador, el general Carlos Romero. Los golpistas pidieron algunas reformas, pero oficiales militares tradicionales, respaldados por Estados Unidos, cooptaron el régimen e intensificaron la represión de la población. Como resultado, mucha gente más, inclusive ex liberales, se unieron a la creciente resistencia armada. (En octubre de 1980, varios grupos guerrilleros se juntaron para formar el FMLN —Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional— que contaba con el apoyo de la Unión Soviética y Cuba y se convirtió en la principal fuerza que luchaba contra el gobierno avalado por Estados Unidos).

Al empezar 1980, se gestó una guerra civil. A fines de enero, en la capital, San Salvador, una avioneta fumigador del gobierno roció a manifestantes con DDT. Cuando los marchistas llegaron a la plaza central, francotiradores militares empezaron a dispararles, matando a 21 de ellos y dejando heridos a 120 más. El 17 de marzo se convocó una huelga general y el gobierno respondió con violencia, matando a 54 huelguistas en San Salvador por sí solo.

Una semana después, se asesinó en su propia iglesia al arzobispo de San Salvador, Oscar Romero, quien le había pedido al presidente estadounidense Carter —“de un cristiano a otro”— que dejara de mandar ayuda a los militares salvadoreños. En su última misa se había dirigido a las fuerzas de seguridad con estas palabras: “Les suplico, les ruego, les ordeno, en nombre de Dios: cese la represión”. El arzobispo fue el 11° cura asesinado en El Salvador en tres años. El arquitecto del asesinato de Romero fue el oficial de inteligencia entrenado por Estados Unidos y líder del partido fascista ARENA, Roberto D’Aubuisson.

Durante el funeral del arzobispo alguien lanzó una bomba entre los dolientes lo que fue seguida por disparos de fusiles y armas automáticas, dejando al menos 40 personas muertas y cientos heridas.

Durante los primeros meses de 1980, el gobierno salvadoreño, bajo la dirección de Estados Unidos, aprobó una supuesta “reforma agraria” que en realidad fue parte de una campaña contrainsurgente. Un miembro del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria que fue testigo de la “implementación” de la reforma testificó: “Las tropas llegaron y les dijeron a los trabajadores que la tierra ya era suya. Que podían elegir a sus propios líderes y manejarla ellos mismos. Los campesinos no lo podían creer, pero esa misma noche celebraron elecciones. La mañana siguiente regresaron las tropas y yo vi cómo mataron a cada uno de los líderes electos”.

El 2 de diciembre de 1980, cinco miembros de la Guardia Nacional de El Salvador violaron y asesinaron a cuatro hermanas religiosas católicas de Estados Unidos que trabajaban en El Salvador.

En diciembre de 1981, una unidad de militares salvadoreños llevó a cabo una horripilante masacre en la aldea de El Mozote con el fin de sembrar terror entre la población. Una vez entrados en la aldea, los militares separaron en grupos en la plaza central a los hombres, mujeres, niños y ancianos de la aldea. A los hombres y mujeres los torturaron y balacearon. A las jovencitas se las llevaron a una colina donde las violaron y asesinaron. Y mataron salvajemente a 146 niños entre las edades de 3 días y 14 años.

Los soldados estrellaron los cráneos de bebés y decapitaron a niños mayores. A las mujeres embarazadas las fusilaron y soltaron piedras grandes sobre sus barrigas para matar al feto. Luego incendiaron la iglesia en la que habían asesinado a los niños. Los guerrilleros que llegaron a la aldea al día siguiente recordaron que vieron que la aldea seguía ardiendo y que vieron animales que picaban cabezas decapitadas por ahí tiradas, mientras humo salía de cadáveres calcinados. En El Mozote torturaron y masacraron a 1000 personas, casi el total de la población. La unidad militar responsable, el Batallón Atlacatl, fue entrenada especialmente por los militares yanquis en la tristemente célebre Escuela de las Américas en el Fuerte Benning en Georgia en Estados Unidos.

La respuesta de Estados Unidos a estos acontecimientos fue aumentar de manera masiva la ayuda para las fuerzas armadas y policiales de El Salvador. Entre 1980 y principios de los años 1990, se calcula que Estados Unidos le dio al régimen $ 6 mil millones en ayuda militar. En 1979, su ejército creció de 7.000 a 12.000 efectivos, y para 1983 había crecido a 22.000, además de 11.000 fuerzas de seguridad civiles. Tres años más tarde había crecido dramáticamente a 53.000 efectivos. También Estados Unidos les suministró sofisticados aviones militares letales.

Estados Unidos costeó el entrenamiento del personal militar salvadoreño en Estados Unidos, la Zona del Canal de Panamá y en El Salvador mismo. Además —a petición de Estados Unidos—, Argentina, Chile y Uruguay les proveyeron entrenamiento durante los primeros años de la guerra. Una parte considerable de la ayuda militar pasó por Israel. Y salió evidencia considerable que indicaba que Estados Unidos se involucraba en combate terrestre, como un informe de la emisora CBS sobre asesores yanquis “combatiendo lado a lado” con soldados del ejército salvadoreño.

En 1984, Amnistía Internacional recibió con regularidad informes que identificaban a las fuerzas de seguridad y las unidades militares responsables de la tortura, desaparición y asesinato de civiles no combatientes de todos los sectores de la sociedad salvadoreña. En 1982, un desertor del ejército salvadoreño le dijo al New York Times que él había tomado una clase en la que se ensayaron intensos métodos de tortura a presos adolescentes. Dijo que en la clase estaban presentes ocho asesores militares estadounidenses.

Como resultado de los ejecuciones efectuadas por los escuadrones de la muerte, las masacres militares y las armas modernas estadounidenses usadas contra la guerrilla y quienes sospechaban de apoyarla, murieron 75.000 personas. Ante el temor a que los maten a ellos o a sus familias, cientos de miles de salvadoreños se fugaron hacia El Norte en busca de santuario. Entre 1980 y 1990, la población de inmigrantes salvadoreños en Estados Unidos aumentó de 94.000 a 465.000. Cuando Estados Unidos se negó a concederles asilo a muchos de esos refugiados, unos grupos que defienden los derechos de los inmigrantes, así como iglesias, ayudaron a los refugiados a través de un movimiento de iglesias de Santuario que surgió en Estados Unidos. En 1985, San Francisco, California fue la primera ciudad en declararse una Ciudad de Refugio1.

LOS CRIMINALES

Jimmy Carter: Unos días antes de que terminara su mandato, en enero 1981, el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, ordenó enviar $10 millones en ayuda así como asesores adicionales a El Salvador, algo que un observador caracterizó como “El último intento convulsivo en cuanto a relaciones exteriores de la administración de Carter para evadir responsabilidad por haber sido ‘demasiado blanda’ en su trató a los rebeldes salvadoreños”.

Ronald Reagan: Apenas asumió la presidencia a principios de 1981, Reagan aumentó la participación directa de Estados Unidos en la guerra en El Salvador. Aumentó en grande los gastos militares e inició una campaña de relaciones públicas para ponerle una cara humana a la junta militar de El Salvador, así como una campaña para convencer al público en Estados Unidos y el mundo que la oposición salvadoreña no tenía razón legítima para rebelarse.

El 28 de enero de 1982, dos meses después de la masacre de El Mozote, Reagan certificó ante el Congreso que el gobierno de El Salvador “está haciendo esfuerzos concertados y significativos para cumplir con los derechos humanos reconocidos internacionalmente”, y que “está logrando tener considerable control sobre todos los elementos de sus propias fuerzas armadas, para poner fin a la tortura y asesinato indiscriminados de ciudadanos salvadoreños a manos de esas fuerzas”. Puras mentiras deliberadas y escandalosas.

La CIA y los militares de Estados Unidos financiaron, armaron, entrenaron y asesoraron a los militares salvadoreños y sus escuadrones de la muerte.

LA COARTADA

El presidente Reagan dijo que Estados Unidos estaba en El Salvador “para frenar la infiltración a las Américas de terroristas y de la intervención extranjera y aquellas que no solo apuntan a El Salvador sino que… apuntan a la totalidad de Centroamérica y posiblemente más adelante a Sudamérica y, estoy seguro, finalmente a América del Norte”.

EL VERDADERO MOTIVO

Desde hace mucho, los imperialistas yanquis han considerado a Centroamérica como parte de su “patio trasero”, y por décadas había instalado a déspotas y juntas militares que permitían que el capital estadounidense saqueara la mano de obra y los recursos de la región. Sin embargo, en los años 1980, la rivalidad por el dominio mundial se intensificaba entre Estados Unidos y la Unión Soviética —que en ese entonces ya se había transformado en una potencia imperialista—, y el enfoque central de la estrategia de Estados Unidos era enfrentar a los soviéticos y repeler su influencia, lo que incluía aplastar de manera salvaje los levantamientos y luchas de guerrilla anti Estados Unidos que sacudían Nicaragua, El Salvador y Guatemala, avalados por los soviéticos y sus aliados cubanos. Especialmente bajo Reagan, Estados Unidos desató una guerra sanguinaria contra el pueblo salvadoreño con el fin de aplastar por completo a cualquier fuerza aliada o simpatizante de la Unión Soviética, así como cualquier resistencia al orden sumamente represivo que los yanquis respaldaban.


Fuentes:

Blum, William. Killing Hope [Matando la esperanza], Common Courage Press, 2004.

Roberto Lovato, “El Salvador’s Gang Violence: The Continuation of Civil War by Other Means” [La violencia pandillera en El Salvador: La continuación de la guerra civil mediante otros métodos], The Nation, 8 de junio de 2015.

Jon Santiago, “Revisiting American Involvement in El Salvador: The Massacre at El Mozote” [Reconsiderando el papel de Estados Unidos en El Salvador: La massacre en El Mozote], Huffington Post, 25 de mayo de 2011.

Raymond Bonner, “Time for a US Apology to El Salvador” [Ya es hora para que Estados Unidos pida disculpas a El Salvador], The Nation, mayo 9-16 de 2016.

Migration Policy Institute, “Salvadoran Immigrants in the United States” [Los inmigrantes salvadoreños en Estados Unidos], 5 de enero de 2010.


1. Actualmente en Estados Unidos, 580 ciudades, condados y estados se han declarado Santuarios.  [regresa]

American Crime

Caso #91: La Escuela de las Américas — Campo de entrenamiento para asesinos en masa y torturadores, 1946 al presente

Víctimas de un “escuadrón de la muerte” en San Salvador, El Salvador, 1981
El gobierno derechista de El Salvador, con el respaldo de Estados Unidos, reprimió una rebelión izquierdista en una guerra que duró 12 años, en la que el gobierno mató y torturó a más de 70.000 personas en un país con una población de unos 6 millones. Arriba: Víctimas de un “escuadrón de la muerte” en San Salvador, El Salvador, 1981.

Vea todos los artículos de esta serie.

La esencia de lo que existe en Estados Unidos no es la democracia, sino el capitalismo-imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen. Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen.

Bob Avakian, Lo BAsico 1:3

Operación Rescate fue parte de una “campaña anti-guerrilla”, pero no había combatientes en El Mozote. Masacraron a los aldeanos (algunos en la foto de arriba), ninguno de los cuales estaba armado, durante la administración de Reagan.

 

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Revolución #553 25 de julio de 2018

La protesta “de pie” de una valiente estudianta sueca impide la deportación de un migrante afgani

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El lunes 23 de julio, un hombre originario de Afganistán se encontraba en un avión en el aeropuerto de Gotemburgo, Suecia esperando que despegara — en el proceso de ser deportado a un país asolado por la guerra, después de que el gobierno sueco le había negado el asilo político. Entonces una joven, una estudiante de la Universidad de Gotemburgo, abordó el avión y declaró que no se sentaría hasta que bajaran del avión al solicitante de asilo para que no fuera deportado. La estudiante, Elin Ersson, transmitió en vivo por el Internet su protesta, y el video se ha hecho viral, visto millones de veces.

Mientras que unos pasajeros y miembros de la tripulación reaccionaron con hostilidad, Ersson caminaba de un extremo al otro del pasillo explicando la acción que había tomado. Dijo: “No quiero que le roben la vida a este hombre simplemente porque ustedes no quieren perderse el vuelo. No me voy a sentar hasta que bajen del avión a esta persona”. Cuando uno de los pasajeros molestado por la demora trató de quitarle el celular, Ersson le dijo: “¿Cuál es más importante, una vida o su tiempo?... Yo quiero que él [el solicitante de asilo] se baje del avión porque no estará a salvo en Afganistán. Estoy tratando de cambiar las reglas de mí país. No me gustan. No es justo mandar a la gente al infierno”.

Otros pasajeros lo dejaron en claro que la apoyaban. Poco después del comienzo de la protesta, Ersson dijo: “Un tipo de Turquía me está ayudando, diciéndome que estoy haciendo lo correcto. Unas personas están aplaudiendo todo lo que estoy haciendo. Atrás, un equipo de fútbol se ha puesto de pie. Mientras ellos permanezcan parados, el avión no recibirá permiso para despegar”.

Por fin, llegó el anuncio de la tripulación de que iban a bajar del avión al solicitante de asilo, impidiendo por ahora su deportación.

Después de la protesta, Ersson, que pertenece a un grupo en Suecia que lucha contra las deportaciones de inmigrantes y refugiados, le dijo al periódico británico The Guardian: “Las personas [en Afganistán] no tienen asegurada su bien estar. No saben si van a vivir un día más. A medida que he estado trabajando y conociendo a gente de Afganistán y de escuchar sus relatos, he llegado a pensar cada vez más que no se debe deportar a nadie a Afganistán porque no es un lugar seguro…”.

Con respecto a su acción, dijo: “Ojalá la gente empiece a cuestionar cómo su país trata a los refugiados. Tenemos que empezar a ver a las personas cuyas vidas son destruidas por nuestras [políticas] de inmigración”.

Esta valiente acción de una sola manifestante tuvo un gran impacto — precisamente cuando por toda Europa y Estados Unidos se ha visto un repunte de ataques contra inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo de parte de gobiernos así como de grupos fascistas que vomitan veneno supremacista blanco y llevan a cabo la violencia física.

 

 

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